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Mes: marzo 2022

Elena Setien: experiencia pop

Intérpretes: Elena Setién (teclado, voz), Joseba Irazoki (guitarra), Xabier Erkizia (electrónica). Lugar: Sala Club del Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 30/03/2022. Asistencia: lleno, unas 100 personas

El confinamiento pandémico va aflorando en las creatividades de los músicos. Toca presentar los trabajos que esa situación tan particular trajo a sus mentes. La donostiarra Elena Setién publicó en el influyente sello Thrill Jockey su “disconfinado” trabajo ‘Unfamiliar Minds’ y ayer tocaba presentarlo en la coqueta Sala Club del Teatro Victoria Eugenia.

El concierto ahondó en el camino abierto por el disco. Las nuevas melodías se acercan más a las sensaciones que a las estructuras férreas por más que debamos seguir llamándolo pop. La autora ha abandonado cualquier inercia que tuviera en su cerebro para expresarse de una manera más abierta. Para ello ha contado con dos de los mejores socios posibles a la hora de tirarte cuesta abajo sin -aparentes- frenos: Xabier Erkizia y Joseba Irazoki.

El primero, productor del último LP, puso la zona ambiental, digital, experimental y onírica de la velada. Con sonidos profundos y apenas alguna batería suelta. Irazoki se sacudió el desfase horario (acababa de llegar de México) con detalles opacos, arranques ácidos y desmelenes cuando la cosa se puso rockera. Ella mantuvo la voz pop, cada vez más cómoda cuando sale filtrada, a veces tremendamente elevada, cercana a PJ Harvey cuando el tema lo pedía. Con un teclado que caminó por los acordes con paso firme y espaciado. Los tres juntos ofrecieron una tarde de sonidos profundos, tiempos medios y un imaginativo enfoque musical.

Publicado en El Diario Vasco

Julieta Venegas: Feliz contención

Intérpretes: Julieta Venegas (voz, piano, guitarra, acordeón), Belén López (contrabajo), Panky Malissia (batería). Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 28/03/2022. Asistencia: lleno, unas 900 personas.

“No supe qué hacer”, cantaba ayer Julieta Venegas en su ‘Ilusión’ inicial. Pero nada más lejos de la realidad. La mexicana ha sabido aprovechar el obligado parón del confinamiento para darle un nuevo molde acústico a las canciones. Un estilo que sabe comprimir y dejar brillar la vitalidad sonora característica de la autora. Con un batería soberbio en todos sus quehaceres y una contrabajista que mandó (‘El presente’), mutó y en ocasiones sufrió para hacerse notar cuando la percusión se imponía (‘Algo está cambiando’). La voz, dicharachera en las charlas entre composiciones, empezó demasiado impulsiva dejándose por el camino algún descuido tonal. El paso de los minutos la asentó y elevó hasta los lugares habituales.

Fueron temas interpretados sobre guitarras efusivas y pianos de cola con sonidos aún más largos que supieron ser juguetones (‘Bien o mal’). Echando mano del tango y los sonidos románticos de 1970 (‘Los momentos’). Consiguiendo sonar íntima (‘Lento’, ‘La nostalgia’), británica (‘Buenas noches desolación’) y folk (‘Canciones de amor’). Defendiendo su pop radiante (‘Original’) hasta cuando tocaba celebrar la vida de los que ya no están (‘Mis muertos’).

Además de navegar entre pasiones y “dramones” se inspiró en poemas de Jorge Luis Borges, letras de la micropoetisa Ajo (‘Dos soledades’) y versiones de José Alfredo Jiménez (‘Canta, canta, canta’) mientras atacaba una ‘Despechada mexicana’ de femenina personalidad. Recuperó otros éxitos como ‘Me voy’ y ‘Limón y Sal’. Pero nos dejó boquiabiertos con su pieza más reciente, el refrescante arrebato funk de ‘Mismo amor’. Los asistentes les despidieron aplaudiendo de pie, felices de volver a ver a Venegas bajo esta capa tras tres años de ausencia.

