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Mes: octubre 2006

Sugan: «Sugan»

SUGAN
«Sugan»
Elkar

Debut de estos jóvenes beasaindarras (ojo, que hay otro grupo folk de nombre similar). Vienen dispuestos a seducir a las generaciones post-Betizu con sus melodías radiofónicas y reivindicativas, en una fusión rock-pop de frescura maquetera.

La nave la ha dirigido J.C. Pérez, pero los oídos adultos no lo notan en exceso.

Micah P Hinson: «And the Opera Circuit»

Micah P Hinson
«and the Opera Circuit»
[Sketchbook/Houston Party]

Tremebundo el nuevo CD del dolorido cantautor norteamericano. Pasen por la web de sus sello Houston Party y alucinarán con la historia que rodea este trabajo en el que Micah sigue siendo un tsunami de gravedad vocal, con Leonard Cohen muy presente. En lo musical todo es más folky, menos fresco pero más abierto que en anteriores discos.

Javier López Altuna:“El público no tiene costumbre de comprar arte, y cuesta menos que una cena o una camiseta”

El artista donostiarra reúne en la muestra “shelter” sus defensas del espacio personal, en una exposición que sirve de despedida a la galería Drum.

Lejos de ver los toros desde la barrera, el artista Javier López Altuna (Donostia, 1955) ha estado los últimos años dirigiendo la programación de la galería situada en la donostiarra tienda de discos Drum.

López, tras estudiar en París y Londres en sus años mozos y trabajar en catálogos de arte, imágenes corporativas y cientos de proyectos de carácter gráfico, sigue defendiendo la necesidad de imaginar un espacio propio, mental o real. El suyo estará a los ojos del público hasta el 28 de Noviembre bajo el título de “Shelter” (refugio).

Precisamente, esta exposición servirá para echar el cierre definitivo a su “cobijo” particular tras 36 meses de intensa vida y legar sus paredes a las obras de treinta artistas.

Se cierra Drum.
Drum es un shelter, un pequeño refugio que no ha resistido el huracán Emule/Fnac.

¿Está chungo el tema galerista?

Ser galerista aquí es dificilísimo. Al margen de coleccionistas o instituciones, el público no tiene costumbre de comprar arte, ni siquiera cuando es de calidad y cuesta menos que una cena o una camiseta.

¿Cual ha sido el artista que más te ha gustado de los que han pasado por tu sala?

La propuesta de Titty Thursberg me ha encantado.

¿Qué otros artistas te interesan?

Juan Chillida, los Matximbarrena, Diego Vasallo, Blami, Lanzagorta. También gente como Azucena Vieites o Manu Muniategi. Y mundiales como Bacon, Basquiat, Twombly, Kawamata o Mario Merz.

¿Qué podremos ver en tu colección de obras?

La idea que busco plasmar es la siguiente: Empezamos pidiendo clavos y tablas a los mayores para construir una cabaña y terminamos pidiendo dinero al banco para comprar una casa. Entre esos dos momentos permanece la necesidad de imaginar un espacio propio. “Shelter” es una exposición que agrupa una serie de dibujos relacionados con esta idea, esbozando recuerdos o proyectos inconsistentes y efímeros.

¿Qué técnicas has utilizado?

Una técnica precaria, que propicia el aspecto escueto de los dibujos: grafito y acrílico blanco sobre madera o cartón.

¿Cual era tu refugio?

En el levante que yo tenía encima de la peluquería de mi madre, en la calle San Marcial, fui descubriendo y organizando mi propio espacio físico y mental con Hendrix, Dylan, The Band, Richie Havens, John Mayall,… Yo me esforzaba por traducir las letras del inglés y descifrar los mensajes de aquella gente con aquellas pintas.

Supongo que París y Londres habrán enriquecido ese habitáculo propio.

Esas grandes ciudades me enseñaron a no querer vivir allí, a volver a mi shelter y también que el flujo de información y de estímulos exteriores es tan grande que al final es tan importante seleccionar como buscar.

En tus búsquedas creativas, llegaste a ejercer de “estilista” en estas páginas, con aquella novedosa sección de moda.

