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Etiqueta: We Are Standard

V Irun Rock Jaialdia: Bidasoa Rock

El festival presenta su edición más ambiciosa, con varios conciertos gratuitos y un cartel en el que destacan Bigott y WAS.

Actuaciones a pie de calle en distintos emplazamientos fronterizos, tanto en el turno de tarde como acompañando la ingesta de ese vermú que vuelve a cobrar fuerza entre los paseantes. Y con un centro de operaciones, el Auditorio Ficoba, como espacio de pago que albergará los conciertos de los nombres más relevantes de esta quinta edición del festival. Quién le iba a decir a Iñaki Estevez, uno de los organizadores del Irun Rock Fest, que la idea iba a alcanzar semejante altura. “Es nuestro año más ambicioso, sin duda. Creemos que después del éxito de la anterior edición, en el que contamos con gente como Sex Museum, Arizona Baby o Angel Stanich, en 2015 debíamos dar otro paso adelante. Ahora hemos mirado hacía el rock más actual, el indie. Apostando por bandas que funcionan muy bien en directo e incluyendo a las formaciones vascas que más ruido están haciendo fuera de nuestro territorio”.

Un caminar festivalero que comenzó en 2009 de la mano de la asociación fronteriza Men of Rock Musika Elkartea, una agrupación de la que Iñaki es miembro. “Queríamos apostar por una cita como las que hay en Hondarribia o Donostia. Al principio nos tachaban de locos y creo que aún hay gente que lo sigue pensando”. Para quienes duden les recomendamos echarle un vistazo al cartel, repleto de nombres atractivos.

Comenzamos el repaso con We Are Standard y su meneo al cancionero de The Clash. Los bilbaínos han presentado con cuentagotas esta mezcla de sonidos de baile y fondo rockero respondón. Una gira que empezó en Bomberenea (Tolosa) y que tras visitar Madrid o Barcelona y elevar los ánimos de los asistentes al Sonorama anuncia su última fecha en el Irun Rock Fest.

Le sigue en la enumeración el barbudo Bigott, exitoso autor que acaba de presentar esta semana “Baby Lemonade”, canción de adelanto de su próximo trabajo. Una melodía pausada y algo ácida que le coloca cerca del puente de San Francisco. No se asusten, que el autor de Zaragoza sigue siendo sinónimo de fiesta y alegría. Sobre todo como en ocasiones como la de este sábado, cuando viene acompañado de su banda habitual.

De Bilbao llegan Zea Mays, formación que aterriza en la ciudad guipuzcoana para hacer las delicias de quienes gusten de escuchar tonos vascos, sonidos contundentes pero poperos y una voz espectacular, la de su cantante Aiora Rentería. Su último CD es el paseado “Da”, cuyas presentaciones pronto les llevarán a Berlín.

De Belako y Cápsula poco nuevo y mucho bueno se puede contar. Los primeros están repartiendo desparpajo guitarrero y efervescente en escenarios tan relevantes como el BBK Live, DCode o Primavera Sound. Son harina de otro costal, la banda vasca más deseada de este momento. Los segundos acaban de grabar un disco en vivo esta misma semana. Un trabajo que seguro rezuma glam, rock, estilazo y apostura. Si todo esto fuera poco, decir que ahora cuentan con Guantxe (Lobo Eléctrico, Inoren Ero Ni) a la batería. Algo digno de ver.

Como disfrutable será el concierto de Tania de Sousa. La guipuzcoana ha publicado este mes un disco de canciones atractivas e impactantes, con gran variedad de estilos. Como los que se podrán encontrar en las actividades callejeras que el festival ofrece en esta edición. “El Irun Rock nació gratuito, en la calle, con bandas locales”, apunta Iñaki Estevez. “Y es una idea que no debe perderse, porque son momentos que todo el mundo puede disfrutar”.

