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Año: 2005

Hans Vreijling : “Decir que eres DJ es una cosa. Tener talento es otra cosa”

Cuando los chicos de <> estén pegando sus salvajes guitarrazos sobre bases electrónicas esta noche en la guipuzcoana sala Play, una persona estará en el lateral del escenario, respirando más tranquila que en las últimas dos semanas, mientras va puliendo pequeños detalles de última hora.

Ese hombre responde al nombre de Hans Vreijling, y es el nuevo coordinador musical (“pon director artístico, que suena mejor y es más realista”) de la discoteca Play de Hernani.

Hans también es el culpable de la enorme difusión de la música electrónica en Gipuzkoa en los últimos años. Desde aquella primera fiesta en 1994 realizada en Donostia, sus inquietudes programadoras han conocido diversos emplazamientos y estilos.

Tan pronto se montaba un festival a mayor gloria de la música electrónica (Electrogaia) como abría las habitualmente bailarinas pistas de baile a las actuaciones musicales de bandas punk, rock, pop y resto de orfebrería guitarrera.

Socio y coordinador de actividades en la discoteca Pagoa, la nueva y ambiciosa labor de este holandés que vino de visita y acabó quedándose nace con ambiciosos deseos: Presentar otro espacio de medio/gran aforo que acoja conciertos musicales y sesiones de música pinchada. Un proyecto, el de esta discoteca hernaniarra, que renació bajo su mando en Julio de este año y cuya nueva temporada arranca esta misma noche.

Mientras intentamos aclararnos sobre las diferencias entre los estilos minimal (fusión del sonido Detroit y el downtempo), gabba (hardcore techno tan alto como rápido y agresivo) y el floreciente trance (vuelven los bajos mutados y los subidones sonoros, aunque con variaciones) que sin duda podremos encontrar en la oferta futura de esta discoteca de Hernani, pasamos el micro a Hans para que nos explique su vida, obra y futuros milagros. Neófitos, prepárense para asimilar etiquetas musicales.

Sitúanos

Soy Hans Vreijling. 36 Años. Nacido en Woensdrecht, Holanda

Tu historia con el mundo de los DJs comienza en….

En 1987, en Holanda, esperando la apertura de la tienda de discos para comprar los últimos vinilos de importación de new beat, el comienzo de la música electrónica en Bélgica. Algo así como el acid house en Inglaterra.

¿Tu has sido DJ?

Nunca he pinchado discos. Durante mas de diez años he organizado fiestas y mucha gente me ha preguntado porqué no pincho. La respuesta es que he visto muchos DJ’s organizando fiestas y ellos siempre querían pinchar en el mejor momento. Para montar buenas fiestas lo mejor es dejarle la mejor hora al DJ importante.

¿Qué hace un holandés como tú en un sitio como este?

En 1992 me fui con unos amigos a San Juan de Luz a pasar un verano. Encontré trabajo allí, y bueno, también encontré una novia. Y hasta hoy.

Comenzamos a saber de ti en Pagoa …

Empecé a programar en esa sala en septiembre 2001, pero mi primera fiesta fue en el KU de Donostia, en 1994. Empecé a montar fiestas porque en Euskadi no se escuchaba la misma música que en Holanda, y lo echaba de menos.

Por eso entré en Pagoa. Faltaba una sala en Gipuzkoa dedicada al techno. En la actualidad, ésta discoteca guipuzcoana tiene fama de tener una programación de DJ’s muy potente, al nivel de discotecas ubicadas en Madrid, Berlín o París.

Pero tu currículo es más amplio.

He organizado fiestas en Erne/Itzela, Jazz Berri, Keops, Matraka y también en Francia (Challenger, Pau y algunas fiestas al aire libre). En el año 1997 empezamos con los espectáculos del 14/15 de agosto, que a partir del año 2000 se transformaron en el festival Electrogaia.

Ya en Pagoa comenzaste a dividir los lugares en dos espacios: baile y conciertos. Pero pronto las actuuaciones fueron desapareciendo….

