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Mes: diciembre 2004

Bat Gehio: Eusko-duende

Todo comenzó a finales de los 90 en la ciudad condal. Algunos vascos emigrantes y un balear cruza-charcos unían sus fuerzas para hacer un grupo musical. ¿Un grupo cualquiera? No, por mucho que decidieran llamarse Bat Gehio (“uno más” en euskera callejero), convendrán conmigo en que no es algo muy habitual hacer pop aflamencado con algo de rumba y de jazz, entonado casi en su totalidad en euskera.

A alguno le sonarán del Kilometroak de este año.”Tocamos al mediodía y la gente estaba con ganas. La verdad es que se vendieron muchos discos, aunque no creo que Bat Gehio sea un grupo festivo. En nuestros conciertos la gente tiende a escuchar las letras sentada, somos mas relajados en ese sentido”.

Quien así responde es David Carreras, el experimentado menorquín que toca la batería y el cajón flamenco en esta banda de tabernero origen.” ¿A qué se dedica el 80% de los jóvenes y no tan jóvenes vascos en Barcelona?¡A la restauración vasca! Nos conocimos en el Euskal Etxea del barrio del Borne de manera casual. Empezamos tocando para pasar el rato y acabamos por tomárnoslo en serio. ¡A veces demasiado!».

Café Teatro: Sonidos arrastrados

Son ya casi cuatro los años transcurridos desde el debut de la formación musical Café Teatro. “Sí, el anterior disco se grabó en abril del 2001. Ha pasado mucho tiempo. Y muchas cosas…”, afirman los chicos de la banda en nuestra entrevista.

En estos 48 meses hubo altibajos presenciales que no creativos (trabajos para una banda sonora que al final no vio la luz, aquella aportación exclusiva para el Festival Plaza). Pero pronto los zarauztarras tendrán su segundo disco en la calle: “Burga” (Foehn Records, 2005). Lo presentan este domingo en el Matadero de Azkoitia.

Abrirá el concierto Xabier Erkizia, último de los músicos unidos a la causa cafetera. “Desde el primer ensayo con él para el Festival Plaza fue uno más y lo seguirá siendo. Café Teatro empezamos siendo 3 y ahora somos 6”. El de Bera aprovecha la cita para presentar en actuación paralela“Entresol” (Antifrost, 2004), su primer CD en solitario.

El nuevo disco de los guipuzcoanos está compuesto por cinco canciones de títulos abiertos y sugerentes: “Motel”, “Lana”, “Balsa”, “La última vez que tocamos esta canción” y “Garden“. Siempre jugando al despiste, empleando palabras con más de un sentido. “A la hora de ponerle nombre a las canciones, buscamos varios significados de forma que la idea que cada uno tenía del tema encajara con alguno de ellos”.

Temas de largos desarrollos instrumentales, con más de 7 minutos por canción, en el que se nota cierta evolución respecto a su debut para Amanita Records. Antes las composiciones tenían un mayor aspecto de “canción normal”, salvando las distancias que puede intuirse en una banda absolutamente instrumental.

Sí, yo también les pregunté por Tortoise, Cinematic Orchestra o Trans Am para intentar situarles melódicamente, a modo de presentación para el público que no les conozca. “Por favor, no metas referencias a otras bandas, que en realidad no nos sentimos directamente identificados con ninguna”.

Ahora, en “Burga” (el más viajero ya se habrá dado cuenta que es el nombre de la plaza de Bera, población en la que estaba situado el estudio de grabación de este CD) se ve un mayor toque jazzero en la forma de registrar las canciones. ”Queríamos hacer un disco natural, por eso está grabado en directo. Los temas, según como los mires, son muy minimales, con poca estructura. Partiendo de la idea de que quizás las entregas finales no son las más perfectas pero sí las que todos sabíamos que representaban lo que queríamos”.

Porque…¿sabían que una canción en una toma podía durar 7 minutos y en la siguiente ocasión cinco y medio? “No hay una estructura, así que las composiciones se alargan según lo cómodo que nos estemos sintiendo. Vamos arrastrándonos unos a otros…Eso es lo mejor de tocar en Café Teatro, que no empezamos la canción pensando que en el minuto 5 deba acabarse.”

