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Juan Luis Etxeberria Entradas

La Habitación Roja: Pop de reloj

Hay un axioma no escrito -y sí muy aplaudido- entre las bandas británicas. Sea cual sea su añada, su trayectoria profesional y sus variaciones de estilos, componentes o melodías, ninguna formación que se precie debe superar los 50 minutos de concierto. Dicen que ése es el tiempo que se puede atender de manera activa a lo que escucha sin pensar en sus quehaceres de mañana.

A esta cuestión se le pueden poner mil trajes en las variadas tertulias de barra. Pero si esa máxima es válida en el país del eterno pop naciente, qué les voy a decir sobre estas tierras nuestras. Sobre todo si eres indie, alternativo, paralelo a la industria masiva o como quieras etiquetarte. Mismo da que tengas ocho discos (caso de La Habitación Roja) o que estés aún gateando, como es el caso de los guipuzcoanos Peachy Joke. Hay que ser claro, conciso. Y breve.

Los de Tolosa lo fueron. Presentaban nuevas pintas melódicas y textiles, abandonando el pop rock medio británico medio norteamericano para abrazar cual oso el blues rock de carretera y manta. Su viaje existencial a Barcelona, buscando el profesionalismo ejecutante, les ha movido un pelo hacia los garitos con redecilla delante del escenario y mucho traqueteo guitarrero. Nada nuevo por estos pueblos, pero si se hace bien es gozoso.

La Habitación Roja arrancó dando buen ejemplo de sabiduría. Con temazos como soles para agarrar del cuello a los espectadores y dejarles con la boca abierta. Sacudiendo la tenue irrelevancia de su nuevo disco con una puesta en escena intachable. Dando un puñetazo sobre la mesa para reivindicar sus virtudes.

Claro que, en caliente, el dolor no sale hasta transcurridos unos minutos. Unos 50, canción arriba canción abajo. A partir de ese momento, y potenciado por un postrero bis excesivamente acústico, los temas de los valencianos comenzaron a sonar ligeramente repetidos. Un déjà-vu melódico que hizo sacar los galones a los fans. El resto fue poco a poco volviendo a la tierra (traducción: abandonando la sala), pensando en sus obligaciones diarias o rellenando mentalmente su maleta de Semana Santa con bañadores y rebecas.

Hidden Cameras : Diluvio rock

El viernes fue día de aplausos. Hubo muchas salvas en Psilocybe, la autogestionada sala situada en Hondarribia.

La primera, y quizás la más sincera, le cayó al regreso de la programación foral Gaztemaniak!. Tras varios titubeos y mucha pataleta popular, la tijera de la crisis solo cortó las puntas de esta oferta de conciertos, dejando una buena melena de eventos para este 2010.

Y para cambios de look, el de los zestoarras Grises, la banda encargada de cortar la cinta inaugural. Los guipuzcoanos se han despojado del rimmel y las gabardinas de Matrix para apostar por por el rock bailable actual.

Ese estilo que los zarauztarras Delorean pasean estos días por EE UU. Grises – vaya nombrecito más policial, por cierto- abrazan las nuevas formas rescatando parte de su oscuridad pasada, en una propuesta muy gozosa en momentos de algarabía. Elogios palmeros para ellos también.

Y juro ante la guitarra de los Housemartins y las flores de los bolsillos de Morrissey que llevaba una buena ración de «¡bravos!» y otras tantas «¡vivas!» para la cita con los canadienses The Hidden Cameras. Desafortunadamente, varias de ellas tuvieron que volver a casa conmigo.

Mojo Workin´ Weekend

El 19 y 20 de marzo llega el Mojo Workin’ – Donostia R&B Weekend, primer festival a nivel estatal dedicado exclusivamente al Rhythm & Blues (R&B). Festival que nace con vocación de permanencia y convertirse en una referencia del calendario cultural donostiarra al inicio de la primavera.

¿Por qué un festival de R&B? En primer lugar por la pasión por la música del colectivo de personas detrás de la organización del evento. Después de años organizando eventos como sesiones de pincha-discos, conciertos, editando publicaciones,… por diferentes locales de Donostia y Gipuzkoa han decidido dar el salto a un evento de mayor envergadura.

