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Juan Luis Etxeberria Entradas

Txiki Psych Fest. Dulces pájaros de juventud

La sicodelia más moderna y enérgica, uno de los estilos más en boga en la juventud actual, se da cita este fin de semana en Donostia. Con un cartel que presenta potentes bandas como Ringo Deathstarr o Asteroid #4 y otras formaciones locales de contrastada calidad.

Septiembre debe considerarse un mes veraniego a todos los efectos. Lo cantaba Big Star, con aquel “September Gurls”. Y nos lo confirma el calendario de eventos capitalinos, que sigue ofertando actos como si nuestra vida fuera un remake de la película “24 hour party people”. Ayo Silver, la promotora del Txiki Psych Fest, tan solo ha puesto su granito para que estos meses hayamos visto más veces la luna que el sol. ‘No hemos levantado el pie del acelerador’, nos cuenta Borja Martín, uno de los socios de esta empresa. ‘La agenda de verano ha sido tan intensa como la de primavera o invierno. Y tras este festival presentaremos nuestros planes de otoño’.

El Txiki Psych Fest mantiene las formas que caracterizan a estos “asilverados”. Varias fiestas de presentación en Donostia (que este año se han extendido de manera exitosa a Iruña). Y un día “gordo”, el 13 de septiembre, que concentra su propuesta. Con una entrada casi irrisoria, 12 euros. Algo debe pasar en Donostia cuando los festivales son tan asequibles de precio. “Contamos con la ayuda de la casa de cultura de Intxaurrondo, espacio principal de las actividades de este fin de semana, y de varios esponsors”.

El menú del certamen es similar al del año pasado, una primera edición que contentó a la vieja escuela (con The Telescopes) y a los chavales ácidos más digitales (Moon Duo). Músicas sicodélicas con mil y un desviaciones. ‘Este tipo de creaciones está viviendo una segunda edad de oro. La abundancia y nivel artístico de los grupos contemporáneos es espectacular. Queremos hacer una gran celebración de este sonido y reflejar la diversidad de acercamientos que hay al mismo’.

Vayamos al repaso de la plancha. Ringo Deathstarr es una formación de Austin (EEUU) que ha debido tener sueños libidinosos con la Gran Bretaña popera y ruidista. Sus voces tienen más humo que la vaporetta que tienes escondida en el armario. Los guitarrazos parecen sacados de los mejores discos de My Bloody Valentine. Un milhojas sonoro y muy potente que no descubre nada pero que aturde como nunca. Esperemos confirmen los parabienes en esta su primera visita a nuestras tierras. ‘Son la banda más conocida del plantel’. Vaya, pensábamos que ese título oficioso le correspondía a “Asteroid #4”, otros americanos de armas tomar – por más que en su último disco hayan tirado por su lado más country- . ‘Estamos seguros de que el directo de los asteroides dejará a toda la sala extasiada. Su paleta sonora es perfecta: pop, música cósmica, drones sonoros y armonías preciosas’, afirma convencido el promotor.

A los británicos Black Market Karma les encanta la Velvet Underground y los Jesus And Mary Chain. Son seis muchachos cabalgando sobre guitarras fieras y repetitivas que no le hacen ascos a las melodías ni a la suciedad. Harán buenas migas con Vacant Lots, a quienes entrevistamos en la página contigua de este suplemento

Tras ellos le llega el turno al enésimo musiquero nacional chiflado que corre libre por los escenarios. Responde al nombre común de Diego Garcia, y los promotores afirman que lo suyo fue ‘amor a primera vista. A los 15 segundos su sonido ya nos había cautivado para siempre y teníamos claro que estábamos ante uno de los músicos más singulares que ha dado la escena independiente ibérica en mucho tiempo’. Su manejo de los viejos sintetizadores modulares explota en “Estela Discoidea”, el primer disco de este asturiano. Un trabajo que fusiona la electrónica analógica, la música lounge y el pop añejo.

Cerramos el repaso a la fiesta del sábado 13 de septiembre con las bandas locales Microcosmos y Bakelite. Formaciones que no tienen nada que envidiar a la gente del otro lado del océano. ‘Cualquier grupo peninsular con el que hemos contado podría sacarle los colores a las vacas sagradas del género. Tienen entidad de sobra como para girar por el globo. ¿Qué les diferencia? Que no aspiran a ganarse las lentejas con esto’.

