La presentación del “Brote” de Juan Aizpitarte se integra en las fiestas de inauguración de NoColor, galería de arte dirigida por Aritz “Kabe” Fernandez de Gorostiza.
El resto de festejos incluyen ilustraciones de Ibai Etxeberria y trabajos del gerente de la sala (hoy), una Performance titulada: “Atasco” a cargo de Laura Celada, Jose Matxinbarrena y Javier Sanmartín (mañana) y el ya mencionado proyecto de Aizpitarte (Domingo).
Aritz “Kabe” es un diseñador gráfico que ha nacido aprendiendo conceptos y no manejos de herramientas (“ a mí me ensañaron a revelar un carrete de fotos en un laboratorio, aplicar técnicas de ilustración y a saber rescatar referencias para emprender un proyecto”) y que buscaba un sitio donde desarrollar un espacio expositivo, proyectos suyos y de otros autores. “Creo que la creatividad de cualquier diseñador gráfico tiene fecha de caducidad si esta condenada a la pantalla de su ordenador. Me parece obligado tener motivaciones personales, ganas de hacer cosas, de pensar, de actuar, de colaborar.”
Así llego al 37 de la donostiarra Calle Colón, a un espacio que “estaba prácticamente en ruinas, no había luz ni había agua y su aspecto era bastante desolador. Un año después aquel local se ha convertido en un bonito estudio gracias a la ayuda de mucha gente”.
Los jóvenes ensoñadores y enamorados de los años 90 del siglo pasado, cuando Cómplices pegaron el pelotazo de popularidad, ahora tienen casi 40 van con gomina y camisa y asisten encantados a los distintos momentos de “regreso al pasado” que la mercadotecnia les ofrece en la actualidad. El jueves pasado tocó el turno de Cómplices a 3 eurillos el asiento. Y viendo lo visto y aplaudido, se puede decir que la parroquia salió contenta.
Al final todo acaba siendo cuestión de arena. ¿Que hay que levantar bloques de casa? Pues le echamos un poco de agua. ¿Toca decoración hogareña? Pintamos los granitos y llenamos una de esas botellas que para lo poco que gustan habitan muchos salones. ¿Lujos de aniversario? Compremos piedras preciosas de evolución rocosa para gargantillas y anulares. Por no hablar del castizo botijo y los sustratos del jardinero de Bricomanía.
Elodio y los seres queridos
Pertrechada tras una guitarra que hacía empequeñecer su cuerpo, rodeada de los músicos con los que anda presentando su primer disco “Watch The Fireworks” (Donostia estrenaba la gira), la protagonista de la velada musical del pasado jueves echó mano de su libreta azul para presentar a sus compinches y saludar al respetable en un castellano que bien podía haber sido romaní: “Hola, me llamo Emma Pollock y soy de Escocia. Allí siempre llueve”.
Con todo el taquillaje vendido -lo que ha obligado a organizar una sesión extra para el próximo lunes- aterrizaba anoche en Donostia High School Musical, el espectáculo teatral que tanto éxito tiene por los teatros del mundo.
Cuatro años llevaba el cantautor tinerfeño Pedro Guerra sin pasearse de modo visible por la palestra creativa, y ha tenido que ser el reciente CD Vidas el que haya vuelto a engrasar la máquina compositiva del canario.