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Etiqueta: Gaztemaniak

Destroyer + Frog Eyes

Destroyer + Frog eyes (Gazteleku Zarauz)

Fresquita cita en Zarauz (2 grados en la calle) para ver a Daniel Bejar y su proyecto Destroyer, que venía a presentarnos “Your Blues”, su nuevo CD. Por la calle, ni un alma. En el Gazteleku de la ciudad costera, unas pocas más. Parece que los viernes son peleones para las melodías emotivas.

Abrió el evento Frog Eyes, formación de acompañamiento del señor Bejar en el concierto posterior. Duramos poco, mientras nos lamentábamos de que el señor guitarrista-cantante se hubiera dejado la medicación en el avión. Si las canciones deben transmitir sensaciones, nosotros acabamos calados de esquizofrenia pop con un punto Franz Ferdinand. No me hagan recordarlo, que me entran unas ganas terribles de invadir Polonia.

Dicho desequilibrio melódico contagió en demasía al autor de “Your Blues”, un disco repleto de aciertos sonoros, a medio camino entre el pop del primer David Bowie y el folk. Allá donde las canciones sonaban dulces, ahora, gracias al hiperactivo guitarrista antes nombrado, lo hacían nerviosas y tensas. Nos dedicamos a tararear los originales, inhibiéndoles todo el sebo de concierto. Al llegar a casa, recuperamos el CD y nos quitamos la radioactividad de encima. Pudo haber sido, pero no fue.

Hood: Un bosque digital

La propuesta foral Gaztemaniak! cierra el 2004 con exclusividades. Los británicos Hood, una de las formaciones más inquietantes de la escena electrónico-popera experimental, estarán en la sala Gazteszena donostiarra el próximo 16 de Diciembre (única fecha peninsular). Y publican el mes que viene su nuevo CD “Outdoor Closer”, la continuación del aplaudido “Cold Music”.

La verdad es que “Cold Music” fue un buen subidón de ego. Éramos la revelación para todo ese mundo que antes nos ignoraba. Pero vas bajando dulcemente a la tierra cuando ves que no te llega para comprar las entradas de los conciertos que quieres ver”. Quién así habla es Richard Adams, uno de los fundadores de Hood.

Quizás huyendo de esa frialdad a la que hace referencia el título de su más exitosa edición, los chicos de Yorkshire han querido hacer un trabajo más humano. “Queríamos usar nuevos sonidos y presentar nuestras músicas de manera diferente, distanciándonos de los clichés”.

No es la primera vez que reenfocan sus objetivos, huyendo de los caminos de los que ya han obtenido parabienes. “Realmente, no sabemos el enfoque que vamos a tomar tras acabar las canciones que componen nuestro último proyecto sonoro”.

Sus primeros pasos creativos confiaban en las enseñanzas de asentados maestros del inconformismo guitarrero (Sonic Youth, Pavement). Primeros discos que ahondaban en el camino del “Hazlo tú mismo”, predominando el lo-fi y las crudezas de grupos como Flying Saucer Attack.

Su etapa mas interesante se desarrolla en el atrayente sello Domino. La casa discográfica edita sus proyectos más relevantes. Porque los remixes y las apariciones en singles compartidos huyen de la oficialidad y prolongan la creatividad musical de Hood por diferentes sellos de mediano tamaño, como ese Misplaced Records (www.misplacedmusic.co.uk) con el que colaboran activamente. “Misplaced es una aventura que nació para editar singles, pero la carestía de los mismos hizo que optáramos por centrar nuestros esfuerzos en sacar pequeñas tiradas de CDs de bandas amigas. Sorprendentemente, no perdemos dinero en estas ediciones”.

Con “Rustic Houses And Forlorn Valleys”, el cuarto disco oficial, Hood dio rienda suelta a sus amores por bandas post rockeras como Bark Psychosis y Disco Inferno. La irrupción como colaborador en el estudio de Matt Elliott, miembro de los oscuros The Third Eye Foundation, centra las ideas de la banda inglesa.

Su siguiente CD, “The Cycle of Days & Seasons”, deslumbra por sus depresiones paisajísticas, guitarras desvaídas y esa mezcla irredenta de ruido y electrónica.Pero es con «Cold House», sexto álbum, donde aquel torbellino de post-rock evocador abre un personal sendero.

