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Categoría: Entrevistas

Travolta: El Efecto Pop

La banda de los antiguos miembros de Surfin Bichos y Mercromina debuta con un disco precioso e introspectivo. Mañana estarán en Donostia.

A la segunda va la vencida. Tras la suspensión de su concierto guipuzcoano a primeros de este mes, Joaquin Pascual, Carlos Cuevas y el resto de miembros de Travolta actuarán mañana en la donostiarra Casa de Cultura de Lugaritz. Les calentará la sala el artista local Kul, amante del pop de armario instaurado por los Cure.

Nombrábamos tan sólo a dos de los miembros de la banda nacional porque ellos son capaces de explicar el devenir del pop independiente patrio. Ambos estaban en Surfin Bichos, la banda albaceteña de pop visceral reunida el año pasado para una corta pero reconfortante gira.Tras disolverse los surferos a mediados de los años 90 del siglo pasado, Pascual y Cuevas curaron sus heridas en la banda Mercromina, con quienes editaron seis discos que iban desde el puro abuso sónico (“Bingo”) hasta las preciosas colecciones de gemas pop (“Canciones de andar por casa”).

Y eso último, lo de andar por casa, es lo que ha hecho Joaquín Pascual para “El Efecto Amor”, el sorprendente debut de Travolta. “Este CD lo he compuesto de principio a fin solo en casa, en mi pequeño estudio de grabación. Y creo que el disco se ha beneficiado de eso, porque responde muy bien a las sensaciones que tuve en el momento de hacerlo. Al acabar Mercromina tuve tiempo para pensar, por eso El Efecto Amor tiene esa sensación de ser contemplativo y tranquilo, de ver las cosas pasar con más calma”.

No le llevaremos la contraria. La tranquilidad sonora y vocal campa a sus anchas, sobre todo en la primera parte del debut. Joaquín susurra hasta tus adentros (“antes cantaba igual, pero con la burrada de guitarras que grabábamos no se me escuchaba nada”), mientras que le resto de los integrantes de Travolta interpreta sus aportaciones a un volumen muy bajito y con muchos espacios, recuperando el peso que en el pasado tuvo el piano. “Para mí es tan importante la canción pop en sí como el sonido que tiene. Centrarte en las texturas que consigues con los instrumentos, lo diferente que es hacer una línea con un piano o hacerla con una guitarra o un violín. Quizás sí que haya instrumentos nuevos. El timbre de la música puede que sea otro. Pero no creo que me muestra tan distante de la forma de entender las canciones que he tenido siempre”.

El concierto de este fin de semana será fiel reflejo de la tranquilidad que se respira en este disco. El autor ha conseguido aplacar los guitarrazos del pasado y ahora ofrece “un concierto muy íntimo, espiritual, de participación de todos en lo que esta sonando. Hay partes que están más dirigidas hacia la gente. Pero en muchos momentos los temas siguen teniendo el recogimiento que muestran en el CD. Yo creo que es un poco lo que ofrece Travolta en la actualidad: espiritualidad recogida de las pequeñas ceremonias, como los pequeños cuartetos de cuerda que tocan en las catedrales”.

En pocos de esos claustros habrá actuado la banda Surfin Bichos en su gira de reunificación del 2006. La experiencia fue muy positiva para Pascual. “Fue una maravilla, disfrutamos muchísimo. Nos encantó volver a tocar de nuevo, que creo que era el sentido que tenía la reunión. Nuestra única intención fue la de recuperar las sensaciones que teníamos cuando tocábamos juntos. Y por supuesto, porqué no decirlo, la forma en que nos han tratado, tanto a nivel económico como de aceptación de público, ha sido perfecta. Yo creo que era el momento para hacerlo, y lo hicimos”.

Travolta forma parte de esos eternos constructores de ilusiones que siguen edificando melodías contra viento y marea, ventas y conciertos. ”Tenemos un ímpetu musical que es imparable. Conservamos la sensación de que merecemos un poco más de lo que tenemos. Pero esa percepción no es tan grande como para hundirnos. Mientras las canciones existan y nos motiven, estaremos en esto”.

