Nota: este post tendrá unas fotos preciosas cuando Christine Flow suba las alucinantes instantáneas que sacó del concierto.
No suele ser nada habitual que tengamos mariposas en nuestro estómago desde 15 minutos antes de que comience un concierto. Por eso andábamos pelín alterados cuando la pantalla gigante comenzó a dar imágenes de los New York Dolls fumándose un chino (“turkish cigarette”) o Brigitte Bardot saliera en su época gloriosa cantando un temita. El mito estaba a pocos minutos de nuestros ojos.
¿Aparecería con pies de barro, o mantendría su atractivo después de tantos años y tantos recuerdos personales construidos sobre su música.
Se recoge el telón. Fotos añejas de presidiarios norteamericanos sobre el fondo. Sale la banda de mercenarios (¿de amarillo? ¿No daba mala suerte?) y aparece la visión esperada durante tantos años. Nuestro The Last of The Famous International Playboys canta su tema homónimo, y nuestra emoción se dispara. Es él. Le estamos viendo. En directo. Delante de nuestros ojos.