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Mes: mayo 2009

Thee Brandy Hips: Los chicos cool del barrio

En Donostialdea están creando un torbellino a su lado. Los Brandy Hips son el hype popero de la ciudad. Y presentan disco este fin de semana.

La banda donostiarra presenta debut oficial (“We Are Love”), sello discográfico propio (Young Hipster Records) y una gira de conciertos intachable.

Se presentan esta noche con Delorean en Urnieta y mañana en Bermeo con Ya Te Digo y Munlet. Y en Octubre estarán en el Villa De Bilbao.

Los ritmos entrecortados y bailongos de los inicios han dado paso a un disco muy abierto, con cosas de la New Wave, el garaje y el pop animoso. ¿Quieren pistas? La formación compuesta por Brandy Warhol (bajo y voz), Brandy Lucas (guitarra), Brandy McNeill (guitarra) y Marlon Brandy (batería) cuela el humor de sus nombres en las respuestas: “Somos el grupo de indie-pop más cool de nuestro portal”. El nuevo disco se puede conseguir en la web www.theebdrandyhips.com.

Este CD es muy abierto

Nos ha pillado en una transición del post-punk y ritmos sincopados al pop y la armonía. Las estructuras algo extrañas van a estar ahí siempre, pero cada vez tenemos más presente el pop.

“Mr Thinman” os ha quedado preciosa. Otro tanto “Hummingbird”.

Está guay que nos digan que la primera recuerda a los Shins. La segunda está influenciada por Teenage Fanclub, aunque la melodía haya salido más morriseyana. Además, elegir como single la última canción del disco queda muy pintón.

Os habéis montado un sello para editarlo.

Así es, Young Hipster Records. Al no hacernos nadie caso hemos decidido dedicarnos a fondo al grupo. Somos novatos, así que los dilemas sobre si hacemos lo correcto son constantes.

Precioso el trabajo de diseño de portada, extendido a la web.

Es cosa de Maika Beato. Yosigo nos ha sacado las fotos. Podríamos decir que somos el grupo de indie-pop más cool de nuestro portal.

?De que hablan vuestras letras?

Son guiños de admiración a formas tremendamente vitales de disfrutar de la vida. “A song to you, Laure”, por ejemplo, habla de la historia de la nadadora Laure Manadou, quien por amor casi traicionó a su país al irse a vivir a Italia con su entrenador.Éste, al tiempo, colgó en Internet unas fotos de ella en porretas, y se lió con una competidora suya. En Pekín, Laure fue última en casi todas las series, y verla llorar encogía el corazón. Así que … “keep floating, Laure”.

¿Qué tal veis la escena donostiarra musical?

Si no hay escenario, no hay escena. Humildemente, creemos que los mejores grupos están en nuestro local: Los Nerviosos y Cocoguaguas. Pero es algo residual, e imaginar una especie de Malasaña o Glasgow en Donostia es pura quimera. El hecho de que, quitando el Donostikluba, no haya pasado por la ciudad ningún grupo indie de tirón en años habla mejor de cómo está la cosa que lo que podamos decir nosotros.

The Boy Least Likely To: The Law of the Playground

The Boy Least Likely To
The Law of the Playground
Rough Trade

Entre los Bee Gees, el glam, el folk-pop chispita de Bluebells, y el indie pop habría que colocar el segundo trabajo de este dueto británico.

Claro que tanto paseo en barco puede marear, y no saber si lo que ves es agua o tierra firme. Les sigue quedando chulo cuando recuperan la ingenuidad de los inicios. El resto, a ratos.

Carlos Madrid: «Campeones de Invierno»

Carlos Madrid
«Campeones de Invierno»
La Casa Con Ruedas

Autoeditado debut (y descargable gratis en carlosmadrid.net) del joven compositor Carlos Madrid.

Tirando del simil futbolero del título, digamos que en su equipo hay sitio para extranjeros que desnivelan (Ryan Adams, Damian Rice) y nacionales que corretean por su banda (el muy presente Ivan Ferreiro, Quique González, Vetusta Morla).

Rayo Verde: “A nadie”

Rayo Verde
“A nadie”
autoproducción

El que fuera cantante del grupo La Vieja Escuela y ahora profesor de arquitectura Juanjo Arrizabalaga presenta bajo ese último rayo solar ochentero aquellas forma de cantar, de componer, de elaborar las letras.

Momentos de belleza dulce (“A nadie”), ecos góticos (“Sequía”, “Tan lejos”) y pop (“Memoria”) ¡Que vuelva El Local!

Musical de Nino Bravo:» Bravos, los justos»

Ay, Nino. Si vieras lo que esta compañía ha perpetrado como homenaje, igual te planteabas lo de volver a coger el micro.

Quizás su error haya sido llamarlo ‘musical’. En este espectáculo hay muy poco del West End, Broadway o la Gran Vía y mucho de las maneras de los programas de José Luis Moreno. Cosas de la realización de Fernando Navarrete, curtido en programas como Directísimo o Los Domingos con Norma. La sensación de estar asistiendo a la grabación de Murcia, qué hermosa eres es constante en toda la velada. Lo cual da un toque kitsch al principio y menos divertido al final.