Pienso que cada música tiene su momento. Los conciertos tendrán mas éxito en el futuro, porque los jóvenes escucharán mas rock o hip hop. y el techno no estará tan en boga. No olvides que hoy en día hay mucha mas oferta que antes para el ocio y que la gente no tiene dinero para todo.

¿la gente comienza tarde a buscar músicas de baile más contundentes?

La cultura de aquí es muy diferente a la mía. En Holanda la discoteca abre a las 22h00. Aquí no va nadie antes de las 02h00. Pagoa abre a la una de la mañana porque no estamos en una zona urbana y la gente que viene a la sala necesita coger el coche y viajar por mínimo 20 minutos.

¿Que estilos de baile han predominado entre la juventud vasca estos años?

En el inicio estaba la maquina de Valencia. Luego el trance y el progressive. A partir de 1995 empezó el techno. Hoy los mayores escuchan minimal techno o minimal house y electro (mezcla de techno y house). Los jóvenes le dan al bumping, techno con latigazos de bajo que suena atronador en videojuegos como Wipeout Pure.

¿Guipúzcoa ha estado al tanto de las diferentes modas que han surgido en el mundo de la música de baile?

Aquí hay un retraso importante. Pero este retraso se reduce gracias a Internet y las revistas especializadas.

¿Como ves a Gipuzkoa en este tema del baile en la actualidad?

No me quejo. La verdad es que en la discoteca de Oiartzun tenemos mucho éxito. No te puedo decir cómo van las cosas en las otras salas.

¿Qué estilos predominan ahora en las discotecas de baile?

El progressive ha bajado mucho y el tribal/percussion siempre ha funcionado. En este momento en España abunda el hard techno (ritmos repetitivos entre 160 y 300 bpms) en las discotecas y el minimal house y el electro en los clubs.

¿Y en la capital?

En Donostia hay mucho house comercial y pachanga.

¿Ha pasado el boom del baile?

No estamos en el mejor momento. El éxito del baile ha pasado porque antes podías escuchar a los DJ’s en muy pocas discotecas. Ahora hay festivales de música de baile con 40000 asistentes, y los DJ’s pinchan en todas partes.

Decía un amigo que todo el mundo es DJ ahora

Decir que eres DJ es una cosa. Tener talento es otra cosa.

¿Planes en tu nueva aventura?

Quiero hacer de la Play una sala multiusos: preparada para conciertos, discoteca con sesiones de tarde para los jóvenes y sesiones de noche para los mayores.

Detallemos las opciones musicales…

Hemos montado el Play.Club, una sala de música house que abre los viernes, sábados y domingos. En la sesión de tarde esta la Play.Ground, club con pachanga/reggaeton y la sala grande con bumping. En la session de noche tendremos la Play.Disco, con sonidos entre el techno-house y el techno-trance

Hablando de conciertos, ¿habrá sitio para las bandas locales o nacionales en el nuevo PLAY?

Seguro que hay sitio para ellos. Pienso que es importante de tener una programación equilibrada, con formaciones locales, nacionales e internacionales.

¿A la hora de programar, es importante tener en cuenta a nuestros vecinos franceses?

En lo musical, Euskadi llega hasta Bayona y Mauleon. Un grupo conocido en Iparralde y Hegoalde tiene lógicamente mas éxito que un grupo sólo conocido en Hegoalde.

Cuéntanos con detalle las fiestas de apertura.

Abrimos hoy con el concierto de <> y Dead Combo y seguimos la noche con Imanol (Intermusic) e Iñaki Iñarra a los platos. El 3 de diciembre inauguramos el espacio Play.Disco con Jesus Play, Tina Saez y Julius MC. El 9 de este mes rompemos la cinta de nuestro Play.Club. El 10 de diciembre estrenamos el espacio Play.Ground.

¿Próximas grandes fiestas programadas?