Yo hacía grafismo para estampados textiles, y esta relación con la moda me dio la ocasión de hablar de moda en el Dvorame. Gracias a aquello conocí a gente como Palacio o Lemoniez, y colaboré en la tele como estilista. Estuvo muy bien.

¿Nos sabemos vestir en Donostia?
Y yo que sé.

¿Y las empresas saben vestir sus logotipos y resto de imaginería?

Saben que merece la pena prestar atención a una buena comunicación visual, que ya es algo.

¿Cómo está el tema gráfico en ese campo?

Yo creo que se abren mucho más y, en general, valoran mucho el resultado. Otra cosa es les cueste dedicar tiempo y atención al proceso de trabajo. Prefieren que tu soluciones todo y olvidarse del tema. No se dan cuenta de lo valioso de su aportación.

¿ Cual será a partir de ahora tu refugio, una vez cerrado Drum?

El espacio propio de cada uno está en su cabeza, en su interior.

¿Es el arte un refugio para ti?

Para mí el arte es EL refugio, con mayúsculas.

Quique González: Honestidad brutal

El madrileño presenta hoy en Bilbo y mañana en Donostia “Ajuste de Cuentas”, un CD grabado en concierto en el que reúne lo mejor de sus cinco discos.

Seleccionó 22 canciones de las 80 que ha compuesto en su carrera para sí mismo o para otros autores como Miguel Ríos, Los Secretos, Luz Casal y Jorge Drexler. Preparó cuatro nuevas temas (“A cara de perro», «Por la borda», «Caminando en círculos» y «Arañazos de piel roja») y se encerró con sus Taxidrivers en un plató de Madrid para registrar su primer disco en concierto (y DVD adjunto): “Ajuste de Cuentas”.

El nuevo CD de este creador (“soy persona, compositor, cantante, guitarrista y teclista ocasional. Un artesano de mi oficio, la música“) podía haberse titulado “Honestidad brutal”, si Andrés Calamaro no se le hubiera adelantado.

Porque Quique no ha dudado a la hora de abandonar una multinacional, crear su propia casa discográfica y luego, extenuado por todo el trabajo paralelo que conlleva, aterrizar en DRO para debutar con uno de esos discos que tanto le gustan. “Adoro los conciertos grabados, desde alguno de Dylan en los 70, hasta el de Lucinda Williams en el Fillmore, el último de Wilco o el gran “The Last Waltz” de The Band”.

Y, como el propio Calamaro o ese Jorge Drexler que ha colaborado en “Ajuste de cuentas”, González ha sabido traer a la península lo mejor de los dos hemisferios norteamericanos. Del Sur se queda con los juegos castellano-dylanianos que los argentinos han hecho famosos por su dulzura y toques acústicos.

Lo que le diferencia de los creadores sudamericanos es su amor por al Norteamérica musical, por esos guitarreos de espalda ladeada que clásicos como Tom Petty o Bruce Springsteen han institucionalizado, esas guitarras de acordes sencillos y algo sucios que se cuelan en nuestra casa como hojas en la ventisca.

Todas estas influencias, en versión eléctrica o en arranque desenchufado, se disfrutan en las dos horas que duran sus conciertos.”Vais a llevaros una sorpresa. Esta gira es el “desajuste total” porque le hemos dado la vuelta al sonido del disco, tocamos mucho más eléctricos, y hemos renovado el repertorio para dar paso a temas que hacía años que no tocaba“.

En el nuevo CD los invitados son de altura: Bunbury, Iván Ferreiro y un Miguel Ríos que lo clava en el tema “Te lo dije” elevan aún más el contenido del disco. Solo faltan los chicos de Bide Ertzean (aunque Joserra Semperena haya tocado los teclados en “Ajuste de Cuentas”). ”Con ellos he grabado este verano una canción de su nuevo trabajo”.

Underwater Tea Party:»Suburban Metronome»

UNDERWATER TEA PARTY
SUBURBAN METRONOME
JUNK RECORDS

El donostiarra Mikel Alberdi (Sixtynine Million Inches) también guitarrea en Underwater Tea Party, quienes se bautizan con «Suburban Metronome».

