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Etiqueta: Petti

Petti eta Etxeko Uzta: Yin y yang

Intérpretes: Petti (voz y guitarra), Joseba Irazoki (guitarra), Iñigo Telletxea (bajo), Igor Telletxea (batería), Juantxo Zeberio (teclados), Et Incarnatus Orkestra. Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 16/12/2021. Asistencia: unas 250 personas.

Qué gozada ver a un artista en plena forma. Juan Luis Pérez Mitxelena “Petti”, “El León de Bera” y no de Belfast, el hombre que seguro comparte cromosomas con Mark Lanegan (nadie canta tan bien y tan grave a este lado de los Pirineos) echó mano del zurrón para traer creaciones bien diversas a un escenario partido como el setlist. A la izquierda quedaron los clásicos – piano y cuarteto de cuerda- y a la derecha de nuestros ojos los canallas rockeros. Un yin y un yang que se nivelaron de maravilla en su cita donostiarra

A los de las partituras, más visibles en la primera sección, los echamos de menos en la tranquila ‘Zaldi emozionalak’ y los disfrutamos en momentos tan soberbios y sublimes como los protagonizados en la bossa nova “Helduentzako seaska kanta I”, su variación ‘II’ y las alucinantes ‘Inozoak ispilu bila» y ‘Errurik gabeko habia’.

Hubo blues, claro. En solitario y gozándolo (‘Ordaindu kezkak’) o diluido en piezas desérticas (‘Eman ta hartu’) en esta segunda parte adueñada por el rock. A ratos en sus aspectos más clásicos (‘Xoria kantari’) y otras uniendo a Dogs D´Amour con el baile agarrado (‘Hitz Jarioa’), arrimándose a los Rolling Stones (‘Zure begi haien zizare’), iluminando todo a su paso como en la preciosa ‘Erramurik gabeko gauak’ y vistiéndose de un punk-rock orgulloso (‘Nola ezetz’).

Petti y la cantautora Eneritz Furyak en el 31 cumpleaños de Bloody Mary

La lustrosa tienda de discos irundarra Bloody Mary celebra sus 31 años de vida con un concierto doble en su ciudad. Petti y Eneritz Furyak ofrecerán mañana en el Centro Cultural Amaia de la ciudad fronteriza una certera imagen del presente y el futuro del pop vasco más interesante.

Poco podemos añadir del nombre principal de la velada: A Juan Luis Pérez Mitxelena “Petti” le colocan entre el folk, el folk y el rock. Autor de una voz profunda, personal y, sobre todo en el más reciente disco ‘Manipulazioaren Estrategiak’ (Zart, 2020), una tonalidad emocional y emotiva más allá de potencias orales. Quienes le comparan con Mark Lanegan, Tom Waits y Mikel Laboa pueden dormir tranquilos.

El punto de partida de su última publicación son ‘Las 10 estrategias de manipulación mediática’ de Noam Chomsky. No se asusten, es una obra conceptual que vive y explota sin depender de esa etiqueta ni tener que narrar las letras. En lo referente a esa lírica hay que decir que el navarro ha contado con la ayuda del poeta más musical, o viceversa, que nos ha dado la tierra en los últimos años, Harkaitz Cano.

Juntos, con la banda que acompaña habitualmente a Petti (el trío Etxeko Uzta) y las colaboraciones de la orquesta Et Incarnatus, Anjel Unzu, Gorka Benitez y Maite Larburu, han creado un artefacto precioso, mas calmado (‘Diotenez’, ‘Helduentzako sehaska kanta (I)’) que enfadado aunque la espita de la rabia se vaya soltando con el paso de los minutos. Ahí está la fenomenal ‘Zeure begia, haien zizare’ o ‘Nola ezetz’ y el reprise final eléctrico de ‘ Helduentzako sehaska kanta’ para demostrar la energía hasta entonces contenida del beratarra mientras ’Ordaindu kezkak’ vuelve a sentarle en el cruce endemoniado del blues. La cita del sábado es a banda completa, con Etxeko Uztak y el cuarteto de cuerda amplificando el volumen y acercando todos los detalles de éste último álbum a los espectadores.

Sola, autosuficiente y casi andando desde casa. Así llegará la primera artista de la noche. La irundarra Eneritz Furyak vuelve después de mucho tiempo a actuar en su población natal presentando su última compilación (‘Emadan’) con un montaje de imágenes, pedales y sintetizadores. Todo será bienvenido para ese folk oscuro y sencillo (‘Sua’) que une a Grimes, Low y Xabier Lete mientras acerca historias contradictorias e incluso autodestructivas (‘Hondartza bat estolderietan’). La voz principal sabe perfilar los tonos elevándolos, enterrándolos (‘Sinkropredazioa’) y filtrándolos cuando el tema así lo pide.