Las canciones están. Y estarán en el futuro.”Estoy componiendo un bloque de temas para cerrar la etapa de El Efecto Amor, con composiciones que se quedaron fuera del CD y otras nuevas. Buscando proyectar lo que puede ser Travolta en el futuro. En la banda cada vez hay más química entre sus miembros, y se está creando un ambiente muy bonito”.

La Pulquería: “Un concierto debe transmitir energía, alegría, ganas de vivir”

Aires de fiesta este fin de semana en las citas vascas de La Pulquería y su estilo “hard-mariachi”.

Aclaremos términos: Ni son mejicanos ni tocan flamenco. Los valencianos La Pulquería, elegantes herederos de la esencia de Mano Negra, regresan a los escenarios de Euskadi. La excusa se titula ‘C’mon Fandango’ y es su segundo trabajo discográfico. Un álbum en el que endurecen la coctelera de ritmos habituales (hard, punk, mariachi, latino, pasodoble).

Eso es lo que nos cuenta el cantante Gerardo “Huracán Romántica”, cuando su teléfono le deja. Hasta 6 cortes hubo en la entrevista, gracias a la soberbia cobertura telefónica de la planicie peninsular. “La Pulquería proviene de una banda anterior, que se llamaba Mafarka y que hacía rock duro. En sus últimos coletazos empezamos a jugar con los ritmos fronterizos. Luego vino el tema del mariachi, experimentamos con ritmos gitanos, sacamos canciones inspiradas en el folklore balcánico, compusimos un tema playero”.

El resultado de tamaña cementera musical se llamó “Corridos de amor”, debut ‘pulquero’ abierto, divertido y potente que los propios autores definían como un camino “que empieza en los Beatles y acaba en los Sex Pistols, pasando por el Dúo Dinámico. Pero los tintes que más resaltaban eran los mejicanos. Eso hizo que algunos medios de tirada nacional y radios afamadas nos preguntaran convencidos si veníamos de aquel país centroamericano”. El nombre de la formación tira por el mismo camino: Las Pulquerías son esas tiendas en la que se expende la bebida tradicional americana denominada Pulque, auténtico pelotazo energético y alcohólico.

Para el actual ‘C’mon Fandango’ el quinteto valenciano (que viaja acompañado de una marchosa sección de viento) han decidido volver la vista a sus orígenes: “Buscamos un sonido más crudo y guitarrero. Hemos retornado a las bandas clásicas de nuestra discografía: The Clash, Specials, Madness. Y no olvides que somos gente que hemos crecido escuchando formaciones cañeras, un abanico que va desde Slayer hasta Nirvana. Nuestra característica principal es contar con una base rítmica sólida: Bajo y batería contundentes sobre ritmos trepidantes y rápidos“.

De ello pueden dar fe los asistentes a sus conciertos. Actuaciones realmente espectaculares si nos atenemos a las críticas leídas con motivo de la presentación del nuevo CD en las Fallas valencianas. “Un concierto debe transmitir energía, alegría, ganas de vivir, que es lo que le mola a La Pulquería. En directo se trata de mover a la gente, hacerles participar en el show. No queremos que vean cómo 3 palos están aporreando una guitarra. La gente que viene a ver a la Pulquería es gente muy alegre. Y sino, les contagiamos”.

Espectadores que, en palabras de nuestro entrevistado, “vienen una vez y ya los volvemos a ver siempre en nuestras siguientes visitas. Eso nos pasa sobre todo en Euskadi y Navarra, que son nuestro segundo feudo tras Valencia. Es el sitio donde con más cariño nos han acogido. El concierto de San Fermines del año pasado fue una auténtica locura”.

Dean&Britta: Señores del Pop

Tras disolverse la banda Luna, la parejita recién casada edita su segundo disco, con sonidos cada vez más relajados y sentimentales que la próxima semana presentarán en Euskadi.

15 años juntos girando por el mundo. Si esa duración ya nos causa asombro en una pareja, imagínense lo que puede significar en un grupo musical.