Publicado en El Diario Vasco

Pablo Alborán: Fervorosa marejada

Intérpretes: Pablo Alborán (guitarra, piano, voz), Lolo Álvarez (guitarra), Jose Marín (guitarra), Manu Reina (Percusión). Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 23/03/2022. Asistencia: lleno, unas 1800 personas.

Con el sonido del suave romper de las olas mientras extractos de canciones de famosas formaciones (Queen, Antonio Flores, María Jiménez) iban apareciendo y desapareciendo. Así nos recibió anoche Pablo Alborán, que volvía a su querida Donostia a presentar “Vértigo”, ese último lanzamiento que anda por donde andan ahora los discos de platino.

Lo de la “querida capital guipuzcoana” lo afirmó el propio cantante malagueño. “San Sebastián es una de las ciudades en las que me gustaría vivir”. Viendo su éxito no creo que la guía inmobiliaria le asuste mucho. Más tarde colaría aquí y allá la palabra “Donostia” para fervor de unos seguidores que saltaron como un resorte, aplaudieron al estilo jazz (en mitad de un tema o después de un momento a capela), cantaron, le llamaron “guapo” decenas de veces y convirtieron ‘Tu refugio’ en el instante más fotografiado/grabado de la actuación.

El autor llegó con las espaldas cubiertas: su concierto llevaba semanas sin tickets a la venta. Un evento del que destacaremos su sencillez. Comenzando por la escenografía de plataformas y cubos de paredes transparentes en cuyos laterales se fueron proyectando imágenes.

Alborán enfatizó su lado vocal desde el inicio acústico en solitario. Piano y guitarra se intercalaron desde “Hablemos de amor” para seguir sonando sedosos, siempre detrás de un tono cantor bien surfeado, en la arpegiada ‘Desencuentros’, ‘Ecos’, la oscura ‘Que siempre sea verano’ y el piano-bar de ‘Soy capaz’.

Con banda mantuvo el carácter calmado por más que se ampliara el número de instrumentos. Cubriendo en sus letras todo el Pantone amoroso, desde la triste oscuridad hasta la radiante luz de la pasión. Con gusto por el toque aflamencado – sin pasarse- y soltando ocasionalmente estribillos briosos (‘Dicen’), sinuosos detalles de bossanova (‘Seré’) y arrebatos casi rockeros (‘Llueve sobre mojado’) mientras promovía el baile agarrado (‘Perdóname’). Defendiendo las bondades de lo latino con piezas dignas de Ketama (‘La escalera’) y recordando a Manzanita (‘Sobreviviré’).

Publicado en El Diario Vasco

Film Symphony Orquestra: Música de cine

Intérpretes: 70 miembros de la Film Symphony Orquestra dirigidos por Constantino Martínez-Orts. Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 13/03/2022. Asistencia: unas 1200 personas

El domingo por la tarde es el momento de ver una película. Ayer la Film Symphony Orquestra nos propuso en el Kursaal ese plan enfocado desde otro punto de vista: el de las bandas sonoras. Fue un show palomitero repleto de romanticismo, entretenimiento y ramalazos espectaculares.

La noche estuvo dividida en dos actos y contó con un protagonista al que sobre todo le vimos la espalda. Pero cuando se giraba, el director Constantino Martínez-Orts demostraba ser un comunicador nato. Un creador risueño que en las presentaciones llenaba todo de detalles profanos y eruditos, explicaba lo que era una obertura, destripaba fragmentos de los films y hablaba de autores con gran pasión.

El espectáculo, de luces bien rockeras, recopiló en su lista piezas populares del cine y la televisión. Del segundo mundo ofrecieron la eterna sintonía de ‘El Equipo A’, el guiño a Star Wars con ‘The Mandalorian’ y extractos de ‘Los Bridgerton’. En lo dedicado al séptimo arte hubo mucha suite concentrando acordes emotivos (‘Polar Express’ de Alan Silvestri). Completado con instantes saltarines (‘Mucho ruido y pocas nueces’), pasajes de lenta emoción (‘Fascinación’), impulsos épicos (‘La conquista del Oeste’), mezclas oscuras (‘The Matrix’) y extractos que se podían tararear de memoria (‘El fabuloso mundo del circo’). En una vida en la que las pantallas cada vez son más pequeñas y los altavoces más cochambrosos fue un placer disfrutar de esas músicas en el auditorio donostiarra.

