La banda vasca se acerca por primera vez a Donostia para enseñar la rabia de su segundo disco “Piztu Sua”
Con mayor poso rockero que en su debut y con idéntico acierto a la hora de juntar parranda y denuncia punk, el quinteto “alavés” Silikonay se acercan a la FNAC de la capital guipuzcoana para presentar su nuevo CD “Piztu Sua”, editado en la discográfica hondarribitarra Hirusta Records.
Y le ponemos las comillas a la provincia vasca más extensa porque entre los miembros de Silikonay hay dos guipuzcoanos, dos vizcaínos y un vitoriano, habiendo parado en el pequeño pueblo de Zurbano, en plena llanada alavesa, para los ensayos de sus rabiosas canciones. ”En este local ensayaban Txema y Jokin (los guitarristas del grupo, que se completa con la voz de Arango, la batería de) con sus grupos anteriores Ziur? y Kaos Etíliko. Luego la suerte ha querido que sea más o menos el centro geográfico para los cinco”.
Con una demo inicial que llegó a vender mil copias en una bien organizada red de tabernas, los chicos del nombre de las mil acepciones (“pretendemos hacer un juego de palabras y que cada cual lo interprete a su manera. Puede venir del inglés “Silicon eye”, del euskara “isilik egon hadi”, o incluso en castellano “silicona hay”) se colaron con fuerza en el certamen maquetero de la emisora pública vasca que más atención le presta al rock potente y metalero, llamando la atención de la hasta ahora dulce discográfica Hirusta Records.
Tras un satisfactorio primer disco denominado “Gorrotoaren Indarra” llega ahora de la mano de idéntica empresa el álbum “Piztu Sua”. El aumento de popularidad y su predisposición a subirse a un tablado (han dado más de 80 conciertos) no les ha planteado ningún problema a la hora de renovar contrato.
“Cuándo acudimos a Hirusta nos atendieron bien y como mostraron interés por nosotros decidimos firmar con ellos. La mayoría de nosotros llevamos varios años en el mundo de la música, y sabemos que está lleno de buitres. Y como no nos han defraudado, hemos decidido publicar “Piztu Sua” también con ellos”.
Como comandante de la nave han tenido al director del sello, el también músico Mikel Errazkin. Su fichaje ha incorporado nuevas virtudes a las ya asentadas y aplaudidas: medios tiempos compositivos, la incorporación de teclados y, nunca mejor dicho, nuevos vientos a unos temas guitarreros que ahora presentan en canciones como “Zure alboan” soplos de metal alegre. “Mikel ha ejercido de director de orquesta. Creemos que ha cuidado con mucho mimo la ejecución de todos los ritmos, pero también es cierto que hemos querido ampliar un poco el estilo”.
El título del nuevo lanzamiento pretende espabilar las conciencias adormiladas. “Nos da la sensación de que hoy en día la gente joven se moviliza menos que antes. El rollo Internet, videoconsola y demás hace que la peña se quede en casita en lugar de salir a la calle y alzar la voz por todo lo que considere necesario. Lo que queremos es intentar encender la “llama” de esas conciencias que se han apagado. Como si fuese una colleja bien dada”.
Su propuesta sigue abrazando el euskera y el castellano sin rubor, repartiendo sus pelotazos entre la denuncia social y las ganas de parranda. Unas líricas que siguen mezclando quejas y celebraciones: “Nos inspiramos en el día a día de nuestra sociedad, intentando hacer una critica del momento y la situación en la que vivimos, aunque también hay cosas buenas que destacamos la amistad y la fiesta”. Como toda la vida lo ha hecho el rock urbano más potente. “Si con el anterior disco nos calificaban como grupo de “rock combativo”, ahora se podría decir que hacemos “rock constructivo” por aquello de que hemos incorporado temas más positivos a nuestras letras”.
No hay más que echar un vistazo a su lista de grupos preferidos y a las colaboraciones de este “Piztu Sua” (Evaristo de Gatillazo, Itobe del grupo Protesta) para saber de qué pie cojean Silikonay. “Todos crecimos escuchando los grupos del denominado RRV y que son éstos los que más nos influyen a la hora de componer: La Polla, Barricada, Su ta Gar… Fuera de esto, cada uno tiene sus gustos particulares: Metallica, Segismundo Toxicómano, Reincidentes, Enrique y Ana, Parchís. ¡De todo tiene que haber en la viña del Señor!”.
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