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Categoría: Reportajes

Jazzaldia 2014: Vintage Trouble, Austra

Quizás fuera por el calor y el buen tiempo, que subió la temperatura y la vitalidad de nuestros nubarrones habituales. O por ser sábado noche, el momento más habitual para soltarse la melena y salir a divertirse. Quién sabe, igual los planetas se habían alineado de una forma particular y curiosa.

Podía ser por algunas de estas cuestiones, o por otras que se nos escapan. Pero lo vivido en el cierre del escenario principal gratuíto del Jazzaldia fue una cosa con tintes épicos, irrepetibles. Pura felicidad musical. Pocas veces se ha visto semejante comunión entre el público, que abarrotaba la playa, y una banda en apariencia desconocida. Un amor festivo que nació en el primer segundo de concierto, y aún perdura en al mente de los asistentes. Música en estado puro que llega, agita y divierte sin mayores literaturas.

Vintage Trouble, que así se llama la banda que cribó la arena donostiarra, no eran muy conocidos más allá de las revistas especializadas de corte rockero. Pero se antojaron ideales para este fin de fiesta. Vitalidad y fuerza. Energía y sonidos clásicos. Elegantes hasta en los vestires, todos conjuntados y de traje. Hasta el encargado de afinar las guitarras iba de postín.

Estos norteamericanos no inventan la rueda, pero la hacen girar de manera endiablada. De fondo le echan mucha garra blues-rock y tórridas gotas de soul clásico. Y al frente cuentan con una guindilla imparable, el cantor Ty Taylor. ¡Menudo bicho escénico! Una mezcla imposible entre Sammy Davis Jr y la gimnasia actuante de James Brown. Un hombre entregado a sus labores de principio a fin. Para la tercera canción su chaqueta había cambiado de color en la zona de la espalda, empapada de sudor. Y bajo ella llevaba un chaleco y una camisa. Sus paseos por la zona del público fueron algo esperable. Al muchacho le sobraba energía y ganas de contagiarla. Los rectores del evento donostiarra puede dormir satisfechos. La contratación de Vintage Trouble – traducible como “problema añejo”- ha sido uno de sus mayores aciertos en esta zona de actuaciones gratuítas, una guinda perfecta.

Y mira que la noche había empezado tibia, con la actuación del cuarteto canadiense Austra. Músicas electrónicas amables, algo oscuras y vaporosas, con una voz femenina protagonizando las composiciones. Unos tonos elevados, a veces casi gregorianos o dignos de la Bjork más popera, a los que les habrían venido bien mayores cabreos en lo sonoro. A veces nos recordaba a Russian red, y no solo por el gorro rojo. No fue un mal concierto, pero es verdad que en un espacio más coqueto habría funcionado mejor. ¿Se desquitarían después en la pinchada que ofrecieron en un establecimiento donostiarra?

Para actuar en los escenarios acogedores que acompañan al principal hay que demostrar muchos galones. Y quien siga con el tintineo de que “apenas hay jazz en este festival” ya puede ir dejándolo en el cajón. Las terrazas también estaban abarrotadas el sábado en horario de “prime time” para degustar algunas de las tres propuestas de este corte estilístico. En el escenario Frigo los chicos de So Brass le pegaban al jazz cantado. Un buen ejemplo de la eterna buena cosecha de Musikene. La formación supo entretener y amenizar a los presentes, con un micrófono parlanchín y comunicativo.

Un poco más arriba, en la carpa Heineken, la noche se tornó muy elegante y fina. Los pamplonicas SMUZtrío hicieron gala de su amor por el cool jazz y ofrecieron un concierto muy terso, en la onda enamoradiza del genial Chet Baker. En el Escenario Único, el más cercano a Sagüés, la banda Crossroads cerraba el trío de ofertas en otro espacio sin sillas libres. Sus estándares fueron muy aplaudidos por el respetable, siempre atento a los movimientos solistas de la populosa banda.

