Heredado del latín, el castellano tiene un porrón de años. El Euskera, por más que falten pruebas de ADN para determinar el padre, no le anda a la zaga. Claro que, según qué ojos lo miren. Pero eso es otro cuento.
La cosa es que, tras tantos y tantos años de uso, abuso, perfección, actualización y manoseo diario, la cosa va de mal en peor. Y con eso no me refiero a los SMS ni a los HOYGAN. El problema está en la comunicación.
Tomen como ejemplo el texto que Duñike Arrizabalaga (EB) le dedica a la Real Sociedad en el Noticias de Guipuzcoa de hoy. Un artículo que debe estar dirigido al pueblo llano, y que sólo entenderán los catedráticos y resto de traductores políticos. La señora batua elabora un precioso discurso en un castellano demasiado sintético, perfecto, ideal para las pasarelas de estilo que se deben montar en los pasillos del consistorio.