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Etiqueta: Thee Brandy Hips

Thee Brandy Hips: Chubasqueros en danza

Nos adentramos físicamente en el universo Brandy Hips. Asier Martín Pazos (bajo, voz), Alejandro López Allende (batería) y los hermanos guitarristas Iñaki y Carlos Ruiz Prada viven bajo el mismo techo en el barrio de Gros. El teclista Aritz Zabaleta está empadronado en otra calle.

La vivienda está decorada bajo los estrictos patrones de la etiqueta «casa de estudiantes». En la entrada se agolpan algunas cajas con copias de su nuevo disco ‘Raincoat’. «Hemos publicado lo mínimo, 400 en CD y 300 en vinilo», cuenta Alejandro.

Los compradores del álbum disfrutarán de once canciones brillantes como el sol mañanero, repletas de melodías que nacieron indies/clásicas (The Shins, The Pains Of Being Pure At Heart, Neutral Milk Hotel, Guided by Voices) y se han convertido en juguetes y experimentos, en manos de estos jóvenes guipuzcoanos.

La receta Hips va desde el aroma años 50 de la preciosa ‘Dissolve your love in water’ hasta las más vibrantes ‘Cynicissm’ o ‘Kosmikar’. Sin olvidar el nerviosismo de ‘Vampire Weekend (Indian Summer)’. Y un poso algo melancólico que quizás se pierda por estar cantado en inglés.

-‘Raincoat’ muestra una mejora palpable respecto al debut.
-Alejandro. Hay evolución, aunque decirlo sea un tópico. El anterior, ‘We Are Love’, no dejaba de ser una pequeña colección algo inocente en lo compositivo y fue registrado en plena transición estilística. Aquí la idea es más compacta, desde la estructuración al sonido.

-Un proceso en el que tomaron parte gente de We Are Standard.
-Alejandro: Lo produjo Jon Aguirrezabalaga y lo mezcló Xabier Egia (guitarrista y técnico de la banda vizcaína) en su estudio El Tigre. Ellos estaban montando el estudio y nosotros necesitábamos grabar. La cosa estaba clara. Empezamos en mayo del 2011 y lo terminamos a finales de ese verano. Para noviembre ya estaba presto.

-¿Y el retraso hasta marzo, fecha de su salida?
-Alejandro. Hicimos un intento de buscar algún sello. Estábamos muy contentos con el resultado y queríamos enseñar el disco. Y pensamos que el tener un sello nos quitaría trabajo, pero no hubo suerte.

-Ardua labor la de gestionarlo todo.
-Alejandro. Hacer música nos llevó mucho tiempo. Ahora entra todo lo demás: ventas, prensa, conciertos… Cansa mucho. A mí me gusta, porque soy salsero. Pero otros Hips lo han llevado peor.
-Asier. Es raro tener un disco en noviembre y sacarlo en marzo. Te da la sensación de que tenerlo parado lo devalúa. Hemos ido sacando vídeos de adelanto porque nos pudo la impaciencia. La gente hace canciones para enseñarlas. Para salir a tocar

Kutxa Kultur Festibala: Agitando las maracas

Y llegó Bobby Gillespie con sus secuaces a Donostia. Y lo puso todo patas arriba. Primal Scream, interpretando su celebérrimo disco ‘Screamadelica’, editado hace ahora veinte añitos de nada (madre mía, qué lejos empieza a quedar la Gaztekutxa), fue el genial colofón de la larga fiesta que la Kutxa montó en el Velódromo el pasado sábado.

La tarde la abrieron Rock Privado y Krell, los grupos que más votos consiguieron en el concurso que la entidad financiera realizó en Facebook. Les tocó bailar con la más fea, y la más ausente. Apenas 15 personas con el primer acorde de los rockeros. Ambas formaciones demostraron morro y tablas.

Los donostiarras Thee Brandy Hips lo bordaron. Pop genial, divertido, contagioso y cada vez más abierto. Y si los guipuzcoanos fueron notables, lo de We Are Stardard fue cum laude. Impresionante su show, su propuesta sonora, su dominio escénico. Como dicen los chavales en la calle, «su todo». Los nuevos temas (otro guiño a nuestra lozanía) son hijastros de Happy Mondays, Stone Roses y, claro, Primal Scream. Pero nada de cortapega barato. WAS son poderío enlatado en canciones cada vez mejores.

