El sur de la península vive en la calle. Sobre todo en verano, lejos de las nubes norteñas, es el lugar donde se explaya, se relaja, comenta o disfruta de los conciertos. La cultura se patea, y tiene mil formas. La penúltima de ellas es la Feria Gastromómica. 3 días agrupados alrededor del Día del Turista.
Realizada hace escasas fechas en varias localidades malagueñas, diferentes stands presentan una mezcla culinario turística de distintas comunidades autónomas, como si al “Visitante Un millón” se le regalara un pequeño picoteo por los distintos, ricos y variados paladares territoriales.
Una gran idea que lucha contra los prejuicios y las ideologías, aportando su granito de arena a la construcción de una nación orgullosa de sus numerosos sabores enriquecedores, un cercano plan que hará las delicias de los foráneos y acercarán lejanas tierras a costas más pobladas. Una idea que me toca…me toca …como decirlo…¿el interior?¿el alma?¿la fibra?
No
Los cojones.
Paso a detallarles por qué la realizada en Estepona, y mucho me temo que en el resto de ciudades vecinas, nos obliga a emplear esas palabras malsonantes.