El 10 de diciembre recibimos el Knee Deep Tour 2005, con el rey del techno DJ Rush y el australiano DJ Bold. En Nochebuena tenemos la visita de Marco Bailey, el pincha n° 1 de Bélgica. Y el 17 de diciembre estará la televisiva Chiqui Marti con su último espectáculo.

Parker

Cada vez que abría la doble puerta de cristal del Parker Lewis Bar comenzaba un nuevo juego. La cafetería de aires añejos, con las camareras sacadas de American Graffiti, solía ser uno de mis puntos de llegada aquellos años. Años en los que aún mantenía mi especial obsesión por fotografiar lugares sin cámara.

Ya fuera sólo o acompañado, sentado o apoyado en la barra, gustaba de retratar a los presentes de manera mental: la pareja de recién enamorados que reían hasta los nombres de los platos del menú, las reuniones heterogéneas de amigos en las que trajes y corbatas se acercaban a buzos y chandals, las reuniones de chicas en la que compañeros míos de cromosomas salían escaldados.

Así, entre trago y trago, sin perder el hilo de la conversación que mantenía con mis acompañantes, elaboraba un cuasiperfecto retrato de la taberna, jugando a imaginar las situaciones que se estaban sucediendo en ese momento.

Mis preferidos eran los hombres solos. Los había de paso, que no levantaban la cabeza del plato especial del día. Los había de paso y con tiempo, que sumaban al enunciado anterior un periódico que hojear entre patatas y cervezas.

No podemos olvidar a los “stand-by”, esperando a su pareja X o Y, mientras el aburrimiento le llevaba a jugar al mismo juego que yo sin ningún interés real. Alguno que otro veía el bar como lugar de lectura. Un café acompañaba el paso de las hojas del best seller de turno (no es la cafetería lugar de Iliadas y Odiseas).

Mis preferidos, por decirlo de alguna manera, eran aquellos cuya soledad superaba la estancia en el bar. Chicos u hombres que ya no buscaban mozas bellas en el lugar para soñar con paseos por el parque y raciones de sábanas sudadas. Su mirada ya no era ávida, sino quieta, como el Mediterráneo.

Sus ojos ya no eran un fuego de inquietud, sino pequeñas chispas que iban tomando un aspecto cansino y monótono. Les gustaba sentarse en las mesas con ventana, para mirar sin ver a través de ella, y no les hacía falta lectura alguna para ensimismarse en la agitación de la única neurona que parecía moverse en su cabeza.

Yo jugaba a ponerles historias, a veces truculentas, a veces castigadas de cotidianeidad. La mayoría eran caracterizados en mi guión como “separados sin hijos”, con profesiones liberales como repartidores de gaseosa o apretadores de manetas de bicicleta. Siempre sonreían cuando la camarera se les acercaba a tomar nota, pero era un gesto automático, sin pasión alguna.

Ya decía al comienzo del texto que eso era antes, cuando yo aún no pintaba calvicies. Ahora, sentado en esta mesa con ventana, mirando los coches pasar por la carretera, no tengo ganas de imaginar. Pero preparo mi mejor perfil para el chico que toma un refresco mientras, de manera disimulada, comienza a poner profesiones y tristezas sobre mis hombros en el retrato mental de este Parker Lewis Bar.

Lauaxeta: Lauaxeta All Stars

Día: 24-11-2005
Lugar: Teatro Principal (Donostia)
Asistencia: unas 250 personas.

Se acercaba a nuestra lluviosa capital la gira de presentación del disco “Ehungarrenean hamaika”. Un trabajo que recupera las poesías de Esteban Urkiaga “Lauaxeta”, grabadas ahora bajo la batuta del músico Rafa Rueda.

Bueno, lo de batuta es un decir. Porque Rueda y el resto de músicos que le pusieron el fondo sonoro a la actuación del pasado jueves le pegan al pop rock de tintes norteamericanos con un gusto exquisito.