Así, la melancolía y los sonidos lánguidos y parsimoniosos (“nos gusta la música relajada y pausada”) vuelan por el CD registrado por Todd Carter, creador de Chicago muy afamado en esto de las modulaciones diferentes. “Grabar con él ha sido genial, un diez. Nosotros nos limitamos a tocar y el supo sacarnos una foto de nuestra música, resultando una grabación natural y cómoda”.

Quizás por eso “Motel”, el arranque del CD, discurre como su significado vasco, tranquila, flotando entre teclados acolchados y baterías apagadas. Algo más briosa despierta al rato “Lana”, una continuación repleta de atractivo riesgo creativo. “Balsa” desmenuza una cadencia post-rock rota por sonidos de acordeón, con ese clásico sonido CafeTeatro donde la trompeta viaja capitaneando gozosa los microsurcos digitales.

Los 18 minutos de “Garden” (atentos a la sorpresa final) empiezan vaporosos y algo jazzeros para ir ganando brío y proximidad con el devenir de los minutos. Siempre sin perder ese halo de libertad y experimentación que se desprende de todo el disco, confirmación de que aquella maravilla que escuchamos en el extinto Festival Plaza no era flor de un día.

Sunae Dae + Hood: Nuevas vías

Sunae Dae + Hood
16 Diciembre
Sala Gazteszena. Donostia
Asistencia: unas 200 personas

Nuevas vías

Atraídos una vez más por la propuesta de la iniciativa foral Gaztemaniak! nos acercamos el pasado jueves a la sala del alto de Egia para disfrutar de músicas extrañas, alejadas de convencionalismos sonoros. Esas tonadas arriesgadas que suelen tener su espacio en nuestro veinteañero suplemento cultural Dvorame (zorionak!).

Y la reunión tenía su entonado participante local (Sunae Dae) y su componente exclusivo. Porque los chicos británicos de Hood tenían Donostia como única cita estatal. Venían a presentar un disco, de título “Outside closer”, que no verá la luz hasta mediados del mes que viene.

Abrió, como suele ser norma, la banda donostiarra, que en 40 minutos demostró que en la capital guipuzcoana también se arriesga, se prueba, se navega por riachuelos poco caudalosos, experimentando con melodías de Eric Satie o con las formulas siempre gozosas de esas bandas encuadradas dentro del estilo post rock.

Compararles con los escoceses Mogwai es un buen punto de partida, aunque a Sunae Dae se le intuyen caminos diferenciadores que sólo el paso del tiempo sabrá dotar de personalidad y capacidad de asombro. No son Sunae Dae los primeros, y esperamos que no sean los últimos, que en nuestra ciudad de Ubagos y Monteros se decantan por composiciones instrumentales de largo recorrido.

Atentos miraban, desde la zona del público, esperando su turno, los mozalbetes de Hood, banda especializada en cubrir con mantos electrónicos composiciones que no son pop, ni rock, sino todo lo contrario. Y la cosa no empezó nada bien.

Sus discos tienden a aturdir por saturación electrónica, pero a Donostia se vinieron en formato analógico, camino que han querido potenciar en los últimos tiempos. Batería, guitarras, bajo y teclado buscaban dar otro prisma a las canciones de su último y recomendable disco. La idea es buena, pero cuando el sonido es muy bajo (como fue el caso) uno tiende a distraerse, a no prestar la atención necesaria, a pensar que se está asistiendo al ensayo de una banda novel.

La cosa (y el volumen) mejoró con el paso de los minutos, y pudimos disfrutar de una formación que se iba gustando canción a canción. Centrando su repertorio en el nuevo disco, pudimos disfrutar de esos arriesgados caminos que los mundos electrónicos llevan años construyendo.