Suyo debía ser el entrante a los protagonistas de la noche, pero ya saben la tendencia de que los foráneos tengan la tipografia más grande en los carteles. Fanfarlo ocuparon ese lugar, y sus epopeyas a lo Arcade Fire que se quedan sin explotar fueron muy aplaudidas, pero quizás mal colocadas en el cartel.

Primal Scream a escena. La pantalla del fondo con el genial logo de su disco ‘Screamadelica’. Primer tema. ‘Movin on Up’. Y todos nos lanzamos a botar, a querer ponernos la camisa brillante del antiguo batería de los Jesus And Mary Chain, a comprar dos maracas y pasarnos toda la velada agitándolas como aquellos bailarines que tan poco bailaban en la época del sonido Manchester. Cantando, alborotando, haciendo de fan de Justin Bieber.

Tanta efusividad tuvo sus excesos, y Gillespie se encaró con un asistente que le había lanzado un vaso. Chico, que estuviste en la famosa bronca de los Jesus en el North Poly en 1988 (y en Candem tres años antes, y…). Hay que tener más mano izquierda, hombre. Bromas aparte, el cantante fue una guindilla durante toda la noche. Un agitador nato. Siempre lo ha sido, más que cantor puro.

Tras el pistoletazo sonoro llegaron la espectacular y no menos quieta versión del «Slip inside this house» de los 13th Floor Elevators, el silbido pegajoso de ‘Dont fight it feel it’, la deliciosa calma de ‘Damaged’ y ‘Higher than the sun’, el pepinazo eterno que es ‘Loaded’… Para el bis, con las stonianas ‘Country girl»,’Jailbird’ y ‘Rocks’, ya no nos quedaba fuelle, músculo ni endorfinas. O las que aún pululaban por nuestro cuerpo se volatilizaron. Solo guardamos energías para estirar la boca y mostrar a los presentes nuestra feliz sonrisa de anuncio de dentista.

Kutxa Kultur Festibala: Saltando la banca

Extenuantes y gozosos días son los que quedan a los fans de las músicas popero-independientes para cerrar la entrada de noviembre. La caja de ahorros guipuzcoana Kutxa tira la casa por la ventana y cierra su ciclo anual de actividades culturales con la organización de una serie de conciertos que, estos días sí, nos emparenta con las mejores villas europeas.

La fiesta comenzaba ayer, con el show de los norteamericanos Wilco en el Kursaal donostiarra. Jeff Tweedy y los suyos volvían al auditorio con su flamante nuevo álbum titulado ‘The Whole Love’. Y esta noche, la cita banquera llevará nuestros pasos a la sala Gazteszena de la capital donostiarra, con Cristina Rosenvinge y el local PLV Havoc como nombres de un cartel de enfoque cantautoril.

Y mañana, «madrugón» para poder disfrutar en el velódromo donostiarra de todas las actuaciones que sirven de colofón al ciclo Kutxa Kultur (www.kutxakultur.com). Una programación privada que ha apoyado a los autores locales -no sólo musicales sino también textiles, fotográficos o videográficos- a lo largo de este 2011, con festivales en varias poblaciones, invitaciones para abrir las veladas de formaciones de postín y otros actos encaminados a que lo que cuenta con una difusión mínima pueda aparecer ante el gran público.

En la Zurriola, bajo el paraguas de lo gratuito

Y tras mucho amenazar, nuestro querido sirimiri hizo acto de presencia el dichoso domingo, día grande en lo referente a los paseos gratuitos diurnos. Tampoco llovió de manera sorprendente, pero molestó lo suficiente para que más de uno decidiera quedarse a cubierto. ¿Los escenarios? Bien, gracias. Hace falta una tormenta salvaje para que las actuaciones se suspendan.