Lo atrevido, lo emocionante y lo incómodo se dan la mano en esta obra de referencia. Como dice mi novia, un disco que mezcla a Radiohead, My Bloody Valentine, las bases hip hop y las penurias opresivas de Matt Elliott. ”Adorable definición. ¿ No intentará tu novia conseguir tu puesto de trabajo?”.

Tras los dos recopilatorios que salen aprovechando el tirón (“Singles Compiled” y “Compilations 1995-2002”), llega la hora de la confirmación: “Outside Closer” (Domino, 2005). El nuevo disco embriaga desde sus adelantos (el single “The Lost You” aúna riesgo y emoción, con un abigarrado collage de ritmos entrecortados y un intenso y melancólico estribillo).

Temas como “The Negatives” reflejan la innegable pegada de las canciones electrónico-acústicas, mientras “Any Hopeful Thoughts Arrive” (descargable gratis en www.hoodmusic.net) y “Winter 72” son claros ejemplos de las querencias vaporosas de estos británicos.

El cierre, “This is it, forever”, es una lágrima musical repleta de ternura y ahogada en sonidos minimalistas y desconcertantes, manteniendo vivo ese latido inconformista que ha caracterizado la carrera de Hood. Aprovechen para cazarlos en Donostia, que sólo dan entre 10 y 20 conciertos al año.

Iron and Wine / Neal Casal: Huellas sin fin.

Primera de las citas de esta semana que llega a su fin a cargo de la iniciativa foral Gaztemaniak!. La sala Gazteszena del donostiarra barrio de Egia abrirá sus puertas la tarde noche del jueves para presentar juntos pero no revueltos a dos de las propuestas más atractivas del penúltimo rock americano íntimo y ensoñador: Neal Casal y Iron & Wine.

En la cuenta del primero colocaremos 7 discos de estudio. El último de ellos, “Return In Kind”, es una revisita (en formato versión reconocida) a las canciones que desde pequeño le han puesto las pilas: The Faces, Gene Clark, Royal Trux o Johnny Thunders.

Más reciente aún es el recopilatorio “Leaving Traces”, recién editado extracto de 10 años de creaciones propias. Una perfecta manera para entrar en los melosos campos country poperos de este prolífico compositor.

Sam Beam, el compositor que se esconde tras la denominación musiquera de Iron And Wine, vive en Miami, Florida. Quién nos lo iba a decir. En la mismísima ciudad desde la que el imperio latino de los Estefan ha lanzado sus misiles llenapistas (la propia Gloria o nuestro David Bisbal, por ejemplo), Mr Beam ha facturado el excelso “Our Endless Mumbered Days”, segundo disco de su particular colección de emociones musicadas a golpe de melodías detallistas e instrumentación casi nula. Un trabajo diametralmente opuesto a los sonidos habituales de la península situada al sudeste de Norteamérica.

Porque “Our Endless…” y su plácida portada de trazos pastel ahonda en la brecha abierta por su predecesor y debut en estas grandes ligas “The Creek Drank the Cradle”: Dos guitarras sin electrificar e infinidad de juegos vocales ejecutados preferentemente por Sam Beam, autor que prefiere seguir los caminos de Simon y Garfunkel (la canción “Each Coming Night” es buena prueba de ello) antes que las diabluras vocales de los sempiternos playeros Beach Boys.

Por algo la frase de fábrica de nuestro costero creador es “mi casa es aquel sitio donde esté el cuatro pistas (aparato casero para grabar canciones)”. En la cercanía y susurrante placidez de la creatividad registrada en una habitación, Iron and Wine se ubicaría dentro de en ese triangulo imposible formado por las luminarias Neil Young, Will Oldham y Nick Drake. Con los aspectos campestres del primero, ese toque emocionalmente incontrolable del segundo y la varita mágica irrepetible que el tercero imprimía a todo lo que tocaba (“Naked As We Came” vale como explícito ejemplo).

Algo lejos queda ya “Dead Man’s Will”, la primera de sus canciones que vio la luz en la pequeña tirada del Fanzine Yeti. O las más de 40 composiciones que mandó a Sub Pop intentando convencerles de la calidad innata de su propuesta. De aquella recopilación de rasgados salió su primer CD. Pero no busquen las tomas sobrantes. No eran más que una superficial selección de los 15 creativos años que Sam Beam lleva acariciando las cuerdas. Las de la guitarra y las de su laringe.

Chris Brokaw: Retorno acústico

Con un currículo digno de entrar en el Salón de la Fama de las músicas independientes (co-fundador de la banda Codeine, fue tandem creativo con Thalia Zedek en el grupo Come), Chris Brokaw regresa al mundo discográfico por partida doble: Un CD bien repleto de melodías de preferencia instrumental (“Wandering As Water”) y su reciente EP “My confidante + 3”.