Por otro lado por la existencia de un vacío entre los festivales existentes en nuestros alrededores. Existen en Gipuzkoa festivales dedicados a otros estilos musicales de raíz afro-americana del S.XX, como el jazz, blues o el soul; pero ningún evento dedicado a un genero clave en la evolución de la música popular como es el R&B.

Es difícil definir el R&B en pocas palabras, pero para centrar el concepto del festival, lo definimos como un genero que nace a finales de la década de los 40 del S.XX, a partir de la evolución de ciertas variantes del Blues, se desarrolla principalmente en los años 50, donde brillan los grandes referentes como Ray Charles, Chuck Berry o Bo Diddley, sigue evolucionando en los 60’s hasta que su evolución da lugar a otro genero que alcanza una entidad propia como es el Soul.

El R&B de éste periodo clásico sigue gozando de popularidad en nuestros días. Las re-edicioness de material de época son constantes, las ediciones originales de los discos en vinilo alcanzan precios elevadisimos y alrededor de todo el planeta aficionados al genero organizan eventos dedicados al mismo.

El Mojo Workin’ nace con la idea fundamental de la divulgación de este estilo, y para ello se basa en dos actividades principales. La presentación en directo de nuevas bandas que se basan en los parámetros del genero aplicado a la música actual, y por otro la presentación de la música como originalmente fue grabada en sus formatos y prensajes originales en su contexto original de música de baile. Ante la imposibilidad de poder disfrutar en vivo con los grandes del genero, no existe nada mejor que disfrutar de esta música tal y como fue originalmente grabada y editada , en el contexto de un pista de baile, tal y como fue su intención original.

Para cumplir con la primera parte el día 20 de Marzo, a partir de las 20:00 horas en la Sala DOKA actuarán dos grupos. Seleccionados bajo el criterio de tener sus raíces en el R&B, calidad musical y puesta en escena y ser su debut en Donostia. Tocarán por este orden Hurly Burlies desde Burdeos y The Del Saphiros desde Sevilla.

Por el lado de las sesiones de pinchadiscos, la noche del viernes 19 en el club Le Bukowski y el sábado 20 en el Doka, varios de los mayores expertos europeos en el genero ofrecerán su selección musical, que abarcará desde los clásicos hasta las rarezas mas difíciles de encontrar, exclusivamente en formatos de vinilo originales.

Los pinchadiscos serán los siguientes:
La pareja Dimples, procedentes de León son a juicio de muchos los poseedores de la mejor colección de singles de R&B del Estado, lo que unido a su maestría a los platos, hace que sus sesiones sean probablemente el evento más esperado de este festival.

Ivan R&B desde Madrid es otro afamado coleccionista, ha participado en festivales dentro y fuera del estado español y nos presentará el R&B en su lado más salvaje.

Andrea L desde Teramo (Italia) es un experimentado pinchadiscos, curtido en la escena mod italiana, y que ofrecerá sus sesiones del R&B más sofisticado.

Finalmente, el donostiarra Dr. Punko, incansable dinamizador de eventos locales y editor del fanzine Historia de la Música Afroamericana, posiblemente la mejor publicación en castellano de la última década, nos hará movernos con joyas de su colección y su inigualable capacidad para dominar el tempo de una sesión y conectar con el público.

Adicionalmente se realizará una sesión de tarde en Le Bukowski, el día 19 de marzo, donde se dará la oportunidad a que presenten sus colecciones y habilidad a los platos a 4 pinchadiscos procedentes de distintas partes de Euskadi.

The Rumble Strips: Patena rock

Los británicos pisan Bilbo y Donostia este fin de semana para presentar las alegrías melódicas de último CD “Welcome to the Walk Alone”.

Los fans pueden respirar tranquilos. Su última gira por nuestras tierras, a finales del 2009, se suspendió en el último momento. Por causas de fuerza mayor, como nos explica Tom Gorbutt, el saxofonista de la banda. “Mi madre falleció y no teníamos ganas de salir a la carretera. Ahora volvemos con la ilusión de presentar nuestro disco por la península.”

