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Lauaxeta: Lauaxeta All Stars

Día: 24-11-2005
Lugar: Teatro Principal (Donostia)
Asistencia: unas 250 personas.

Se acercaba a nuestra lluviosa capital la gira de presentación del disco “Ehungarrenean hamaika”. Un trabajo que recupera las poesías de Esteban Urkiaga “Lauaxeta”, grabadas ahora bajo la batuta del músico Rafa Rueda.

Bueno, lo de batuta es un decir. Porque Rueda y el resto de músicos que le pusieron el fondo sonoro a la actuación del pasado jueves le pegan al pop rock de tintes norteamericanos con un gusto exquisito.

Un esquema, el rockero, no muy empleado a la hora de recuperar textos pasados, habitualmente presentados bajo abrigos mas relajados y tradiciones folk. Pero si se hace con encanto y devoción, con ganas de ponerle nuevos abrigos a letras pretéritas, y con una calidad ejecutante fuera de toda crítica, el resultado no puede ser más reconfortante.

Los dos centenares largos de asientos ocupados del donostiarra Teatro Principal disfrutaron del suave arranque del evento. La actriz Argia Gardeazabal, desde la platea del teatro, arrancó con una de esas emocionantes narraciones que se sucedieron a lo largo del concierto. Y al igual que en el CD, Gari fue el encargado de inaugurar el micrófono con su sentido “Bertso zarrak”.

Por el atril pasaron el resto de voces participantes en el homenaje al periodista y defensor de la cultura vasca fusilado en la Guerra Civil. Tras el ex Hertzainak le tocó el turno a Eñaut Elorrieta, cantante de Ken Zazpi. Es “Mendigoxaliarena” una canción preciosa a la que la habitual fuerza del vizcaíno imprime una pasión contagiosa.

Mikel Urdangarin inauguró los momentos pausados del concierto con la sentida “Loretan”. Rafa Rueda se guardó para sí mismo la preciosa “Kanta Ariña”. Composición de raíces melódicas más norteamericanas que, y con perdón de la comparación, los aros de cebolla.

Jabier Muguruza, el dandy del Bidasoa, susurró de manera bucólica “Zelayetakua”, mientras Francis Diez (Doctor Deseo) mostró la casta habitual sobre el escenario, aunque ahora tocase cantar en euskera.

El eibartarra Markos Untzeta suplió la anunciada baja de Anje Duhalde. Su “Otsokorena” sonó cercana a las tensiones mantenidas de Bob Dylan. Xabi Strubell (Zura) narró en “Neskatxu Gorrixka Bati” uno de los momentos más enérgicos de la noche.

Xabier Montoia trajo la paz sonora al escenario, con su delicada versión de “Liparra”. Txuma Murugarren decidió salirse del esquema nocturno con su visión blues del tema “Arotzak”. A él le cayó una de las mayores raciones de aplausos de una noche que acabó con el vozarrón de Petti. Nuestro Mark Lanegan musicalizó el sitio del castillo de Amaiur (recogida en el poema “Amayur Gaztelu Baltza”) de manera espectacular, sobrándole en ocasiones la amplificación del micro.

El final llegó repleto de emoción, con la lectura “en off” del dictamen del juicio en el que Esteban Urkiaga era condenado a morir fusilado. Tranquilo, Lauaxeta. Estés donde estés. Rueda y los suyos te han hecho un buen homenaje.

Publicado enCríticas de conciertos

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