Y los pobres Thee Brandy Hips, uno de los conciertos secretos del día de guardar, pelearon contra los elementos. Las canciones nuevas de los donostiarras son muy atractivas y el foco que el Heineken Jazzaldia les ofreció, en el espacio principal de la playa de la Zurriola, quedó aguado bajo la intermitente llovizna. Una pena, porque sus nuevos temas brillan sobre nubes y borrascas. Si ustedes fueron de los que se quedaron viendo el paseíllo parisino del Tour, apunten su nombre para próximas actuaciones. No les defraudarán.

«Una vez vista la picha, macho, seguro». Es el comentario que dejó el director jazzero Miguel Martín en su activo blog festivalero. No importa a santo de qué lo escribía, pero nos sirve de respuesta para el canto que más de uno entonó la tarde de gabardinas por los cambios del escenario de la terraza superior del Kursaal, antes cubierta y ahora abierta. El Dynamic Trío, habitual del certamen guipuzcoano, tiene poca culpa. Ellos ofrecieron lo que mejor saben hacer: músicas jazzeras modernas para oyentes atentos. Por desgracia, las inclemencias les impidieron desplegar todo su repertorio, quedando su propuesta en unos escasos veinte minutos.

Los bordeleses United Fools ni siquiera tuvieron esa suerte porque ni saltaron al escenario porque arreció la lluvia y, lo que es peor, el viento, el más temido elemento por la organización.

Vasco y discotequero

También hubo algo de agua, pero poca, en la noche del sábado. Aunque eso no ahuyentó a los miles de espectadores que siguieron atentos las festivas músicas de los británicos Crystal Fighters, una banda que se ha ido empapando de nuestra cultura euskaldun para mezclarla con la música de baile más potente.

Punk y jazz, de la mano en la playa

La tarde de ayer arrancó en la sobremesa, con el café gratuito que regalaban las chicas de Frigo. Sobre el escenario de idéntico pagador, el primero de los conciertos secretos que nuestro Jazzaldia programó en sus escenarios el sábado por la tarde. Ya saben, esos actos que los promotores anuncian justo la noche anterior haciendo buen uso de las redes sociales tipo Twitter o Facebook.

Para cuando ustedes lean estas líneas, el director del certamen y los suyos ya habrán lanzado un nuevo parte informativo, anunciando la hora y el emplazamiento de la actuación de los poperos donostiarras Thee Brandy Hips. Recomendamos encarecidamente la asistencia, para poder disfrutar de las soberbias y novísimas canciones del quinteto, aún por publicar en formato CD.

Pero el corte de cinta, del día y de la propuesta, le correspondió al también koxkero Bo, en un concierto probablemente irrepetible. No tanto por la autenticidad del evento, cuya calificación dejo en manos del resto de presentes, sino por la posibilidad de ver al cantor, barbudo lobo solitario, con una banda de acompañamiento.

Comenzaron repasando viejos éxitos del rock mundial, atacando a la Creedence Clearwater Revival y Tom Waits con gran respeto. Y la banda fue apareciendo, con un guitarra solista visualmente expresivo, para hacer una bella y distinguida versión de Violent Femmes y un ‘Fever’ de John Davenport que sirvió para soltar el nervio acumulado del cantante y mostrar su vozarrón habitual. Por cierto, si quieren sonreír un buen rato, busquen en internet la impresionante versión que la cubana La Lupe hizo de dicho tema.

Del resto de la comparecencia de los guipuzcoanos nos quedamos con el hecho de haber bordado con pasmosa facilidad – y no le vean dobles sentidos a lo que leerán a partir de ahora- el ‘After Hours’ cantado por la dama de la Velvet Underground.

Las nubes seguían bordeando los recintos, dejando bonitas postales fotográficas sin efectos acuosos de por medio. La bonanza hizo que los actos posteriores tuvieran buena respuesta asistencial, con algunos intérpretes repitiendo cita. Los abogados alemanes de la Wiesbadener Juristenband volvieron a plisar nuestras chaquetas apoyándose en sus interpretaciones de canciones eternas, sentando jurisprudencia con sus sentencias melódicas felices y sonrientes.

Thee Brandy Hips: Los chicos cool del barrio

En Donostialdea están creando un torbellino a su lado. Los Brandy Hips son el hype popero de la ciudad. Y presentan disco este fin de semana.

