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Yosigo: Primera exposición en Donostia

Tras su éxito en internet, el artista donostiarra Yosigo expone por primera vez en los mundos físicos.

El espíritu libre de Yosigo y la perfección de sus magnéticas imágenes nos muestra una Donostia conocida y reconocible pero extrañamente retratada, repleta de soledad y colores fríos.

Sensaciones potenciadas con los distintos retoques fotográficos, efectos que no buscan estilizar las figuras sino imprimir más contundencia a las estampas.

Como el propio autor nos indica, “Lo mejor de la opción digital es que te permite ver al momento el resultado, manipularlo a tu gusto, jugar con los colores, dar a las fotos tonos más suaves. Es una herramienta como otra cualquiera para poder expresarte. Entiendo la fotografía como un lenguaje visual con multitud de aplicaciones. Puedes conseguir transmitir frío, calor, orden, caos, misterio“.

Frialdad, palabra manida para definir las bellas y singulares estampas que este estudiante y diseñador gráfico de gustos autodidactas (“En el Instituto Vasco de Fotografía me enseñaron que las reglas de la fotografía hay que conocerlas para poder saltártelas”) toma de los sitios por los que viaja y en los txokos de su ciudad de origen. “Donostia es preciosa. Soy un enamorado de esta ciudad, que tiene muchas cosas buenas y malas. Pero es que hasta las malas tienen su encanto por ser tan ñoñostiarras. Yo intento retratarla como la siento, a veces gris, a veces azul”.

Un estilo que se adapta mejor a la dureza de las zonas más alejadas del centro. “Me pone más retratar esa aspereza de la que me hablas pero a la gente por lo general le resulta más agradable ver fotos más “bonitas”. Para mí es igual de bonita La Concha que, pero seguramente me pueda transmitir más lo segundo”.


Tras unos primeros encontronazos con la fotografía analógica (“era bastante malo revelando los carretes. Eso hizo que aparcara la cámara un tiempo”), Yosigo descubrió que para hacer imágenes únicas hay que tener, además de arte, mucha paciencia. Buscar la localización exacta. Que los elementos se alineen entre ellos en el ojo del obturador. Captando un momento que de pura sencillez y cotidianidad es precioso. “Me gusta que las fotografías respiren y tengan mucho espacio. Lo del orden y la simetría presentes en ellas es una influencia del diseño gráfico. Me gustan las cosas sencillas y limpias. Es como diseñar un poster, pero en vez de tener un folio A3 cuentas con un espacio infinito. Tan sólo tienes que encuadrar”.

Unos cuadros donde los personajes humanos viven una dualidad. En las fotos de amplios espacios públicos predomina el anonimato. “Prefiero transmitir más con el ambiente que con las personas que salen en las fotos, que no dejan de ser actores secundarios”.

En la serie de estampas con modelo femenina al frente se imponen los primeros planos y el romanticismo. “Creo que es el resultado de oír demasiado a La Buena Vida y cosas de ese estilo (risas). En las fotos en las que sale María también tienen mucha importancia el entorno y el ambiente de las mismas. Supongo que también tengo en cuenta lo que ella me sugiere cuando le hago ponerse delante de la cámara”.

Mientras nos preguntamos cómo sería su trabajo sin el apoyo digital (“serían casi todas de carrete en blanco y negro con mucho grano”), Yosigo nos cuenta que entre sus proyectos futuros se encuentra “visitar Berlín y fotografiar la ciudad y sus gentes. Espero terminar mis estudios de fotografía el año que viene, coger curros que vayan saliendo e intentar avanzar y seguir aprendiendo”.

Sin dejar de lado su solicitada página alojada en flickr.com, donde sus fotos cuentan con miles de visitantes de todas partes del globo. “Yo creo que parte de ese prestigio en la red se debe a que actualizo casi a diario la página, y que cada vez más gente cuelga sus fotos en la red y mira lo que hacen los demás”.

Publicado enEntrevistasReportajes

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