Tras siete discos grabados, la formación norteamericana Luna capitaneada por Dean Wareham había desgastado su chispa tras 3 quinquenios de viaje. Con decir que en la digna despedida, el CD “Rendezvous” (2004), lo que más destacaba eran las creaciones del segundo guitarrista de la banda, Sean Eden…

Dean Wareham, guitarrista y cantante de Luna, necesitaba cambiar de aires por segunda vez en su vida tras capitanear Galaxie 500. Urgía una aventura más relajada. Aunque el cambio de aires siempre acarrea nerviosismos, tal y como el cantante afirmaba en una entrevista. “Me sentí liberado cuando me fui de Galaxie 500. Pero tras tantos años al frente de Luna, tenía sentimientos encontrados sobre el adiós definitivo. ¿Qué iba a hacer a partir de ahora con mi vida?

La solución la encontró en el lado derecho de su cama: Britta Philips, bajista en Luna en los últimos años de existencia y compañera sentimental de Wareham. La receta de la nueva formación iba a ser sencilla: canciones propias convivirían con esas versiones de otros artistas que antes viajaban perdidas en los singles de lanzamiento. Sin prisas, sin exigencias. “Solemos grabar algunas demos en casa. Todo de manera muy espontanea, como si fuera una jam. Después vienen los arreglos de estudio, pero muchas de esas partes grabadas en casa se pueden escuchar en la solución final”.

El primer paso de esa nueva aventura espontánea se llamó, precisamente, “L´Avventura” (2003). Un debut bastante continuista en lo sonoro en el que destacan las versiones de The Doors, Madonna y sobre todo la preciosa “Moonshot” de la cantante protesta Buffy Sainte-Marie.

Más tarde vino el EP de remezclas a cargo del sideral Sonic Boom (Spacemen 3, Spectrum) y 3 años de silencio en el que la pareja se encargó de la música de películas como “Una historia de Brooklyn”.

A finales del 2006 veía la luz su ultimo trabajo, “Back Numbers”, en cuya grabación los novios contrajeron nupcias. Quizás por eso, ahora el cariño y el amor en sonidos y letras rebosa el disco.

Si antes componían en la tranquilidad del hogar, ahora ya directamente lo hacen tumbados en el sofá. “Recientemente leí una crítica de nuestro CD que decía que era una mezcla entre James Bond y “El Valle de las Muñecas”. Supongo que queríamos hacer algo que se alejara del “casual indie”, por lo que comenzamos a buscar entre las fotos sobre los 60 que tenía nuestro fotógrafo y nos decidimos por hacer algo con glamour, estilizado y sexy

El trabajo ha sido producido por Tony Visconti (Morrissey, T-Rex), que se adapta de maravilla al nuevo estilo informal de la pareja: “Trabajar con Visconti es un placer. Llegamos al estudio a las 11 de la mañana y salimos a las 7 de la tarde. No dejamos las decisiones para más adelante. No paramos de grabar. No nos sentamos y discutimos. Si nos sentimos bloqueados, Tony siempre va un paso más allá e intenta que no paremos. A eso le llamo yo espontaneidad“.

“Back Numbers” ahonda en el lado más relajado de las composiciones.  Y algunos corren a compararlo con Serge Gainsbourg & Brigitte Bardot. Los norteamericanos mantienen el “Savoir-Faire”, pero son más dulces y tiernos. En las creaciones de Dean ya no hay espacio para acelerones ni asperezas, y la voz de ella no hace sino suavizar el producto final. Más cerca anda la comparación con Lee Hazlewood, de quien recuperan el hermoso “You Turned My Head Around”.

Hay más versiones en el último CD: “Our Love Will Still Be There” de los Troggs, el emocionante “Teen Angel” de Donovan y “White Horses” (la de los Rolling Stones no, la canción que abría un programa infantil británico en los años 70).  Los temas propios como “Crystal Blue RIP” o “Say Goodnight” siguen rezumando clasicismo, bordeando la emoción sin caer en lo empalagoso.