La programación de esta zona gratuita se cerraba ayer a la tarde, momento en el que familias y paseadores copan los asientos de las terrazas musiqueras en una tarde de gran éxito popular. La Big Band de la Escuela de Música y Danza de Donostia volvió a demostrar que nuestra capital mantiene un idilio muy especial con este tipo de músicas. ¿Habrá algún día un spin-off de la serie principal, una rama sacada del árbol del Jazzaldia, y montará la organización un ciclo dedicado en exclusiva a estas formaciones? No sería una idea descabellada. Estos sonidos tan completos y orquestales parecen gozar de gran calado entre los oyentes más entrados en años.

La tarde tuvo otras citas impactantes. La banda Doble Elefante demostró la rotundidad de sus directos con unos sonidos que viajaban desde el rock a la electrónica. Y también hubo jazz, claro. A veces de manera libertina, como en el caso de Garob. Su frescura venía de perlas en una tarde tórrida en lo ambiental. No había más que echar un ojo a los distintos puestos de comida y bebida, un hervidero de actividad.

Otras veces el estilo que da nombre al evento se juntaba con otros sabores, como sucedió con FMA Trío. Una formación que se reúne alrededor de los embriagadores sonidos del órgano Hammond y se deja llevar por el bugaloo o el funk. Suyas, y de las vanguardias del quinteto Bost, fueron las últimas notas del Festival. Llega la hora de balances oficiales y análisis sesudos. Pero nadie podrá negar que el idilio entre el evento y la ciudad sigue muy vivo.

Jazzaldia 2014: Echo & The Bunnymen, Delorean,…

00:29 horas de la noche del jueves. Queda un minuto para que comience el concierto de Echo & The Bunnymen en el escenario principal de la zona gratuíta. Chuck Prophet, el músico que acaba de actuar en la zona de invitados del patrocinador principal, no da crédito. “¿No hay nadie en la playa? Demonios, ¡que son Echo y los suyos!”. Vale, no dijo “demonios”. Pero entenderán que suavice el término empleado.
La gente ha buscado resguardarse de uno de los ocasionales aguaceros de la noche. No sé cómo habrá gestionado el director del evento, Miguel Martín, el famoso tema de los huevos y las Clarisas. Pero parece haber podido elegir cuándo y cómo lloverá. Un poquito, y al acabar los conciertos.

Llega la hora. La gente comienza a pisar la arena en masa. La fiesta comienza por todo lo alto, con “Lips Like Sugar”. Tras este tema, Echo & The Bunnymen ofrecieron un concierto fantástico. Oscuro, impactante, rockero, melódico, basado en sus mejores años y muy efectivo en su ejecución. Un cierre maravilloso a un jornada que comenzó con otro gran momento, una especie de justicia poética: la actuación de los zarauztarras Delorean.

Desde que Cut Copy pisara idéntico escenario gigante hace unos años quien más quien menos soñaba con ver a nuestros músicos más internacionales en idéntico tablado. Ellos, que cada semestre se hacen las Américas (las difíciles, las del Norte), ofrecieron un concierto espectacular. Uniendo la música de baile y pasajes más ambientales. El eurobeat (¡menudo cierre con el “Ride on time” de Black Box!) y los coros vaporosos. Con un envoltorio pop, feliz y positivo, la banda fusionó pregrabados y sonidos reales en lo que fue la cita más populosa del día.

La noche tuvo otros momentos melódicos gloriosos: Descubrir que los británicos Wire siguen muy en forma, con unos sonidos a piñón fijo -o fixed, que dirían los modernos ahora- rabiosos e impactantes. René Marie Quartet, ya sin problemas de sonido, confirmó los parabienes recibidos el día anterior. Y los Musikene Boys, la Reunion Big Band, emplearon sus valores para pegarle al jazz y lo latino y volver a encandilar a los seguidores de estas músicas.

Festibaila: Metales preciosos

El festival donostiarra programa dos días de conciertos gratuitos que mezclarán digitalismos
poperos y energías rockeras.