El paseo al aire libre comenzó ayer con Lee Junior y seguirá esta tarde con la rabieta punk pop de Pantones, la elegancia folk de Frank y el rock clásico de los locales La Bona Dea. Porque esta programación sirve también como presentación de las nuevas bandas irundarras, una ciudad que “fue un referente musical del rock radical en los años 80, en los 90 arrancó con bandas rockabillys o poperas. Y tras el bajón posterior la cosa ahora comienza a renacer con un par de salas que han abierto sus puertas en las últimas semanas y formaciones como La Bona Dea, Inductions o Kasermarat”.

Fuera de esa categorización amateur, por más que su forma de vida la defienda de alguna manera, queda Oskar Benas (sábado, Crepería Hiruki, 19 horas), un alma libre de creatividad imparable. Para cuando uno quiere hacerse con el último de sus discos este guitarrista, habitual en los conciertos de Fermin Muguruza, ya ha editado otro. “Es que a veces no me sigo la pista ni yo”, nos cuenta divertido Benas. “Realmente no siento la necesidad de hacerlo, pero me gusta hacer lo que hago. A veces me gusta más, a veces menos, a ratos no sale nada y a ratos no paro. Es incontrolable y al mismo tiempo no-premeditado”. Bonita definición de la creatividad, querido Oskar.

Sus últimos discos, todos colgados gratis en su bandcamp, recogen el amor del autor por los temas instrumentales. “Cada vez me aburro más de las letras, de lo escrito, del imposible al que caen las palabras cuando quieren expresar algo inexpresable”. En principio su concierto del sábado seguirá ese camino libre de voces cantadas, aunque la cosa puede variar como el clima de nuestra región. “Creo que improvisaré bastante. Igual el mismo día tengo más o menos clara una colección de temas pero luego puedo cambiarla para ver la reacción en la gente”.

Irun será el comienzo de un otoño muy ocupado. “He empezado a tocar de nuevo con mi historieta en solitario, llevando unos cascabeles en los pies, un ruan (un tipo del laúd chino, uno de los instrumentos musicales tradicionales más antiguos de China) y guitarras muy tuneadas. Pronto estaré en el Kabigorri de Irun y el Teatro Zorrilla de Valladolid. Y planeo un viaje a sudeste asiático. Vivo con la pasta justa. Pero no hay hijos, ni hipotecas ni grandes derroches. Tras la excursión tocará currar, pintar – es mi pasión- y tocar un montón, montar una huerta y autogestionarme al máximo”.

El certamen se cierra con la actuación vermutera el domingo (11 am, Plaza San Juan) a cargo de Howdy. Y un recuerdo de los organizadores referente al transporte público nocturno. Que su ausencia no va a ser excusa para quedarse en casa mañana. “Habrá euskotrenes toda la noche. Ficoba está a 500 metros de la parada del Topo. Sin olvidar que el parking de Ficoba será gratuito. Animando a los irundarras a que se acerquen al evento, que está a solo diez minutos andando del centro de la ciudad”

Primavera fest: Ricos platos sonoros

Intérpretes: We Are Standard, Nimu, Daniel Trim, Frank Caro. Día: 27 de abril del 2013. Asistencia: unas 250 personas. Entrada: 18 euros.

Este fin de semana la discoteca donostiarra Bataplán celebraba su cita anual (o puntual) con las músicas ejecutantes, ampliando la propuesta habitual de un concierto a la inclusión de varios DJs de atractivas mezclas y estirando su duración a dos noches. Envuelvalon todo, pónganle un cartel y ya tienen el Primavera Fest.

En el lado pinchadiscos destacó Bimba Bosé. Más allá de su nombre, ofreció una buena sesión eléctrónica. Los Zombie Kids demostraron que también saben liarla en la costa, llevándose el hipotético premio a la mejor pinchada. La cantera local demostró buena forma y supo rayar a la altura. Apunten al menos sus nombres, por si se los cruzan en el futuro: La Fabrica de Colores, Nimu, The Wicked Pair.

