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Etiqueta: Micah P Hinson

Homeless Festival. Una nueva atracción sonora

The War On Drugs y un Micah P. Hinson que recrea a The Pixies inauguran hoy un festival nómada en el parque de atracciones de Igeldo.

Es una cita distinta. Recuperando la música en lugares cotidianos. Peleando para que las actuaciones sigan siendo algo especial. «Demostrando que existen muchos espacios perfectos para vivir conciertos especiales fuera de los emplazamientos habituales, sean públicos o privados. Homeless significa que no tenemos casa para desarrollar este Festival, sin frivolizar sobre la situación social que esa palabra traduce». Lo explica Sergio G. Cruzado, de la promotora Ginmusic y uno de los organizadores del certamen.

Cada uno o dos meses las actividades de su organización florecerán en espacios conocidos o lugares que nunca acogieron acto musical alguno, con una propuesta que por ahora se situará en Donostia y que contará con bandas internacionales o locales.

Siempre buscando la sorpresa. «Vivimos aletargados y queremos provocar sensaciones nuevas, activar al público». Y al funcionariado. «Deseamos pelear por una ciudad que deje hacer. Que esté viva para que cualquiera pueda programar o acceder a un espacio público abierto o cerrado. Permitiendo la autogestión cultural, la flexibilidad en las normativas. Viajas a cualquier país del norte de Europa y hay música en directo en los cafés, calles peatonales, parques… Aquí ha interesado más aprovecharse políticamente de la Capitalidad Cultural que de generar una cultura real de base».

Y para darle altura a esta base, nada como agenciarse el parque de atracciones de Igeldo como primera huella de actividad. Allí se celebrará hoy el primero de estos festivales, con claro gusto norteamericano. The War on Drugs y Micah P Hinson son los protagonistas de un certamen que guarda celosamente la ubicación física de su montaje. «No va a ser un escenario con alas, ni Micah va a estar dentro de un coche del Cosmicar. Pero me gusta que la gente recupere sus imágenes del parque de atracciones y se imagine posibles espacios», dice Sergio.

Micah P Hinson: El jazzero solitario

Intérpretes: Micah P Hinson (guitarra, voz) Nick Phelps (Ukelele, batería), Justin Cope (bajo, teclado). Lugar: Teatro Victoria Eugenia. Día: 22 de julio. Asistencia: unas 700 personas.

Micah había comenzado aquel tema como cualquier otro, pulsando las cuerdas de su guitarra mientras su espectacular voz comenzaba una grave letanía.

Transcurridas un par de estrofas el artista decidió parar, y soltar en un inglés acelerado otro de los capítulos de su docudrama existencial. Arreglado un entuerto, el texano volvió a arrancar el himno. Cantándolo con una expresividad completamente distinta. Fue en ese momento cuando lo vi claro: Hinson es un genio.

Al tipo le sobran las estructuras repetitivas de las canciones. Vive al segundo, reconstruyendo cada estrofa, su vida, según sus pulsiones.

Por eso se pasó por el forro su anuncio de no presentar ningún tema del futuro CD de versiones para acabar tocando al menos tres de ellos. Tan solo dijo una verdad que pudo mantener hasta el final: “Los conciertos dependen de cómo me sienta en esos momentos”.

Tras media hora en solitario que puso los pelos como escarpias (a unos por los innumerables parones y la sensación de estar en un ensayo abierto, a otros por la profundidad emocional de la voz del norteamericano), los socios fueron apareciendo en escena.

Will Johnson, Micah P. Hinson: Silencio, por favor

Intérpretes: Will Johnson, Micah P. Hinson. Día: 18 enero 2007. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia).Asistencia: lleno, unas 600 personas

Gozoso llenazo el del pasado jueves para ver a dos perlas de la inagotable cantera del indie-folk norteamericano: Will Johnson y Micah P. Hinson.

Al primero de ellos se lo comió el público. Bueno, sus murmullos. La sala parecía Tokio en hora punta, lo cual afectó negativamente al intimismo de la actuación. Delicado y popero, el texano ofertó lo más azucarado que no almibarado de su extenso repertorio (tiene más de diez discos) y buscó el enganche con el público en más de una ocasión, sabedor que estaba predicando en el desierto.

Mejor le fue al otro vaquero de la noche, Micah P. Hinson, quién consiguió dejar el auditorio en completo silencio. El hombre que no comía peces con cabeza (Micah dixit) ha decidido teñir la emoción que desprenden sus grabaciones y convertir el escenario en un divertimento: Acelera los tiempos, pisa el pedal de la distorsión, le arrea al punk, se viste de country purista.

¿El cambio es a mejor? La asistencia pareció confirmarlo. Hinson mantiene el tipo y sigue teniendo una voz prodigiosa y conmovedora. Pero el viejo y torturado Micah, el que con un par de acordes y esos tonos malditos conseguía en sus discos hacerte feliz, simplemente me gustaba más.

Micah P Hinson: «And the Opera Circuit»

Micah P Hinson
«and the Opera Circuit»
[Sketchbook/Houston Party]

Tremebundo el nuevo CD del dolorido cantautor norteamericano. Pasen por la web de sus sello Houston Party y alucinarán con la historia que rodea este trabajo en el que Micah sigue siendo un tsunami de gravedad vocal, con Leonard Cohen muy presente. En lo musical todo es más folky, menos fresco pero más abierto que en anteriores discos.