Los habrán visto en la playa. Son los buscadores de metales. Gentes que rastrean las profundidades
de la arena en busca de objetos brillantes, separando baratijas de monedas de euro. El Festibaila de
este año vendría a ser la versión musiquera de estos cazatesoros. Rebuscando entre los mil y un
grupos emergentes para ofrecer un cartel lleno de joyas descacharradas, gemas sonoras que aúnan
energía, frescura y poca vergüenza.

La parranda comienza esta noche en la donostiarra sala Gazteszena con un doblete digital. Dual
Split son un dueto de hermanos franceses. Probablemente la propuesta más pop de todo el fin de
semana, con sintetizadores añejos de fondo y una voz femenina bastante sugerente. Tras ellos le
llegará el turno a Soft Metals, quienes acercan a nuestra ciudad su nuevo disco “Lenses”. Un trabajo
que en palabras de la banda “ha girado hacia conceptos más minimalistas e introspectivos, menos
impactantes. Como si unieras los sonidos iniciales del house de Detroit con texturas más amables
”.
Sus temas instrumentales nos recuerdan a Kraftwerk, con unos gustos que van desde Brian Eno
hasta Frankie Knucles pasando por Coil, Kevin Saunderson o Soft Cell.

La pareja – en el sentido más amplio del término- está disfrutando del tour europeo actual. “Es
fantástico viajar con tu compañero sentimental. Estamos descubriendo juntos ciudades maravillosas.
Este viaje también es un test amoroso. La vida en la carretera tiene muchos subidones y bajones. ¡Si
sobrevivimos a esta gira nada nos separará!”, nos cuentan los miembros de esta formación que ha
querido en su nuevo trabajo “elaborar canciones más sencillas de llevar al directo. En casa nos gusta
jugar con las capas, pero luego trasladarlo es muy complicado. El aparataje que llevamos ahora deja
la puerta abierta a cierta improvisación, lo cual nos encanta
”.

El festival traslada su sede mañana al floreciente Dabadaba de Donostia, que recogerá los sonidos
más sucios del certamen: La Secte De Futur hacen un lo-fi punk que le buscará las cosquillas al
equipo de sonido de la sala. Aullido Atómico es un trío valenciano que pasa de las etiquetas hasta
en sus camisetas. La noche se cierra con Tumba Swing, que como los anteriores viene del reino de
las naranjas y edita sus artefactos en Discos Calamidad. Es un hombre orquesta obsesionado por
captar el blues más bruto y el rock más sucio. Su disco “solo y mal acompañado” – un título
maravilloso- es un buen ejemplo de este onanismo aborigen y musiquero.

Inauguración del Dabadaba en San Sebastián

Dabadaba. Rock, pop e indie en el menú de este establecimiento del barrio de Egia

Los chicos de la foto – Alex López, Sebastián Sallaberry y Jon Ander Soto- nos adentran en las profundidades de este local de horario bien estirado –cierra sobre las cuatro de la mañana- situado en el camino que hay entre Tabacalera y el colegio Mundaiz, en el local antes ocupado por la sala de billares “Snooker”.

El Dabadaba cuenta con 250 metros cuadrados y otro buen pellizco de solana. Probablemente sea el garito más grande de la ciudad a la hora de programar actuaciones de manera habitual. “Queremos ofrecer conciertos y sesiones de DJ, pero también exposiciones y talleres. Además es cafetería, lugar de papeo y espacio de relax, con una terraza en la que se está más a gusto que en brazos”.

Todo ello en una ciudad que siempre encuentra espacio para nuevos txokos musiqueros. “Nadie se pregunta sobre el deporte en Donostia, ¡y hay al menos un polideportivo por barrio! Nos hemos pasado media vida en el Doka o Le Bukowski. Nuestra admiración hacia ellos es infinita”.