A sus conciertos vascos (el 7 de Junio están en Donostia y al día siguiente en Bilbo) prometen venir con banda completa, y recuperar algunas de las tonadas más conocidas de Luna y Galaxie 500.

Boogie Van : Clásicos

La banda de Errenteria presenta “Rock”, su nuevo CD. Un trabajo de guitarras feroces con espacio para temas más suaves y melancólicos.

Segundos en el Concurso Pop Rock Ciudad de San Sebastián de año pasado, los miembros de Boogie Van emplearon el galardón económico para, como dicen los concursantes de la tele, tapar unos agujeros. “Hemos hecho camisetas, que llevábamos mucho tiempo con la idea de hacerlas, y también se ha renovado el material del grupo en el local”.

El ultimo de los agujeros tapados, y el motivo de que ustedes lean este texto en estos momentos, se llama “Rock”. Un CD que contiene 7 canciones de temática farrera (“Las letras van de chicas, drogas y rock and roll. Lo de siempre, vamos”) y cuyas 500 copias digitales y la futura edición en formato vinilo se pagaron en buena parte con el cheque del certamen donostiarra.

El evento maquetero de la capital guipuzcoana sufre en los últimos años una curiosa paradoja, prefiriendo sus participantes el premio en metálico a colgarse la medalla de oro que incluye (casualidades de los números) 500 copias promocionales de un CD.

Boggie Van no son la excepción a la regla comentada. ”La verdad es que desde el principio queríamos el segundo puesto en la competición donostiarra. El premio esta muy bien. ¿Quieres que sea sincero respecto al nivel del pop-rock?” Hombre, siéntete como si estuvieras en el polígrafo de la tele. ”Boogie Van conseguimos lo que queríamos y la gente que estuvo en la final (que no fue poca) podría contestar mejor a esta pregunta sobre la calidad de las bandas”.

Se intuye cierta neblina en la respuesta, a la que unos replicarán con palabras de escritor irlandés Jonathan Swift (“Es un axioma que aquel a quien todos conceden el segundo lugar, tiene méritos indudables para ocupar el primero”) y otros emplearán la frase popularizada por Jacinto Benavente (“En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero”).

Nosotros lo dejamos correr. Porque lo que de verdad nos gusta son los pelotazos de rock pedregoso que los de Errenteria han firmado en sus siete años de carrera y 3 discos autoeditados y que en este nuevo lanzamiento rockero siguen siendo predominantes, aunque con matices.

Sorprende, por su frescura y ligera variación de los rasgados fieros de guitarra, la belleza y dulzura casi baladística contenida en las nuevas composiciones “Hard Woman” y “Neon Nights”. “Ha habido un salto muy grande en las composiciones aunque seguimos en el estilo de siempre. Es lo que sentimos”.

Ese estilo de siempre sigue aparcando sus posaderas en el templo de los artistas clásicos (Led Zeppelin, Grand Funk Railroad, Deep Purple) y sus hijos asentados e igual de macarras (Wolfmother, Hermano, Fu Manchu). La fuerza de los punteos distorsionados y los riffs eternos destaca en los nuevos temas “Something In Me Rises”, “Life in Prison” y “Infierno”.

Las canciones se registraron en casita (“Lo grabamos en el local y fue una experiencia muy positiva. Parte de culpa la tiene Oscar Benas, que fue con el que lo grabamos. Él es el guitarra de Zizateh y actualmente está de gira con Fermin Muguruza”) y sirvió como presentación de la última de las incorporaciones a la banda guipuzcoana: el bajista Jorge García. La formación la completan Alex Martín (guitarra y voz), Iñigo Bailador (guitarra) y Txetxu Marín (batería). “Jorge es un tío que ha encajado muy bien en el grupo. Ha estado en varias bandas (No Toxic Pipe, Basura), pero dice que Boggie es el grupo en el que más a gusto se ha encontrado nunca, ya que con las demás formaciones no tocaba mucho en directo”.