No diremos que las músicas perpetradas por Hood sean sencillas, pero tampoco les negaremos el carácter gozoso de las aventuras arriesgadas. Huyendo de las ataduras, viajando las composiciones de la habitación en la que se crean y se graban al escenario, uniendo piezas de aquí y allá, fusionando elementos diversos para construir nuevas vías.

A la hora de construir mezclas imposibles, eso no lo podemos negar, Hood son buenos, muy buenos. Ahí están los siete CDs y los innumerables singles de la banda para demostrarlo. Pero faltaríamos a la verdad si no afirmáramos que más de un espectador parecía aburrido en el concierto. Es lo que tiene avanzar. Que a veces se tropieza,¿no?

Skunk: Sin parar

Si algo caracteriza la vida de nuestros Skunk es su reticencia a echar el freno. “La verdad es que si no sales en los medios de comunicación parece que no haces nada, pero los dos años que han transcurrido entre éste disco y el anterior hemos estado muy ocupados. Grabando nuevos temas para recopilatorios o para este nuevo álbum, tocando sin parar. Nosotros vivimos de esto, y damos muchísimos conciertos“. Pillamos a Rafa Skunk, cantante y guitarra de la banda afincada en Hendaia, camino de su concierto en una barcaza del Sena parisino, para que nos cuente las virtudes de “Giltzak”, el sexto y último de los artefactos sonoros publicados por la banda afincada en Hendaia.

Disco que han vuelto a registrar en su casa Skunk Diskak y que al sur del Pirineo lo sacó a la calle hace ya un par de meses la discográfica pamplonica Gor. “Seguimos prefiriendo grabarlo nosotros, porque controlamos todo el proceso, sin prisas. Luego licenciamos en cada país los discos a los diferentes sellos, porque ellos conocen el mercado y la mejor manera de promocionarlo y distribuirlo”.

Al norte de dicha cadena montañosa te los puedes encontrar este fin de semana, más concretamente el sábado en Donapaleu, como final de este bloque de gira que les ha llevado el último mes a pisar Bélgica y tocar en ciudades relevantes como Paris o Estrasburgo. “No sabría decirte el porqué, pero es verdad que funcionamos mucho mejor en Francia y en Bélgica que al lado de casa”, se sincera Rafa. No olvidemos que Skunk han paseado sus temas por países como Líbano, Canadá, Austria, Republica Checa y Dinamarca, algo que pocas bandas vascas pueden afirmar.

Su nuevo CD “Giltzak” lo componen 11 nuevos temas de estudio (mas un videoclip del tema “Dirua”), grabados en tres tandas: Lapurdi, su local de ensayo en Hendaia y el tolosarra Gaztetxe de Bonberenea. “La canción Giltzak hace mención al hecho de que, cuando estas de gira, hay una pregunta que se escucha muchas veces: ¿Quién tiene las llaves de la furgo?. El disco recoge esa idea, pero también transmite otro pensamiento que habla sobre ir hacia delante, continuar avanzando, abriendo puertas…”. En todos los pasos contaron con la sabia mano del técnico Karlos Osinaga a la hora de pulir los sonidos en el estudio.

Los actuales siete miembros de la formación siguen eligiendo el euskera como idioma cantarín, como bien lo demuestra que sólo una canción en castellano (“P´adelante”) y otra en francés (“L´ete”) escapen de la opción idiomática local. No se preocupen, el disco presenta las letras traducidas a tres idiomas: castellano, francés e inglés.

Desde el arranque se intuyen las maneras festivas que han caracterizado habitualmente las canciones de Skunk. “Dena ongi doa”, el arranque de este nuevo disco, o el posterior “Egunero” recuperan el ska agitado marca de la casa, aunque gustan de presentarlo con aspectos más elaborados, menos directos. “Siempre hemos sido un grupo que hemos tocado muchos estilos, y ahora seguimos probando cosas, acercándonos a nuevas sonoridades”.

La perfección de las maneras se filtra por todo el disco, demostrando que ganaron en contundencia, con esos imparables pasajes hardcore (“Nolakoak gara”, “Giltzak” o la ya mencionada canción en francés) repletos de guitarras distorsionadas. Sorprenden gratamente el toque flamenco de “Zer bitxia” o el desentumecimiento muscular que se le siguen presuponiendo a los asistentes a sus bolos.

