Como si hubiera tenido que secuestrar a 4 guitarristas mexicanos en mi habitación que por mis bemoles veía un concierto en NY.
Aunque Tremolina B&P me mate cuando lea estas líneas, tuve que ceder a mis pretensiones iniciales de ir al New York City Pop Festival . Créanme que me dio verdadera rabia, pero los tickets para el primer día (¡love is all!) estaban finitos, y los del viernes había que cogerlos en el coqueto bar del concierto.
Esa es otra. Vaya bares los de Ludlow Street. Pequeñitos, acogedores, todos con algo atractivo. Nosotros pasábamos por Pianos http://www.pianosnyc.com/ y otro que creo se llamaba Lounge Bar.
Y en cada uno de ellos había cada día 4 actuaciones normalmente gratuitas (en las que pasaban un balde donde podías echar pasta para los grupos), varias sesiones tranquilitas de DJ de tarde noche y pelis interesantes como el Control de los Joy Division. Un martes cualquiera.
Luego que me vengan con fiestas de que con 600000 euros “se pone a la ciudad en el mapa de las capitales culturales de Europa con el concierto de X”. Pamplinas. Eso, lo de NY, es cultura. Con mayúsculas. Subrayado. Y en negrita. Ahora, con el regreso de los 80 a la moda textil, también pueden hacer un neón de ello o una camiseta flúor.
Así que ante la duda de poder conseguir tickets, nos decantamos por asistir al acto musical de Centromatic y Grand Archives en el clásico Bowery Ballroom