Rafael Berrio: fabulosa despedida

Intérpretes: Joserra Senperena (teclado), Fernando Neira (Bajo), Karlos Aranzegi (batería), Joseba Irazoki (guitarra) y 15 invitados más. Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 19/05/2021. Asistencia: Unas 250 personas.

Los homenajes que Donostia le está ofreciendo a Rafael Berrio, compositor fallecido hace un año, se cerraban con este concierto – que esta noche repite el pase- en el Teatro Victoria Eugenia. Un espacio que contó con un escenario sobrio bien acompañado de imágenes y muchos amigos y amigas recordando la obra del honrado.

Sobre una banda de apoyo de auténtico lujo desplegaron todos y todas su calidad y elegancia. De la lista de distinguidos invitados nos quedamos con el acierto de Abraham Boba escupiendo “Niño Futuro”, la gozada de la voz de Petti cantando en euskera “Simulacro”, la elegante versión de “Dadme la vida que amo” a cargo de Tulsa, la energía de Mikel Erentxun en “Tu nombre en los labios”, el precioso aire blues de Paul San Martin (“Una canción de mala muerte“) y la bohemia que ya no existe de Diego Vasallo (“Cómo iba yo a saber”). Al cierre la banda tocó una aún más afrancesada “Mis Amigos”. Broche fenomenal de un concierto al que le lloraron las melodías.

Publicado en El Diario Vasco

Rock cosechero

Nueva edición del festival “Salda Badago”, título de canción de Hertzainak (además de bajorrelieve tasquero por excelencia) empleado para nombrar un certamen que une lo jovenzuelo y lo asentado en lo referente a bandas que cantan en euskera. Pero este año les bailó el toque juvenil. El grupo Eraul se cayó del cartel, siendo sustituidos por unos “anglocantantes” músicos de Donostialdea, The Young Wait. Banda que nos aturdió en el pasado festival Kutxa Kultur. El viernes, sin embargo, no hubo tanto empaque desde la mesa de sonido. No fue tan grave como para no disfrutar de sus canciones basadas en la Norteamérica más rocanrolera y sureña.

Tras ellos llegaron Petti y sus Etxeko Uzta, y la cosa se puso seria. El suyo fue un concierto espectacular. A una semana de entrar en el estudio para grabar su nuevo disco, la banda está más compenetrada que los equipos circenses de lanzadores de cuchillos. Joseba Irazoki es el mejor segundo espada estatal, y sus fechorías guitarreras viajan ahora más adheridas al conjunto.

Y qué decir de Petti, nuestro Mark Lanegan. Qué maravilla escuchar ese chorro de voz vagando por los tonos graves. Sobre letras propias o del sempiterno Harkaitz Cano, la formación ofreció un oscuro paseo por las enseñanzas de Lanegan, Neil Young y Tom Waits, haciendo que no pudiéramos etiquetar ninguna canción como “la mala” del recital.

La fiesta acabó con Balerdi Balerdi, grupo que defendió el powerpop en Euskadi y Navarra – son pamplonicas- cuando muy poca gente sabía de él. Tienen esa manera antigua (y festiva) de hacer canciones. Un estilo que sigue sonando magnífico en celebraciones jaraneras. La única pena, la falta de gente para disfrutar del caldo. Porque vigorizante y reconstituyente fue un rato.

Petti, Gose: Nueva cocina vasca

Interpretes: Petti, Gose. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Día: 20/12/2007. Asistencia: unas 150 personas.

En este país de fogones musicales, la cocina de la propuesta foral Gaztemaniak! se caracteriza por ofertas suculentas a precios económicos. La víspera del día de Santo Tomás los organizadores fueron fieles a sus tradiciones y ofrecieron un menú euskaldun, con las actuaciones de Petti y Gose cerrando la programación del 2007. Lástima que la gente estuviera planchando sus txapelas y pensando en los talos de la Consti, porque 150 personas son pocas para la rica enplatada vasca que allí disfrutamos.

La cosa empezó potente, clásica, con toda la carne en el asador. Nada de figuritas en mitad de un plato inmenso ni nombres cuya duración es superior al tiempo de ingesta. Tradicional en el sentido más norteamericano del término, el beratarra Petti pasea ahora en formato cuarteto las composiciones de su último CD, “On”.

No vamos a descubrir ahora su impresionante voz, ni la herencia Mark Lanegan, ni sus amores por Tom Waits y los blues rotos. Pero en algún momento del concierto hubo pequeños bajones de empaque. Aunque fueron pocos y no son para nada achacables a la perfecta formación que le acompaña, nuestro viejo paladar se acordó de su propuesta acústica, donde con sólo una guitarra consigue hipnotizarte y electrizar hasta los pelos de las pantorrillas. Superado el trance y soltada la melena, la segunda parte de su propuesta se mostró enérgica en calidad y rasgados, saciando las ganas rockeras de los allí presentes.