El menú sonoro del establecimiento promete ser abierto. “Habrá rocanrol, electrónica, soul, pop, indie”. No hay más que mirar su agenda de conciertos. Encontramos luminarias eternas como Calvin Johnson (21 de abril), carne fresca nacional (Aries, 26 de abril), bandas de underground norteamericano más interesante (Gap Dream el 15 de este mes) o los frikis más atractivos del momento (Sean Nicholas Savage, 26 de mayo). Siempre con tendencia a la parranda, que por algo el nombre del bar se inspira en el “landismo” (ese “dabadaba” que sonaba como única letra de las canciones de aquellas películas) y en grupos como Stereolab, que lo usaban en cuatro de cada tres canciones.

Festival Aló Dabadaba: Nuevas luces a escena

Dos días de conciertos inauguran esta nueva sala de conciertos de la capital guipuzcoana

Alejandro López Allende, uno de los seis socios del Dabadaba, coge tiza y un paño húmedo y se acerca a la pared negra situada al comienzo de la barra. En ella aparecen listados los conciertos previstos. El trapo de limpiar la barra tiene nuevos usos en los garitos musiqueros. Alejandro borra una de las actuaciones futuras para hacerle un hueco a una nueva fecha actuante, en esta suerte de panel de “El Golpe”. Pero en este caso no hay trampa ni cartón.

Tras una exitosa preinauguración con el concierto de El Último Vecino, la sala realiza este fin de semana su primera prueba de tensión con las dos noches de “Aló Dabadaba”. Un cartel en el que destacan formaciones como Siesta (Valencia) o La Luz (EEUU). Hablamos con este cuarteto femenino de Seattle, de gira europea presentando su debut largo “It´s Alive”. Un disco que aparca la adictiva suciedad e ingenuidad de su primer EP buscando un mayor calado. ‘Cuando grabamos aquel arranque pequeño solo llevábamos tocando unos meses. Es normal que todo suene más brillante ahora’. Quien así responde es Shana Cleveland, guitarrista y cantante de la banda afincada en ese Seattle que estos días celebra el aniversario de la muerte de Kurt Cobain, ‘una estrella del rock con un brillo innegable’.

La Luz (‘nos gustaba cómo sonaba el nombre. Nos recuerda al último brillo anaranjado del atardecer’) sigue su imparable crecimiento. El tirón popular ha obligado a Shana a aparcar sus múltiples proyectos paralelos (pintora de cuadros doo wop, cantante de grupos más recogidos como Shana Cleveland & The Sandmates) para defender este trabajo ‘oscuro que celebra la vida. Es un CD festivo sobre la muerte, el miedo, la ruptura de corazones y todas esas cosas inevitables que nos hacen disfrutar más aún de nuestra estancia en la tierra. Hay algo realmente precioso en el hecho de ver gente bailando y pasándolo bien mientras escuchan una canción soul de desamor’.

Bajo la pulcra etiqueta de surf garajero que les han colgado, la música negra encuentra su sitio en momentos como “Pink Slime”, tema acelerado que bien podía haber firmado King Khan. El disco tiene otras paradas obligatorias más allá del estilo predominante, caso de “What Good I Am”. O lo que es lo mismo, Mazzy Star disfrazados de chicas malas. Sin olvidar ese “Sure as spring” que han regrabado para la ocasión y que nos recuerda a los mejores Love. ‘Era una tonada demasiado buena como para no darle una mayor difusión’. No es la única recuperación: “Call Me In the Day”, esa maravilla con toques 50´s que se aúpa en la lista de lo más escuchado de su Spotify, también ha sido engalanada de nuevo.

Y en esa habitual charla de gustos sonoros nos paramos sorprendidos al escuchar el nombre de Los Saicos. La tremebunda banda peruana ha sido faro y vigía a la hora de componer. ‘¡Es que cada una de sus creaciones es increíblemente buena! Conocí sus canciones cuando estábamos grabando este álbum, y te puedo decir que he escrito un par de melodías en los que están muy presentes. Mientras componía para ”It´s Alive” he estado escuchando mucha música garajera de todo el mundo: Sudamericana, francesa, mexicana. Grupos como Los Yorks, the Hardtimes o Takeshi Terauchi And The Bunnys’

Seguimos soltando nombres, pero ahora ya centrados en el festival de este fin de semana. La parranda comienza hoy a las 22 horas con la actuación de Los Animalitos del Bosque. Estos catalanes son unos sinvergüenzas maravillosos que tan pronto hacer versiones de Alpino o TCR como entregan hits de punk modernote (“Pelea de monos”). Nos les pidas virtuosismo. Ellos solo saben divertir.