Pero todos los focos se dirigían, por fama y potencia escénica, a We Are Standard. Los bilbaínos andan paseando su fabuloso nuevo trabajo, el reciente “Day”. Y esta fue la presentación oficial donostiarra, y no el desdibujado acto de entretiempo que se cascaron hace pocos meses en Intxaurrondo. Porque volvimos a ver a la formación que nos maravilló teloneando a Primal Scream. Son sus hijos directos, vástagos de la escena musical de los 90 que explotó con aquel disco titulado “Screamadelica” y que tuvo sus referentes en Stone Roses, Flowered Up, Happy Mondays y resto de sicodélicas agrupaciones poperas.

A todos ellos homenajea con gran visibilidad la numerosa banda capitaneada por el cantante Deu Txillardegi, quien el sábado pasado mostró su mejor cara como animador. De entre sus canciones emerge el single “7,45 (bring me back home)”, una melodía épica y elevada que debería quedar como tema eterno de nuestra discografía popular. Pero el resto de composiciones no son cojas. Las nuevas destacan por ese homenaje británico bien asimilado. Las antiguas, por el claro componente rockero, entrecortado y danzante. Ambos conceptos casaron bien con la isla de fondo. Esperamos que la idea – ya sea como festival o como acto más solitario- se repita antes del 2014.

Kutxa Kultur Festibala: Agitando las maracas

Y llegó Bobby Gillespie con sus secuaces a Donostia. Y lo puso todo patas arriba. Primal Scream, interpretando su celebérrimo disco ‘Screamadelica’, editado hace ahora veinte añitos de nada (madre mía, qué lejos empieza a quedar la Gaztekutxa), fue el genial colofón de la larga fiesta que la Kutxa montó en el Velódromo el pasado sábado.

La tarde la abrieron Rock Privado y Krell, los grupos que más votos consiguieron en el concurso que la entidad financiera realizó en Facebook. Les tocó bailar con la más fea, y la más ausente. Apenas 15 personas con el primer acorde de los rockeros. Ambas formaciones demostraron morro y tablas.

Los donostiarras Thee Brandy Hips lo bordaron. Pop genial, divertido, contagioso y cada vez más abierto. Y si los guipuzcoanos fueron notables, lo de We Are Stardard fue cum laude. Impresionante su show, su propuesta sonora, su dominio escénico. Como dicen los chavales en la calle, «su todo». Los nuevos temas (otro guiño a nuestra lozanía) son hijastros de Happy Mondays, Stone Roses y, claro, Primal Scream. Pero nada de cortapega barato. WAS son poderío enlatado en canciones cada vez mejores.

Suyo debía ser el entrante a los protagonistas de la noche, pero ya saben la tendencia de que los foráneos tengan la tipografia más grande en los carteles. Fanfarlo ocuparon ese lugar, y sus epopeyas a lo Arcade Fire que se quedan sin explotar fueron muy aplaudidas, pero quizás mal colocadas en el cartel.

Primal Scream a escena. La pantalla del fondo con el genial logo de su disco ‘Screamadelica’. Primer tema. ‘Movin on Up’. Y todos nos lanzamos a botar, a querer ponernos la camisa brillante del antiguo batería de los Jesus And Mary Chain, a comprar dos maracas y pasarnos toda la velada agitándolas como aquellos bailarines que tan poco bailaban en la época del sonido Manchester. Cantando, alborotando, haciendo de fan de Justin Bieber.

Tanta efusividad tuvo sus excesos, y Gillespie se encaró con un asistente que le había lanzado un vaso. Chico, que estuviste en la famosa bronca de los Jesus en el North Poly en 1988 (y en Candem tres años antes, y…). Hay que tener más mano izquierda, hombre. Bromas aparte, el cantante fue una guindilla durante toda la noche. Un agitador nato. Siempre lo ha sido, más que cantor puro.

Tras el pistoletazo sonoro llegaron la espectacular y no menos quieta versión del «Slip inside this house» de los 13th Floor Elevators, el silbido pegajoso de ‘Dont fight it feel it’, la deliciosa calma de ‘Damaged’ y ‘Higher than the sun’, el pepinazo eterno que es ‘Loaded’… Para el bis, con las stonianas ‘Country girl»,’Jailbird’ y ‘Rocks’, ya no nos quedaba fuelle, músculo ni endorfinas. O las que aún pululaban por nuestro cuerpo se volatilizaron. Solo guardamos energías para estirar la boca y mostrar a los presentes nuestra feliz sonrisa de anuncio de dentista.