Porque la energía no ha dejado de brotar de las canciones de esta banda de verde nombre. Empuje que se transmite a los futuros proyectos. ”Como se puede observar en la pista de video de nuestro último CD, el próximo año queremos sacar un DVD que recoge algunos momentos de nuestros conciertos. Luego hay otra historia en la que Skunk colabora con un músico ajeno, creando juntos una canción desde el comienzo. No invitamos a los músicos a que hagan coros, buscamos hacer un tema con ellos. Sin olvidar ese plan de actuar con una orquesta sinfónica, en la ellos que tocarían canciones nuestras. Esta última es una idea muy compleja, pero se encuentra bastante avanzada en estos momentos”.

Entzun DVD: Un regalo para la vista

Los padres van haciéndose mayores. Este suplemento llega a los 20 años de vida (zorionak!), su primo mensual Rock de Lux también celebra otros tantos lustros en los kioskos.

Para tanto aniversario los chicos de Entzun! nos proponen regalar “Euskal bideoklipen bilduma bat”. Una colección de 18 videoclips de otros tantos artistas vascos que se presenta hoy en el bar Bukowski donostiarra.

La revista musical editada en euskera refleja en esta colección de videos elegantes y de realización impecable su amplio espectro de contenidos: rock&roll, pop, música electrónica, punk, reggae, hip-hop… Predomina lo potente y contundente (Neubat, Materia, Su ta Gar, Señor No, Kuraia, Mermaid), aunque siempre hay espacio para otros delicatessen locales (Gari, Ruper Ordorika, La Buena Vida, Doctor Deseo, Atom Rhumba). Su precio es de 15 euros, una nimiedad si se tiene en cuenta que con la compra del DVD se adquiere automáticamente una suscripción anual a la publicación.

Horthy: Electro-Iruñea

Navarros, digitales y poperos. Con esas tres aristas se podría construir el triángulo que define a la banda Horthy. Ganadores de varios concursos de maquetas y con relevantes nombres de la escena pamplonica alternativa entre sus filas (Grey Souls), están este fin de semana en Donostia para presentar su disco debut de título homónimo, grabado en los Estudios De Lucas situados en el barrio de Amara.

“Iñaki De Lucas es un productor muy conocido en Pamplona.” Se explica Germán Ormaechea, el interlocutor de Horthy en nuestra charla y principal promotor de la banda. “Tanto la gente de El Columpio Asesino como los integrantes de Souvenir nos comentaron que estaban encantados de trabajar con él. La idea era ir con todas las pistas grabadas y hacer sólo las mezclas. Pero Iñaki es muy exigente y hubo que volver a grabar y buscar sonidos nuevos. Se nota un montón su toque en la producción, fue una gozada trabajar con él”.

Germán ocupa el rol de cantante, bajista y principal disparador de samplers y bases digitales en este cuarteto pamplonica, aunque su vida musical ha dado muchos tumbos ya. “He estado en bandas como Grey Souls o los hermanos Maravilla. Con los primeros sacamos un disco grabado en Gijón con Paco Loco, de mano de la casa Uff Records. Ganamos bastantes concursos pero la cosa no termino de prosperar”.

Y aquella banda de alma gris comenzó a interesarse por lo electrónico. “La música electrónica llego por una evolución lógica en un grupo como Grey Souls, formación de pop alternativo y guitarrero donde la experimentación jugaba un papel muy importante”.

Mientras los chicos de Horthy no paraban de recibir menciones en distintos eventos musicales (ganadores del concurso “Otras Músicas” del Gobierno Navarra en el 2002, finalistas en el concurso del portal Terra ese mismo año), su ciudad parecía entrar en cierto declive. “Creo que la escena alternativa era mas rica hace unos años, con bandas como Ritual de lo Habitual, Desoreka, Green House Effect, El Columpio Asesino…En Pamplona siempre seguiremos bajo la sombra de Tahúres Zurdos, Barricada y el rock radical vasco. Pero ese estilo nunca me ha interesado demasiado”.