Pues con Boggie Van se va a hartar. Siempre han tenido muchas ganas de cargar la furgoneta. Este viernes están en Ermua, fecha a la que le seguirán paradas cercanas en Guipúzcoa, Navarra y Bizkaia y varios repostajes extra para llegar a Zaragoza, Madrid y Barcelona.

Tampoco desentonarían en la cita anual rockera por excelencia, el Azkena Rock de Gasteiz, pero parece complicado. “Nos encantaría tocar en el Azkena, pero con el nivel que hay en Euskadi está difícil”.

Fon Román: “Este CD es un disco de largo recorrido que necesita de tiempo y espacio para respirar”

El que fuera guitarrista de Los Piratas debuta en solitario con un trabajo de pop directo y emotivo.

Irremediablemente, el primer disco de este músico gallego te lleva a espacios musicales ya pateados con su antigua banda. Algo normal cuando tu instrumento ha sido básico en la concepción de las canciones. “Uno no puede ni debe borrar su pasado. Todos hicimos el master en Piratas. Ahora es tiempo de que cada uno desarrolle su vertiente. En mi caso, sólo intenté ser yo mismo al enfrentarme con las canciones”.

Pero errarán quienes le vean como un fotocopista de los pasos de Ivan Ferreiro, cantante y primer Pirata que se lanzó en solitario a los mundos discográficos.

Puede que en lo vocal Fon (que no lo hace nada mal) pueda emparentarse, a fuerza de compartir horas de ensayo, con ciertos dejes puntuales pero menos grandiosos que los de Ferreiro.

En lo musical, Román se ha asociado con el productor Suso Saiz, la otra mitad del proyecto Trash Of Dreams, para grabar este “Silencio cómodo en un jardín descuidado” (Subterfuge, 2006). Un disco directo, sencillo y bien decorado sonoramente en el que abandona esas pasiones electrónicas que tanto sueño le han quitado los últimos años para ir a la raíz del pop, allá donde reina la estrofa y el estribillo.

El jardín descuidado recuerda en parte al lirismo menos pegajoso de Coldplay, a la forma de componer de Rufus Wainwright y a algún hit dulce de Radiohead. Las letras, como en anteriores aventuras musicales, son bastante abiertas a significados, predominando la introversión y una melancolía a veces susurrada y otras escupida. Podrán comprobarlo el próximo jueves en Bilbao y el viernes 24 de Noviembre en la sala Rock Star donostiarra

Curioso el título del disco.¿Qué evoca?

Calma después de las tormentas, en este caso interiores.

Las canciones suenan más directas que en tu anterior banda.

Al ser construidas con guitarra y voz hace que todo tienda al orden en cuanto a la estructura de canción. Después sólo hay que buscar palabras que llenen esas melodías.

Un pop directo que puede asociarte con tu antiguo socio Ferreiro o Coldplay

Dentro del pop puede haber intersecciones con casi todos. Yo sólo intento filtrar todo lo heredado a mi manera.


También se te puede emparentar con gentes como Rufus Wainwright por los ambientes sonoros que buscas construir o la forma de construir los temas…

Mi tendencia es hacer canciones que me sorprendan, buscar la redondez en las construcciones. Rufus es un buen ejemplo: técnica, buenos desarrollos armánicos basados en los clásicos y buena decoración musical.

Quizás las letras evoquen momentos intimistas. Pero has dotado de energía a la mayoría de las canciones, buscando un poco el contraste.

Creo que es un disco atractivo para el que aún cree en discos y no sólo en los singles. Un trabajo que pasa por muchos sitios y lo hace profundo pero fácil. Bueno, tampoco puedo ser muy objetivo.

¿Contento con la respuesta de prensa y público?

Aunque formé parte de Piratas no era la voz. Por eso, en cierta manera, soy un artista nuevo que tiene que buscar su sitio. Estoy muy contento con las dos cosas, creo que es un disco de largo recorrido y necesita de tiempo y espacio para respirar.

¿Como conociste a Suso Saiz?

Coincidí con él en la época del «Relax». La labor de Suso siempre es importante, en mi caso también a nivel personal. Nuestra confianza se trasmite a las canciones a la hora de buscarles su espacio más deseable.