Los donostiarras Microcosmos derrochan calidad. Con un pie en los teclados repetitivos y otro en La Movida nacional, cuentan con un cantante que transmite carisma escénico por más que parezca esconderse bajo una relativa timidez. ‘Cada concierto suyo es un hito’, nos cuenta Borja Martín. Les acompañan los vascos Bakelite, un dúo vizcaíno formado por el fundador de Atom Rhumba Sergio Llanos y la ex Paniks Naiara Anasagasti. Guitarras y tambores para un sonido que mezcla serenidad y tormentas eléctricas, nadando entre el blues del delta, la ensoñación pop, el glam y el noise.

Cerramos el repaso al Txiki Psych Fest de este año con los conciertos complementarios. En la sala Be Bop los franceses Dual Split, quienes ya gustaron en su estreno donostiarra hace unos meses con su propuesta indie de sintetizadores, serán los encargados de cortar mañana la cinta festiva a las 18,00 horas. La entrada a este evento es gratuita. Y quien tenga fuerzas el domingo 14 puede pasarse por el Dabadaba del barrio donostiarra de Egia. Allá actuarán, también gratis, los chicos de The Feeling Of Love, una de las puntas de lanza del underground francés si hablamos de mezclar krautrock, pop y garaje.

Vacant Lots. Oscuras reverberaciones

“Serán famosos en 2015, todavía son un grupo casi secreto”, nos cuenta la gente de Ayo Silver. Ellos creen en los sonidos oscuros de Vacant Lots más que nadie. Tanto que han rebuscado en sus bolsillos para editarles un vinilo que sale esta semana. No es la única referencia reciente. Estos norteamericanos editaron su primer largo, “Departure”, a comienzos de este verano. Un trabajo que les ha llevado a girar por Inglaterra con los ilustres Brian Jonestown Massacre. “Son una banda alucinante que no falla nunca sobre el escenario. Ha sido una experiencia memorable. No todos los días tocas con una banda que adoras”, nos dice Jared Artaud, cantante de este oscuro dúo norteamericano amante del rock clásico, la música india de su país y los tonos que emite la tanpura hindú.

No ha sido mal año si hablamos de adoraciones sonoras. Porque Vacant Lots también han publicado un disco compartido con Alan Vega (Suicide). “Recuerdo la primera cita en su estudio. Fue tan impactante que nos pasamos varias horas sin poder articular palabra. La huella de su grupo en la música es imborrable. Y poder hacer algo juntos es un sueño hecho realidad”. Como lo habrá sido que Sonic Boom (Spacemen 3) te haya producido un LP calmado en sus mayores pasajes, pero bien provisto de drones y reverberaciones eclesiásticas. “Es un arquitecto sonoro, un pozo de sabiduría que sabe remarcar los detalles y hacerlos relevantes”.

A Donostia vienen con toda la mesa repleta de referencias. Vinilos, posters de la gira, libros de poesía -Artaud también cultiva este arte, visible en las carpetas de sus álbumes- y una curiosidad: Un pedal de fuzz que ellos mismos han construido. “En su día empezamos a trastear con el tema de hacernos nuestros propios complementos sonoros, y la idea nos gustó tanto que nos lanzamos a montar unas pocas unidades. Es genial, ya lo escucharéis en nuestro concierto”.

The Wombats: Armas de agitación masiva  

Quienes lloren la ausencia de última hora del grupo Chk Chk Chk pueden consolarse con el concierto de
The Wombats. Porque este trío de Liverpool descarado y divertido representa el lado más hooligan del
pop británico. No hay más que fijarse en la alborotadora “Let´s Dance to Joy Division”, la canción que les dio a conocer en el 2007. Un tema irreverente, como unos Artic Monkeys con espasmos discotequeros,
que le sacude un par de meneos a la banda más famosa de Manchester, su archienemiga ciudad.

Wombats se conocieron en la casa de otro ilustre, el Liverpool Institute of Performing Acts de Paul
Mcartney. Allá, entre bromas y perrerías (el nombre de la banda hace referencia a una intraducible
palabra de Bob Esponja) los chavales comenzaron una carrera que no ha hecho más que crecer, con dos
jugosos álbumes en las estanterías y conciertos en emplazamientos tan relevantes como las fiestas de
inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres o los macrofestivales de Reading o Glastonbury.
En España se estrenaron en el Ibiza Rocks, y la última de sus visitas ha sido al reciente Arenal Sound.
Cita en la que presentaron nuevas melodías: La eléctrica “Animals” y el último de sus singles, el titulado

“Your body is a weapon”. Tema sofisticado y punta de lanza de un disco que ya debía estar en la calle.
Pero los retrasos no son algo nuevo en esta formación. “Estamos acostumbrados. El anterior CD, por
ejemplo, cambió su fecha de salida hasta cuatro veces. Ahora solo podemos decir que lo escucharéis en
algún momento de este año”, afirma el batería de la banda Dan Haggis.