La banda donostiarra presenta debut oficial (“We Are Love”), sello discográfico propio (Young Hipster Records) y una gira de conciertos intachable.

Se presentan esta noche con Delorean en Urnieta y mañana en Bermeo con Ya Te Digo y Munlet. Y en Octubre estarán en el Villa De Bilbao.

Los ritmos entrecortados y bailongos de los inicios han dado paso a un disco muy abierto, con cosas de la New Wave, el garaje y el pop animoso. ¿Quieren pistas? La formación compuesta por Brandy Warhol (bajo y voz), Brandy Lucas (guitarra), Brandy McNeill (guitarra) y Marlon Brandy (batería) cuela el humor de sus nombres en las respuestas: “Somos el grupo de indie-pop más cool de nuestro portal”. El nuevo disco se puede conseguir en la web www.theebdrandyhips.com.

Este CD es muy abierto

Nos ha pillado en una transición del post-punk y ritmos sincopados al pop y la armonía. Las estructuras algo extrañas van a estar ahí siempre, pero cada vez tenemos más presente el pop.

“Mr Thinman” os ha quedado preciosa. Otro tanto “Hummingbird”.

Está guay que nos digan que la primera recuerda a los Shins. La segunda está influenciada por Teenage Fanclub, aunque la melodía haya salido más morriseyana. Además, elegir como single la última canción del disco queda muy pintón.

Os habéis montado un sello para editarlo.

Así es, Young Hipster Records. Al no hacernos nadie caso hemos decidido dedicarnos a fondo al grupo. Somos novatos, así que los dilemas sobre si hacemos lo correcto son constantes.

Precioso el trabajo de diseño de portada, extendido a la web.

Es cosa de Maika Beato. Yosigo nos ha sacado las fotos. Podríamos decir que somos el grupo de indie-pop más cool de nuestro portal.

?De que hablan vuestras letras?

Son guiños de admiración a formas tremendamente vitales de disfrutar de la vida. “A song to you, Laure”, por ejemplo, habla de la historia de la nadadora Laure Manadou, quien por amor casi traicionó a su país al irse a vivir a Italia con su entrenador.Éste, al tiempo, colgó en Internet unas fotos de ella en porretas, y se lió con una competidora suya. En Pekín, Laure fue última en casi todas las series, y verla llorar encogía el corazón. Así que … “keep floating, Laure”.

¿Qué tal veis la escena donostiarra musical?

Si no hay escenario, no hay escena. Humildemente, creemos que los mejores grupos están en nuestro local: Los Nerviosos y Cocoguaguas. Pero es algo residual, e imaginar una especie de Malasaña o Glasgow en Donostia es pura quimera. El hecho de que, quitando el Donostikluba, no haya pasado por la ciudad ningún grupo indie de tirón en años habla mejor de cómo está la cosa que lo que podamos decir nosotros.

Donostikluba 2008: Rock celestial

Al final todo se resume en una sola cosa: tener canciones. Puedes ser un recién llegado, como los donostiarras Thee Brandy Hips, o tener más sellos en tu pasaporte que El Chacal (caso de The Posies), pero si tienes buenas melodías tienes el futuro asegurado más allá de que tu disco se venda o se descargue de maneras legales o no.

Y la noche del viernes estuvo bastante acertada a ese nivel. Thee Brandy Hips se doctoraron ante su público con lo único que les hacía falta para triunfar: potencia. Curtidos en garitos donde todo aparato se conecta directamente al enchufe, la cita de Gazteszena les sirvió para desmelenarse. Consiguieron que el público que no les tanteaba apuntara en la libreta la dirección de su web, presente en varios carteles.

Los maños Big City apuntaron maneras de pop británico, bastante dulce pero sin pasarse con el azúcar. Los más optimistas conseguían emparentarlos con Syd Matters o las bandas suecas más briosas de la nueva hornada. Los demás llegaban a conclusiones similares desde la barra del bar.

Half Foot Outside venían a la capital guipuzcoana con un disco nuevo bajo el brazo, el soberbio Heavenly. Lástima que sobre el tablado no consiguieran sacar punta a sus celestiales composiciones de rock indie, elaborando un concierto muy elegante y potente pero algo monótono.

