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Etiqueta: Makala

Kutxa Kultur Festibala: Chaparrón de sonidos indies

El Festival Kutxa Kultur regresa este fin de semana al emplazamiento único del donostiarra Parque de Igeldo con un ojo puesto en la climatología y mucha calidad en el cartel encabezado por Dinosaur Jr, Delorean y Crystal Fighters

Con una clara diferenciación sonora por días (hoy se baila y mañana se guitarrea) y a la sombra del éxito de su edición inaugural del pasado año, la fiesta indie vuelve a nuestra programación con un atractivo listado de bandas, fiestas posteriores en otra sala de la ciudad, espacio para las formaciones locales, y un taquillaje agotado para la jornada inaugural de hoy

Y dado que una de las mayores características del Kutxa Kultur es su localización, con los escenarios dispuestos a lo largo y ancho del parque de atracciones, hemos jugado a emparentar las ferias presentes con algunos de los sonidos que se podrán escuchar estos días. La lista completa de bandas y actividades la podrán encontrar en www.kutxakulturfestibala.com.

Montaña suiza: Es la atracción que más respeto impone en el mundo por el ruido de sus herrajes. En esa categoría caben algunos de los grupos de la noche del sábado, la más eléctrica y rabiosa. Aunque, como sucede con la mencionada montaña, el paseo finalice con gran satisfacción.

A la cabeza de esta clasificación, por bramido y calidad, se encuentran Dinosaur Jr. El grupo de J Mascis ha hecho de la distorsión su religión, siempre con el pop como ingrediente principal. No le van lejos los Crocodiles, ahijados de los Jesus And Mary Chain y amantes de enterrar las melodías bajo efectos de suciedad sonora.

Built To Spill es una banda única a la hora de hacer canciones. No llegan al cabreo de los mencionados, pero sus creaciones son toboganes melódicos en los que acabas levantando los brazos (para aplaudir). Dover cerraría la sección guitarrera con la interpretación de su más famoso trabajo, “Devil Came to Me”, la bandera del grunge nacional.

Taga-J. La web de Igeldo presenta este juego con las siguientes palabras: “Pásatelo en grande saltando y botando con tus amigos en esta atracción de la que no te querrás bajar”. Una descripción ideal para la noche del hoy, en la que los asistentes no tendrán excusas para estarse quietos.

Crystal Fighters ofrecerán un concierto a cielo abierto (o encapotado) tras el éxito de su actuación en Zugarramurdi, donde hicieron bueno el título de su disco “Cave Rave” encandilando a la selección de fans presentes.

Delorean, en la única actuación peninsular del 2013 – su gira norteamericana es la envidia de medio mundo musical- presentarán “Apar”, un nuevo CD que ya puede escucharse en streaming en la web de Pitchfork. Un disco soberbio que confirma que la calidad de los guipuzcoanos va más allá de modas.

Camas elásticas: “Bota, bota y bota. La diversión y el ejercicio están asegurados”. La descripción de esta feria viene que ni pintada para hablar de la sección DJ que suele aparecer en este tipo de eventos.
Crystal Fighters y Calor Djs (con parte de Delorean en sus filas) estirarán su aparición festiva de hoy hasta la fiesta posterior en Gasteszena. En idéntico emplazamiento brillará mañana con luz propia DJ Coco. El también programador del Primavera Sound es uno de los pinchadiscos alternativos más elegantes de la actualidad. Su selección de temas asegura una buena colección de agujetas los días posteriores.
Budin y Makala formarán el Bukowski Team, equipo que amenizará la estancia festivalera de los presentes en la denominada Terraza Panorámica.

Kosmikar: El “paseo en el que las sorpresas te esperan detrás de cada puerta” nos sirve para este párrafo de “tapados”. Sería injusto considerar a Belako como tales. Son el pelotazo del 2013 y vienen de actuar en el escenario más grande del Jazzaldia donostiarra.

También moverá las patitas (y, si me apuran, prender su mecheros o las pantallas de los móviles o lo que se encienda ahora) todo asistente al concierto de Shannon & The Clams, trío norteamericano que recupera la música de los 50 para presentarlo con un calmado envoltorio garajero. Su cita será el sábado a la noche en Gasteszena.