Un esquema, el rockero, no muy empleado a la hora de recuperar textos pasados, habitualmente presentados bajo abrigos mas relajados y tradiciones folk. Pero si se hace con encanto y devoción, con ganas de ponerle nuevos abrigos a letras pretéritas, y con una calidad ejecutante fuera de toda crítica, el resultado no puede ser más reconfortante.

Los dos centenares largos de asientos ocupados del donostiarra Teatro Principal disfrutaron del suave arranque del evento. La actriz Argia Gardeazabal, desde la platea del teatro, arrancó con una de esas emocionantes narraciones que se sucedieron a lo largo del concierto. Y al igual que en el CD, Gari fue el encargado de inaugurar el micrófono con su sentido “Bertso zarrak”.

Por el atril pasaron el resto de voces participantes en el homenaje al periodista y defensor de la cultura vasca fusilado en la Guerra Civil. Tras el ex Hertzainak le tocó el turno a Eñaut Elorrieta, cantante de Ken Zazpi. Es “Mendigoxaliarena” una canción preciosa a la que la habitual fuerza del vizcaíno imprime una pasión contagiosa.

Mikel Urdangarin inauguró los momentos pausados del concierto con la sentida “Loretan”. Rafa Rueda se guardó para sí mismo la preciosa “Kanta Ariña”. Composición de raíces melódicas más norteamericanas que, y con perdón de la comparación, los aros de cebolla.

Jabier Muguruza, el dandy del Bidasoa, susurró de manera bucólica “Zelayetakua”, mientras Francis Diez (Doctor Deseo) mostró la casta habitual sobre el escenario, aunque ahora tocase cantar en euskera.

El eibartarra Markos Untzeta suplió la anunciada baja de Anje Duhalde. Su “Otsokorena” sonó cercana a las tensiones mantenidas de Bob Dylan. Xabi Strubell (Zura) narró en “Neskatxu Gorrixka Bati” uno de los momentos más enérgicos de la noche.

Xabier Montoia trajo la paz sonora al escenario, con su delicada versión de “Liparra”. Txuma Murugarren decidió salirse del esquema nocturno con su visión blues del tema “Arotzak”. A él le cayó una de las mayores raciones de aplausos de una noche que acabó con el vozarrón de Petti. Nuestro Mark Lanegan musicalizó el sitio del castillo de Amaiur (recogida en el poema “Amayur Gaztelu Baltza”) de manera espectacular, sobrándole en ocasiones la amplificación del micro.

El final llegó repleto de emoción, con la lectura “en off” del dictamen del juicio en el que Esteban Urkiaga era condenado a morir fusilado. Tranquilo, Lauaxeta. Estés donde estés. Rueda y los suyos te han hecho un buen homenaje.

ZOO: Rock descontento

El trío madrileño se acerca a Donostia a presentar su primer CD “Música del descontento”. Una colección de canciones rockeras con miras muy abiertas.

En los tiempos de homogeneización melódica que nos está tocando vivir, uno coge entre las manos con especial ilusión discos como el primer trabajo del grupo Zoo. El grupo madrileño editó el septiembre pasado su debut “Música del descontento” y ahora toca presentarlo en la capital guipuzcoana.

La cita será el próximo 26 de Noviembre en…La FNAC del mercado de San Martín. Si, chico, sin desmerecer la oportunidad, parece no haber más sitios de conciertos en nuestra orgullosamente cultureta ciudad si uno acaba de empezar a patear carretera.

La potencia que se intuye en los conciertos del trío castellano se verá algo comprimida, pero eso no les asusta. En palabras de Daniel Arias (voz, bajo y teclados), Israel Pachón (guitarra y sintetizadores) y Borja Burón (batería), “no podremos tocar demasiado tiempo así que condensaremos nuestro repertorio y trataremos de dar lo mejor. Seguro que lo pasamos bien”.

El proyecto musical que les unió se llamaba nuevenoventaicinco y era un grupo hardcore relevante a nivel de críticas y algo menos si hablamos de ventas. Pero pronto aquel número se quedó pequeño. “Llegó un punto en la anterior banda en el que los patrones se convirtieron en restricciones a la hora de componer. No tenia sentido seguir manteniendo unas formas en las que no creíamos”.