Ésta última publicación le sirve de excusa para regresar a nuestro país con una extensa gira que recalará este domingo en el Gazteleku zarauztarra, de la mano de la propuesta foral Gaztemaniak!

El CD completo, segundo en la carrera solitaria de Brokaw, salió a la calle a finales del pasado año 2003 con las características habituales de Return to Sender, el sello germano que lo publicó. Apenas 2000 copias a la venta, buscando que autores de interés demostrado creen pequeñas joyas.

“Quería hacer una tirada limitada de mi próximo CD, alguien me comentó la propuesta de Return To Sender y no fue difícil entendernos. ’Wandering…’ nació como documento ilustrativo de mis actuaciones en vivo, buscando que suene exactamente como lo que se escucha sobre el escenario”, nos cuenta Brokaw desde algún punto de la piel de toro.

Entre las 40 referencias que Return to Sender ha editado bajo estas peculiaridades se encuentran autores como Townes van Zandt, Steve Wynn o Barbara Manning. Lástima que gemas como la tuya, Chris, sean casi objeto de culto y carnaza de subastas interneteras. “Tenemos que ver si puede salir reeditado o no. Ya te dije que quería hacer una edición muy reducida, pero entiendo que la gente desee que su adquisición sea más sencilla”.

Algo tan sencillo como encontrar el nombre de Brokaw en las discografías de otros autores, caso del nombrado Steve Wynn o Evan Dando, con el que arribó el pasado año a la sala Jam de Bergara. “Me muero de ganas por salir de nuevo a la carretera con Evan. ¡Creo que en su próxima gira comparte cartel con MC5! Le conocí hace años, pero no en los días en los que Boston era musicalmente popular. Aunque residiéramos en la misma ciudad, los Lemonheads de Dando eran unas estrellas de rock. Come estábamos bastante lejos de serlo”.

Con su “Wandering as Water” Chris Brokaw tampoco copará muchas listas de éxitos, aunque sea un trabajo elegante y musicalmente atractivo. Con la única compañía de una guitarra acústica y pequeños detalles de percusión, las versiones de viejas canciones de Come (“Shoot me first”, “Recidivist”, “German Song”) suenan encantadoras. Embrujo que se mantiene al atacar “Ba-Di-Da”, antiguo tema del trovador Fred Neil, y el “Embrionyc Journey” de Jorma Jaukonen.

Sugestiva es también su recreación de “My Idea”, tema propio que el ínclito Dando popularizó en su último disco “Baby I´m Bored”. “Me gusta mucho la versión que hizo de mi canción. Pero para mí también es divertido cantarla”.

Las nueve composiciones originales de este último trabajo largo contienen reminiscencias agradecidas a España, con títulos como “La Playa” o “Calimoxcho” (“el nombre me gustó mucho, y la bebida es hilarante”), en un disco que se aleja de las maneras habituales de un songwriter, palabra anglófila más acertada para este caso que el enfocado término de “cantautor”.

Más cercano a Syd Barrett o Jeff Buckley que a los modos de Bob Dylan, es en la abundante zona instrumental donde Brokaw se emerge como un creador único. Discurre el autor arriba y abajo, entre los trastes de las seis cuerdas, dibujando bellas e intrincadas estructuras para lo que suele ser habitual en estos mundos de acústica y voz.

Su cálido tono vocal, minoritario pero sentido, contribuye a que la cota de interés no decaiga en el transcurso del disco. Brokaw lo ve de una forma mucho más sencilla. Él es un simple explorador, sin mayores ambiciones que las propias. “Estoy lejos de los compositores habituales, de los clásicos. Solo intento hacer buenas canciones. Supongo que sigo deseando llegar a algún punto, que sigo en la búsqueda de cosas”.

Gaztemaniak!: Conciertos del 10 aniversario.

La propuesta foral (que este año cumple aniversario) reserva también sus esfuerzos para acercar a nuestra provincia algunas de las propuestas musicales internacionales más renovadoras e interesantes. Gaztemaniak! ha continuado el pasado 2003 (y lo hará en el 2004. Ya hay las primeras fechas confirmadas) programando en diferentes espacios culturales provinciales esos sonidos que por difusión se encuentran alejados de los medios de comunicación generalistas y redes mayoritarias.