Wyliam Tyler merece ir a primera hora al recinto. El guitarrista de Lambchop y Silver Jews cabalga sobre los arpegios con una elegancia folk embriagadora. La definición también se ajusta como un guante a las características de Luke Amstrong. El inglés residente en Donostia aparecerá en el “escenario sorpresa”, actuando a su vez en algunos de los autobuses de subida a Igeldo. Su socio Tristán Crowley repite fórmula doble, ofreciendo en su caso un pop más lírico y emotivo.

Estanque: Los paseos más románticos del recinto se dan en esta pequeña laguna al calor de los vapores de las barcas. Puede ser un buen sitio para escuchar las delicadezas de Junip, el grupo comandado por el vaporoso José González. Los suecos han editado este 2013 un álbum homónimo que ahonda en los aciertos de su debut: ensoñaciones apoyadas en teclados nebulosos y una voz muy personal.

Conocida es la capacidad de conmover de Damien Jurado, quien vuelve a la ciudad en solitario, con la guitarra como única arma y su tono grave como perfecta fábrica de emociones.

Y si quieren algo más pizpireto pero igual de sensible no se pierda la cita con Allo Darlin, una de las bandas de indie estricto más disfrutables del momento. Los encontrarán la noche del sábado en Gasteszena.

Boca della veritá (el oráculo): ¿Que pasa si llueve?¿Se suspenden los conciertos? Esas son las preguntas más habituales que se pueden leer en las redes sociales del Kutxa Kultur Festibala.
La organización confirma que “habrá conciertos. Los escenarios están cubiertos y no hay alertas por viento, que es lo que puede complicar las cosas “. Anuncian estar “preparando un nuevo espacio cubierto con bastante capacidad. En él se realizarán algunos de los conciertos sorpresa previstos y será el refugio de quien busque resguardarse de algún chaparrón”.

Y hablando de bocas (que alimentar), nos recuerdan que no se podrá acceder al recinto con comida o bebida. Que para eso hay “Terrazas Gastronómicas del Mundo”, espacios de comida zampada al vuelo con sabores argentinos, talos locales, gustos africanos y zonas especialmente cárnicas.

Tren de Igeldo: No será un recorrido tan entretenido como el del propio parque, pero el desplazamiento hasta la zona festiva al menos seguirá siendo gratuito: Dbus ha puesto un servicio especial desde las 3 de la tarde hasta el cierre, con una frecuencia nunca superior a los doce minutos y paradas en la Calle Easo y el Hotel Eceiza. Sin olvidar el clásico Funicular, también gratuito si se presenta la entrada.
Y quien quiera asistir a la fiesta posterior de Gasteszena también contará con viajes gratuitos en bus desde el parque.

Laberinto: El Kutxa Kultur consigue dar una salida a la encrucijada que suelen tener los padres con niños, ofreciendo un servicio de guardería a primeras horas de la tarde. Estará abierta de 18:00 a 23:00 en el Barco Pirata, para niños entre 4 y 10 años, y costará seis euros.

Jazzaldia: Crisol y sombra

El Náutico donostiarra se ha convertido en un exitoso sonoro espacio festivo del Jazzaldia. Situado en plena costa, y con muchos asientos naturales en los que apoyar las posaderas, a nada que el buen tiempo se instale sobre nuestras cabezas la zona se convierte en el arranque de la fiesta diaria. O en el espacio en el que relajarse mientras ves a la gente bañarse. Si no eres tú mismo el que decide pegarse un chapuzón para aligerar la modorra que dejan las noches largas

Durante estos días músicas modernas y antiguas, siempre con un enfoque bailarín y sofisticado, han sonado en el lugar a cargo de varios DJs preferentemente locales. El domingo los actos comenzaban con Teenage Caveman. Un joven guipuzcoano cuyo buen hacer mezclando le ha llevado a pinchar a festivales británicos especializados en músicas clásicas. Y como tal entenderemos el swing, el hillbilly, el rock de los 50, el soul primigenio y hasta el ska. De todo eso hubo en sus dos horas de propuesta, elegantemente cimbreada por buena parte de los presentes.