Un trabajo que brilla como la patena, si tomamos como referencia su debut, “Girls and Weather”. El álbum que les puso en el disparadero hype de la prensa musical británica por su mezcla desenfada de soul, ska y pop.

En aquella época de portadas de semanarios y certámenes multitudinarios –Festival de Benicassim incluído- conocieron a Mark Ronson, quien se iba a convertir en el director artístico de “Welcome to the Walk Alone”.

Coque Malla: Rock coqueto

Dicen que la música es un arte ajeno a los emplazamientos. Poco importa que escuches una canción en el autobús, en la tranquilidad de casa. Pero, ay amigo, el emplazamiento gana peso a la hora de ver la música en movimiento.No es lo mismo ver al Conjunto Barroco en el cumpleaños de tu sobrino, o a un combo pop-rockero en el Auditorio local.

Y esa sensación fue la que tuvimos en la actuación que Coque Malla dió en la donostiarra discoteca Bataplán, a la que nada hay que objetar por la iniciativa. El cantante madrileño vino en formato acústico, con sólo un guitarrista de apoyo. Y esas formas son de garito pequeño, con escenario en un altillo y la gente echándote el humo a la cara.

Recuperando el look y las formas de Nikki Sudden, ese aire glam en vestires y cantares, el dúo empezó y acabó clásico. Mucho Rolling Stones y Beatles. Y algo de David Bowie y Bob Dylan. Ingredientes del lado más canalla de este ‘Ronaldhino’, el menudo cantante de aquella formación exitosa denominada Los Ronaldos.

Mikel Urdangarin: Formas de viajar

Intérpretes: Mikel Urdangarin (voz y guitarra), Rafa Rueda (guitarra eléctrica), Bingen Mendizabal (violín), Nika Bitchiashivili (violín), Saihela (batería). Lugar: Sala de Cámara del Kursaal (Donostia). Día: 26 febrero 2010. Asistencia: ¾ partes del aforo, unas 350 personas. Entradas: 12 euros

La urgencia de esta crónica nos hizo abandonar el Kursaal antes de tiempo, tras la canción “Munduari begiratzeko modu bat”. Una forma de ver el mundo que, influidos por el excelente narrador vizcaíno que hoy nos ocupa, nos hizo montarnos nuestra propia aventura.

Y vimos que los conciertos de Urdangarin son como esos antiguos trenes que paran cada poco tiempo, comunicando pueblos de vivencias similares. Permitiéndonos disfrutar de la belleza del paisaje (sonoro) y sus narraciones.

El viaje se realiza en unos vagones que los detractores acusan de idénticos y algo caducos. No ven que la personalidad de cada trayecto se construye con sus viajeros y sus vivencias. Ahí están la preciosa y triste despedida de “Katu Baltzak”, las aplaudidas “Infinitua” o “Egun argian” o esa polka de título imposible (“Txatxamatxalinatu”) que en boca de Txuma Murugarren nos haría soñar con Tom Waits.

La empresa mima a sus clientes, con el silencio y el respeto que dan los auditorios. Las cuerdas abrigan cual manta casera. La guitarra de Urdangarin salta arpegiada entre el folk irlandés, el norteamericano y el propio, sin olvidar las ambiciones del pop épico. Y Rafa Rueda, inmenso como siempre, dibuja en el aire los detalles que los más inquietos desean apreciar.

On Benito

On Benito: S/T
Autoproducción (myspace.com/onbenito)

Nueva muesca del hiperactivo beratarra Joseba Irazoki, que presenta como On Benito sus composiciones más crudas, enrabietadas y rockeras.

Temas como “Ikusten Hau?” o “Mila fabore” le han abierto la guitarra solista de Atom Rhumba. “Pasiluan” oprime como los Pixies. Bluesero sucio en “Galopaka”, “Belatxa” apacigua, “Loa” es un derrape polvoriento y “Le Chaval” supera sin rubor a John Spencer.