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Etiqueta: Belle and Sebastian

The Divine Comedy: genio y figura

Intérpretes: Neil Hannon (guitarra, voz), Tosh Flood (guitarra), Ian Watson (acordeón), Tim Weller (batería), Andrew Skeet (teclado), Simon Little (bajo). Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 06/03/2022. Asistencia: unas 550 personas.

Duró dos horas. Y podía haber durado dos horas más y la nota seguiría bordeando la excelencia. Neil Hannon y su banda comenzaban la gira de presentación del recopilatorio ‘Charmed Life – The Best Of The Divine Comedy’ en Donostia, y lo hicieron de manera intachable. Solo un norirlandés juguetón como él se permite el lujo de tocar más de 25 piezas y ordenarlas alfabéticamente en el concierto. Otro punto más a remarcar en esa carrera que funde gemas pop con letras que viajan entre el amor y el humor. Hablamos de un hombre que elaboró una guía sobre cómo escribir la mejor canción para ganar en Eurovisión (‘Trafalgar’), amén de realizar un hilarante ‘Te Amo España’. Cuan necesaria es esa sonrisa y qué denostada está en las creaciones actuales…

No fue casual que el set arrancara con Burt Bacharach de fondo y el sonido ‘dabadabada’. Hannon ya forma parte de ese pequeño Olimpo de autores a la antigua usanza. Gente que elabora temas irreprochables que beben de los años 60, la elegancia crooner, la belleza melódica británica y el lujo de los estribillos redondos. Y todo ensamblado en aparente sencillez, como quien coge la guitarra para entretenerse.

‘Absent Friends’ inauguró la velada de forma impoluta. La ocurrente ‘At The Indie Disco’ hizo que los cincuentones recordaran sus discos juveniles. ‘Bad Ambassador’ unió a David Bowie y los sonidos ácidos. “Best Mistakes” fue el primero de los muchos cortes con sabor canónico. Por supuesto que hubo temas más redondos aún. A Neil Hannon se le caen de los bolsillos: ‘Everybody Knows’, ‘I like’, ‘Daddy´s Car’, ‘Norman and Norma’. Con viajes a la Francia de Serge Gainsbourg (‘Lady Of a Certain Age’), preciosos juegos vocales (‘Song Of Love’), tonos por los que Belle And Sebastian matarían (‘Gen Sex’) y momentos que pusieron al auditorio en pie (‘Something For The Weekend’). Le pondremos dos pequeños “peros” a la noche: el ocasional sonido quemado del micrófono principal y algunos tonos vocales a los que era más sencillo llegar hace años. Quitando esas migajas el concierto fue impecable.

texto publicado en El Diario Vasco

Jazzaldia: Que se pare el mundo

Los escoceses Belle And Sebastian ofrecieron una actuación brillante y memorable como broche final del viernes

Qué felicidad. Pura alegría. Si esto fuera un texto de móvil aquí iría un icono risueño a más no poder. Ojala me vieran mientras escribo estas líneas, con los ojos achinados de tanto sonreír. Porque el de Belle And Sebastian es probablemente el concierto más dichoso y completo (hablamos de pop) que jamás haya programado nuestro Heineken Jazzaldia. Quizás pudiera competir con aquella monada de Kings Of Convenience, pero eran otros atardeceres, otros amores, otras ensoñaciones.

Los escoceses lo bordaron, regalando sonrisas a todos los presentes. Quien abandonara la playa la noche del viernes sin una mueca radiante ya puede ir comprando un disfraz de hombre de hojalata para los próximos carnavales. Porque Elvis Costello tendrá estilazo (viejuno), pero B&S tienen un júbilo innato tremendamente contagioso.

A formación completa, con una sección de cuerda y más de diez músicos en escena, los de Glasgow ofrecieron una lista de canciones ideal para el momento festivo. Recuperaron los dos singles de su último disco, las geniales “I want the world to stop” y “I didn´t see it coming”. Mimaron a sus fans con temas como “Le pastie de la bourgeoisie” y los recuerdos de su mejor y más redondo álbum, “If you´re feeling sinister” (“Judy and the dream of horses” y su recuerdo a las víctimas del accidente de tren de Galicia, el título que da nombre al disco o “Get me away from here, I’m dying”). Con pelotazos sesenteros como “Legal man” y bastantes temas del no muy reconocido disco “Life Pursuit”. Sin olvidar las influencias del northern soul y Thin Lizzy (“I’m a cuckoo”, entonada con una chaqueta de cuadros escoceses).

Y ese cantar delicioso y cercano de Stuart Murdoch, el compositor principal de las banda. Un tipo que no duda en bajar a cantar donde el público o invitar a la gente a subir al escenario para bailar “The boy with the arab strap”. Todo sumaba para ir de salto en salto, tarareando con educación y sin molestar al compañero de playa, en una sucesión de melodías dispuestas de manera perfecta para satisfacer a seguidores y recién llegados. Un momento ideal para enamorarse, o pedir la mano de alguien entre brinco y brinco. Y recordarlo y contarlo siempre con una cara feliz.