Ya estáis preparando juntos el nuevo disco de Trash Of Dreams

Lo tenemos en mente y nos juntaremos en breve. Tenemos mucho material de sesiones de estudio que no valdrían para el siguiente disco pero si para mostrarlas y para que no mueran en un disco duro.

Y un Pirata…¿Cómo ve la piratería o el intercambio libre de archivos sin pasar por caja? Hablas de ello en tu CD.

El de la canción que canto es otro tipo de archivo. Creo que estamos en una transición a otra forma de vender y comprar música. Lo que no es lógico es que haya personas ajenas que se beneficien. Pero si que se antoja necesario que haya acceso a la información, que en el fondo es cultura. Creo que sólo hace falta moral y educación.

¿Qué banda te acompaña en directo? ¿Algún viejo socio entre los músicos de tu gira?

Está Pablo (que tocaba el bajo en Piratas) Emilio Saiz (bajo) y Carlos Gamón (batería, toca con Amaral). Viajamos sin cachivaches electrónicos. Pasajes que dejo para otros paisajes.

Javier López Altuna:“El público no tiene costumbre de comprar arte, y cuesta menos que una cena o una camiseta”

El artista donostiarra reúne en la muestra “shelter” sus defensas del espacio personal, en una exposición que sirve de despedida a la galería Drum.

Lejos de ver los toros desde la barrera, el artista Javier López Altuna (Donostia, 1955) ha estado los últimos años dirigiendo la programación de la galería situada en la donostiarra tienda de discos Drum.

López, tras estudiar en París y Londres en sus años mozos y trabajar en catálogos de arte, imágenes corporativas y cientos de proyectos de carácter gráfico, sigue defendiendo la necesidad de imaginar un espacio propio, mental o real. El suyo estará a los ojos del público hasta el 28 de Noviembre bajo el título de “Shelter” (refugio).

Precisamente, esta exposición servirá para echar el cierre definitivo a su “cobijo” particular tras 36 meses de intensa vida y legar sus paredes a las obras de treinta artistas.

Se cierra Drum.
Drum es un shelter, un pequeño refugio que no ha resistido el huracán Emule/Fnac.

¿Está chungo el tema galerista?

Ser galerista aquí es dificilísimo. Al margen de coleccionistas o instituciones, el público no tiene costumbre de comprar arte, ni siquiera cuando es de calidad y cuesta menos que una cena o una camiseta.

¿Cual ha sido el artista que más te ha gustado de los que han pasado por tu sala?

La propuesta de Titty Thursberg me ha encantado.

¿Qué otros artistas te interesan?

Juan Chillida, los Matximbarrena, Diego Vasallo, Blami, Lanzagorta. También gente como Azucena Vieites o Manu Muniategi. Y mundiales como Bacon, Basquiat, Twombly, Kawamata o Mario Merz.

¿Qué podremos ver en tu colección de obras?

La idea que busco plasmar es la siguiente: Empezamos pidiendo clavos y tablas a los mayores para construir una cabaña y terminamos pidiendo dinero al banco para comprar una casa. Entre esos dos momentos permanece la necesidad de imaginar un espacio propio. “Shelter” es una exposición que agrupa una serie de dibujos relacionados con esta idea, esbozando recuerdos o proyectos inconsistentes y efímeros.

¿Qué técnicas has utilizado?

Una técnica precaria, que propicia el aspecto escueto de los dibujos: grafito y acrílico blanco sobre madera o cartón.

¿Cual era tu refugio?

En el levante que yo tenía encima de la peluquería de mi madre, en la calle San Marcial, fui descubriendo y organizando mi propio espacio físico y mental con Hendrix, Dylan, The Band, Richie Havens, John Mayall,… Yo me esforzaba por traducir las letras del inglés y descifrar los mensajes de aquella gente con aquellas pintas.

Supongo que París y Londres habrán enriquecido ese habitáculo propio.

