«Un Dios Salvaje»: Cosas de niños.
“Y el whisky nos absuelve”, que diría Rafael Berrio si en vez de haber vivido en un huerto lo hubiera hecho en una acomodada vivienda de Brooklyn. Y si no absuelve, sí que desahoga o expone a los protagonistas de la última “carnicería” (traducción del “Carnage” original, aquí creativamente redefinida como Un Dios Salvaje. Po … Leer más