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Etiqueta: The Pains Of Being Pure At Heart

The Pains Of Being Pure At Heart: Days of Abandon

Pop
2 estrellas

Kip Berman y sus nuevos amigos deciden cardar sus sonidos en esta entrega, añadiendo sintetizadores y relax compositivo a sus canciones. Suena como si los hubieran grabado en un estudio de la MTV en los años noventa, todo bien regado de neón como en la época cantante de la protagonista de “Cómo conocí a vuestra madre”. Al final del CD recuperan viejos bríos, sonidos que seguro dominan su actuación mañana en el Kutxa Kultur de Igeldo

Kutxa Kultur: El parque independiente

Los Planetas, Wombats y El Columpio Asesino son algunas de las atracciones musicales del festival repleto de sonidos indies que se celebra este fin de semana en el parque de Igeldo.

Atacamos a Sergio Cruzado, el principal promotor de este festival musical donostiarra, con la pregunta más importante de todas: ¿Va a hacer buen tiempo? “Las previsiones así lo indican”. El clima es lo único que puede hacer variar el disfrute de los asistentes al Kutxa Kultur, porque el resto de la fórmula sigue siendo acertada. Un emplazamiento único con la ciudad a tus pies mientras la música independiente de calidad contrastada suena en los distintos escenarios situados entre las atracciones del parque. Ferias que, no lo olviden, siguen abiertas mientras los grupos actúan.

A veces el mejor cambio es no hacer ningún cambio. “Lo peor sería que el festival perdiera su identidad por tirar hacia otro lado. Es verdad que el planteamiento ha funcionado desde el principio y que dadas sus características te permite pocas alternativas para la ubicación de los escenarios. Pero todavía se puede sorprender o mejorar”.

En el tema de mejoras los organizadores han reforzado la frecuencia de los autobuses-lanzadera (recordad que no se puede subir al Monte Igeldo en transporte privado) y quien quiera airearse al finalizar los conciertos también podrá bajar andando a la ciudad porque este año se ha habilitado un paseo por el Camino del Faro hasta Ondarreta. Se mantienen propuestas tan atractivas como la de subir gratis en funicular o contar con una guardería para que los cuarentones que ahora pisan más escuelas infantiles que salas de conciertos puedan disfrutar de las distintas actuaciones musicales dejando a sus niños a buen recaudo.

El Kutxa Kultur también ha preparado potentes fiestas post-festival en las salas Doka y Gasteszena -con bus gratuito a Egia desde el centro de la ciudad-. Sin olvidar que en esta edición habrá dos escenarios nuevos: El patrocinado por la bebida Red Bull y uno a cargo de la publicación local Arteuparte.

Porque la música sigue siendo el motor del evento. Con nombres potentes, formaciones que empiezan, futuras promesas y agradecidas sorpresas de última hora como la inclusión de la banda Los Planetas. “Son el grupo más influyente de la música independiente estatal en los últimos veinte años. Tienen una conexión muy clara con esta ciudad, y me consta que han rechazado muchísimas ofertas de otras ciudades. Verles en el Parque de Atracciones de Igeldo tocando «Qué puedo hacer» tiene que ser flipante”.

La gente recordará el lunes que viene las actuaciones de otros granadinos como Lori Meyers (“el año pasado tocaron en todas las capitales del Estado. Solo faltaba esta. Tienen al público y el viento a favor, y una legión de fans”), los bien paseados The Pains Of Being Pure At Heart, la parranda festiva de The Wombats o la oscura efectividad de El Columpio Asesino, banda que actuará en la ciudad que da nombre a su último disco, “Ballenas Muertas en San Sebastián”.

Y con esos grandes nombres, muchas posibles sorpresas. Algunas formaciones cuyo crecimiento es innegable (Correos, Gose, Grises) y otras exquisiteces más enérgicas (Kokoscha, Perro, Cabezafuego, Natural Child). Muchos se sorprenderán con la calidad del marciano Sean Nicholas Savage o el más clásico Jacco Gardner. O se tirarán de los pelos por no haber escuchado antes la potencia ruidista y shoegaze de Toy o la electrónica sinuosa de Reptile Youth. Porque ese es uno de los enfoques del certamen. Acercarse a picotear, pasear, potear los distintos sabores musicales. Algo, por otra parte, muy donostiarra