Con el estomago ya bien llenito, tocó la hora de recrearse con el segundo de los platos de la noche, a cargo Gose. Presentados como una mezcla entre la modernidad digital y el poso de la trikitixa, lo suyo es de lounge cafetero y discoteca de eusko label y piercing.

Apoyados en un completo sistema de pantallas y con una imagen sobre el escenario tan cuidada como certera, el trío vasco empezó pausado, con temas que para unos eran familia directa de Gotan Project y para otros tenían un puntito vaporoso, como de banda sonora de la película Amelié. Su aportación a la película “Eutsi!” es un claro ejemplo de esta fórmula.

La cosa se fue poniendo pizpireta y en acordeón duatónico comenzó a correr más rápido, haciendo de Gose una propuesta que recupera los bríos de los ya asentados (A Joseba Tapia seguro que se le cayó una lagrimilla de felicidad al escucharlos por primera vez) para rejuvenecerlos a golpe de guitarrazos, batería digitales y voces sugerentes.

Al final, el menú musical que tenía una pinta ciertamente extraña gustó a unos y otros. Será que las inquietudes musicales no entienden de nombres afamados sino que gustan de centrarse en ofertas novedosas, cada una en su estilo, para los tiempos sonoros que nos están tocando vivir.

Lauaxeta: Lauaxeta All Stars

Día: 24-11-2005
Lugar: Teatro Principal (Donostia)
Asistencia: unas 250 personas.

Se acercaba a nuestra lluviosa capital la gira de presentación del disco “Ehungarrenean hamaika”. Un trabajo que recupera las poesías de Esteban Urkiaga “Lauaxeta”, grabadas ahora bajo la batuta del músico Rafa Rueda.

Bueno, lo de batuta es un decir. Porque Rueda y el resto de músicos que le pusieron el fondo sonoro a la actuación del pasado jueves le pegan al pop rock de tintes norteamericanos con un gusto exquisito.

Un esquema, el rockero, no muy empleado a la hora de recuperar textos pasados, habitualmente presentados bajo abrigos mas relajados y tradiciones folk. Pero si se hace con encanto y devoción, con ganas de ponerle nuevos abrigos a letras pretéritas, y con una calidad ejecutante fuera de toda crítica, el resultado no puede ser más reconfortante.

Los dos centenares largos de asientos ocupados del donostiarra Teatro Principal disfrutaron del suave arranque del evento. La actriz Argia Gardeazabal, desde la platea del teatro, arrancó con una de esas emocionantes narraciones que se sucedieron a lo largo del concierto. Y al igual que en el CD, Gari fue el encargado de inaugurar el micrófono con su sentido “Bertso zarrak”.

Por el atril pasaron el resto de voces participantes en el homenaje al periodista y defensor de la cultura vasca fusilado en la Guerra Civil. Tras el ex Hertzainak le tocó el turno a Eñaut Elorrieta, cantante de Ken Zazpi. Es “Mendigoxaliarena” una canción preciosa a la que la habitual fuerza del vizcaíno imprime una pasión contagiosa.

Mikel Urdangarin inauguró los momentos pausados del concierto con la sentida “Loretan”. Rafa Rueda se guardó para sí mismo la preciosa “Kanta Ariña”. Composición de raíces melódicas más norteamericanas que, y con perdón de la comparación, los aros de cebolla.

Jabier Muguruza, el dandy del Bidasoa, susurró de manera bucólica “Zelayetakua”, mientras Francis Diez (Doctor Deseo) mostró la casta habitual sobre el escenario, aunque ahora tocase cantar en euskera.

El eibartarra Markos Untzeta suplió la anunciada baja de Anje Duhalde. Su “Otsokorena” sonó cercana a las tensiones mantenidas de Bob Dylan. Xabi Strubell (Zura) narró en “Neskatxu Gorrixka Bati” uno de los momentos más enérgicos de la noche.

Xabier Montoia trajo la paz sonora al escenario, con su delicada versión de “Liparra”. Txuma Murugarren decidió salirse del esquema nocturno con su visión blues del tema “Arotzak”. A él le cayó una de las mayores raciones de aplausos de una noche que acabó con el vozarrón de Petti. Nuestro Mark Lanegan musicalizó el sitio del castillo de Amaiur (recogida en el poema “Amayur Gaztelu Baltza”) de manera espectacular, sobrándole en ocasiones la amplificación del micro.

El final llegó repleto de emoción, con la lectura “en off” del dictamen del juicio en el que Esteban Urkiaga era condenado a morir fusilado. Tranquilo, Lauaxeta. Estés donde estés. Rueda y los suyos te han hecho un buen homenaje.