Kutxa Kultur Festibala: Saltando la banca

Extenuantes y gozosos días son los que quedan a los fans de las músicas popero-independientes para cerrar la entrada de noviembre. La caja de ahorros guipuzcoana Kutxa tira la casa por la ventana y cierra su ciclo anual de actividades culturales con la organización de una serie de conciertos que, estos días sí, nos emparenta con las mejores villas europeas.

La fiesta comenzaba ayer, con el show de los norteamericanos Wilco en el Kursaal donostiarra. Jeff Tweedy y los suyos volvían al auditorio con su flamante nuevo álbum titulado ‘The Whole Love’. Y esta noche, la cita banquera llevará nuestros pasos a la sala Gazteszena de la capital donostiarra, con Cristina Rosenvinge y el local PLV Havoc como nombres de un cartel de enfoque cantautoril.

Y mañana, «madrugón» para poder disfrutar en el velódromo donostiarra de todas las actuaciones que sirven de colofón al ciclo Kutxa Kultur (www.kutxakultur.com). Una programación privada que ha apoyado a los autores locales -no sólo musicales sino también textiles, fotográficos o videográficos- a lo largo de este 2011, con festivales en varias poblaciones, invitaciones para abrir las veladas de formaciones de postín y otros actos encaminados a que lo que cuenta con una difusión mínima pueda aparecer ante el gran público.

Festibaila: Bailando sobre la tabla

El festival de pelis surferas Surfilm Festibal presenta su versión más musiquera, nocturna y alevosa en la sala Gazteszena de Donostia.

Los ingredientes de Festibaila 2010, el certamen musical con el que los promotores del Surfilm Festibal cierran su programación nocturna hoy y mañana tras el repaso fílmico a las más importantes producciones surferas del año, derrochan brío y amoríos negros.

En estas dos jornadas el escenario de la sala de la Calle Baztan nº 21 se llenará de ritmos humeantes (Lone Ark), cadencias jamaicanas (Novato), hip hop selecto (Rapsus Kley), pop agitado que no revuelto (NudoZurdo), africanismos (San León) y mucha música de baile (Dj Graham, Makala, We Are Standard).

Hablamos con el último de los grupos nombrados. Los chicos de Standard están de actualidad por mil y un cuestiones: Conciertos en Londres, el futuro disco de remezclas que ya ha salido nombrado en la omnipresente publicación Pitchfork, el concurso popular de reelaboración de canciones, los numerosos conciertos que van a dar en Guipúzcoa en las próximas semanas,…

Pillamos al cantante de la banda,  Deu Txakartegi, haciendo la maleta para partir rumbo a Londres, donde hoy ofrecerán un concierto en un barco como presentación de su último CD, el homónimo “We Are Standard” recientemente editado por aquellas tierras. “Inglaterra se nos estaba resistiendo y era de esos sitios en los que nos faltaba tocar. Con las ganas que tenemos, seguro que va a ser una fiesta. Tenemos que devolverles lo que nos llevamos cuando grabamos nuestras últimas composiciones allí”.

Si el mundo sigue girando como hasta ahora, seguro que no es su último aterrizaje en Heathrow. La gente de Pitchfork, el medio musical más relevante de los últimos meses, la revista con mayor creación de hypes por minuto del mundo, ha colgado la remezcla que John Talabot realizó del “Dont’ give up” de los vizcaínos. Una fotografía bastante house, madchesteriana y ligeramente grower. La canción ya se puede escuchar en el Myspace de la formación vasca.

Donostikluba 2008: Músicas enérgicas

Interpretes: El Columpio Asesino, 16th Solid Spread, We Are Standard, Andy Rourke. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Día: 4 Octubre 2008. Asistencia: Lleno, unas 600 personas.