Sergio pone el foco en los pintxos sonoros locales, porque ningún otro festival les dedica tanta atención. “Esto quiere ser un festival de Donostia, no un circo o espectáculo ambulante que llegue a la ciudad. Si queremos crear público potencial para estas músicas y fortalecer la escena estos grupos deben tener un peso importante en el cartel”. Le pedimos algunas pistas. “Bide Ertzean es una de las mejores bandas de pop de los últimos años. Bassmatti & Vidaur han recogido el testigo del pop artesanal y dibujado a mano de esta ciudad. Chase The Mayhem, The Animal Within y Hyedra están construyendo una escena muy potente. El rock instrumental de Ladrones De Guitarras le va como un guante al parque. Frank, Luke Amstrong o Mery May son la vertiente folk-rock de nuestros grupos musicales…”. Imposible detallarlos todos. Pasen por la web del evento www.igeldofestibala.com para conocer más detalles de los combos actuantes. Y no despisten las redes sociales si se quieren enterar los últimos cambios en el programa o las novedades de última hora.

The Pains Of Being Pure At Heart: Un resultado injusto

Intépretes: Dotore, The Pains Of Being Pure At Heart. Lugar: Sala Gazteszena (Donostia). Día: 21 Noviembre 2010. Asistencia: Unas 150 personas.

Será por el fútbol. Porque era domingo, y ya estamos con el síndrome de la semana laboral. Quizás porque algunos de los intérpretes estuvieron gratis – al precio de la entrada me refiero- en el último Jazzaldia donostiarra. O porque el ticket ahora costaba 20 euros. Puede que fuera porque llovía sin parar y daba coraje ir al barrio de Egia. O porque la abuela fuma (hasta el 2 de enero, claro, que luego no saldrá fuera porque hace frío). Pero la asistencia al concierto del pasado domingo fue un poco impropia de una urbe supuestamente inquieta.

Bueno, “el fútbol es así” y “el público es el que paga y siempre tiene la razón”, pero en el fondo la gente se pierde conciertos impepinables de principio a fin. Con unos donostiarras, Dotore, haciendo música tan emocional como pasional. O esos The Pains Of Being Pure At Heart amantes de las bebidas locales – kalimotxo, para más señas- y el pop independiente de los 80-90 del siglo pasado.

Y no pudo haber telonero mejor que Dotore, que edita sus discos en la cariñosa disquera donostiarra Cosas Primo (punto com). En un delicioso formato trío de guitarra, chelo y batería, la banda capitaneada por el guipuzcoano Pablo Martínez se abriga en el folk eterno y hogareño. Ese que se toca con afinaciones paralelas y vive en la melena de Nick Drake. El mismo que sabe mantener la tensión baja entre susurros, arpegios y ritmos de batería moderados en el golpeo. Un pop tan íntimo, tierno y familiar que se torna invitado de cama o se le pone tenedor y cuchara a la hora de servir la mesa.

The Pains Of Being Pure At Heart: Amor Indie

La banda norteamericana presenta su futuro disco, “Belong”, en un ambiente recogido. El ideal para sus composiciones poperas y juguetonas.

‘Fue alucinante. Un concierto en la playa ante miles de personas, bebiendo unos kalimotxos. Quizás haya autores habituados a estas cosas, caso de ese Bruce Springsteen que parece ser un habitual de vuestra capital. Pero nosotros estamos más acostumbrados a las salas pequeñas’.

Kip, el cantante de The Pains Of Being Pure at Heart , recuerda su concierto en el pasado Jazzaldia donostiarra con la misma alegría que la que dejó en nuestros tímpanos. La banda retorna ahora, en su tercera parada vasca, a la sala Gazteszena de Donostia. Presentarán las canciones de su futuro disco “Belong”.

Los seguidores han pegado un brinco al ver los productores que firman dicho CD -Flood (Depeche Mode, U2, The Killers) y el estilísticamente más cercano Alan Moulder (Ride, My Bloody Valentine)-. ‘Podéis dormir tranquilos. Hemos hecho el disco que queríamos hacer. Ha sido una oportunidad única, para gente de una discográfica tan pequeña como nuestra “Slumberland”, tener la posibilidad de trabajar con estos señores. No son tiranos ni gente endiosada. Son amantes de la música, como nosotros, y por ese lado nos hemos entendido a la perfección’.

