Café, copa ¡y puro!

Festival rockero el de anoche en Andoain, que hizo de su Bastero un CBGB moderno y giputxi.

Antes de ver a Tiger! Tiger! y Subsonics, paseito por el pueblo que nos acogió los 9 primeros años de nuestra vida. Cañas en bares con música mala a toda pastilla y estudio de una posible demanda de Giorgio Bassmatti ante la suplantación de las iniciales

Preciosa la tigresa Buffi Aguero, que demostró que comer chicle no está reñido con rockandrollear. Precioso su vestido de colegiala mala. Preciosos los taconazos. Preciosa su grestch. Preciosos sus pómulos y su pelo negro, precioso…bueno, lo habéis pillado ¿no?

La carnal bajista también levantó espectación, aunque para algunos pareciera una luchadora de pressing catch, o Serena Willliams metida en un traje de noche al salir de un after.

Su música ganó enteros respecto al disco. Aunque, curioso, el disco esté grabado a la vieja usanza, con todos los músicos tocando a la vez en el estudio de grabación.

Prometo apoyo y fidelidad al futuro comando «black and dekker», asociación ilícita de fans del rock que asistirán a los conciertos de auditorios dispuestos a desatornillar los asientos para una visión más auténtica de los conciertos perros.

En Bastero no hizo falta broca del ocho, dado que hay una especie de pequeño foso en la parte delantera. Allí se agruparon los irredentos.

Descubierto el camino de salida para cañas y pitus, los Subsonics contaron con varias interrupciones de visionado. Pero, visto lo visto, Lou Reed puede morir tranquilo. El Max´s Kansas City tiene buenos herederos en este trío directo.

La banda le pega al rock sin agujas de la banda de Warhol. Su cantante (foto no del todo buena ) maneja los timbres del neoyorquino pre-zen o pre-cuajadas, según se guste, y su androginia le retrotrae a uno a Bowie. La música también tiene toques de Iggy Pop a veces. ¿Por qué nadie le puso nombre a la época más loca y marica de esos tres artistas?

Al final todo se tornó más clásico en lo rockero. Y todos contentos. El querido comprador de singles y chapas afirmaba que «los conciertos de subsonics siempre están muy bien. Siempre seleccionan para los conciertos lo mejorcito de sus discos«.

Muy satisfechos con el menú, abandonamos la sala que no el pueblo. Anoche se cumplió uno de mis deseos más sucios: ¡Por fin puedo responder de manera afirmativa a la gran frase de la gran canción «¿Has visto ya al Lobo Eléctrico?»!

El mejor postre posible para una noche. Aunque ver a 3 bandas en 4 horas empiece a ser algo agotador ya.

También vimos unos temas de las culebras. Peña de chavalas animosas que seguro que en vacaciones plantean un viaje juntas a la gira de reunificación de Motley Crue. Camisetas de Cinderella, poses de Kiss. ¡Hair metal!

Conciertazo lobezno. Y eso, cuando hablamos de un gaztetxe, son palabras mayores. El sonido no fue para echar cohetes. Daba igual. La mecha la ponía el frontman. Todas las buenas palabras que habíamos escuchado sobre su valor escénico quedaron confirmadas. ¡Qué animal!

Mierda, si tenía una camara de fotos en el bolsillo durante toda la noche…

2 comentarios en «Café, copa ¡y puro!»

  1. ¿Quieres decir que por fin Él te ha bautizado con su esperma negro? Bienvenido al club, hermano, ya estás preparado para sentir el vértigo….
    Blakkfiva!

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