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Categoría: Reportajes

Semana Grande 2008: De pompa madre

Magia y diversos espectáculos musicales ocupan la sesión nocturna del Kiosko del Boulevard.

Con los astifinos de fuego echando las últimas chispas, y tras cruzarnos con el enésimo cruce de opiniones en un bidegorri de la Concha repleto de gente (“es carril bici”, “sí, pero tiene preferencia peatonal” es ya un clásico en la sonoridad del paseo), llegamos al Bule con intención de ver “Made in JaBón”, un espectáculo que prometía fusionar magia, humor y detergente juguetón.

La compañía compuesta por Javier Urbina y David Vega adaptó su obra al formato de calle con simplicidad ejecutante, olvidando los tubos alambicados y las luces alógenas en su estudio madrileño. La noche arrancó gestual, con los actores corriendo de un sitio a otro entre músicas de Indiana Jones y La Pantera Rosa.

Digno de un cumpleaños ajardinado de casa adosada, el espectáculo conectó con los pocos niños presentes. Quizás no sean horas para una obra dirigida a todos los públicos (pequeños). A pesar de la minoría, cuatro infantes colaboraron en los sencillos juegos de magia que protagonizaron esta primera parte, donde los pañuelos desaparecían de unos cucuruchos de cartón para aparecer unidos en un único trapo.

La segunda sección tuvo como protagonistas a las pompas de jabón. Realizadas con las propias manos, arandelas de diferentes tamaños o unas cuerdas de hasta dos metros de diámetro. Lástima que por motivos que se nos escapan muchas de esas burbujas –sobre todo las más grandes- no completaran su realización.

Contagiados por los recientes fuegos, muchos de los presentes (que, todo hay que decirlo, fueron menguando como la vida de la forma jabonosa) respondieron con “oohs” a los primeros grandes ejemplos de material limpiador. A mi lado, un niño repetía la frase que su padre le había enseñado: “Aita, esto está de pompa madre”. El progenitor, no muy confiado en que el dicho durara así de casto mucho tiempo, le miraba mientras recordaba la frase municipal de “cuando acabe la obra, nacerán sonrisas” (¿de alivio?) y la compañía se despedía metiéndose en una pompa que, como buena parte del resto de la velada, no llegó a rematarse.

Concurso Pop-Rock Ciudad de San Sebastián: Bandas finalistas

Grises Sueños

La banda ubicada en la termal Zestoa (“ciudad donde nació Lin Ton Taun. Hay bastante marcha musical por la zona”) rondan los 30 años y llegan a esta fase definitiva por segunda vez. Hace 2 años ocuparon el tercer cajón del medallero. “La experiencia estuvo bien. Creo que el grupo ha llegado a su madurez y a un sonido más personal, lo que nos da mayor seguridad en lo que hacemos”.

Eñaut Gaztañaga (Voz, guitarras y programaciones), Amancay Gaztañaga (coros y violines), Alejandro Orbegozo (sintetizadores), Raúl Olaizola (bajo) y Antonio Diniz (batería) han dejado atrás el toque más industrial de sus composiciones para hacerlas más bailables y menos oscuras. Como pista apuntamos las formaciones que nos han dado como referencia de su oferta musical: Placebo, The Killers y Depeche Mode.

Trainsalpine Boys en Iceland
Flavio Bantera (guitarra, voz) vino de Erasmus a nuestra ciudad y sintió “la necesidad de estar más tiempo alejado de mis raíces. Creo que me pasé”. Junto con Oskar Benas (guitarra, voz), colaborador de Fermin Muguruza y otras formaciones irundarras, formó la versión acústica de estos transalpinos que completan ahora su formación con Luis Castrillo (bateria) y Gaizka Rodríguez (bajo).

Algunos de ellos ya saben lo que es llevarse un premio de este certamen como miembros de bandas ya extintas: ILL y Symbium Pandora. Ahora realizan una mezcla de pop sesentero patrio con toques ácidos y fórmulas directas. Sin olvidar esa forma de cantar que sutilmente te transporta al país de Berlusconi. “Es un homenaje sentido a nuestros queridos Gabinete Caligari mas psicotrópicos”, afirma Benas.