Ahora han decidido abrir sus oidos y dejar que todas las cosas que les gustan tengan cabida. “Creemos que la música no debe tener restricciones y no nos importa mezclar cualquier cosa que nos guste. Escuchamos todo tipo de música y cogemos lo que mas nos gusta de cada una para Zoo”.

Sobre un concepto rockero (“Hemos investigado en el rock mas “clasico” durante el ultimo año y se nota. Aunque también nos hemos empapado de muchos otros estilos como la electrónica, el pop, el jazz y el blues”), los chicos de esta formación capitalina no tienen miedo a la hora de hacer efectivas pruebas de laboratorio musical.

Si quieren pruebas que lo demuestren, aquí las tienen: el arranque el disco con la infinidad de colores que muestra la composición titulada “Música del descontento”, el colar un vocoder y cuerdas de orquesta en “Hombres de papel”, jugar con la paz sonora y la tensión emocional en “Mi habitación se ríe de mí”, la clarividencia rockera y las ganas de probar elementos de canciones como “¿Dónde estáis?”, el sabor épico de los primeros Smashing Pumpkins presente en “Sueños de androide”…

Y en esta metáfora del mundo que nos ha tocado vivir (“Zoo es el sitio en el vivimos. La gran ciudad es como el enorme Zoo en el que la gente vive enjaulada”), las letras se construyen desde la mala baba. Aunque a la hora de cantarlas el tono se suavice. “ Vivimos un momento bastante critico. Cuando ves ciertas cosas en el mundo no te queda mas remedio que ponerte de mala ostia. Nosotros la utilizamos para crear y utilizar lo que hacemos para que se nos escuche. Apostamos por la música como vehículo de expresión, denuncia y comunicación. El arte es un arma, estamos convencidos”. La portada del CD, crítica con la actualidad vacua de algunos medios de comunicación, no hace sino reafirmar la idea contestataria.

Un trabajo que va superando las perspectivas iniciales. “Estamos contentos, vamos despacio, poco a poco. Es nuestro primer disco y estamos empezando, pero aun así ya hemos rebasado nuestras primeras expectativas de ventas

Cycle: Baile oscuro

Mezclar rock y máquinas no es ninguna novedad en los días que hoy corren. Pero siempre hay bandas que, por una u otra razón, saben insuflar algo de frescura a esta asentada fusión de elementos.

El más importante descubrimiento peninsular en este campo se llaman Cycle y se acercan esta noche a Donostia, más concretamente a la sala Rock Star del centro de ocio Illunbe.

Tan bien les va que acaban de reeditar su debut “Weak on the Rocks”. Además de los temas de la primera tirada, en este lanzamiento hay un CD extra con remezclas, un tema inédito y un videoclip. Sin olvidar el premio del programa radiofónico “El ojo crítico”, que les ha otorgado el máximo galardón en la categoría de  “Música moderna”.

¿Y de qué música moderna estamos hablando? Cycle mezcla digitalismos y guitarrazos potentes con muchos detalles oscuros, de aquellos años 90 góticos de Sisters of Mercy (a los que recuperan en disco y en concierto) y Front 242, con una puesta en escena azotada por la vocalista femenina La China Patino.

La banda asentada en Madrid se completa con el productor David Kano, el cantante Luke Donovan y las guitarras de Carlos F. Calderón. El señor Kano, con quien mantuvimos la entrevista, es el capitán del navío.

Kano es un productor cuyas creaciones son de pequeño y gran minutaje. Ha elaborado música para anuncios televisivos de potentes empresas (Euskaltel, ING Direct, Ministerio de Sanidad) y ha limpiado de impurezas los trabajos de gente como La Sonrisa de Julia (“En su primer disco participé haciendo la post producción y la mezcla del álbum”).