A continuación le llegó el turno a Ayo Silver DJs. Los promotores musicales donostiarras también mostraron tino en su selección de vinilos. Arrancaron continuistas respecto al señor Caveman, para más tarde abrazar sonidos más contemporáneos: Of Montreal, Growlers. Deerhunter, Ariel Pink. Y la cosa se puso moderna a rabiar con la sesión de Katza. Una suerte de música electrónica vanguardista impactante. Demostrando que la zona fue un crisol de sonidos. Casi siempre con el baile como destino final. De ello darán fe quienes asistieron en jornadas anteriores para disfrutar de Makala, Pablo Sanchez, Arka o los Gallinero All Stars.

La fiebre Jazzaldia se ha extendido también a otros espacios bareros cercanos. El Be Bop, por ejemplo, ha ofertado fuera del programa oficial una programación de conciertos y pinchadiscos. Los cubanos Havana Son o los cercanos Triz3ps se encargaron de la música ejecutada, mientras los discos fueron seleccionados por Javi Pez, Araña o el alavés Dj Putxero. El enfoque general ya lo imaginan quienes son habituales del garito: jazz latino de gran animosidad.

El último día actuante suele ser uno de los más populosos en los espacios gratuitos. La gente menos habitual suele dejarse caer por la zona del Kursaal para picar un poquito de aquí y de allá. Los asistentes pudieron disfrutar de las tonadas vascas de Iñaki Diéguez. El acordeonista irundarra, que giró con El Circo Del Sol, mezcló sonidos euskaldunas con aires más brasileños en un concierto dulce y bastante ensoñador. El resto de terrazas fueron esquivando las gotas nocturnas, permitiendo que Belceblues, Maldataskull o los aplaudidos Gregario De Luxe se encargaran de poner punto y final a esta exitosa sección festivalera.

Jazzaldia: Paz, amor y sirimiri

La fantástica actuación de Elvis Costello y The Imposters cerró una jornada que consiguió esquivar la lluvia
 
“Y Costello, el rey de la América”, le cantaban como homenaje los chicos de The Pogues en su archifamoso tema “Fiesta”. Y mucho de eso hubo en la actuación del segundo Elvis más famoso de la historia. Un hombre que ha conseguido ser una etiqueta propia en las tiendas de discos (que aún quedan abiertas), consiguiendo tocar mil y un palos musicales en unas creaciones que solo podían venir con su firma. Pero cada cosa a su tiempo, porque hubo bastantes cosas interesantes en la zona gratuita delJazzaldia. Por ejemplo, la actuación de Belako.

Los de Mungia no se arrugaron ante la apuesta ni frente los 4500 espectadores presentes. Son el hype del momento, la primera banda vasca que tocaba en el Escenario Heineken en un horario tan relevante. Quizás ese honor le tuvo que haber correspondido en su día a Delorean, pero de hipótesis no viven los festivales.

Belako ofrece una insultante y contagiosa energía juvenil, lo que les hace construir canciones muy diversas. Dos chicas y dos chicos que le pegan al rollo new wave, con momentos bastante punks cuando ellas tomaban el micro y un final de concierto muy discotequero que apunta al futuro con mucha esperanza.
Sin abandonar los aciertos locales, guiamos nuestros pasos al Escenario Único/ Coca Cola. Allá se plantaron los pinchadiscos y voceras hiphoperos del Gallinero All Stars.en lo que fue su tercera actuación del cartel, dado que a la tarde habían realizado dos pases en la zona del Naútico. No les se notó el exceso de actividad

Como suele ser normal en este tipo de eventos, la función comenzó con una sesión de música pinchada para caldear el ambiente y animar a un personal que, dada su juventud, pasó de sentarse en las sillas allá plantadas y corrió a apelotonarse en la primera fila.

Los sonidos derrocharon estilo, abandonando el habitual ritmo machacón del rap norteamericano para abrazar una finura más afrancesada (por definirlo de alguna manera, no me peguen los puristas), potenciando el lado danzarín y clásico en este estilo, Sonaron tonadas de aires neoyorquinos noventeros o basadas en el digitalismo de finales de los setenta. Ese estilo que ahora vuelve con fuerza gracias a la recuperación de la obra de Giorgio Moroder.