El rock parece haberle ganado la partida a la música pinchada. La presencia de los músicos y la ejecución de las canciones supera la presencia de los grandes nombres tras los tocadiscos.

Se vio el viernes en Donostikluba, cuando los creadores locales ocuparon la última franja horaria y la gente, en pequeño goteo, iba abandonando el lugar.

Y la fórmula se confirmó el sábado con Andy Rourke, el que fuera bajista de los Smiths. Los cientos de personas que habían asistido a los conciertos previos se quedaron en unas cuantas decenas en la franja final de la noche, cuando las melodías venían guardadas en un ordenador.

Claro que había sido una noche con un gasto importante de energía desde la apertura de puertas. El Columpio Asesino se olvidó de los pasajes reflexivos y vaporosos de su último disco “La Gallina” y despachó un concierto repleto de potencia y ardor.

Los navarros recuperaron esa fuerza que se basaba en Los Pixies. Con una formación más que numerosa sobre el escenario, consiguieron electrizar el vello de los asistentes a base de guitarrazos, voces elevadas y mucha fuerza percutiva. Su actuación se cerró con una personalísima mirada al “All Tomorrow Parties” de la Velvet Underground.

El vigor disminuyó ligeramente con la actuación de los catalanes 16th Solid Spread, quienes ofrecieron un concierto correcto, digno de un programa televisivo de la MTV. Si tamaña pulcritud es buena o mala lo dejaremos al gusto del lector. Su repeinado rock sonó impoluto, con grandes influencias de bandas como Smashing Pumpkins o Foo Fighters y movimientos actuales como el post-punk. Claro que si comparas lo escuchado con los zarauztarras Delorean la propuesta se diluye como un tenista norteamericano sobre la tierra batida.

Aunque para raquetazos, los de los vizcaínos We Are Standard. Con el motor a tope de revoluciones durante toda la velada, los getxotarras demostraron que su segundo disco confirmará las virtudes del primero. También tuvieron tiempo de homenajear a la Velvet con la versión de “Waiting For My Man”, acabando su poderosa actuación con todo El Columpio Asesino sobre el escenario, en compañía de algunos espectadores que decidieron subirse a la tarima.

El mancuniano Andy Rourke tiró lo justo de nostalgia (tan sólo sonaron 3 canciones de los Smiths) y recuperó la imagen del pinchadiscos más clásico, el que ponía un temazo después de otro. Hubo espacio para el rock de los Who, la alegría melódica de The La´s y su “There she goes” y mucha música actual, esa que se rebusca en las cubetas de vinilos o se escucha en emisoras alternativas como la XFM británica, donde el músico inglés cuenta con un programa radiofónico.

Donostikluba 2008: Presente y futuro

La segunda edición del Festival Donostikluba sigue fiel a sus principios: Unir grandes nombres de la escena nacional e internacional con bandas de sonidos aún no muy conocidos.

En el lado de las estrellas, varios nombres con propuestas alejadas de lo habitual relucen en el bonito y expresivo cartel diseñado para la ocasión. Andy Rourke, el que fuera bajista de los seminales The Smiths, aterriza en Donostia este mismo fin de semana con su maleta llena de discos.

El hombre, al que aún no se le ha reconocido suficientemente su labor como completo músico al servicio de los dibujos guitarreros de Johnny Marr y las expresivas melodías de Morrissey, presenta ahora un programa en la XFM inglesa. Para su sesión promete una fiesta con muchas canciones de su antigua formación, el pop británico de los 90 y algunos pelotazos británicos actuales.

El otro gran fogonazo de atención está colocado en The Posies. La banda norteamericana parará en la sala Gazteszena para hacer esa cosa que tan de moda está últimamente: Tocar uno de sus discos más afamados, “Frosting on the beater”. La mayor diferencia con el resto de formaciones que suelen atender a estos repasos de corte nostálgico y económico es que el cuarteto sigue en un estado de forma envidiable, como una apisonadora de power pop de bellas melodías.