Buen ejemplo de ello fue el germano Losoul, que abrió el fuego a finales de enero del pasado año con su electrónica de aires cálidos. El grupo Smith And Mighty redundó en el interés popular por estas músicas digitales con su actuación de octubre. En ese mes Gaztemaniak apostó por colaborar con el Festival Elektronikaldia, en el que patrocinó una de sus noches con las actuaciones de algunos de los más arriesgados artistas vascos como Martiko eta garate o Irazoki, Telletxea y Erkizia Trio, que sirvieron de contrapunto al estiloso sonido dance ejecutado por los centroeuropeos Schneider y Farben.

El pop ha sido otro de los puntos fuertes de la programación anual de ésta propuesta foral. Desde Nueva York llegaron sus nuevos bríos con los conciertos de Parker and Lily y Speedball Baby. En Oñati se pudo disfrutar de los aciertos melódicos de Pernice Brothers, mientras el Gazteleku de Zarauz acomodaba su coquetería para mostrarnos las dulzuras de L´altra o aquel inolvidable concierto que los madrileños Emak Bakia compartieron con el exquisito Tex La Homa.

Los asturianos Manta Ray también se desfogaron en Gazteszena gracias a la colaboración de Gaztemaniak!, con un lleno casi absoluto de la sala. Dicho local acogió momentos más rockeros, con las actuaciones de Mark Olson y Victoria Williams, y dejó abierto su escenario a otras propuestas de difícil definición estilística. David Grubbs confirmó porqué Chicago ha de tomarse como cuna de las inquietudes más actuales musicalmente hablando. Jaga Jazzist demostraron que su inclusión en los más importantes festivales de jazz del mundo venía demostrada por sus mezclas imposibles de jazz y pop. Caminos que el Chicago Underground Trio revisitó de manera personalísima en su actuación donostiarra.

Y también se abrió Gaztemaniak! a nuevos lugares (Elgeta acogió el divertido concierto de los históricos White Flag). Nos quedó tiempo el pasado año para disfrutar del country más idílico con Stacey Earle y Mark Stuart en el Gazteleku de Oñati, o degustar las rimbombantes composiciones de King Khan, que dejaron atónitos a los espectadores de la Casa de Cultura de Egia. Espacio escénico que, para cerrar el año, registró otro llenazo con el cercano Ruper Ordorika y su pop repleto de carácter.

Y comienza Gaztemaniak! la andadura de éste décimo año de existencia con dos atractivas propuestas no exentas de calidad. El 8 de febrero pisará tierras zarauztarras, Matt Elliot, uno de los compositores más en boga los últimos meses, presentando su disco «The mess we made». Y pocos días más tarde, el 19 de febrero, Gazteszena colocará sus mejores galas para recibir al grupo Clem Snide, una de las formaciones más interesantes del country-rock alternativo. Atentos a las sorpresas, porque Gaztemaniak! prepara eventos muy especiales con motivo de estos diez años de vida que se cumplen en el 2004.

Septimo volumen del CD de Gaztemaniak!

Ya está en la calle el séptimo CD de Gaztemaniak!, que recopila algunas de las bandas musicales noveles más interesantes del panorama guipuzcoano. Las once formaciones seleccionadas ceden una de sus canciones más atractivas para buscar el propósito de ésta propuesta de la Diputación guipuzcoana: darse a conocer al gran público, aparecer en los medios de comunicación y firmar su primer contrato discográfico.

Varias de las bandas aparecidas en anteriores compilaciones de esta propuesta ya han conseguido abrirse camino en el mundo discográfico: La Oreja de Van Gogh, Manoukian, ….

Entre los rayos de sol del “aint no sunshine” funky soulero de Mondo Cretino, grupo que abre este CD, y los latidos de la canción “egur taupadak” de Eguraitz, artista donostiarra que homenajea a la txalaparta vía sampler, las diferentes formaciones ofrecen sus particulares y novedosas visiones de la fusión de diferentes estilos musicales de actualidad: pop, rock, música electrónica, punk, Metal… empleando el euskera, el castellano o el ingles para

La capital guipuzcoana coloca 3 bandas en este CD, El ya nombrado Eguraitz, la banda “Electric-a”, que ejecuta con estilo los ritmos más alternativos del pop rock mundial, y los veteranos “Los Oscars”, que dejan rezumar sus canciones urbanitas de elementos electrónicos.