Y tras la atractiva introducción llegó la hora de la no menos chula sección rapeada. Afortunadamente alejados del machismo USA en estas lides, el par de raperos donostiarras ofreció mucho arte en los fraseos y gran ingenio en las canciones, demostrando muchas tablas hasta cuando tenían pequeños errores a la hora de lanzar sus grabaciones. Los presentes aplaudieron su versión-homenaje del Stayin Alive de los Bee Gees, retitulada “Sobreviviré”

Y quién también parecía sobrevivir era el zarauztarra Makala, muy presente en la plancha de eventos del jueves. Nosotros le cazamos con banda, antes de su momento DJ en la zona del puerto. La Makala Jazz Funk Band sonó vibrante y abrasiva en la mejor de las acepciones de la palabra. El autor guipuzcoano decidió alejarse del micro durante buena parte el concierto, ofreciendo el cuarteto ejecutante una contagiosa sucesión de pegadizas melodías que a veces se relajaban con acierto. Como acertada fue la aportación de Ohian Lopetegi, la voz femenina que subió al escenario.

No Güeif Quartet cerraba la oferta llena de gente nacida por nuestras tierras, El cuarteto de Musikene defendió las músicas contemporáneas que dan nombre al festival, Mostraron maestría y aires refrescantes como los del patrocinador que daba nombre a su tablado, el Escenario Frigo. Un momento distendido perfecto antes de atacar el torbellino de la noche, Mr Elvis Costello y sus Imposters. Una pena que no nos visitara con su Spinning Wheel Tour, la gira en la que los espectadores y el azar determinan las canciones a interpretar. Pero entendemos los rigores horarios y masivos de un festival tan popular.

Sin la masificación inaugural de la actuación de Jamie Cullum, pero con una asistencia más que importante, cifrada por los promotores en unas diez mil personas, el británico tuvo un arranque imparable. Sin apenas relajo fueron sonando “I can’t stand up”, “High fidelity”, “Radio radio” o la sensacional “American gangster time”, mientras el publico miraba el sirimiri que se colaba en las imágenes que emitía la pantalla gigante del escenario Heineken.

Los espectadores, con un ojo puesto en la actuación y otro en la parranda, rezaban para que las cuatro gotas ocasionales no afectaran al magnífico espectáculo de electricidad ejecutante y emocional que estaban viendo. Cualquiera diría que a Costello (y a sus socios, que comparten quinta de mili) le quedan meses para cumplir los sesenta años.

La lista de canciones se tranquilizó en su zona media, sección en la que destacaremos las interpretaciones de “Shipbuilding” y la eterna “She”. La primera fue el detallazo del festival. Con la sola compañía de un piano, el autor dedicó la composición a todas las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela ocurrido la víspera. Chapeau, Elvis.

Y tras el paseo relativamente más calmado y la dedicatoria a su esposa Diana Krall, quien el domingo actúa en nuestro festival, llegó la tempestad final. “Red Shoes”, el homenaje a Prince y su magnífico “Purple Rain” y la ejecución de “Peace, Love and Understanding”, obra de otro elegante gafapasta, Nick Lowe. Un broche final perfecto para noventa minutos de genialidad creativa. Y las nubes nos dieron un respiro. Esperamos que la bonanza climática se mantenga el resto de días festivaleros.

Jazzaldia 2012: Pura elegancia bajo el sol

Náutico: Dícese del zapato ligero utilizado en ocasiones informales. Con suela de goma, este calzado se creó a principios del siglo XX. Como nuestro Náutico, el emblemático edificio de Aizpurua /Labayen situado en la entrada del puerto donostiarra, construído en 1905.

En sus terrazas públicas ya se han asentado las carpas que el Jazzaldia ha montado los últimos años. Espacio en el que DJs y bandas en pequeño formato amenizan las tardes a los numerosos presentes. Si acompaña el sol, como sucedió ayer, las vistas de la bahía pueden emplearse para dejar descansar la vista en el horizonte de manera inmejorable. De ello puede dar fe Hyperpotamus, el madrileño que actúa esta noche en San Telmo y que, refresco en mano, paseaba por el lugar.

Los náuticos llevan suela antideslizante. Quien sabe si para que el respetable no trastabillara sus bailes ante las músicas del neoyorquino Nickodemus, quien vino acompañado de un saxofonista. O por las energías desprendidas de las canciones lanzadas por los posteriores Dj Arka y DJ Makala (un hombre feliz tras haberse desfogado la noche anterior con su Jazz Funk Band en el Be Bop capitalino). Tonos cálidos y sabrosos, caribeños, latinos, africanos, brasileños. Latitudes de clima templado en las que suele ser habitual, acertaron, el uso de los zapatos náuticos.