Cycle es su pequeña aventura personal libre de ataduras si nos saltamos su faceta DJ (”En mis sesiones entra de todo: punk, rock, pop y electrónica. Todo rápido y cachondo”). Y la gente está respondiendo con llenazos de salas. No sólo por España, sino también en el extranjero. “En Berlín y Milán alucinamos con el público. Hay que tener en cuenta que allí no ha salido el disco. Y ya se está cerrando la gira para el año que viene en Rusia, Inglaterra y Francia”.

También pasaron hace pocas fechas por Gasteiz, y el jerifalte de la banda sólo tiene buenas y llanas palabras de su última visita a Euskadi. “Estuvo de puta madre. Hay un público genial, las tías están buenísimas y además nos dan de comer de la hostia. ¿Ha quedado claro? (risas)”. Clarinete, amigo. Además, sabemos que te encantan algunas bandas de nuestra tierra. ”Sí, me han gustado mucho los zarauztarras Delorean. También he oído a unos cuantos grupos euskaldunes” sí, lo de euskaldunes lo pone así, no lo hemos corregido nosotros “que suenan alucinantemente bien”.

Al chico le va el post-punk, o como demonios se llamen las guitarras algo bailongas de voces saltarinas que últimamente están en boca de todos: “Hay un montón de grupos de una nueva y extraña corriente punk que están saliendo en Madrid y en Barcelona”. Pero aún es pronto para saber si algo de eso habrá en el futuro segundo disco de este grupo plural. “Cuando esté terminado os lo cuento. De momento sólo tengo bocetos”. No te preocupes, que este viernes bailaremos con ganas vuestras obras ya publicadas.

(un)Common Sounds: Experimentos cercanos

Amplias jornadas en el centro donostiarra Arteleku sobre sonidos emergentes, tecnologías recientes y técnicas renovadoras. Con un extenso plantel de creadores internacionales. En directo o en reuniones teórico-prácticas

Bajo el explicativo nombre de (un)Common Sounds se presentan unas nuevas jornadas que buscan mostrar los sonidos menos comunes (o más experimentales, según guste) de nuestro espectro creativo musical. La cita comienza hoy y dura hasta el día 23, desarrollando sus actividades en el centro cultural Arteleku.

El proyecto nace de la unión entre el colectivo Ertz de Bera y la asociación Electrograph de Atenas (Grecia). El programa de actividades incluye conciertos, charlas y explicaciones sobre software
libre y los programas informáticos empleados en estos campos sonoros.

Hablamos con Ilios, la parte helena en la organización. Él es un reconocido músico en estos mundos experimentales, organiza el festival Electrograph y maneja los mandos de Antifrost, sello que casi cuenta con etiqueta propia en revistas avanzadilla como The Wire. Le preguntamos por esas tonalidades poco corrientes de las que habla. «Se trata de sonidos que a veces son muy comunes para cada uno. Por eso el nombre del proyecto lleva el ‘Un’ dentro de un paréntesis. Hablamos de tonos que pueden parecer muy raros, pero que en el fondo son los sonidos de la naturaleza que nos rodea. A veces lo que esta mas cerca es lo verdaderamente desconocido».

Festival Wintercase: The Delays, Go Betweens, Teenage Fanclub

The Delays + Go Betweens + Teenage Fanclub
Kafe Antzokia (Bilbao)
5 Noviembre 2005

El Kafe Antzokia bilbaino agotó el pasado sábado el taquillaje para la primera de las paradas del Festival musical itinerante Wintercase (www.wintercase.com).

A The Delays no pudimos verles. Pero los allí presentes confirmaron que las buenas críticas aparecidas en prensa estaban justificadas.

Los veteranos The Go Betweens sorprendieron. Con un Grant Maclennan que podía tocar un punteo de manera alborozada sin que la canción perdiera emoción, con un Robert Foster en plan dandy (esos pasitos a lo Elvis…). Todo se les perdonó cuando transmitieron con tanta pasión esas canciones tan bonitas y simples, tan clásicas y conmovedoras.