Plastic

La propuesta más directamente brit de la terna de elegidas. Con un pie en el pasado mod de su ciudad (“No queremos recoger ningún testigo, aunque queda claro escuchando nuestras canciones que grupos como The Who y The Jam están entre nuestros preferidos”) y otro en las melódicas composiciones de Ocean Colour Scene, The Charlatans o los Oasis menos chulapos, Plastic son la revelación del concurso pop-rock donostiarra.

Iñigo Manchado (voz), Jose Fernandez (guitarra, coros), Alberto Magariño (bajo) y
Oscar Fernandez (batería) llevan solo un año y medio ensayando juntos. “Las cosas no nos pueden ir mejor. En poco tiempo hemos aparecido en dos televisiones locales y hemos dado 10 conciertos por gran parte de la provincia, Navarra y Madrid. Y ahora estamos en la final donostiarra”.

Kings Of Convencience: Día de reyes

Hay que tener valor (y el termostato roto) para venirse de Noruega a tocar a la cálida Donostia y plantarse sobre el escenario con un jersey. Vale que fuera una chulada de prenda, sobre todo en la percha del díscolo Erlend “Wally” Øye. Pero sorprendía ver a Kings Of Convencience tan vestiditos sobre el tablado playero. Lo que no sorprendió tanto fue la bella estampa pop que ofrecieron. Si esto es el dichoso debate sobre el futuro del Jazzaldia, bienvenido sea.

Muy cabezotas con el tema de las fotos (prohibición total para los reporteros gráficos, toda imagen que vean del concierto será furtiva), la estampa resultó casi cómica: El responsable de Prensa indicándonos nervioso que si el dúo veía un flash se iba directo al hotel, y decenas de móviles y cámaras caseras disparando sus instantáneas a su espalda.

En lo estrictamente musical el concierto fue una gozada. El tierno pop folkie del dúo abrigó a los numerosos asistentes (entre los que estaba el ex seleccionador nacional de baloncesto Pepu Hernandez) en una propuesta que resultó más atractiva si cabe cuando los protagonistas actuaron con la sola compañía de dos guitarras acústicas.

En el paseo nos topamos con la banda de Anthony Braxton. Algunos se quedaron con las ganas de trasmitirles sus opiniones sobre su show, pero a la manera contemporánea: Dándoles las vocales y las consonantes recortadas y sueltas, tirándolas al aire y dejando que ellos las cogieran al vuelo. Han demostrado mucho arte en eso de reconstruir para crear mensajes novedosos.

Lo de Defunkt en el Teatro Victoria Eugenia fue una parranda en toda regla a la que le sobraron los asientos. La gente se levantó como un resorte, ocupando por momentos el pasillo lateral del patio de butacas. La mezcla de músicos añejos con compañeros jovenzuelos -entre los que destacaba un batería soberbio- consiguieron mantener la tensión bailonga y avivar el sonido negro de los años 70.

Jazzaldia 2008: Homo Jazzaldius

Visera: Hasta que las pamelas de ascott no se expandan por elmundo, el usuario jazzero llevará su pelo o la ausencia del mismo libre al viento. La mayoría de los actos de la semana suelen ser a cubierto, o con el sol despidiéndose por el horizonte. Otra cosa es que la empresa publicitaria principal regale troqueladas sombras. Niños y mayores (y más mayores aún) lucirán su integradora txapela.

Aviso a principiantes: Los que llevan visera no son los regidores que, sin venir aparentemente a cuento, se ponen a aplaudir en mitad de una canción. El jazz tiene esas cosas de libre expresión en las que se apoya a una parte concreta de una canción que para usted no era nada destacable. No se preocupe, con el paso de los años y las visitas al Jazzaldia usted alcanzará el valor y el bagaje necesarios como para inaugurar dicha marea de salvas. O dejarse llevar por ella cual corriente marina de la Zurriola. Si es un recién llegado y tiene su agenda llena de actos de pago, no estaría de más que se hiciera una inmersión cultural a un nivel más adelantado y se planteara ponerse tacos de pelotari en las manos. Que aquí se aplaude a rabiar y palmas no hay más que dos. De nada.

Aviso a principiantes con niños: Por más que sea un espacio al aire libre y no haya señalizaciones que indiquen los contrario, las terrazas del Kursaal no son inmensos txiki parks con un hilo musical de calidad. Acepte con resignación que alguien, en un momento determinado del día o la noche, le indique que las series de sillas de la carpa interior no son recorridos de karts con patas, o que el Sol agudo de su enternecedor retoño no pega excesivamente con el tono grave del contrabajo, por más que el jazz ande habitualmente por parajes melódicos libertinos y poco habituales.