Esta idea bautizada como ‘Nauticool’ se estira hasta el domingo. Y si en su plan de hoy está pasar por la zona, apunten al menos un nombre: DJ Punko. En la maleta de este donostiarra viajan algunos de los mejores singles de raíz negra. Si prefieren música interpretada en vivo y con aires jazzeros, Jazz Triangle puede ser la respuesta que buscan. O AupaQuartet, cuarteto de cuerda cuyos miembros forman parte de esos Et Incarnatus que acompañan a Antony en su cita donostiarra.

Makala: «He tratado de unir lo gastronómico con lo musical»

El zarauztarra recopila en ‘Unexpected tapas’ sus singles de beats latinos y ofrece numerosos cortes de regalo.

¿Tenemos nueva industria exportadora en ciernes? Tras la máquina herramienta, los cachorros futboleros de Zubieta y el potente lobby culinario, la música bailonga comienza a abrirse hueco en Europa. Despacito, pero con muescas y paseos remarcables.

El tranquilo guipuzcoano Makala (nacido Mikel Unzurrunzaga Schmitz) es el último de los ejemplos del buen hacer local en estas lides. No hay más que pegar el oído a ‘Unexpected tapas’, nuevo CD en el que agrupa sus últimos vinilos breves y que ofrece 5 temas nuevos entre remezclas e inéditos. Tras el debut costero, euskaldun y humeante de ‘Hondartzan’, estos quince pintxos sonoros navegan por sonidos de Puerto Rico, la rumba y las cazuelas que ligan el jazz y el optimismo.

Grabado con la colaboración de 40 músicos y bajo la batuta de Jimmy Bidaurreta (músico, productor y director de Gasteiz Big Band), su mezcla de tradición salsera y modernidad digital ha encandilado a nombres potentes de la industria como Laurent Garnier, DJ Yoda o Quantic, mientras el autor se pasea por los clubs de Europa con bastante asiduidad, moviendo a la gente con temazos como ‘Partió la tabla’ o ‘Bacalao al pil pil’.

-Y eso que arrancas con un tema de puro swing

-El CD sigue el orden cronológico en el que se editaron los singles. ‘Cartoon Tune’ fue el primero, en el 2009. Bebe del jazz de los años 30 y 40, con beats de hip-hop instrumental.

-Como en el corte ‘Happy Sound’, de voces infantiles.
-El que cierra el disco antes de los bonus tracks. ‘Unexpected tapas’ entra y sale con estos aires de swing y ritmos reciclados del hip hop, muy fáciles. Siguiendo el hilo argumental alimentario podrían ser el aperitivo y el postre. Mi hija Edith ha sido una gran fuente inspiración. En ‘Cartoon toon’ tenía 5 años y nos pasábamos todo el día viendo dibujos animados. En una época nos dio por ver capítulos de la primera época de la Disney, y me pareció oportuno realizar un homenaje en esa dirección.

-¿Se cumple la ley de que a todo padre le gusta Bob Esponja?
-Me encanta. Patricio se parece a mí, o viceversa. Y Arenita es mi hija. En cada familia hay un miembro que se parece a alguno de sus personajes. Bob esponja es genial.

Makala: «Hondartzan»

El zarauztarra Makala, venido al mundo con el nombre de Mikel Unzurrunzaga Schmitz, ha publicado hace pocas fechas su nuevo disco.

Titulado “Hondartzan” y editado por la disquera Metak, el DJ guipuzcoano ha querido encerrar en las once nuevas canciones de este CD sus amores por las músicas negras.

Melodías que ya había abordado con anterioridad en sus publicaciones de pequeño formato para Novophonic, sello discográfico que nuestro entrevistado comandaba con el también músico y giradiscos Javi Pez. En dicha empresa nuestro hombre tranquilo editó maxisingles y su bautizo disquero largo titulado “Makala Plays Novophonic”.

Con “Hondartzan” Makala retoma sus amores musicales en esta “gran producción” en la que han colaborado 21 músicos. Estilos como el ska, el funk, el soul y sobre todo el dub y el reggae (se nota la impronta del productor Roberto Sanchez, capitán de proyectos como Lone Ark) campan elegantes por esta colección de nuevos temas que han nacido con visos eclécticos y ganas de transmitir buen rollo a los oyentes.