Publicado en El Diario Vasco

Puro Relajo: verbena nostálgica

Intérpretes: Eneko Irigoyen (trompeta, voz), Iosu Burguete (trompeta y voz), David García (bajo y voz), Jorge García (guitarra y voz), Txuma Gallués (acordeón y voz) e invitados. Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 12/03/2022. Asistencia: unas 900 personas.

Verbena, fiesta, feria, romería, festejo. Pueden llamarlo como quieran, pero lo de Puro Relajo (una expresión mexicana traducible por “rato de fiesta”) responde a la vieja celebración parrandera de tocar canciones famosas llevándoselas a su terreno. Y ese campo no es otro que el de la ranchera y el mariachi.

El quinteto, que ha pisado más plazas que un político en campaña, llegaba a Donostia con ganas como quedó demostrado con el “Artillero’ inicial. Hubo más temas “koxkeros”, como esos ‘Tatiago’, ‘Caballería de gallos’ y ‘Diana’ que tocaron en compañía de la tamborrada C.D. Internacional de Intxaurrondo.

Con la benevolencia festiva con la que hay que tomarse estas citas diremos que las “canciones de tu vida”, nombre del evento, fue un repaso a los temas más famosos de aquí y de allá. Zalameros y sin perder la simpatía al micro, dejando que la gente cantara a la menor ocasión y dedicando muchas de sus interpretaciones a los asistentes.

La noche tuvo piezas en euskera (‘Txoria txori’, ‘Xalbadorren heriotzean’, ‘Maite maite maitia’), guiños a Navarra (‘Erribera’) y Galicia (‘Rianxeira’), sones eternos (‘Un millón de amigos’, la “Casita de papel’ popularizada por la Orquesta Topolino) y varios homenajes latinos (‘Fallaste corazón’, ‘Los amigos así’, ‘La de la mochila azul’, el son ‘Malagueña’) de los que olvidaron los falsetes en la furgoneta. Los curtidos espectadores entraron al trapo y tararearon, fotografiaron, aplaudieron y gozaron con este viaje al pasado musical realizado con trajes mexicanos.

Publicado en El Diario Vasco

Bixente Martínez : visita instrumental

Intérpretes: Bixente Martínez (guitarra), Leire Romero (danza), Aimar Odriozola (danza). Lugar: Sala Imanol Larzabal (Donostia). Día: 11/03/2022. Asistencia: unas 60 personas.

Bixente Martinez llegó a Donostia para revisitar las canciones de Oskorri en un formato novedoso. De forma instrumental, con guitarras acústicas y eléctricas y varios pedales que llenaban de efectos las pulsaciones de inspiración jazz.

Fueron versiones de aire calmado (‘Ostatuko neskatxaren koplak’), esperanzado (‘Nafarroa’) y ensoñador (‘Ilhun nabarrez’). A veces con un traje oscuro (‘Preso gaudenon ahoetatik’), ‘Axuri Beltza’ fue la mejor de estas piezas entre las que hubo algunos tonos infantiles (‘Txalopin, txalo’). El autor contó con la compañía de dos bailarines que realzaron el aire vivaracho de temas como ‘Aita semeak’.

Gure Ahotsak: gran selección

Intérpretes: Ainara LeGardon, Miren, Verde Prato y Eneritz Furyak. Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 07/03/2022. Asistencia: 150 personas

Donostia volvió a acoger, con motivo del Día Internacional de la Mujer, un festival que reunió a algunas de las autoras más interesantes de nuestro panorama. Un sitio plural en el que predominó el pop en su sentido más amplio, la pasión artística, la vaporosidad y las canciones que se dirigen a gente nacida en el 2000.

Abrió la velada Ainara LeGardon, quien se quedó corta con una voz y una guitarra. Ella necesita expresarse por más vías. Echó mano de un Walkman para trastear con sus botones y utilizó un par de micrófonos repletos de eco sucio amén de otros elementos. La música fue tensa y tranquila, arpegiada y emotiva. Recordando a Manta Ray en el fondo que no en el efectismo.