Gafas: Adiós las gafas inmensas. Vuelven los 80 y los armazones de cartulina, así que los músicos actuantes tocarán ante una audiencia repleta de “steviewonders” y “riskybusinesses”.

Camiseta: La oficial del evento va aumentando su popularidad según pasan los días, aunque cala más en visitantes que en locales. Entre los nuestros habrá más camisetas olímpicas que de apoyo al Tibet, y sobre todas ellas el polo que inunda nuestros paseos veraniegos. Nada de estreno, que es fácil que se nos caiga alguna gota del helado.

Pantalón: La prenda más relevante. Debe valer para el cortado de la tarde, el paseo entre pintxos (curioso, aún no hay costumbre de pagar con tarjeta en estos garitos alimentarios) y sentarse en la playa o en el pretil exterior de las terrazas de los cubos a ver los actos gratuitos. La necesidad de unir elegancia y practicidad hacen que los vaqueros se impongan a shorts y otros estilos perroflauteros. El Homo Jazzerus es más urbanita que hippie, por más que muchos conciertos se celebren en la arena.

Los poseedores de los pantalones anchos de antaño, esas prendas que debían contar con bolsillos anchos para poder meter los CDs y que ahora han quedado obsoletos por falta de uso, aprovechan las virtudes de los mismos para meter los vasos reutilizables en los que se toman sus tragos. El stand de venta de CDs ha quedado a medio camino entre la tienda de anticuario y el puesto de souvenirs.

Calzado: Pocos blannick sobre la alfombra gris del cemento donostiarra y la roja de teatros y auditorios. Debe ser una de las pocas ocasiones en la vida en la que los seguratas y picadores de entradas dejan pasar a gente con chancletas. Cuidado con los cambios de temperatura. El frescor del Kursaal choca con las calentura exterior. Y hay rumores de que si Jarrett escucha un tintinear de dientes suspende el acto ipso facto.

Yosigo: Cine instantáneo

Cada ciudad es un mundo. El local comparte su desidia interna con ella, pero muestra un gran orgullo turístico. El visitante la fotografía y, en el caso de Donostia, se la come y se la bebe. Millones de estampas de las playas, los cubos y resto de lugares «emblemáticos» de nuestra capital ilustran marcos y pantallas de ordenador. Es lo habitual, lo que hay que hacer. Pero ninguna de esas imágenes podría haber venido de la cámara de Yosigo.

Autodidacta, con ese arte que sólo la inquietud enseña, con la ausencia de vergüenza y vulgaridad impresa en cada click y en cada tratamiento photoshopero posterior, el donostiarra José Javier Serrano (Donostia, 1981) consigue una abstracción total. El autor nos muestra una Donostia única, no ya por los brillos o los encuadres ni por unos preciosos fondos que en el caso que nos ocupa suelen venir brumosos, sino por conseguir lo que nadie más hace: hacernos invisibles en el momento de la instantánea.

El autor que ahora expone en la Casa de Cultura Ernest Lluch de amara consigue que veamos sus imágenes como un secreto, como esa mirada perdida desde la mirilla de la puerta en el que el lado cerrado y prohibido no sabe que está siendo descubierto.

Sin malicias ni voyeurismos incómodos, dejando los morbos para el resto de nuestra vida visual/televisiva, el autor espera, paciente, a que se dé el momento, y retrata elegante y de manera exclusiva una ciudad y unas gentes anónimas cuya belleza y espontaneidad vienen de su propio ensimismamiento.

Su reconocimiento es tan real como intangible. Ahí están las miles de personas que aplauden su buen ojo en su cuenta Flickr.com a diario. Acto que extiende la paradoja actual entre el éxito en los mundos virtuales y los pequeños o primerizos pasos de los mundos reales de exposiciones y visitantes físicos.

Goddard decía que «La fotografía es verdad. Y el cine es verdad 24 veces por segundo». En el caso de Yosigo, es cine instantáneo de un solo flash.

Yosigo: Primera exposición en Donostia

Tras su éxito en internet, el artista donostiarra Yosigo expone por primera vez en los mundos físicos.

El espíritu libre de Yosigo y la perfección de sus magnéticas imágenes nos muestra una Donostia conocida y reconocible pero extrañamente retratada, repleta de soledad y colores fríos.