También tendrá su puntito ver a los platos al bailarín de los Happy Mondays, el esquelético Bez. Aseguran que mantiene la energía (y las ojeras) de sus comienzos, y que la diversión sonará en formato indie, dance y funk, con muchos clásicos de su época.

Siguiendo por el lado bailongo, habrá que ir bien entrenado para aguantar el tirón de los bilbaínos Standard (ahora llamados We Are Standard). Presentan nuevo disco, y regalaban en Internet su single “The Last time”, un auténtico pelotazo de energía.

La marcha también esta presente con los catalanes 16th Solid Spread y su indie rock de maneras post punk. Atención especial a otros catalanes, Gentle Music Men. Su pop elaborado y melancólico se apunta como una de las sorpresas del Donostikluba. También podíamos meter en esa categoría a los maños (que bien podían ser suecos) Big City o a Half Foot Outside. Los navarros no paran de crecer, asentándose siempre en el pop guitarrero. Y la bella Russian Red encandilará a los presentes como ya hizo hace unos meses en la capital guipuzcoana, con su folk a punto de romperse y esa voz que sugiere y emociona.

Sin olvidar la siempre efectiva labor de bandas ya asentadas en nuestro panorama como Sidonie y los pulcros e impetuosos pop rockeros de La Habitación Roja.

En la aportación vasca, destacan las siempre enérgicas composiciones de new wave garajero de Thee Brandy Hips -una de las sorpresas musicales más agradables de los últimos tiempos- o la alegría y elegancia que DJs como Turko y el Nota siempre imprimen a sus sesiones. Y la refrescante inclusión del hip hop en la programación del festival, en el que los locales Rude Kanka calentarán el ambiente antes de la sesión de Flowklorikos.

Delorean, We Are Standard: Luces en el Peine Del Viento

Día de la Virgen, día de carreras. Galopadas en el hipódromo de Lasarte-Oria. Y más trotadas para coger sitio en los fuegos, las heladerías y las paradas de los autobuses nocturnos.

También las hay para colocarse cerca de los escenarios. Sobre todo con los pura sangres en Sagüés. Algo menos cuando se asiste a los entrenamientos de desconocidas potrancas, caso de las verbenas nocturnas o el concurso pop-rock de Donostia.

Pero lo que de verdad sorprende es la asistencia a actuaciones de yeguas que acaban de empezar a competir en los mundos musicales. Ese es el caso del concierto de Delorean y Standard, dos formaciones vascas que el pasado martes llenaron el escenario situado en el Peine Del Viento.

Abrieron fuego los bilbaínos Standard, en su primera parada en nuestra ciudad. Potentes, divertidos, bacilones e incitando al baile moderno a lo suelto con sus dos baterías bien conjuntadas, la formación vizcaína demostró que se puede hacer bailar con guitarras. Con ecos de la música británica de los años 90 (Happy Mondays), su actuación fue una de las perlas que nos dejará la Aste Nagusia.

Y si Standard fueron enérgicos, lo de Delorean sigue siendo de anuncio de Durex. Ya saben, esa pareja que con su pasión va iluminando maquinitas y norias.

Los de Zarautz siguen presentando una tensión y un brío sobre el escenario que no sólo es capaz de iluminar el anuncio de la marca cervecera -a todas luces exagerado- presente en el Peine Del Viento, sino que puede alumbrar las ferias durante toda la Semana Grande. Y si se ponen serios, surtir de luz al barrio de Gros de aquí a Mayo.

Musicalmente mezclan un poco de punk y un mucho de música techno, con voces chilladas y ritmos imparables. Tras un pobre comienzo, el concierto fue subiendo en intensidad hasta la despedida “made in Nintendo”. Ellos acabaron de reventar una plazoleta que les despidió con salvas de aplausos.

Hablando de la plaza de marras, recomendamos por segundo año consecutivo que coloquen baños móviles y se alumbre de alguna manera la zona de bajada de la misma hasta el paseo. Bueno, o eso, o que monten directamente un hospital de campaña. Porque cuando se haga de noche en uno de estos eventos los mamporros pueden ser de aúpa.