El segundo turno les corresponde a los riojanos Pan Total, a quienes la promo anuncia como una fiesta de “inmediatez y hits por un tubo, letras punzantes, guitarras escacharradas y ritmos fibrosos. Pop muy gélido, punk electrónico y una ejecución muy festiva”. Si no te fías pásate por pantotal.bandcamp.com

Siesta enérgica

El certamen cierra sus puertas esta noche con Siesta, el dúo valenciano que ya nos visitó hace unos meses. Su puesta en escena es increíble, pura energía. Una pareja de chalados con una forma física envidiable que se intercambian varias veces de instrumentos dentro de una misma canción. Vayan frescos y despiertos a la cita, porque su música es casi corporal, de impacto, bastante más bruta que la de los cercanos Za!.

La cita de mañana arranca a la misma hora con la actuación de Univers. Los catalanes, con miembros de Mujeres y Aliment entre sus filas, practican un pop delicioso etiquetado como Kiwi Rock (herencia de la música de nuestras antípodas capitaneada por The Chills, The Bats y asociados) al que no le da vergüenza acercarse a los pasajes más ruidosos de los Jesús And Mary Chain y la primera época de My Bloody Valentine. Son tan buenos como sus referencias.

Tras ellos, otra cita ineludible con Microcosmos. El grupo donostiarra más esquivo de la historia. Llevan dos años sin pisar un escenario. Y es una pena. Porque su rock primigenio es fresco y directo, con un cantante lleno de magnetismo natural y obras adictivas como “Hacia atrás”. Como dicen los promotores, “solo su actuación ya vale la entrada”, un pase que el sábado cuesta 12 euros y hoy apenas 8. El pasador actuante corre a cargo de nuestras entrevistadas de hoy, La Luz, quienes seguro confirman las buenas palabras que sus shows están recibiendo en esta gira.

Viernes
Puertas: 21:30
Los Animalitos del Bosque: 22:00
Pan Total: 22:45
Siesta!: 23:40

Sábado:
Puertas: 21:30
Univers: 22:00
Microcosmos: 23:00
La Luz: 0:00

Lurrazpiko Festa: Pintxo-pote underground

La segunda edición de este festival reúne lo más granado y agitado del indie nacional, con Los Punsetes, Bananas, Juventud Juché y Limiñanas como nombres estrella.

Están locos estos donostiarras de Ayo Silver, los ideólogos de este certamen. Además de promover un concierto semanal en nuestra capital, ahora se lían la manta a la cabeza y ofrecen un festival bajo el slogan “Doce grupos por trece euros”. La versión musiquera del asentado pintxo-pote. “Queremos capturar lo que está pasando cuando está pasando. El término Lurrazpiko define muy bien lo que buscamos. Una muestra del talento emergente, una celebración de la cultura subterránea”, nos cuenta Borja Martín, una de las tres patas de la empresa organizadora de este evento. ‘Queremos montar un cartel con grandes artistas, creadores con personalidad propia y vocación pop que tienen un público minoritario y se encuentran en la cúspide de su creatividad’.

La oferta es variada. Además de un cartel de ocho bandas que mañana sumará 12 horas de música en Gasteszena por un precio irrisorio, en el Lurrazpiko también hay un entrante surfero y punk en el Bukowski. Y dos de las formaciones más potentes de su cartel actúan de balde esta noche en la sala Doka. Demonios, eso es amor por la música. ‘Ayuda el hecho de tener patrocinadores como Donostikluba, Jägermeister, Bench o Edwin. Sin ellos no podríamos ofrecer ese concierto merendola o la actuación gratuita, por ejemplo, de Los Claveles o Juventud Juché, cuyo primer disco ha sido destacado entre lo mejor del año por todos los medios reputados. Con estas citas por la patilla queremos dar la oportunidad a todo el mundo de que disfrute de la intensidad y crudeza de la música en directo y acercar el festival a la gente que no necesariamente tiene esta escena en su radar’.