Teenage Fanclub nunca defraudan. Con mayúsculos juegos de voces y la rabia justa, los cuatro escoceses volvieron a centrar su repertorio en canciones del “Grand Prix”, su mejor álbum, con tres incursiones en la última de sus publicaciones (“Man Made”).Hasta hubo tiempo para algunas rarezas poco escuchadas (“Hang On”, “God Knows It´s true”, “Did I say”).

Su actuación volvió a ser un desenfreno melódico de melodías dulces y contagiosas, demostrándonos que siguen por el buen camino. No había más que ver las sonrientes caras de los asistentes a la salida…

Donavon Frankenreiter: Radio surfera

Aterriza en nuestra costera capital Donavon Frankenreiter, curioso compositor norteamericano de tardío lanzamiento a los mundos cantores. Donavon anda estos días paseando por Europa su disco homónimo y estará la noche del sábado en la sala rock Star de Illunbe (Donostia).

Pero quizás a media tarde, si la marea es buena y el viento propicio, los surferos se lo encuentren en la playa donostiarra de la Zurriola o cualquier otro spot cercano. Cumpliendo la promesa lanzada tras su concierto en el último campeonato profesional de Mundaka, su penúltima visita peninsular. “Estamos pensando en hacer otro tour pasando por Biarritz, San Sebastián y otros lugares de Europa”.

Porque si pones su nombre en un buscador de Internet y te saltas las primeras entradas, verás que todos los textos referidos a este chico de aspecto setentero nacido en California en 1972 tienen relación con las grandes olas y las tablas de surf.

Donavon comenzó a ganarse la vida como ser un profesional de este acuático deporte. Él es un free rider: un deportista al que pagan para que cabalgue las olas, pero sin necesidad directa de participar en competiciones.

A todas las playas a las que iba, se llevaba la guitarra para matar las horas muertas. Pero no fue hasta hace pocos años cuando se vio con la suficiente confianza como para aventurarse por estos mundos melódicos. Fue entonces cuando contactó con su colega y realizador de películas surferas Jack Johnson.

El mismo Jack que en 2005 ha entregado el emocionante y sentido disco “In Between Sessions” y que le ha abierto las puertas de Brushfire Records, casa discográfica que edita el debut de Donavon Frankenreiter.

Con las importantes colaboraciones del nombrado Johnson, el moderno bluesman G.Love (¿le recuerdan con sus Special Sauce?) y otros músicos de la talla de Koool G. Murder (bajista de Eels) y Dean Butterworth (bateria de Morrissey en su época de retiro norteamericano y habitual de las primeras giras de Ben Harper), Donavon Frankenreiter ha creado un disco suave que no blando, en el que da rienda suelta a todas sus influencias: ”Me encanta el blues, me gusta Eric Clapton y Jimmy Hendrix,” su hijo se llama Hendrix  “y soy un enamorado de Sade y Norah Jones. También escucho a Eminem, Tom Petty y Lenny Kravitz”.

Quizás por esa variedad tan bien asimilada nos gusta tanto la simplicidad contagiosa de “It Don´t Matter”, “Day dreamer” y la negroide “On My Mind”. O la mano recia de Johnson en la soul-popera “Free” y el potencial radiofónico de “Watcha Know About” o “Bend In The Road”.

No, no lo emparienten a las nuevas hornadas folk capitaneadas por ese Devendra Banhart que la semana pasada retrataban estos papeles. Aquí no hay apenas riesgo ni figuras complicadas, pero si muy buenas maneras y un estilo depurado. Donavon es una de esas poquitas cosas mainstream que pueden gustar a todo tipo de públicos.

Imposible no emocionarse ante “Butterfly” y “Call Me Papa”, dos soberbias canciones, las lentas bellezas melódicas que sobresalen en este disco tan seductor. Y esa voz que tanto tardó en confiarse ahora suena genial, cercana y emocionada. Las críticas de sus recientes conciertos en Holanda no hacen sino aumentar nuestras ganas de ver sobre un escenario a este surfer cantor y sus heterogéneas canciones.