De Hernani vienen dos bandas. “SAFM”, especialistas en elaborar música bailable y divertida, y “Xai2a”, rock en euskera de la mano de estos fans de Dut y Mikel Laboa. Irún también presenta dos formaciones en este séptimo recopilatorio. Los “Mondo Cretino” ya mentados y “Urko Cuñado”, que renueva de aires y energía el término pop.

El resto de compositores se disgrega por la provincia. Los pop-rockeros “Uzb” llegan desde Pasaia, “Ad lib” y su creciente propuesta lo hacen desde la costera villa de Zarauz, “Painful” elabora su rock con tendencias punk en Zumarraga y “los Ciclones” traen desde Legazpi sus canciones de rock clásico.

En total, once grupos que sirven como muestra de la creatividad musical que siempre ha estado presente en nuestra tierra y que gracias a Gaztemaniak! puede ir facilitando su acceso a empresas mayores.

Smith & Mighty: Clase Turista

Entre grises nubes de intermitente y potente descarga acuosa nos acercamos a la cita que la propuesta foral Gaztemaniak! nos había organizado para la noche del jueves en la sala Gazteszena, en el barrio donostiarra de Egia. Los protagonistas de la noche, Smith and Mighty, llegaban con una elegante aureola desde las islas británicas.

Su nombre ha ido creciendo desde los años 90, cuando ellos, Massive Attack, Tricky, Portishead y Roni Size revolucionaban los mundos digitales con las creatividades que la ciudad de Bristol emanaba desde sus suburbios.

En esa misma fase suburbana e iniciática se encuentra nuestro Tüsüri, telonero de los británicos en su cita donostiarra. Este mozo de apenas 16 años no tuvo problemas a la hora de utilizar su laptop ante el numeroso público que se acercó para escuchar sus creaciones.

En esa edad en la que la mayoría de nosotros nos preocupábamos de darle pataditas a un balón o empezar a naufragar en ridículas aventuras amorosas, Oier Iruretagoiena ya comienza a adentrarse en los ritmos digitales con paso firme. Aún está algo imberbe el chaval. Los estilos están sin pulir, con las influencias demasiado presentes y pocos matices de producción. Algo normal cuando estamos ante las primeras chanzas con los programas musicales informáticos.

Pero a uno le entran ínfulas de ojeador futbolista, y se aventura a opinar que en 5 años (si madura con pausa, como los buenos vinos) nuestro Oier tendrá un espacio importante en la música electrónica de nuestro país y alrededores continentales.

Lo que Smith and Mighty presentaron nos empieza a cansar un poco. No por la música que ofrecieron (más que correcta), sino por la formación elegida: Un DJ que ponía canciones y un charlatán que hablabla/rapeaba sobre ellas. Mighty girando vinilos y un tal Kezz con el micro adherido a la mano.

Los combos de Hip-Hop se basan en ese esquema, sí. Pero cuando uno tiene una banda completa con la que suele actuar (mas de un asistente acudió a Gazteszena con esa idea) y se presenta en una ciudad con dos tocadiscos, una sirena algo reiterativa y unos parlamentos sin freno que el público no puede disfrutar en toda su extensión (el ingles no es aún lengua nativa en Euskadi), solo nos viene a la mente una imagen: Tipo con grupo famoso y sin disco reciente echa mano de un colega del barrio y le pregunta “¿Qué, nos pegamos unas vacaciones por Europa en clase económica y tarifa reducida tirando del nombre de mi banda?”.

Musicalmente, el concierto fue un gozo absoluto para los amantes de las melodías negroides en su vertiente más jamaicana: mucho Dub y Reggae, estilos que se adaptan muy bien al esquema grupal presentado dado que dejan cantar encima de los numerosos espacios sin voz que las canciones contienen. Sin olvidar algo de aquella oscuridad y parsimonia que caracterizó el trip-hop.

La cosa se fue animando y cayeron algunas gotas de estilos electrónicos más briosos como el Drum&bass y el 2 Step. Smith & Mighty (o esta versión light) ofreció un recital extenso y completo que movió no pocas caderas y brazos entre el personal asistente, en un hipnótico aerobithon bailarín. Lastima que no pudieran refrescarse todo lo deseado por el tristemente habitual caos organizativo del bar de esta sala donostiarra.

Recopilando: White Flag, Parker and Lily, Mark Olson

La oferta musical que promueve la propuesta foral Gaztemaniak! consigue condensar, en un espacio de seis días, 3 nuevos conciertos de variadas potencias y tonalidades. Siempre con la variedad de espacios escénicos como premisa programadora.