Esas grandes ciudades me enseñaron a no querer vivir allí, a volver a mi shelter y también que el flujo de información y de estímulos exteriores es tan grande que al final es tan importante seleccionar como buscar.

En tus búsquedas creativas, llegaste a ejercer de “estilista” en estas páginas, con aquella novedosa sección de moda.

Yo hacía grafismo para estampados textiles, y esta relación con la moda me dio la ocasión de hablar de moda en el Dvorame. Gracias a aquello conocí a gente como Palacio o Lemoniez, y colaboré en la tele como estilista. Estuvo muy bien.

¿Nos sabemos vestir en Donostia?
Y yo que sé.

¿Y las empresas saben vestir sus logotipos y resto de imaginería?

Saben que merece la pena prestar atención a una buena comunicación visual, que ya es algo.

¿Cómo está el tema gráfico en ese campo?

Yo creo que se abren mucho más y, en general, valoran mucho el resultado. Otra cosa es les cueste dedicar tiempo y atención al proceso de trabajo. Prefieren que tu soluciones todo y olvidarse del tema. No se dan cuenta de lo valioso de su aportación.

¿ Cual será a partir de ahora tu refugio, una vez cerrado Drum?

El espacio propio de cada uno está en su cabeza, en su interior.

¿Es el arte un refugio para ti?

Para mí el arte es EL refugio, con mayúsculas.

Quique González: Honestidad brutal

El madrileño presenta hoy en Bilbo y mañana en Donostia “Ajuste de Cuentas”, un CD grabado en concierto en el que reúne lo mejor de sus cinco discos.

Seleccionó 22 canciones de las 80 que ha compuesto en su carrera para sí mismo o para otros autores como Miguel Ríos, Los Secretos, Luz Casal y Jorge Drexler. Preparó cuatro nuevas temas (“A cara de perro», «Por la borda», «Caminando en círculos» y «Arañazos de piel roja») y se encerró con sus Taxidrivers en un plató de Madrid para registrar su primer disco en concierto (y DVD adjunto): “Ajuste de Cuentas”.

El nuevo CD de este creador (“soy persona, compositor, cantante, guitarrista y teclista ocasional. Un artesano de mi oficio, la música“) podía haberse titulado “Honestidad brutal”, si Andrés Calamaro no se le hubiera adelantado.

Porque Quique no ha dudado a la hora de abandonar una multinacional, crear su propia casa discográfica y luego, extenuado por todo el trabajo paralelo que conlleva, aterrizar en DRO para debutar con uno de esos discos que tanto le gustan. “Adoro los conciertos grabados, desde alguno de Dylan en los 70, hasta el de Lucinda Williams en el Fillmore, el último de Wilco o el gran “The Last Waltz” de The Band”.

Y, como el propio Calamaro o ese Jorge Drexler que ha colaborado en “Ajuste de cuentas”, González ha sabido traer a la península lo mejor de los dos hemisferios norteamericanos. Del Sur se queda con los juegos castellano-dylanianos que los argentinos han hecho famosos por su dulzura y toques acústicos.

Lo que le diferencia de los creadores sudamericanos es su amor por al Norteamérica musical, por esos guitarreos de espalda ladeada que clásicos como Tom Petty o Bruce Springsteen han institucionalizado, esas guitarras de acordes sencillos y algo sucios que se cuelan en nuestra casa como hojas en la ventisca.

Todas estas influencias, en versión eléctrica o en arranque desenchufado, se disfrutan en las dos horas que duran sus conciertos.”Vais a llevaros una sorpresa. Esta gira es el “desajuste total” porque le hemos dado la vuelta al sonido del disco, tocamos mucho más eléctricos, y hemos renovado el repertorio para dar paso a temas que hacía años que no tocaba“.

En el nuevo CD los invitados son de altura: Bunbury, Iván Ferreiro y un Miguel Ríos que lo clava en el tema “Te lo dije” elevan aún más el contenido del disco. Solo faltan los chicos de Bide Ertzean (aunque Joserra Semperena haya tocado los teclados en “Ajuste de Cuentas”). ”Con ellos he grabado este verano una canción de su nuevo trabajo”.