UTP presenta influencias que se van repartiendo canción a canción (Stereolab, Belle and Sebastian, Yo La Tengo), con la voz de Clara Martínez abrigándolo todo en este bello debut.

Cool Panic: Frescura rock

El quinteto guipuzcoano Cool Panic anda estos días presentando el tercero de sus trabajos musicales.

El CD se llama “Nowhere Heart” y es un (gran) paso adelante en la búsqueda de un universo musical propio. Mañana sábado se hacen la A-1 en su furgoneta para presentarlo en el FNAC donostiarra.

En este nuevo trabajo sigue habiendo punk-rock y el clasicismo rock de fondo de armario. Abundan los medios tiempos con alguna bella canción desértica como complemento. El sonido es pulcro y cristalino en la decena de canciones que se editan bajo el paraguas de GP Producciones.

No sería complicado ver paralelismos entre este disco y aquel de Señor No que se grabó a las ordenes de Carlos Goñi (Revolver). “La verdad es que este disco nos gusta como suena. Y tienes razón, ahora está mucho más cuidado: hemos metido más guitarras acústicas, las canciones son más cortas y mejor definidas, las melodías están más cuidadas. Aunque mantiene su parte enérgica“.

Es la sección de composiciones relajadas la que más nos agradable cuando uno se sienta a escuchar la nueva colección sonora de estos guipuzcoanos. “Creo que los medios tiempos en un disco dan mogollón de frescura. Hoy en día ponerme a escuchar un disco que esté dando caña de principio a fin me agobia un poco. Me gusta que se creen atmósferas sónicas diferentes. Eso se ve claramente en grupos como Sonic Youth o la Velvet Underground “.

Su querida Buenavista y el rock sesentero y setetero aportan la ración de rabieta y suciedad a otra buena porción de “Nowhere Heart”. El primero de los singles de este CD, “Show Me The Way”, sirve de puente entre ambos ríos rítmicos. El tema acaba de empezar a sonar en la radio pública vasca, y pronto habrá videoclip disponible.

Nosotros nos atrevemos a opinar que “Gamblin´ Man” hubiera sido más potente como pastilla de lanzamiento. ”Supongo que te gusta la mala ostia que Itziar le pone a la voz¿no?. Unos prefieren ‘Runaway’, otros ‘French Perfume’ y hasta nos han sugerido que la mejor es la punkarra ‘So Bad’”.

Puestos a jugar a la Jukebox, no podemos olvidar la bonita “Kiss Me Away”, una especie de mezcla imposible entre Anari y Mark Lanegan que huele a desierto cercano. La autora guipuzcoana también sale nombrada en nuestra charla cuando les preguntamos sobre sus tres compositores femeninos. ”Anari, Fernando Alfaro y Bob Dylan”. Diversidad estilística, ante todo.

Una pluralidad que puede despistar al personal. El paseo entre la pausa a lo Mark Lanegan y la potencia de sus viejas influencias puede dejarles, como el título de su disco indica, en tierra de nadie. “No somos ni demasiado punks ni garageros, siniestros, misteriosos o popis. Nuestra seña de identidad es la actitud, haber sacado tres discos, seguir cantando en inglés. Y, en nuestra opinión, ser un referente de frescura en el panorama musical de nuestro alrededor“.

Es precisamente ese alrededor más cercano a los autores, Bergara, nuestro siguiente punto en la entrevista. Les tanteamos sobre la movida musical en la noble villa. ”Cada día nacen nuevas bandas, disponemos de un Gaztetxe de puta madre y buenas salas de conciertos. Sin embargo, el interés de la política sociocultural del pueblo se centra más en el fútbol local, las piscinas de presupuestos millonarios y los conjuntos corales. Supongo que hace falta una banda de nombre, tipo “Alaitz eta Maider”, para que el Ayuntamiento se de cuenta de la cultura musical que desde hace muchos años existe en el pueblo”.