Tras ella llegó Verde Prato, una de las sensaciones de la temporada. No lo decimos nosotros solo, que al carro se ha subido hasta Bob Stanley (Saint Etienne). El erudito británico ha alucinado con su mezcla vaporosa y reverberada de elementos. Las sencillas melodías “verdes” unieron tradición y resonancia ofreciendo nanas siderales, versiones sorprendentes (Kortatu), temas que podían ser el jazz latino de las películas de Wong Kar-Wai y obras dignas de una oscura discoteca berlinesa.

Eneritz Furyak pudo parecer la cantautora de la noche si nos atenemos a sus simples rasgados. Pero pronto nos dimos cuenta de que lo suyo era más abierto. Apoyada en una voz fuerte y elocuente, empleó sintetizadores para ofrecer unos pasajes profundos, sinuosos y sugerentes.

La noche se cerró con Miren y sus canciones de otra época. De una que ya nos está pasando por encima. La que nace o se refleja en los breves vídeos musicales de Tik-Tok e Instagram. Curiosamente, esta donostiarra es la que demostró tener más boletos para girar por el mundo entero con su mezcla de R´n´B y hip-hop suave. Y si no, al tiempo.

Publicado en El Diario Vasco

The Divine Comedy: genio y figura

Intérpretes: Neil Hannon (guitarra, voz), Tosh Flood (guitarra), Ian Watson (acordeón), Tim Weller (batería), Andrew Skeet (teclado), Simon Little (bajo). Lugar: Auditorio Kursaal (Donostia). Día: 06/03/2022. Asistencia: unas 550 personas.

Duró dos horas. Y podía haber durado dos horas más y la nota seguiría bordeando la excelencia. Neil Hannon y su banda comenzaban la gira de presentación del recopilatorio ‘Charmed Life – The Best Of The Divine Comedy’ en Donostia, y lo hicieron de manera intachable. Solo un norirlandés juguetón como él se permite el lujo de tocar más de 25 piezas y ordenarlas alfabéticamente en el concierto. Otro punto más a remarcar en esa carrera que funde gemas pop con letras que viajan entre el amor y el humor. Hablamos de un hombre que elaboró una guía sobre cómo escribir la mejor canción para ganar en Eurovisión (‘Trafalgar’), amén de realizar un hilarante ‘Te Amo España’. Cuan necesaria es esa sonrisa y qué denostada está en las creaciones actuales…

No fue casual que el set arrancara con Burt Bacharach de fondo y el sonido ‘dabadabada’. Hannon ya forma parte de ese pequeño Olimpo de autores a la antigua usanza. Gente que elabora temas irreprochables que beben de los años 60, la elegancia crooner, la belleza melódica británica y el lujo de los estribillos redondos. Y todo ensamblado en aparente sencillez, como quien coge la guitarra para entretenerse.

‘Absent Friends’ inauguró la velada de forma impoluta. La ocurrente ‘At The Indie Disco’ hizo que los cincuentones recordaran sus discos juveniles. ‘Bad Ambassador’ unió a David Bowie y los sonidos ácidos. “Best Mistakes” fue el primero de los muchos cortes con sabor canónico. Por supuesto que hubo temas más redondos aún. A Neil Hannon se le caen de los bolsillos: ‘Everybody Knows’, ‘I like’, ‘Daddy´s Car’, ‘Norman and Norma’. Con viajes a la Francia de Serge Gainsbourg (‘Lady Of a Certain Age’), preciosos juegos vocales (‘Song Of Love’), tonos por los que Belle And Sebastian matarían (‘Gen Sex’) y momentos que pusieron al auditorio en pie (‘Something For The Weekend’). Le pondremos dos pequeños “peros” a la noche: el ocasional sonido quemado del micrófono principal y algunos tonos vocales a los que era más sencillo llegar hace años. Quitando esas migajas el concierto fue impecable.

texto publicado en El Diario Vasco