El disco promete emociones fuertes. “Los conciertos sigue siendo un muestrario de mil instrumentos. Lo
que haga falta para que todo sea interesante y divertido. Ya hemos hecho canciones a capella, o con
teclados de mercadillo. Seguiremos por el lado más vitalista a la hora de componer o actuar”. Madre mía, el juego que les puede dar el Parque de Igeldo a estos muchachos…

The Pains Of Being Pure At Heart: Days of Abandon

Pop
2 estrellas

Kip Berman y sus nuevos amigos deciden cardar sus sonidos en esta entrega, añadiendo sintetizadores y relax compositivo a sus canciones. Suena como si los hubieran grabado en un estudio de la MTV en los años noventa, todo bien regado de neón como en la época cantante de la protagonista de “Cómo conocí a vuestra madre”. Al final del CD recuperan viejos bríos, sonidos que seguro dominan su actuación mañana en el Kutxa Kultur de Igeldo

Kutxa Kultur: El parque independiente

Los Planetas, Wombats y El Columpio Asesino son algunas de las atracciones musicales del festival repleto de sonidos indies que se celebra este fin de semana en el parque de Igeldo.

Atacamos a Sergio Cruzado, el principal promotor de este festival musical donostiarra, con la pregunta más importante de todas: ¿Va a hacer buen tiempo? “Las previsiones así lo indican”. El clima es lo único que puede hacer variar el disfrute de los asistentes al Kutxa Kultur, porque el resto de la fórmula sigue siendo acertada. Un emplazamiento único con la ciudad a tus pies mientras la música independiente de calidad contrastada suena en los distintos escenarios situados entre las atracciones del parque. Ferias que, no lo olviden, siguen abiertas mientras los grupos actúan.

A veces el mejor cambio es no hacer ningún cambio. “Lo peor sería que el festival perdiera su identidad por tirar hacia otro lado. Es verdad que el planteamiento ha funcionado desde el principio y que dadas sus características te permite pocas alternativas para la ubicación de los escenarios. Pero todavía se puede sorprender o mejorar”.

En el tema de mejoras los organizadores han reforzado la frecuencia de los autobuses-lanzadera (recordad que no se puede subir al Monte Igeldo en transporte privado) y quien quiera airearse al finalizar los conciertos también podrá bajar andando a la ciudad porque este año se ha habilitado un paseo por el Camino del Faro hasta Ondarreta. Se mantienen propuestas tan atractivas como la de subir gratis en funicular o contar con una guardería para que los cuarentones que ahora pisan más escuelas infantiles que salas de conciertos puedan disfrutar de las distintas actuaciones musicales dejando a sus niños a buen recaudo.

El Kutxa Kultur también ha preparado potentes fiestas post-festival en las salas Doka y Gasteszena -con bus gratuito a Egia desde el centro de la ciudad-. Sin olvidar que en esta edición habrá dos escenarios nuevos: El patrocinado por la bebida Red Bull y uno a cargo de la publicación local Arteuparte.

Porque la música sigue siendo el motor del evento. Con nombres potentes, formaciones que empiezan, futuras promesas y agradecidas sorpresas de última hora como la inclusión de la banda Los Planetas. “Son el grupo más influyente de la música independiente estatal en los últimos veinte años. Tienen una conexión muy clara con esta ciudad, y me consta que han rechazado muchísimas ofertas de otras ciudades. Verles en el Parque de Atracciones de Igeldo tocando «Qué puedo hacer» tiene que ser flipante”.

La gente recordará el lunes que viene las actuaciones de otros granadinos como Lori Meyers (“el año pasado tocaron en todas las capitales del Estado. Solo faltaba esta. Tienen al público y el viento a favor, y una legión de fans”), los bien paseados The Pains Of Being Pure At Heart, la parranda festiva de The Wombats o la oscura efectividad de El Columpio Asesino, banda que actuará en la ciudad que da nombre a su último disco, “Ballenas Muertas en San Sebastián”.