Como en esos espectáculos televisivos, los interludios entre canciones son poco dinámicos y las coreografías son dignas del olvido: Juegos impares, cruces trastabilados. Parecía faltar una bailarina, a la que deseamos una pronta recuperación. O felicidad extrema en su nuevo trabajo de deshollinadora, labor que seguro abrazó tras ver el percal del esperpento. La corta vida de Bravo queda comprimida en un vídeo de dos minutos, cuando en el puesto de merchandising hay paneles con mil detalles.

En idéntico formato pregrabado opinan compositores (Juan Carlos Calderón, Augusto Algeró) y famosos (Karina, Jose Luis Uribarri), en una aportación más simbólica que informativa.

En la ejecución de canciones hay de todo: Lo hace bien el mimético Jose Valhondo. Y sorprende la otra María. Solo apuntaremos que en la máquina de apuestas del bar situado frente al auditorio donostiarra nos pareció ver una apuesta por la que se pagaba una fortuna: «María canta en directo».

La gente de más edad, mayoría en la sala, seguro que disfrutó con ese viaje al pasado, con ese nostálgico paseo valenciano. Pero de ahí a que la entrada al show, al que el Kursaal se le quedó inmenso y no solo a la hora de contar asientos ocupados, valiese cuarenta euros…

ZA: Macumba o muerte

ZA
Macumba o muerte
Acuarela

¿Genialidad o timo? El último producto del I+D de Acuarela navega por una fina línea en la que todas las respuestas son posibles: Cantos de Siberia, post hardcore, improvisación, arabescos, free jazz, post rock.

Las revistas guays les premian como mejor concierto español. Puede que así sea, pero es una ida de olla maja.

La sonrisa de Julia: Pop bipolar

Interpretes: La sonrisa de Julia. Día: 08 mayo 2009. Lugar: Discoteca Bataplan (Donostia). Asistencia: unas 150 personas.

Hubo un tiempo en el que estaba de moda ponerse el nombre del grupo musical siguiendo la fórmula de “miembro corporal + nombre”. Los hubo (y los hay) orejeros donostiarras, soñadores asturianos, mentones bilbaínos.

Y sonrientes amigos de Julia, como los que el viernes tocaron en el Bataplan donostiarra. Una sala que, en esa hora tonta entre la cena y el jolgorio, se mostró como un emplazamiento tan coqueto como agradable para esta suerte de conciertos de media entrada.

Desgraciadamente, o afortunadamente, la banda cántabra que anteanoche piso la capital guipuzcoana poco o nada tiene que ver con el enfoque musical que siguieron sus colegas.

Mientras el resto de compañeros gustaron de abrazar o abrir caminos en el pop radiofónico de seguimiento adolescente, el cuarteto cantábrico maneja unos campos que no siguen la escuela que se le presupone, no hacen honor al formato de nombre seleccionado. Y si algún día lo hizo, ahora, en esta gira de presentación de su nuevo CD titulado “Bipolar”, ya es agua pasada.

No les negaremos cariño por el estribillo. Lo cuidan, lo bordan, lo buscan, lo potencian y lo venden sin ser santo y seña de politono descargable. Tienen canciones “raras” en las listas de éxitos, porque no se empalagan ni huelen a chamusquina de rima amorosa infantil. Temas que consiguen enganchar a extraños, esos que giran la cabeza en el bar de turno para mirar la tele y preguntarse quienes son los cuatro chavales esos de la tele.

Esa diferencia, ese cariño por todos los estilos musicales habidos y por haber, es lo que en el fondo puede lastrar su fórmula. No me entiendan mal, tocan de rechupete y se entregan en el escenario como el artista de estadio aunque delante tengan un reducido número de fans.

Pero en la eterna búsqueda de plasmar los gustos melódicos hay espacio para los detalles de todos los colores: Extractos de Juanes, momentos de hard rock, aires de Beatles, lamentos épicos a lo Muse, pizcas de funky. Formas abiertas que saben integrarse a veces mejor, otras peor, en el conjunto general sin que aquello parezca la verbena del escenario de las fiestas del barrio.

Pensando pensando llegamos a la conclusión, por las formas de entonar, por el tratamiento de las melodías, por el gusto por el pop español alternativo de los 90, que harían muy buena pareja de furgoneta con los ahora (sorprendentemente) encumbrados Vetusta Morla.

No sería mal negocio para los chavales. No ya por las ventas o los aforos completos, sino por encontrar una vía correcta a la que llegar a su público potencial. Cosa harto complicada a día de hoy con la que está cayendo en las discográficas e internetes.

Grand Archives: Caballo ganador

Paseando por los blogs de internet caemos en una crónica sobre el debut de Grand Archives en la que un usuario comenta que “no supera la calidad del debut de Band Of Horses. El disco no es malo. Simplemente mis expectativas eran demasiado altas”.

Unas ilusiones centradas en la banda de caballos que menciona. Formación norteamericana que Mat Brooke (guitarra, voz) abandonó en plena explosión de fama y giras largas para formar estos Grand Archives. Con un listón tan alto, lo fácil hubiera sido seguir la senda de oro. Dar a los oyentes esa melancolía y tristeza que tantos aplausos recibió del público.

Pero Brooke quería hacer una obra más alegre, sin que ello implicara correr rápido sobre los trastes. Un álbum vitalista y contagioso, apoyándose en el enfoque más folk para reivindicar a los Beach Boys o Neil Young.