Sensaciones potenciadas con los distintos retoques fotográficos, efectos que no buscan estilizar las figuras sino imprimir más contundencia a las estampas.

Como el propio autor nos indica, “Lo mejor de la opción digital es que te permite ver al momento el resultado, manipularlo a tu gusto, jugar con los colores, dar a las fotos tonos más suaves. Es una herramienta como otra cualquiera para poder expresarte. Entiendo la fotografía como un lenguaje visual con multitud de aplicaciones. Puedes conseguir transmitir frío, calor, orden, caos, misterio“.

Frialdad, palabra manida para definir las bellas y singulares estampas que este estudiante y diseñador gráfico de gustos autodidactas (“En el Instituto Vasco de Fotografía me enseñaron que las reglas de la fotografía hay que conocerlas para poder saltártelas”) toma de los sitios por los que viaja y en los txokos de su ciudad de origen. “Donostia es preciosa. Soy un enamorado de esta ciudad, que tiene muchas cosas buenas y malas. Pero es que hasta las malas tienen su encanto por ser tan ñoñostiarras. Yo intento retratarla como la siento, a veces gris, a veces azul”.

Un estilo que se adapta mejor a la dureza de las zonas más alejadas del centro. “Me pone más retratar esa aspereza de la que me hablas pero a la gente por lo general le resulta más agradable ver fotos más “bonitas”. Para mí es igual de bonita La Concha que, pero seguramente me pueda transmitir más lo segundo”.

El Festival Donostikluba entra en su recta final

Daddy G (Massive Attack), The Sunday Drivers, Peter Hook (New Order) o el nuevo proyecto del cantante de Los Planetas, entre las formaciones que actuarán a partir de hoy y hasta el fin de semana en Donostia

Con un pistoletazo más que elegante el pasado fin de semana, donde 500 personas bailaron en la donostiarra sala Gasteszena con los sones de formaciones como Tulsa, Deluxe y Teenage Fanclub DJs, el Festival de Música de Club de Donostia, más conocido como Donostikluba, llega a su traca final de actuaciones.

Y nada mejor que Daddy G para comenzar ese sprint final melódico. El que fuera precursor del sonido trip-hop y fundador (ahora en excedencia) de la influyente banda británica Massive Attack acercará esta noche a la capital guipuzcoana algunos de los mejores discos de su maleta de viaje.

Unas canciones que ya salieron recopiladas en el emblemático recopilatorio DJ-Kicks, allá por el 2004. Una selección que reunía los gustos en la mesa de mezclas del maestro de la Jamaica más sonoramente africana. Dub, hip-hop y soul a borbotones, como el que se podrá escuchar hoy a partir de las 20.30 en la Sala Gazteszena del barrio donostiarra de Egia.

De teloneros de la estrella británica estarán los locales e hiperactivos Revolutionary Brothers, expertos a la hora de extender por la Bella Easo las virtudes de la música negra defendida por el rey de la velada: rocksteady, roots, dancehall, ragga… Una noche humeante, sin duda.

Tras niebla jamaicana de esta noche, el viernes se presenta peninsular, independiente y rockero. Inaugurando los focos del escenario a eso de las diez de la noche estarán los madrileños Delco (www.myspace.com/delcosound). Herederos de la escena guitarrera y melódica castellana que reverencia a Wilco y Flaming Lips a partes iguales, el trío ejecutante se presenta como una de las mejores esperanzas del indie-rock patrio. Ya tienen debut en la calle (“Beautiness Delco”) y una gira que está dejando muy buen sabor de boca.

Como encantados salen los oyentes que pasan por la cocina sonora de The Sunday Drivers. El quinteto toledano ya sacó chispas al Teatro Principal de la capital guipuzcoana allá por el 2004. Ahora traen sobre la mesa de merchandising “Tiny telephone”, un CD que ha sido producido por el rey de los sonidos amables, Brad Jones. Productor afamado tras el trabajo de recuperación del soft rock de los años 70 del siglo pasado realizado para el “1972” de Josh Rouse.

La sombra del artesano sonoro sobre esta banda nacional de cantes anglófilos ha dado como resultado un disco de dulzura exquisita tan contagiosa como popera. Muchos de ustedes ya habrán conocido una parte del mismo sin quizás saberlo. The Sunday Drivers son los autores de “Do It”, canción que durante la campaña de verano ha sido empleada por la cervecera Cruzcampo para sus anuncios de televisión y radio.