Y con esos grandes nombres, muchas posibles sorpresas. Algunas formaciones cuyo crecimiento es innegable (Correos, Gose, Grises) y otras exquisiteces más enérgicas (Kokoscha, Perro, Cabezafuego, Natural Child). Muchos se sorprenderán con la calidad del marciano Sean Nicholas Savage o el más clásico Jacco Gardner. O se tirarán de los pelos por no haber escuchado antes la potencia ruidista y shoegaze de Toy o la electrónica sinuosa de Reptile Youth. Porque ese es uno de los enfoques del certamen. Acercarse a picotear, pasear, potear los distintos sabores musicales. Algo, por otra parte, muy donostiarra

Sergio pone el foco en los pintxos sonoros locales, porque ningún otro festival les dedica tanta atención. “Esto quiere ser un festival de Donostia, no un circo o espectáculo ambulante que llegue a la ciudad. Si queremos crear público potencial para estas músicas y fortalecer la escena estos grupos deben tener un peso importante en el cartel”. Le pedimos algunas pistas. “Bide Ertzean es una de las mejores bandas de pop de los últimos años. Bassmatti & Vidaur han recogido el testigo del pop artesanal y dibujado a mano de esta ciudad. Chase The Mayhem, The Animal Within y Hyedra están construyendo una escena muy potente. El rock instrumental de Ladrones De Guitarras le va como un guante al parque. Frank, Luke Amstrong o Mery May son la vertiente folk-rock de nuestros grupos musicales…”. Imposible detallarlos todos. Pasen por la web del evento www.igeldofestibala.com para conocer más detalles de los combos actuantes. Y no despisten las redes sociales si se quieren enterar los últimos cambios en el programa o las novedades de última hora.

Jazzaldia 2014: Vintage Trouble, Austra

Quizás fuera por el calor y el buen tiempo, que subió la temperatura y la vitalidad de nuestros nubarrones habituales. O por ser sábado noche, el momento más habitual para soltarse la melena y salir a divertirse. Quién sabe, igual los planetas se habían alineado de una forma particular y curiosa.

Podía ser por algunas de estas cuestiones, o por otras que se nos escapan. Pero lo vivido en el cierre del escenario principal gratuíto del Jazzaldia fue una cosa con tintes épicos, irrepetibles. Pura felicidad musical. Pocas veces se ha visto semejante comunión entre el público, que abarrotaba la playa, y una banda en apariencia desconocida. Un amor festivo que nació en el primer segundo de concierto, y aún perdura en al mente de los asistentes. Música en estado puro que llega, agita y divierte sin mayores literaturas.

Vintage Trouble, que así se llama la banda que cribó la arena donostiarra, no eran muy conocidos más allá de las revistas especializadas de corte rockero. Pero se antojaron ideales para este fin de fiesta. Vitalidad y fuerza. Energía y sonidos clásicos. Elegantes hasta en los vestires, todos conjuntados y de traje. Hasta el encargado de afinar las guitarras iba de postín.

Estos norteamericanos no inventan la rueda, pero la hacen girar de manera endiablada. De fondo le echan mucha garra blues-rock y tórridas gotas de soul clásico. Y al frente cuentan con una guindilla imparable, el cantor Ty Taylor. ¡Menudo bicho escénico! Una mezcla imposible entre Sammy Davis Jr y la gimnasia actuante de James Brown. Un hombre entregado a sus labores de principio a fin. Para la tercera canción su chaqueta había cambiado de color en la zona de la espalda, empapada de sudor. Y bajo ella llevaba un chaleco y una camisa. Sus paseos por la zona del público fueron algo esperable. Al muchacho le sobraba energía y ganas de contagiarla. Los rectores del evento donostiarra puede dormir satisfechos. La contratación de Vintage Trouble – traducible como “problema añejo”- ha sido uno de sus mayores aciertos en esta zona de actuaciones gratuítas, una guinda perfecta.

Y mira que la noche había empezado tibia, con la actuación del cuarteto canadiense Austra. Músicas electrónicas amables, algo oscuras y vaporosas, con una voz femenina protagonizando las composiciones. Unos tonos elevados, a veces casi gregorianos o dignos de la Bjork más popera, a los que les habrían venido bien mayores cabreos en lo sonoro. A veces nos recordaba a Russian red, y no solo por el gorro rojo. No fue un mal concierto, pero es verdad que en un espacio más coqueto habría funcionado mejor. ¿Se desquitarían después en la pinchada que ofrecieron en un establecimiento donostiarra?

Para actuar en los escenarios acogedores que acompañan al principal hay que demostrar muchos galones. Y quien siga con el tintineo de que “apenas hay jazz en este festival” ya puede ir dejándolo en el cajón. Las terrazas también estaban abarrotadas el sábado en horario de “prime time” para degustar algunas de las tres propuestas de este corte estilístico. En el escenario Frigo los chicos de So Brass le pegaban al jazz cantado. Un buen ejemplo de la eterna buena cosecha de Musikene. La formación supo entretener y amenizar a los presentes, con un micrófono parlanchín y comunicativo.