Micah P Hinson en el Gazteleku de Zarauz

Micah P Hinson
Lugar: Gazteleku (Zarauz)
Asistencia: unas 100 personas

Abarrotada estaba la sala (el aula, mejor dicho) zarauztarra el pasado domingo para escuchar las lamentaciones afectivas del estadounidense Micah P. Hinson. El concierto cerraba la programación foral Gaztemaniak! hasta después del verano.

Hinson había llenado los periódicos de palabras pomposas con motivo de su disco “And the Gospel of Progress“. Críticas que se elevaron tras su paso por el Festival barcelonés Primavera Sound.

En la “mini-sala” gipuzcoana nos arremolinamos para disfrutar del “post-folk” de Micah: Músicas que nacían simples y explotaban enérgicamente, para más tarde volver la calma. Con la única compañía sobre el escenario de un buen bajista y un batería efectivo.

El autor norteamericano tiene un estilo único a la hora de cantar. Será que el pasado (y el de este joven de 24 años es bastante tremebundo) marca a fuego a la hora de inspirar. La actuación fue correcta, salvo algunos deshilados cierres de canciones.

Se nos hizo corto (60 minutos contados, con versión de John Denver), y pareció que el artista llegaba al final de su gira peninsular algo desfondado, cosa que no ocurre cuando el CD da vueltas en casa. Aún y todo, un concierto recomendable.

Micah P Hinson: Desgarro folk

Como todos los años por estas fechas, el mastodóntico festival musical barcelonés Primavera Sound, autentico estrellato de cometas florecientes, astros bien asentados (y alguna que otra supernova recuperada para la ocasión) deja una estela de actuaciones a lo largo de la península.

La propuesta foral Gaztemaniak! suele estar al quite, y en esta ocasión se trae a Zarautz al sentido Micah P Hinson para que los que no hayamos podido escaparnos al magno evento catalán disfrutemos con uno de sus más interesantes artistas.

La cita con Hinson será en el Gazteleku este domingo 29 de Mayo, a las 20.00 horas. Estaba previsto que la banda Entrance abriera los conciertos de la gira del atormentado chico de Texas, pero al final se han bajado de la furgoneta.

De la nada pareció salir el norteamericano Micah con una sobria y desconcertante colección de canciones llamada “And the Gospel of Progress” (Houston Party, 2004). El adjetivo “descorazonador” parece haberse inventado para este músico. Más allá de las sencillas y crudas composiciones que caracterizan el debut de Hinson, hay algo en su voz que suena roto, a punto de explotar, a medio camino entre el sollozo y el grito. Hinson limpia su alma en esas letras que suenan suaves y llevan pólvora dentro.

Claro que si echamos un vistazo a la historia de Micah entenderemos un poco mejor la luz que guía estas abatidas canciones. El cantante comienza a despuntar en la escena musical de Texas a finales de los 90 cuando conoce a una desamparada viuda que había sido portada del Vogue y también una gran fan de los barbitúricos.

La “viuda negra”, como así la llama ahora nuestro artista, le deshizo la vida, “regalándole” una estancia en la cárcel por falsificación de recetas médicas. (“Perdí mi coche, mi casa, todo lo relacionado con la música como las guitarras y el equipo de grabación. Bueno, y por extensión, perdí todo contacto con mi familia”, explica Hinson en la web de su sello, www.sketchbookrecords.com).

Tras unos cuantos tumbos, vuelve a florecer su vena creativa y construye canciones en una especie de catarsis, exorcizando sus demonios en las letras y músicas que compondrían su debut “And The Gospel Of Progress” (y el recientemente editado ‘The Baby and the Satellite’). El disco fue bendecido con honrosas menciones en la lista de lo mejor del pasado año 2004 de Uncut, Time Out y la importante cadena de tiendas Rough Trade.

No hay más que sentir la tristeza que se desprende de composiciones como “I still remember” o “Youself Asleep Again” para darse cuenta que estamos ante un autor distinto que gusta de elaborar canciones con libertinas estructuras.

Las letras y las ganas de comunicar parecen guiar a Hinson a lo largo del disco, mientras sus composiciones suelen seguir el ya mencionado patrón variable.

Lo musical suena en una especie de crescendo que suele comenzar con una guitarra acústica y acaba con toda una banda que se encarga de ejecutar los detallistas arreglos.

Ahí tenemos como explícito ejemplo “You Lost Sight On Me” o “I Still Remember”, un tema que comienza como si Will Oldham tuviera un día optimista, para súbitamente explotar como Built To Spill y quedarse con un piano y 2 flautas sobre una voz apesadumbrada. Nadie dijo que musicar las tormentas de sentimientos tenía que estar estructurado.

Todo parece simple en los temas de Micah P. Hinson. “Beneath The Rose” se elabora sobre un par de arpegios y la denuncia personal florece sobre los 4 acordes desgarradores de “On My Way”. Ambas nos traen a la memoria al Will Oldham de los Palace Brothers. “The Possibilities”, una gozada de inspiración folk, es puro Nick Drake, con una flauta heredada de las canciones del desaparecido autor británico.

Hay más nombres para ubicar al norteamericano. El prolífico Devendra Banhart debe estar en lo más alto de esa lista (“Stand In My Way” y la preciosa “Caught in Between” así lo demuestran). No es por ello extraño que ambos, Banhart y Hinson, compartan gira británica a partir de la semana que viene.