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Año: 2008

Yosigo: Cine instantáneo

Cada ciudad es un mundo. El local comparte su desidia interna con ella, pero muestra un gran orgullo turístico. El visitante la fotografía y, en el caso de Donostia, se la come y se la bebe. Millones de estampas de las playas, los cubos y resto de lugares «emblemáticos» de nuestra capital ilustran marcos y pantallas de ordenador. Es lo habitual, lo que hay que hacer. Pero ninguna de esas imágenes podría haber venido de la cámara de Yosigo.

Autodidacta, con ese arte que sólo la inquietud enseña, con la ausencia de vergüenza y vulgaridad impresa en cada click y en cada tratamiento photoshopero posterior, el donostiarra José Javier Serrano (Donostia, 1981) consigue una abstracción total. El autor nos muestra una Donostia única, no ya por los brillos o los encuadres ni por unos preciosos fondos que en el caso que nos ocupa suelen venir brumosos, sino por conseguir lo que nadie más hace: hacernos invisibles en el momento de la instantánea.

El autor que ahora expone en la Casa de Cultura Ernest Lluch de amara consigue que veamos sus imágenes como un secreto, como esa mirada perdida desde la mirilla de la puerta en el que el lado cerrado y prohibido no sabe que está siendo descubierto.

Sin malicias ni voyeurismos incómodos, dejando los morbos para el resto de nuestra vida visual/televisiva, el autor espera, paciente, a que se dé el momento, y retrata elegante y de manera exclusiva una ciudad y unas gentes anónimas cuya belleza y espontaneidad vienen de su propio ensimismamiento.

Su reconocimiento es tan real como intangible. Ahí están las miles de personas que aplauden su buen ojo en su cuenta Flickr.com a diario. Acto que extiende la paradoja actual entre el éxito en los mundos virtuales y los pequeños o primerizos pasos de los mundos reales de exposiciones y visitantes físicos.

Goddard decía que «La fotografía es verdad. Y el cine es verdad 24 veces por segundo». En el caso de Yosigo, es cine instantáneo de un solo flash.

Yosigo: Primera exposición en Donostia

Tras su éxito en internet, el artista donostiarra Yosigo expone por primera vez en los mundos físicos.

El espíritu libre de Yosigo y la perfección de sus magnéticas imágenes nos muestra una Donostia conocida y reconocible pero extrañamente retratada, repleta de soledad y colores fríos.

Sensaciones potenciadas con los distintos retoques fotográficos, efectos que no buscan estilizar las figuras sino imprimir más contundencia a las estampas.

Como el propio autor nos indica, “Lo mejor de la opción digital es que te permite ver al momento el resultado, manipularlo a tu gusto, jugar con los colores, dar a las fotos tonos más suaves. Es una herramienta como otra cualquiera para poder expresarte. Entiendo la fotografía como un lenguaje visual con multitud de aplicaciones. Puedes conseguir transmitir frío, calor, orden, caos, misterio“.

Frialdad, palabra manida para definir las bellas y singulares estampas que este estudiante y diseñador gráfico de gustos autodidactas (“En el Instituto Vasco de Fotografía me enseñaron que las reglas de la fotografía hay que conocerlas para poder saltártelas”) toma de los sitios por los que viaja y en los txokos de su ciudad de origen. “Donostia es preciosa. Soy un enamorado de esta ciudad, que tiene muchas cosas buenas y malas. Pero es que hasta las malas tienen su encanto por ser tan ñoñostiarras. Yo intento retratarla como la siento, a veces gris, a veces azul”.

Un estilo que se adapta mejor a la dureza de las zonas más alejadas del centro. “Me pone más retratar esa aspereza de la que me hablas pero a la gente por lo general le resulta más agradable ver fotos más “bonitas”. Para mí es igual de bonita La Concha que, pero seguramente me pueda transmitir más lo segundo”.

Silikonay: Fuego Urbano

La banda vasca se acerca por primera vez a Donostia para enseñar la rabia de su segundo disco “Piztu Sua”

Con mayor poso rockero que en su debut y con idéntico acierto a la hora de juntar parranda y denuncia punk, el quinteto “alavés” Silikonay se acercan a la FNAC de la capital guipuzcoana para presentar su nuevo CD “Piztu Sua”, editado en la discográfica hondarribitarra Hirusta Records.

Y le ponemos las comillas a la provincia vasca más extensa porque entre los miembros de Silikonay hay dos guipuzcoanos, dos vizcaínos y un vitoriano, habiendo parado en el pequeño pueblo de Zurbano, en plena llanada alavesa, para los ensayos de sus rabiosas canciones. ”En este local ensayaban Txema y Jokin (los guitarristas del grupo, que se completa con la voz de Arango, la batería de) con sus grupos anteriores Ziur? y Kaos Etíliko. Luego la suerte ha querido que sea más o menos el centro geográfico para los cinco”.

Con una demo inicial que llegó a vender mil copias en una bien organizada red de tabernas, los chicos del nombre de las mil acepciones (“pretendemos hacer un juego de palabras y que cada cual lo interprete a su manera. Puede venir del inglés “Silicon eye”, del euskara “isilik egon hadi”, o incluso en castellano “silicona hay”) se colaron con fuerza en el certamen maquetero de la emisora pública vasca que más atención le presta al rock potente y metalero, llamando la atención de la hasta ahora dulce discográfica Hirusta Records.

Tras un satisfactorio primer disco denominado “Gorrotoaren Indarra” llega ahora de la mano de idéntica empresa el álbum “Piztu Sua”. El aumento de popularidad y su predisposición a subirse a un tablado (han dado más de 80 conciertos) no les ha planteado ningún problema a la hora de renovar contrato.

“Cuándo acudimos a Hirusta nos atendieron bien y como mostraron interés por nosotros decidimos firmar con ellos. La mayoría de nosotros llevamos varios años en el mundo de la música, y sabemos que está lleno de buitres. Y como no nos han defraudado, hemos decidido publicar “Piztu Sua” también con ellos”.