Un poco más arriba, en la carpa Heineken, la noche se tornó muy elegante y fina. Los pamplonicas SMUZtrío hicieron gala de su amor por el cool jazz y ofrecieron un concierto muy terso, en la onda enamoradiza del genial Chet Baker. En el Escenario Único, el más cercano a Sagüés, la banda Crossroads cerraba el trío de ofertas en otro espacio sin sillas libres. Sus estándares fueron muy aplaudidos por el respetable, siempre atento a los movimientos solistas de la populosa banda.

La programación de esta zona gratuita se cerraba ayer a la tarde, momento en el que familias y paseadores copan los asientos de las terrazas musiqueras en una tarde de gran éxito popular. La Big Band de la Escuela de Música y Danza de Donostia volvió a demostrar que nuestra capital mantiene un idilio muy especial con este tipo de músicas. ¿Habrá algún día un spin-off de la serie principal, una rama sacada del árbol del Jazzaldia, y montará la organización un ciclo dedicado en exclusiva a estas formaciones? No sería una idea descabellada. Estos sonidos tan completos y orquestales parecen gozar de gran calado entre los oyentes más entrados en años.

La tarde tuvo otras citas impactantes. La banda Doble Elefante demostró la rotundidad de sus directos con unos sonidos que viajaban desde el rock a la electrónica. Y también hubo jazz, claro. A veces de manera libertina, como en el caso de Garob. Su frescura venía de perlas en una tarde tórrida en lo ambiental. No había más que echar un ojo a los distintos puestos de comida y bebida, un hervidero de actividad.

Otras veces el estilo que da nombre al evento se juntaba con otros sabores, como sucedió con FMA Trío. Una formación que se reúne alrededor de los embriagadores sonidos del órgano Hammond y se deja llevar por el bugaloo o el funk. Suyas, y de las vanguardias del quinteto Bost, fueron las últimas notas del Festival. Llega la hora de balances oficiales y análisis sesudos. Pero nadie podrá negar que el idilio entre el evento y la ciudad sigue muy vivo.

Jazzaldia 2014: Echo & The Bunnymen, Delorean,…

00:29 horas de la noche del jueves. Queda un minuto para que comience el concierto de Echo & The Bunnymen en el escenario principal de la zona gratuíta. Chuck Prophet, el músico que acaba de actuar en la zona de invitados del patrocinador principal, no da crédito. “¿No hay nadie en la playa? Demonios, ¡que son Echo y los suyos!”. Vale, no dijo “demonios”. Pero entenderán que suavice el término empleado.
La gente ha buscado resguardarse de uno de los ocasionales aguaceros de la noche. No sé cómo habrá gestionado el director del evento, Miguel Martín, el famoso tema de los huevos y las Clarisas. Pero parece haber podido elegir cuándo y cómo lloverá. Un poquito, y al acabar los conciertos.

Llega la hora. La gente comienza a pisar la arena en masa. La fiesta comienza por todo lo alto, con “Lips Like Sugar”. Tras este tema, Echo & The Bunnymen ofrecieron un concierto fantástico. Oscuro, impactante, rockero, melódico, basado en sus mejores años y muy efectivo en su ejecución. Un cierre maravilloso a un jornada que comenzó con otro gran momento, una especie de justicia poética: la actuación de los zarauztarras Delorean.

Desde que Cut Copy pisara idéntico escenario gigante hace unos años quien más quien menos soñaba con ver a nuestros músicos más internacionales en idéntico tablado. Ellos, que cada semestre se hacen las Américas (las difíciles, las del Norte), ofrecieron un concierto espectacular. Uniendo la música de baile y pasajes más ambientales. El eurobeat (¡menudo cierre con el “Ride on time” de Black Box!) y los coros vaporosos. Con un envoltorio pop, feliz y positivo, la banda fusionó pregrabados y sonidos reales en lo que fue la cita más populosa del día.

La noche tuvo otros momentos melódicos gloriosos: Descubrir que los británicos Wire siguen muy en forma, con unos sonidos a piñón fijo -o fixed, que dirían los modernos ahora- rabiosos e impactantes. René Marie Quartet, ya sin problemas de sonido, confirmó los parabienes recibidos el día anterior. Y los Musikene Boys, la Reunion Big Band, emplearon sus valores para pegarle al jazz y lo latino y volver a encandilar a los seguidores de estas músicas.

Passsenger: Whispers

Folk
2 estrellas

Un poquito de épica dulce, folk de interiores aireados, con el sol en lo alto y la vida pasando como en un anuncio de birra. El quinto disco de este autor británico es su trabajo más radiante. Paseando cerca de Of Monsters & Men y sin llegar al castratto de James Blunt, lo mejor es olvidar todo análisis otoñal y dejarse llevar por su amabilidad. Tus paseos de playa serán más agradables y captarás la atención de otros mainstreams.