Un pensamiento normal cuando lo tuyo tiene tanto que ver con la electrónica de Depeche Mode como con el oscurantismo alemán y las alegrías de los siempre presentes New Order, sin olvidar esa otra vertiente ingenua y pizpireta del electro-pop que tanto ha calado en nuestra península.”Quizás el primer disco este un poco disperso en cuanto a estilos. Aunque los instrumentos acústicos y la voz lo homogeneizan, puede haber demasiados palos distintos, resultando una amalgama de sonidos. Andábamos jugando entre el tecno, el chill out, el electropop y esa oscuridad que siempre nos atrajo tanto”.

Un primer disco que ha conseguido moverse por los mundos de Bush. “Enviamos aquel trabajo a discográficas de medio mundo y la distribuidora norteamericana Dryden Records contesto mostrando interés. Tras firmar un contrato empezamos a trabajar con ellos. Ahora han emitido un anuncio de Horthy en la TV local de Chicago para promocionar el disco. Y nos han puesto en contacto con un sello que se llama Bassmint Records, el cual parece querer apostar por nosotros”.

Seguro que cuando se acerquen a aquellas tierras nuestro German se lleva consigo a DJ Moderno, alter-ego pinchadiscos que cerrará la fiesta la noche de esta noche en la sala Kandela de la capital guipuzcoana.”Hago sesiones de electro aunque tengo discos de temática minimal, ambient…Y también me interesan estilos como el house y el nu house para hacerlos girar sobre el tocadiscos“.

Su próximo paso en estos mundos discográficos ya está bastante enfocado. ”El segundo disco de Horthy creo que va a ser mas electro-pop, que es hacia donde creo que nos dirigimos en estos momentos. Ahora, por ejemplo, hacemos una versión de Chicks on Speed en concierto y no paramos de escuchar a Kraftwerk, Primal Scream, LCD Soundsystem, The Rapture, Aphex Twin o Tarwater”.

Hood: Un bosque digital

La propuesta foral Gaztemaniak! cierra el 2004 con exclusividades. Los británicos Hood, una de las formaciones más inquietantes de la escena electrónico-popera experimental, estarán en la sala Gazteszena donostiarra el próximo 16 de Diciembre (única fecha peninsular). Y publican el mes que viene su nuevo CD “Outdoor Closer”, la continuación del aplaudido “Cold Music”.

La verdad es que “Cold Music” fue un buen subidón de ego. Éramos la revelación para todo ese mundo que antes nos ignoraba. Pero vas bajando dulcemente a la tierra cuando ves que no te llega para comprar las entradas de los conciertos que quieres ver”. Quién así habla es Richard Adams, uno de los fundadores de Hood.

Quizás huyendo de esa frialdad a la que hace referencia el título de su más exitosa edición, los chicos de Yorkshire han querido hacer un trabajo más humano. “Queríamos usar nuevos sonidos y presentar nuestras músicas de manera diferente, distanciándonos de los clichés”.

No es la primera vez que reenfocan sus objetivos, huyendo de los caminos de los que ya han obtenido parabienes. “Realmente, no sabemos el enfoque que vamos a tomar tras acabar las canciones que componen nuestro último proyecto sonoro”.

Sus primeros pasos creativos confiaban en las enseñanzas de asentados maestros del inconformismo guitarrero (Sonic Youth, Pavement). Primeros discos que ahondaban en el camino del “Hazlo tú mismo”, predominando el lo-fi y las crudezas de grupos como Flying Saucer Attack.

Su etapa mas interesante se desarrolla en el atrayente sello Domino. La casa discográfica edita sus proyectos más relevantes. Porque los remixes y las apariciones en singles compartidos huyen de la oficialidad y prolongan la creatividad musical de Hood por diferentes sellos de mediano tamaño, como ese Misplaced Records (www.misplacedmusic.co.uk) con el que colaboran activamente. “Misplaced es una aventura que nació para editar singles, pero la carestía de los mismos hizo que optáramos por centrar nuestros esfuerzos en sacar pequeñas tiradas de CDs de bandas amigas. Sorprendentemente, no perdemos dinero en estas ediciones”.