Títulos como “Bizi Pozik” y el emotivo “Amodioz” ahondan en las maneras pacíficas que este artista bonachón (recuerden que Makala significa “tranquilo” o “pausado” en euskera) ofrece en nuestra cita.

En el CD hay espacio para pelotazos ska como “Fuego Amigo?” y tranquilidades melódicas poco cantadas (la casi ausencia de líricas es algo característico en estas canciones de Makala) de temas como el “Hondartzan” que da nombre a este nuevo paso discográfico completo.

También hay maneras jazzys y hip hoperas (“Music makes me free”) y saltarines ejercicios de afrobeat como el mostrado en “Afrika Continente Ahaztua” y en el safari musical de “Hambre”. Sin olvidar el vacile final de “Agur Hawaii”.

Con las labores de animador nocturno ligeramente aparcadas y centrado ahora en su otra pasión, la radio (Makala ocupa las ondas de Euskadi Gaztea con su programa “Boom Shaka Laka”), el bajista de la Pez Orquesta nos presenta un álbum variado al que, tras las presentaciones en formato DJ, le llegarán los conciertos con la banda al completo.

Mientras nos avisa de que el tema “Fuego Amigo?” tendrá una tirada en vinilo a la vieja usanza, con 300 copias en singles de 7 pulgadas, le preguntamos sobre el complejo proceso de creación de este disco.

Cuéntanos cuando empieza a crearse este disco

Me puse a ello cuando volví a Zarauz en el 2003, tras dar carpetazo al sello Novophonic. Nada más llegar me planteé pillar un local en el que montarme un estudio de grabación. Me pase medio año preparándolo e insonorizándolo, y a partir de ahí me lancé de lleno al disco que hoy nos ocupa.

¿Tenías claro cómo debía ser el disco?

Lo que sí tenía claro es que iba a tener una serie de canciones que mostraran lo que a mí me gusta: Un rollo ecléctico con música de raíz negra.

¿Cómo se ha grabado?

En el estudio suelo empezar partir de un collage de ideas. En cierto modo soy DJ y lo que mejor se hacer es unir rozos de aquí y de allá. Empecé a pensar en cruzar estilos que me gustaban: música surf con funk y con scratches, o ska con rollo latino.

A partir de ahí programé las baterías, hice líneas de bajo y metí melodías. Y comencé a imaginarme arreglos. He tirado mucho de sampler a la hora de construir, pero luego en la fase de grabación hemos querido hacerlo todo orgánico.

Buena la ristra de músicos que participan. No es habitual tener 21 colaboradores en este sentido.

Tocar en la Javi Pez Orquesta me ha permitido conocer a muchos musicazos. Les enseñe el boceto de lo que estaba haciendo y todos se mostraron dispuestos a colaborar. Sin olvidar a mis socios en el estudio de grabación, Ladis y Konsul, los miembros de Hamabi Tribu que me han echado un buen cable. Gracias a ellos conocí a Roberto Sanchez, que ha colaborado en la parte final de mi disco.

El punto reggae de Sanchez trasciende por todo el disco.

Es verdad que no tiene ritmos acelerados, salvo en momentos como “Afrika…”, que está montada en clave afrobeat. En general son ritmos tranquilos. Makala es un hombre tranquilo. Y dicen que los perros son el fiel reflejo del amo (risas).

Decíamos en la entrada a la entrevista que la alegría y lo positivo abunda en títulos y letras de tu disco.

Parece que hay cierta tendencia a los títulos oscuros, negros. Lo mío es más tranquilo, predomina el buen rollo. También hay llamamientos a la conciencia humana en temas ecologistas. Son cuestiones que pasan por mi cabeza. He aprovechado este disco para decir lo que pienso: positivismo, pasa de tanto rollo negativo. No es Hippy, pero por ahí anda.

La verdad es que te ha salido estilísticamente variado.

He planteado el disco como un recopilatorio. Más de uno oye la canción 2 y la 7 y no se imagina que formen parte del mismo album. En todos los discos que te gustan siempre hay dos o tres temas que no molan. Mi propuesta para solucionar este problema se llama “Hondartzan”, y es un disco muy abierto de miras.

¿De donde viene el titulo de “Hondartzan”?