No olvidamos los momentos previos, azuzados por el clima que hizo suspender el concierto de Nothing Places. La banda madrileña pululaba realmente triste por la zona VIP del festival. Espacio en que tuvo a bien tocar para invitados y gente de prensa cinco canciones en formato reducido, con guitarra y batería, inaugurando un “jazz club” que esperamos se repita en otras ocasiones.

Con un cantar cercano al Jero Romero de los Sunday Drivers y unas composiciones más atormentadas en sonido y letras, el joven Emilio Saiz (hijo del gran Suso Saiz) deleitó a los presentes, haciendo que olvidaran por un momento los canapés y las bebidas gratuitas. Y eso, créanme, es algo realmente milagroso.

Ya en las terrazas hubo espacio para el jazz. Entre paraguas y chubasqueros y con cierto retraso, tras las dudas organizativas. El agua, y sobre todo el viento, dejó en el aire varias actuaciones que finalmente se llevaron a cabo. De todas ellas la más bonita y emotiva fue la de Paúl San Martín. El músico donostiarra ofreció un concierto sublime al piano. Ya sé que eso suena a tostón virtuoso. Pero nada más lejos de la realidad. Porque Paul hace que el blues (su disco en solitario tira por ese camino) suene hasta atractivo. Con esa tímida simpatía que maneja, recordando a Ray Charles o haciendo instrumentales amorosas realmente bonitas.

Borja Arias Trio hizo las delicias de los amantes del jazz clásico, ofreciendo estandars de Broadway y composiciones propias de gran calidad artística. Y Eladio Díaz & Natanael Ramos Quintet demostraron un arte en el soplido realmente brillante, con aplausos para el pianista y sus paseos y mucho brío en las melodías. Y así, entre unos y otros (escoceses), la noche fue perfecta. Calándonos solo de felicidad.

Jazzaldia: Bellos en San Sebastián

Belle & Sebastian La elegante banda escocesa acercará a la playa su pop de alta escuela.
 
Hay enfermedades que dejan unos efectos secundarios bastante creativos. Sin llegar al extremo de Daniel Johnston, claro está. Stuart Murdoch, cantante y principal compositor de la banda escocesa Belle And Sebastian que hoy nos visita, tuvo que pasarse buena parte de su juventud reposando en su habitación por culpa de la fatiga crónica. En dicha estancia, y haciendo grande la etiqueta de “pop de habitación”, creó las canciones del magnifico disco “if you´re feeling sinister”

Guiadas por una voz dulce, tersa y cercana, con unas líricas que le acercaban a los Smiths, una capacidad de emocionar similar a mostrada por Nick Drake y unos sonidos folk británicos que B&S ayudo a recuperar, aquellas diez canciones fueron un lanzamiento directo a los corazones poperos más afectados.

El álbum tuvo gran repercusión: La prestigiosa editorial musical 33 1/3 publicó un volumen dedicado al mismo (pocas bandas actuales contaban con ese honor en aquel momento), remarcando lo que supuso a nivel de comunicación con los fans. Un aspecto que la banda siempre ha tenido muy en cuenta. No hay más que pasarse por la web oficial, con ese mapa geolocalizador de seguidores que seguro sufre un repunte guipuzcoano tras la actuación de hoy, Más recientemente, la todopoderosa web Pitchfork ha editado un vídeo alrededor de tal magna obra. Diecisiete años después de su publicación, aquel sentimiento “siniestro” sigue calando entre la gente.

Tras el pequeño pelotazo la vida siguió con algunos cambios. Stuart comenzó a trabajar en proyectos paralelos tan distinguidos como “God Help de Girl”, abriendo la libreta compositiva a las firmas de otros socios de su formación.

El pop intimo y ensoñador comenzó a tomar un cariz más brillante en lo sonoro, acercándose al gran público sin olvidar sus orígenes. La banda fue aparcando sus vergüenzas y dejando que las melodías fueran creciendo en el estudio de grabación, acercándoles primero al lado popero de Thin Lizzy para, ya en la actualidad, defender las virtudes animosas del Northern Soul.

Belle and Sebastian se han convertido en una elegante banda de pop a la que nunca le faltan las melodías redondas. El último caso: la canción “I want the world to stop”, presente en el último de sus discos, el octavo de su carrera. Un trabajo que pronto tendrá continuación con “The Third Eye Center”, otro guiño a sus seguidores, una recopilación de canciones publicadas en singles a la que les añadirán remezclas a cargo de otros autores.

La playa de Zurriola se engalanará esta noche para disfrutar de las radiantes composiciones de uno de los últimos grandes ejemplos de la vibrante escena musical escocesa en lo que será, si el clima lo permite, una de las citas más recordadas de este Jazzaldia.

Belle and Sebastian: «BBC Sessions»

Belle and Sebastian: «BBC Sessions»
[BBC Radio]

Las viejas canciones, ahora grabadas para la BBC, de esta banda escocesa siguen siendo preciosas, y más desnudas y emocionantes aún si cabe en este lanzamiento de la radio británica.

Con cuatro temas inéditos y un CD con concierto live, los maliciosos pensarán que cualquier tiempo pasado fue mejor y los acérrimos que este es un buen entretenimiento antes del próximo álbum oficial.