Con “Rustic Houses And Forlorn Valleys”, el cuarto disco oficial, Hood dio rienda suelta a sus amores por bandas post rockeras como Bark Psychosis y Disco Inferno. La irrupción como colaborador en el estudio de Matt Elliott, miembro de los oscuros The Third Eye Foundation, centra las ideas de la banda inglesa.

Su siguiente CD, “The Cycle of Days & Seasons”, deslumbra por sus depresiones paisajísticas, guitarras desvaídas y esa mezcla irredenta de ruido y electrónica.Pero es con «Cold House», sexto álbum, donde aquel torbellino de post-rock evocador abre un personal sendero.

Lo atrevido, lo emocionante y lo incómodo se dan la mano en esta obra de referencia. Como dice mi novia, un disco que mezcla a Radiohead, My Bloody Valentine, las bases hip hop y las penurias opresivas de Matt Elliott. ”Adorable definición. ¿ No intentará tu novia conseguir tu puesto de trabajo?”.

Tras los dos recopilatorios que salen aprovechando el tirón (“Singles Compiled” y “Compilations 1995-2002”), llega la hora de la confirmación: “Outside Closer” (Domino, 2005). El nuevo disco embriaga desde sus adelantos (el single “The Lost You” aúna riesgo y emoción, con un abigarrado collage de ritmos entrecortados y un intenso y melancólico estribillo).

Temas como “The Negatives” reflejan la innegable pegada de las canciones electrónico-acústicas, mientras “Any Hopeful Thoughts Arrive” (descargable gratis en www.hoodmusic.net) y “Winter 72” son claros ejemplos de las querencias vaporosas de estos británicos.

El cierre, “This is it, forever”, es una lágrima musical repleta de ternura y ahogada en sonidos minimalistas y desconcertantes, manteniendo vivo ese latido inconformista que ha caracterizado la carrera de Hood. Aprovechen para cazarlos en Donostia, que sólo dan entre 10 y 20 conciertos al año.

Ron Vudú: Rock poseído

“Grupo de rock busca músicos para un proyecto musical: Influencias: The Black Crowes, Rolling Stones, Creedence, Allman Brothers…”. Algo así se podía leer en el anuncio que German y Alberto, los dos guitarristas que tuvieron el impulso de formar esos Ron Vudu que este sábado tocan en el Bukowski donostiarra, colocaron en bares y revistas musicales.

Publicaciones en las que aparecían esos M-Clan de los que tomaron el nombre. Porque a los fans del grupo murciano de pop rock no se les pasa por alto que ese “Ron Vudu”, mezcla de religiosidad y destilación, era una de las canciones del debut de los Clan titulado “Un buen momento” editado en 1995.

Hasta Santiago Campillo, el que fuera guitarra principal de los autores de Carolina, les ha echado un cable haciendo unos punteos en “El último tren”, canción incluida en esa última grabación de Ron Vudu denominada “Vino amargo”, la excusa de su visita actual a tierras guipuzcoanas.

El sexteto catalán se arrancó por estos mundos discográficos con otra autoedición, “Todo o nada“, disco que se granjeó buenas críticas en ambientes musiqueros de diverso pelaje: El Festival de Blues de Cerdanyola, concentraciones moteras como la de Harley Davidson en Calafell, jornadas setenteras …

Ya entonces se apoyaban en esos bastones que ahora han pulido y mejorado: las contagiosas melodías que Jagger y Richards emanaban de su Rolling Stones en los años 70 y el rock sureño en general. Y consiguen plasmar desde aquel primer peldaño discográfico (algo poco habitual) gran parte de las energías que se le intuyen a sus conciertos.

Esas eran las buenas nuevas que nos llegaban de las tierras de Carod. Nociones que ahora podremos contrastar sobre el escenario donostiarra es esta su primera cita vasca.