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Delorean, We Are Standard: Luces en el Peine Del Viento

Día de la Virgen, día de carreras. Galopadas en el hipódromo de Lasarte-Oria. Y más trotadas para coger sitio en los fuegos, las heladerías y las paradas de los autobuses nocturnos.

También las hay para colocarse cerca de los escenarios. Sobre todo con los pura sangres en Sagüés. Algo menos cuando se asiste a los entrenamientos de desconocidas potrancas, caso de las verbenas nocturnas o el concurso pop-rock de Donostia.

Pero lo que de verdad sorprende es la asistencia a actuaciones de yeguas que acaban de empezar a competir en los mundos musicales. Ese es el caso del concierto de Delorean y Standard, dos formaciones vascas que el pasado martes llenaron el escenario situado en el Peine Del Viento.

Abrieron fuego los bilbaínos Standard, en su primera parada en nuestra ciudad. Potentes, divertidos, bacilones e incitando al baile moderno a lo suelto con sus dos baterías bien conjuntadas, la formación vizcaína demostró que se puede hacer bailar con guitarras. Con ecos de la música británica de los años 90 (Happy Mondays), su actuación fue una de las perlas que nos dejará la Aste Nagusia.

Y si Standard fueron enérgicos, lo de Delorean sigue siendo de anuncio de Durex. Ya saben, esa pareja que con su pasión va iluminando maquinitas y norias.

Los de Zarautz siguen presentando una tensión y un brío sobre el escenario que no sólo es capaz de iluminar el anuncio de la marca cervecera -a todas luces exagerado- presente en el Peine Del Viento, sino que puede alumbrar las ferias durante toda la Semana Grande. Y si se ponen serios, surtir de luz al barrio de Gros de aquí a Mayo.

Musicalmente mezclan un poco de punk y un mucho de música techno, con voces chilladas y ritmos imparables. Tras un pobre comienzo, el concierto fue subiendo en intensidad hasta la despedida “made in Nintendo”. Ellos acabaron de reventar una plazoleta que les despidió con salvas de aplausos.

Hablando de la plaza de marras, recomendamos por segundo año consecutivo que coloquen baños móviles y se alumbre de alguna manera la zona de bajada de la misma hasta el paseo. Bueno, o eso, o que monten directamente un hospital de campaña. Porque cuando se haga de noche en uno de estos eventos los mamporros pueden ser de aúpa.

Publicado enCríticas de conciertos

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