Mallabia, Bergara y Burgos son las próximas fechas de presentación de el nuevo trabajo de Cool Panic. “Supongo que después vendrán Madrid y el resto del estado. Lo cierto es que nos gustaría tocar más a menudo, pero aunque tengas tres discos en las tiendas, el tema de los conciertos está complicado”.

Ana Torroja: Nostalgia al cubo

Intérpretes: Ana Torroja (voz), Mikel Irazoki (bajo), Pedro Hoyuelos (teclados), Yuri Nogueira (batería), Pedro Andrea (guitarra), David Palau (guitarra), Judith Belmonte (coros), Sandra Borrego (coros).Fecha: 13 octubre 2006. Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Asistencia: lleno, unas 1800 personas

Antes del concierto de Ana Torroja en el Kursaal nos acercamos a un bar para tomarnos un refresco. Justo detrás nuestro se encontraba una cuadrilla que, no sin sorna, jugaba a poner nombre a la enésima recuperación de los temas del trío compuesto por los hermanos Cano y la propia señora Torroja.

Por allí escuchamos buenas frases: «Que pesado, siempre pensando en el pasado», «No es serio», «Me cuesta tanto olvidarte». Puede entenderse que la vuelta de Ana Torroja a los escenarios con las canciones de su viejo grupo tenga un cariz económico, que ésta sea una gira de las llamadas «alimentarias».

La dama está en su derecho. Pero es innegable que Ana parece estar de acuerdo con la frase que su antiguo socio, Nacho Cano, dejó para la posteridad con motivo de la publicación de su primer CD en solitario: «Este disco va a llenar un espacio del pop español que hasta ahora estaba vacío: mis bolsillos».

Todos estos pensamientos negativos chocaban ante el muro invisible de la entrada del Auditorio Kursaal, por el que sólo pasaban adoradores de los viejos temas de Mecano. Unos asistentes que reventaron la sala con ganas de pegarse un baño de nostalgia escuchando los innumerables éxitos de la ya desaparecida banda peninsular. Ocupando los asientos vimos mucha niña (mona y no mona), pero ninguna sola. Algunas habían respondido a la llamada de «vamos a hacer cena de BUP», momento en que les pilló el Boom Mecano. El resto, colgadas del brazo del noviete sufridor.

Lo primero que sorprende es el montaje escénico. Un conjunto de desniveles y juegos de luces que parecen nacidos para desplegarse
en un gran estadio pero que en nuestro Kursaal quedaban algo apretados. Todo muy grandioso, con pantallas y focos que pasan por los ojos del público.

¿Las canciones? Pues tocan la fibra, porque están muy dentro del cerebro del oyente. Han entrado en nuestra adolescencia, cuando la cabeza era una esponja. Los temas sonarían geniales hasta tocados por la Orquesta Nacional de Balalaika. Nadie puede negar que eran temas exitosos, sí, pero con gusto por el riesgo.

En lineas generales la fórmula musical es bastante continuista. Aunque los temas más animados quedaban engullidos por ese «stadium rock» de guitarras agudas. Era precisamente cuando la fiera se relajaba cuando más se disfrutaba de la voz de
Ana Torroja. Un timbre que parece no haber variado un ápice con el paso de los años.

La lista de canciones fue subiendo de intensidad, acumulando un acierto tras otro. Algo nada difícil cuando se tienen tantas dianas en la recámara. Quizás sorprendió (lo siento, no he visto el musical) la cabaretera versión de «Maquillaje». Pero en el fondo daba igual. La gente salió encantada de lo que vio, escuchó, coreó y saltó. A fin de cuentas, ésa era la función de este concierto, ¿no?

El Hijo: «Canciones Gringas»

El Hijo
«Canciones Gringas»
Acuarela Discos

Grandiosidad o ampulosidad. Dos términos que parecen decir lo mismo, pero no lo hacen.

Me pregunto si Abel Hernandez, el lider del grupo El Hijo, los tendrá claros. Su nuevo EP recoge cuatro versiones que navegan con sobredosis de Nacho Vegas entre las que destaca por simple y cercana el «Era joven cuando me fui», de Bob Dylan.