En un principio ni me había planteado ese nombre. Cuando ya tenía las canciones acabadas, estuve dudando entre el título de la segunda canción, “Fuego Amigo?” o éste Hondartzan. La primera no deja de ser un puntazo de tema, pero “Hondartzan” tiene más relación con mi existencia. He nacido en Zarauz, frente a la playa.

De ahí el Makala surfero que aparece retratado en la portada.

Bueno, yo estoy menos cachas (risas). Toda la vida he practicado surf. Desde los 12 hasta los 22 no he parado.

Un amor, el de las olas, que se traslada a tus actividades

Sí, ahora estoy dedicado al mundo audiovisual. He montado una asociación con gente de Zarauz, y solemos ir a grabar olas gigantes. La idea es hacer una especie de plataforma: hicimos un festival de surf en Zarauz, buscamos hacer un DVD.

¿“Hondartzan“ es para bailar o estar en casa?

Yo pienso que es más para bailar. El rock steady de canciones como el single
”Hondartzan” te hacen mover el trasero tranquilamente. Sí que es un disco más caluroso, aunque ha salido en la época de otoño-invierno. Pero seguro que el año que viene, cuando llegue el sol, la gente lo pinchará.

Ya no se te ve tanto por las cabinas de DJS

Últimamente no suelo pinchar tanto, exceptuando la gira de presentación de este “Hondartzan”. Estoy muy ocupado con el tema de la radio, que es la nueva faceta a la que me dedico ahora.

Es verdad, que estás en las ondas de la radio pública vasca.

Sí. Empecé haciendo una sustitución diaria en verano. Les plantee este programa mudo, sin palabras, de músicas negras y de baile: hip-hop, soul, reggae, ska, funk, northern soul. Y aquí sigo, los días festivos y los fines de semanas.

¿Como crees que va a entrar tu disco en la escena actual musical?

En los dos meses que han pasado desde su publicación estoy oyendo de todo. Hay gente que me dice que es un disco sorprendente, y hay otros que quizás no lo entienden en el contexto de música euskaldun.

¿Lo de cantar en euskera lo tenías claro desde el principio?

En primer término me sale cantar en inglés, pero he optado por cantar en euskera para que la gente lo entienda. Si te das fijas, tampoco hay mucha lírica en el disco. Predomina la instrumentación y el fraseado sencillo.

El año que viene tienes planes de tocar tus canciones con una banda.

Cuando acabe esta gira presentando el disco como DJ voy a hacer una formación pequeña, con 5 o 6 miembros. Nos apetece tocar en todo tipo de sitios. Si de repente hay un bolo más importante, pues siempre habría tiempo de llamar a una sección de viento.

Acabas de estar en Alemania presentando “Hondartzan”. No es la primera vez que pisas suelo germánico….

He ido en varias ocasiones: con la gira de Camping Gaz, con Makala Plays Novophonic, con el patrocinio de la marca Carhartt. El nuevo disco estará distribuido allá por Cargo, una relevante empresa del ramo.

¿Como fueron las presentaciones?

Primero estuve en el Tanzwirtschaft Kaffee Burger (http://www.kaffeeburger.de), donde actué con los rusos Rotfront, los sorprendentes Gipsy de Praga, Fiedrich Liechestein (una mezcla de Louis Austen y Tom Jones a la alamena) y con el famoso diseñador Jim Avignon, que tiene un proyecto musical naif. Le llaman el Andy Warhol Berlinés. Después pinché en el club Lovelite junto con un montón de DJs, a razón de 30 minutos cada uno.

Diferencia entre el público alemán y el vasco

Allí se consume más música, se compran más discos. Aquí la gente va a emborracharse, a ligar…la música está en un segundo o tercer plano.

Hombre, aquí comprar se compran discos. O legales o manteros.

No me hables, que me acaban de llamar para decirme que mi disco lo están vendiendo a 5 euros por los bares.

¿Que sentimiento te genera?

Mala ostia e impotencia. Que me piratee un tío de Bangkok me parece bien, porque de otra manera no iba a escuchar mi disco. Pero que en mi pueblo lo vayan vendiendo a 5 euros me toca las narices.

¿Te bajas canciones empleando las redes de intercambio?

Yo las bajo, las escucho, y luego voy a comprar el disco. Trato de bajar música para saber qué es lo que quiero comprar.