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Sunae Dae + Hood: Nuevas vías

Sunae Dae + Hood
16 Diciembre
Sala Gazteszena. Donostia
Asistencia: unas 200 personas

Nuevas vías

Atraídos una vez más por la propuesta de la iniciativa foral Gaztemaniak! nos acercamos el pasado jueves a la sala del alto de Egia para disfrutar de músicas extrañas, alejadas de convencionalismos sonoros. Esas tonadas arriesgadas que suelen tener su espacio en nuestro veinteañero suplemento cultural Dvorame (zorionak!).

Y la reunión tenía su entonado participante local (Sunae Dae) y su componente exclusivo. Porque los chicos británicos de Hood tenían Donostia como única cita estatal. Venían a presentar un disco, de título “Outside closer”, que no verá la luz hasta mediados del mes que viene.

Abrió, como suele ser norma, la banda donostiarra, que en 40 minutos demostró que en la capital guipuzcoana también se arriesga, se prueba, se navega por riachuelos poco caudalosos, experimentando con melodías de Eric Satie o con las formulas siempre gozosas de esas bandas encuadradas dentro del estilo post rock.

Compararles con los escoceses Mogwai es un buen punto de partida, aunque a Sunae Dae se le intuyen caminos diferenciadores que sólo el paso del tiempo sabrá dotar de personalidad y capacidad de asombro. No son Sunae Dae los primeros, y esperamos que no sean los últimos, que en nuestra ciudad de Ubagos y Monteros se decantan por composiciones instrumentales de largo recorrido.

Atentos miraban, desde la zona del público, esperando su turno, los mozalbetes de Hood, banda especializada en cubrir con mantos electrónicos composiciones que no son pop, ni rock, sino todo lo contrario. Y la cosa no empezó nada bien.

Sus discos tienden a aturdir por saturación electrónica, pero a Donostia se vinieron en formato analógico, camino que han querido potenciar en los últimos tiempos. Batería, guitarras, bajo y teclado buscaban dar otro prisma a las canciones de su último y recomendable disco. La idea es buena, pero cuando el sonido es muy bajo (como fue el caso) uno tiende a distraerse, a no prestar la atención necesaria, a pensar que se está asistiendo al ensayo de una banda novel.

La cosa (y el volumen) mejoró con el paso de los minutos, y pudimos disfrutar de una formación que se iba gustando canción a canción. Centrando su repertorio en el nuevo disco, pudimos disfrutar de esos arriesgados caminos que los mundos electrónicos llevan años construyendo.

No diremos que las músicas perpetradas por Hood sean sencillas, pero tampoco les negaremos el carácter gozoso de las aventuras arriesgadas. Huyendo de las ataduras, viajando las composiciones de la habitación en la que se crean y se graban al escenario, uniendo piezas de aquí y allá, fusionando elementos diversos para construir nuevas vías.

A la hora de construir mezclas imposibles, eso no lo podemos negar, Hood son buenos, muy buenos. Ahí están los siete CDs y los innumerables singles de la banda para demostrarlo. Pero faltaríamos a la verdad si no afirmáramos que más de un espectador parecía aburrido en el concierto. Es lo que tiene avanzar. Que a veces se tropieza,¿no?

Publicado enCríticas de conciertos

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