La serie de conciertos del Donostikluba 2007 se cierra el sábado con muchos nombres importantes. En el lado ejecutante hay que nombrar al Grupo de Expertos SolyNieve, singular nombre que identifica la nueva aventura que J, el cantante de Los Planetas, comparten con Víctor Lapido, Antonio Lomas y Miguel López. Sus composiciones mezclan rasgados británicos con duendes sureños.

Tras ellos llegará la divertida aventura de Mendetz, defensores del Casio-punk más divertido y bailarín. El animoso pop de los catalanes está nominado a los Premios MTV Europeos de este año.

Pocas presentaciones necesita Peter Hook. Bajista de grupos tan emblemáticos como Joy Division y New Order y de nuevo en la pomada creativa con Freebass (proyecto compartido con Andy Rourke de los Smiths y Mani de Primal Scream), su sesión a los platos nos acercará algunas de las mejores remezclas de esas bandas en una lista en la que abundará el pop y el house.

La noche la cerrará el DJ Amable, rey de las pistas modernas-gafapasteras de Barcelona y Madrid desde hace 20 años, con su elegante fusión del rock y electrónica que suelen copar las más arriesgadas listas de éxitos foráneas.

Donostikluba 2008

Peter Hook, Deluxe, Sunday Drivers, Teenage Fanclub y Daddy G iluminan el programa del Donostikluba que arranca mañana sábado.

Mientras el Zinemaldia da estos días sus últimos coletazos aparece en escena el Festival Internacional de Música de Club de San Sebastián, también conocido a nivel coloquial y promocional por el más corto nombre de Donostikluba.

La sala Gazteszena de barrio de Egia acogerá las actuaciones y sesiones de DJ de los 12 artistas que, desde mañana 29 de septiembre hasta el 6 de octubre, conforman la programación 2007.

Como en nuestro equipo de fútbol, la lista de titulares busca fusionar veteranos ilustres con jóvenes valores para el disfrute de la parroquia local: Peter Hook (New Order), Deluxe, Daddy G (Massive Attack), Tulsa, Sunday Drivers, DJ Amable, Grupo de Expertos Solynieve, Teenage Fanclub en formato DJ…

Seguro que han visto los carteles anunciadores pegados a lo largo y ancho de la ciudad, donde un pececillo encabeza la rojiza hoja de actividades. Pocas imágenes podían ser más identificativas de este certamen que la de ese pezqueñín que, consciente de ello, lucha ante los grandes tiburones en forma de grandes actos musicales.

Tal y como nos explica Sergio G. Cruzado, director del certamen musical capitalino, “el fin de nuestra propuesta es la de que generar una cultura continua de conciertos y programas, sin preocuparse de números, cifras o audiencias. Ahora sólo se busca el evento, la concentración que atrae a miles de visitantes con un beneficio a la ciudad de miles de euros. Eso es economía y turismo, no cultura. Y está rompiendo los presupuestos culturales de muchas ciudades, tapando la posibilidad de hacer circuitos. Cuando esas reuniones de masas flaqueen, el dinero se redireccionará y la música se quedara sin público real”.

Afortunadamente, no es el caso de Donostia, donde el promotor se congratula del apoyo recibido por parte del Ayuntamiento de la ciudad. “Deben convivir las dos líneas de trabajo. La cultural, que es el futuro de la música, y la de los grandes eventos, entendida como turismo y economía, que es coyuntural. En una ciudad cercana se hace un festival con un presupuesto de 200 millones de pesetas para reunir 8000 personas y se está pidiendo mas dinero publico, diciendo que no es suficiente. ¡Eso es una barbaridad! Con 200 millones hay que hacer 180 conciertos para 1000 personas y 180 conciertos increíbles para entre 10 y 200 personas”.

El Dkluba arranca mañana con la noche popera: El local y vasco-cantante “.”, la hondarribitarra emigrada a Madrid Tulsa y el aplaudido y consagrado gallego Deluxe ocuparán el escenario. “En enero pensé que el lugar que el año pasado ocupó la emocionante Ainara Legardón iba a ser cubierto por Tulsa. Pero ha crecido tanto estos últimos meses, con nominaciones al Grammy Latino y los premios MTV, que ahora se ha convertido en una de las cabezas de cartel”.