Cool Panic: Frescura rock

El quinteto guipuzcoano Cool Panic anda estos días presentando el tercero de sus trabajos musicales.

El CD se llama “Nowhere Heart” y es un (gran) paso adelante en la búsqueda de un universo musical propio. Mañana sábado se hacen la A-1 en su furgoneta para presentarlo en el FNAC donostiarra.

En este nuevo trabajo sigue habiendo punk-rock y el clasicismo rock de fondo de armario. Abundan los medios tiempos con alguna bella canción desértica como complemento. El sonido es pulcro y cristalino en la decena de canciones que se editan bajo el paraguas de GP Producciones.

No sería complicado ver paralelismos entre este disco y aquel de Señor No que se grabó a las ordenes de Carlos Goñi (Revolver). “La verdad es que este disco nos gusta como suena. Y tienes razón, ahora está mucho más cuidado: hemos metido más guitarras acústicas, las canciones son más cortas y mejor definidas, las melodías están más cuidadas. Aunque mantiene su parte enérgica“.

Es la sección de composiciones relajadas la que más nos agradable cuando uno se sienta a escuchar la nueva colección sonora de estos guipuzcoanos. “Creo que los medios tiempos en un disco dan mogollón de frescura. Hoy en día ponerme a escuchar un disco que esté dando caña de principio a fin me agobia un poco. Me gusta que se creen atmósferas sónicas diferentes. Eso se ve claramente en grupos como Sonic Youth o la Velvet Underground “.

Su querida Buenavista y el rock sesentero y setetero aportan la ración de rabieta y suciedad a otra buena porción de “Nowhere Heart”. El primero de los singles de este CD, “Show Me The Way”, sirve de puente entre ambos ríos rítmicos. El tema acaba de empezar a sonar en la radio pública vasca, y pronto habrá videoclip disponible.

Nosotros nos atrevemos a opinar que “Gamblin´ Man” hubiera sido más potente como pastilla de lanzamiento. ”Supongo que te gusta la mala ostia que Itziar le pone a la voz¿no?. Unos prefieren ‘Runaway’, otros ‘French Perfume’ y hasta nos han sugerido que la mejor es la punkarra ‘So Bad’”.

Puestos a jugar a la Jukebox, no podemos olvidar la bonita “Kiss Me Away”, una especie de mezcla imposible entre Anari y Mark Lanegan que huele a desierto cercano. La autora guipuzcoana también sale nombrada en nuestra charla cuando les preguntamos sobre sus tres compositores femeninos. ”Anari, Fernando Alfaro y Bob Dylan”. Diversidad estilística, ante todo.

Una pluralidad que puede despistar al personal. El paseo entre la pausa a lo Mark Lanegan y la potencia de sus viejas influencias puede dejarles, como el título de su disco indica, en tierra de nadie. “No somos ni demasiado punks ni garageros, siniestros, misteriosos o popis. Nuestra seña de identidad es la actitud, haber sacado tres discos, seguir cantando en inglés. Y, en nuestra opinión, ser un referente de frescura en el panorama musical de nuestro alrededor“.

Es precisamente ese alrededor más cercano a los autores, Bergara, nuestro siguiente punto en la entrevista. Les tanteamos sobre la movida musical en la noble villa. ”Cada día nacen nuevas bandas, disponemos de un Gaztetxe de puta madre y buenas salas de conciertos. Sin embargo, el interés de la política sociocultural del pueblo se centra más en el fútbol local, las piscinas de presupuestos millonarios y los conjuntos corales. Supongo que hace falta una banda de nombre, tipo “Alaitz eta Maider”, para que el Ayuntamiento se de cuenta de la cultura musical que desde hace muchos años existe en el pueblo”.

Mallabia, Bergara y Burgos son las próximas fechas de presentación de el nuevo trabajo de Cool Panic. “Supongo que después vendrán Madrid y el resto del estado. Lo cierto es que nos gustaría tocar más a menudo, pero aunque tengas tres discos en las tiendas, el tema de los conciertos está complicado”.