Tanta actividad junta nos obliga a fundir en este breve espacio la furia rockera de los White Flag que estarán mañana sábado en Elgeta, el lo-fi con encanto y seda de Parker and Lily (el domingo 9 en el Gazteleku de Zarauz) y la personalísima visión del rock, el folk y el country que Mark Olson y su esposa Victoria Williams acercarán el próximo jueves 13 de Febrero a la sala Gazteszena, situada en el barrio de Egia de la capital guipuzcoana.

El pueblo guipuzcoano de Elgeta se inaugura como nuevo marco de estas propuestas de la Diputación foral con la visita de White Flag a su Gazteleku. Tras varios años sin saber nada de estos norteamericanos, el pasado 2002 vio la luz su disco número once bajo el título de “Eternally Undone”. El mismo que ahora nos presentarán con la excusa de su 20 aniversario como grupo (fasto que da título a la gira).

Esta banda de culto, a medio camino entre el punk y el power-pop, siempre ha tenido buen ojo para fichar músicos que acompañen al cuarteto oficial formado originariamente por Pat Fear, Trace Element, Doug Graves y El Fee. Entre la nómina de invitados se ha podido ver a miembros de The Muffs, Bad Religion o Red Kross.

Ahora Pat Fear y Trace Element (los únicos “abanderados” que vienen en esta gira) se traen consigo para completar la banda al ex bajista de Hole Eric Erlandson y la resplandeciente figura de Ken Stringfellow. El ex Posies y músico de sesión de REM también tendrá fuerzas para mostrarnos sus propias composiciones, ya que es el encargado de abrir los conciertos de esta gira.

Tras la descarga de adrenalina de White Flag, nada mejor que los sonidos soñadores de los neoyorkinos Parker and Lily para la tarde del domingo 9 de febrero. La delicada voz de Parker Noon y el piano mínimo de Lily Wolfe deshollinarán en el Gazteleku zarauztarra las melodías de dream-pop características de sus composiciones.

Con un uso ejemplar del pop apasionado por el silencio, y con una voluntad de expresar mucho con poca instrumentación, este duo recurre a Roy Orbison, los primeros Velvet Underground o Magnetic Fields para encuadrarse musicalmente. Hay quién dijo que Parker and Lily es una mezcla entre el Angelo Badalamenti de Twin Peaks y unos Portishead con teclados de saldo.

Su segundo y más reciente trabajo, Here Comes Winter (Houston Party, 2002) es un disco extremadamente creativo, desnudo, espontáneo y relajante. Ahí están para demostrarlo el vanguardismo de Interior: Airport, el pop naif y delicado de My Apartment Complex, la bossa-nova de Three-Day-Life, el ambient electrónico y trágico de Bridge and Tunnel…

Y como etapa final de este “Tour-Indie” de colchón foral, la figura deslumbrante de Mark Olson. El ex miembro de los Jayhawks se acerca el próximo jueves 13 de febrero a Donostia para mostrarnos su último trabajo December´s child en compañía de su mujer Victoria Williams y los Creepdeepers.

Una lástima que a la artista country-folk Victoria Williams se le recuerde por aquel tributo editado como apoyo a sus dificultades de salud (Sweet Relief: A Benefit for Victoria Williams) donde cantaban Matthew Sweet, Lou Reed o Pearl Jam. Porque la señora de Olson lleva más de 3 décadas pateándose locales en su país con sus canciones arraigadas y de raíz campestre. Descúbranla en su último CD en solitario, Sings Some Ol´ Songs, donde revisita clásicos populares norteamericanos.

La pareja Olson/Williams vive retirada en el desierto desde que él abandonara los Jayhawks hace 8 años. Y parece que tanto sol y cactus no le ha sentado nada mal a Mark Olson. Porque con este nuevo disco reinventa, como eslabón único que es, ese estilo denominado Americana que camina entre el country alternativo y el folk de raíces. December´s Child está lleno de historias líricas de gente normal con una particular fusión de Rhythm&Blues, pop bucólico y folk-rock convencido como fondo sonoro. Con una cercanía y frescura que las canciones suenan como si estuvieran grabadas en el típico bar country de carretera.

Si no has seguido la carrera de este compositor, December´s Child es una buena manera de conocerle. Más eléctrico que en sus anteriores trabajos, Mark Olson sigue hilando fino a la hora de contar historias sencillas y decorarlas con gusto. Su talento para eso sigue siendo único.