Algo similar le pasó al nombre fuerte del cartel, The Posies. Los norteamericanos se apuntaron a esa moda de tocar un disco viejo enterito. En su caso la obra elegida fue Frosting On The Beater, un CD que en su primera mitad es simplemente insuperable en los cascos y sobre un escenario.

Lástima que su segunda parte sea un poco tostón, demasiado relajada. Sobre todo si tu formación se caracteriza por mezclar rabia y melodía power pop. Su concierto decayó hasta la llegada de unos bises que nos volvieron a mostrar la fortaleza de la banda, con Please return it, Ontario y el enrabietado Everybody is a fucking liar como puñetazo final. Se demostró que había mejores propuestas en su propia discografía si lo que deseaban era tocar todo un álbum.

La fiesta se cerró con dos de los mejores pinchadiscos de la ciudad (El Nota y Turko), que consiguieron hipnotizar a los presentes con las imagenes de fondo y su música bailonga no machachona, evitando la habitual estampida animal hacia otros garitos.

Donostikluba 2008: Presente y futuro

La segunda edición del Festival Donostikluba sigue fiel a sus principios: Unir grandes nombres de la escena nacional e internacional con bandas de sonidos aún no muy conocidos.

En el lado de las estrellas, varios nombres con propuestas alejadas de lo habitual relucen en el bonito y expresivo cartel diseñado para la ocasión. Andy Rourke, el que fuera bajista de los seminales The Smiths, aterriza en Donostia este mismo fin de semana con su maleta llena de discos.

El hombre, al que aún no se le ha reconocido suficientemente su labor como completo músico al servicio de los dibujos guitarreros de Johnny Marr y las expresivas melodías de Morrissey, presenta ahora un programa en la XFM inglesa. Para su sesión promete una fiesta con muchas canciones de su antigua formación, el pop británico de los 90 y algunos pelotazos británicos actuales.

El otro gran fogonazo de atención está colocado en The Posies. La banda norteamericana parará en la sala Gazteszena para hacer esa cosa que tan de moda está últimamente: Tocar uno de sus discos más afamados, “Frosting on the beater”. La mayor diferencia con el resto de formaciones que suelen atender a estos repasos de corte nostálgico y económico es que el cuarteto sigue en un estado de forma envidiable, como una apisonadora de power pop de bellas melodías.

También tendrá su puntito ver a los platos al bailarín de los Happy Mondays, el esquelético Bez. Aseguran que mantiene la energía (y las ojeras) de sus comienzos, y que la diversión sonará en formato indie, dance y funk, con muchos clásicos de su época.

Siguiendo por el lado bailongo, habrá que ir bien entrenado para aguantar el tirón de los bilbaínos Standard (ahora llamados We Are Standard). Presentan nuevo disco, y regalaban en Internet su single “The Last time”, un auténtico pelotazo de energía.

La marcha también esta presente con los catalanes 16th Solid Spread y su indie rock de maneras post punk. Atención especial a otros catalanes, Gentle Music Men. Su pop elaborado y melancólico se apunta como una de las sorpresas del Donostikluba. También podíamos meter en esa categoría a los maños (que bien podían ser suecos) Big City o a Half Foot Outside. Los navarros no paran de crecer, asentándose siempre en el pop guitarrero. Y la bella Russian Red encandilará a los presentes como ya hizo hace unos meses en la capital guipuzcoana, con su folk a punto de romperse y esa voz que sugiere y emociona.

Sin olvidar la siempre efectiva labor de bandas ya asentadas en nuestro panorama como Sidonie y los pulcros e impetuosos pop rockeros de La Habitación Roja.

En la aportación vasca, destacan las siempre enérgicas composiciones de new wave garajero de Thee Brandy Hips -una de las sorpresas musicales más agradables de los últimos tiempos- o la alegría y elegancia que DJs como Turko y el Nota siempre imprimen a sus sesiones. Y la refrescante inclusión del hip hop en la programación del festival, en el que los locales Rude Kanka calentarán el ambiente antes de la sesión de Flowklorikos.