El resultado, si no se filtra antes (‘entiendo el deseo de conseguir todo gratis, pero animamos a la gente a que compre los discos de sellos unipersonales que se rigen por el afecto a la música’), se publicará en marzo del2011 y será ‘poderoso y emocionalmente evocador. Ahora todo gira alrededor de la inmediatez. Nos enfrentamos a la vida, no reflejamos el pasado. Letras más vivas, sonidos menos perezosos y nostálgicos. Todo más seco y directo’.

“Heart in the Heartbreak”, el single que ya circula por internet, parece ser un buen ejemplo de los pasos futuros. Con sones más cristalinos, ‘más pensados’ según sus propias palabras, el tema sigue mostrando a los neoyorquinos como abanderados del pop saltarín y guitarrero. ‘Hemos endurecido las partes más duras y suavizado las blandas. Como las bandas que nos gustaban en nuestra pubertad: Nirvana, Smashing Pumpkins, Weezer, The Pixies. Todas ofrecían un amplio rango de sonidos, sin decantarse directamente por uno de los lados’.

Noche de vino y colas en el playa.

Terminó el Escenario Verde con éxito total de público con Divine Comedy y los ‘Pains’. Estos últimos, ‘The Pains of Being Pure at Heart’, abarrotaron la Zurriola con sus pop guitarrero y repitieron cien veces su adoración por San Sebastián y el kalimotxo.

De quitarse el sombrero. El bombín, en este caso. Neil Hannon, el gurú del grupo Divine Comedy, uno de los mejores compositores de pop de los últimos 20 años, ofreció el concierto más sobresaliente de toda la zona gratuita del Heineken Jazzaldia 2010.

¿Cómo demostrar tamaña afirmación? Pues alucinando con la oferta: un solo, un piano y una voz en un escenario abierto e inmenso, el del Escenario Verde en la playa de la Zurriola, atacando canciones cuya ejecución erizaba los vellos.

Melodías eternas que el sencillo acompañamiento elevaba a los altares del pop, un sitio que ya ocupan Burt Bacharach y el resto de gentlemen’. Neil Hannon, un menudo ‘entertainer’ (o viceversa) que nunca pierde la elegancia británica. Si Jarvis Cocker (el cantante y lider de Pulp) escribe sus canciones con boli y papel, este irlandés lo hace con una pluma de ave y tinta china.

Arrancó con su mejor canción de los últimos años (‘At The Indie Disco’), un gesto de confianza. Le siguieron versiones de MGMT, bailes jocosamente autocriticados, sorbos de una copa de vino (en la que se volvía a servir de la botella) entre temas y chistes en mitad de las partituras. Interpretando algunos de sus clásicos como ‘Everybody Knows That I Love You’ y ‘Tonight We Fly’ y derrando su noche con ese ‘Can You Stand Upon One Leg?’ y su falsete de 30 segundos ejecutado entre gestos desenfadados para asombro del público.

Aunque para comedias divinas, las de las colas de los baños portátiles. Por mucho que abunden los evacuatorios, las aglomeraciones traen consigo filas más o menos eternas. Era muy divertido fijarse en los bailes involuntarios de la gente, buscando retrasar lo máximo su inscripción en la cola adelgazante.

Pop imberbe de Nueva York con ‘ The Pains of Being Pure at Heart’

La noche se cerraba -exceptuando las versiones ‘topolino’ de la The New Swing Orchestra y un excelente Antoni Tosmos Trío- con la actuación de The Pains Of Being Pure At Heart. Una imberbe banda de Nueva York que ha resucitado los años 90 más ‘indies’. Bebiendo directamente de formaciones candorosas y/o ruidosas como Jesus And Mary Chain, Ride, My Bloody Valentine o New Order (por nombrar algunas que ustedes pueden conocer), su pop guitarrero y melódico caló entre el numeroso público presente.

The Pains Of Being Pure At Heart: «The Pains Of Being Pure At Heart»

The Pains Of Being Pure At Heart
The Pains Of Being Pure At Heart
Fortuna pop

Internet lleva tiempo en plena ciclogénesis explosiva de elogios con el debut de estos neoyorquinos. Y con razón.

Los My Bloody Valentine de Sunny Sunday Smile («Come Saturday»), la dejadez de Field Mice («This love is fucking right») o la brillantez sonora de The Sundays se unen en esta colección de canciones de estructuras pasadas y frescura actual. Nada nuevo, pero todo bueno.