Y pocos ojeadores mejores que estos Ayo Silver para buscar metales sonoros preciosos por garajes, webs esquivas y conciertos minoritarios. Pegándose sus lujos, como el hecho de traer a Los Limiñanas en exclusiva. ‘Es alucinante la cantidad de cosas emocionantes que se hacen en Francia. Estos, o aquellos The Feeling of Love que actuaron el año pasado, son artistas que editan en discográficas estadounidenses y que giran por todo el globo. Serán la sorpresa del festival. Si acudes, ya verás cómo baila el respetable durante la actuación de los de Perpignan’.

Si quieres más pistas sobre el cimbreo que promueven estos europeos, decir que practican un garage-yeyé-psicodélico que suena a Serge Gainsbourg y Jane Birkin mezclado con la Velvet Underground. Un sonido alucinógeno, embriagador, por momentos soleado y otras oscuro. Siempre con la melodía por delante y experimentando con múltiples instrumentos.

En la sección agitada, además del inclasificable DJ Katza que pinchará mañana en el cierre de Gasteszena, hay que incluir también a los enérgicos Mujeres. Los catalanes siguen manteniendo uno de los directos más vibrantes de la escena nacional, un desparrame de principio a fin. Igual de excitante se presenta la actuación de Mark Sultan. Este incombustible trotamundos, famoso por ser la mitad de King Khan & BBQ Show, se presenta ahora como un hombre orquesta que conjuga doo-wop, R&B, punk, soul y country.

La nómina de invitados extranjeros se cierra con The Garden. El dúo de neo punk que publica sus trabajos en Burguer Records escribe alocados chupinazos de un minuto con bajo y batería que tocan con la precisión de un cirujano y vestidos con ropa de mujer. Si a ello añadimos que Hedi Slimane (capo de Yves Saint Laurent) les ha fichado como imagen de la campaña de invierno 2014 de la firma parisina, ya tenemos el próximo pelotazo encima de la mesa.

Seguimos con los momentos únicos. Porque Bananas, la banda de rock 50´s del navarro Germán Carrascosa, se ha vuelto a reunir ocho años después de su disolución con motivo del lanzamiento de un disco recopilatorio. Y una de sus citas actuantes será en Donostia. La última de esta gira, para más señas. Para Borja Martín, ‘Carrascosa tiene muchísimo talento y carisma. Cuenta con grandes dotes para la composición y una enorme visión para el sonido. Si fuera inglés actuaría delante de miles de personas en el Primavera Sound. Pero claro, siendo de Pamplona…’.

Otros que cierran tour, pero porque están a punto de entrar a grabar sus nuevas composiciones, son los madrileños Los Punsetes. Los madrileños, a los que dedicamos una sección especial en este artículo, llevaban tres años sin pisar nuestra urbe. Son uno de los grupos más mediáticos de la música independiente, y uno de los pocos que combina vanguardia con popularidad. Una mezcla única de melodías irresistibles, guitarras distorsionadas y letras llenas de ironía y cinismo.

Y mezclando riesgo, experimentación y espectacularidad están Fasenuova, una de las formaciones más increíbles de la península. Vienen a presentar “Salsa de Cuervo”, un tratado de electrónica oscura y primitivismo tecnológico que ha sido reconocido como lo mejor del año por parte de la crítica musical. Temas de ritmos repetitivos, atmósferas inquietantes y texturas caleidoscópicas creadas mediante manipulación de frecuencias sónicas, con riffs que oscilan entre el drone y el pop más cósmico. No es sencillo entrar en ellos, pero si lo consigues nunca saldrás del laberinto que propone este dúo asturiano.

Para el final dejamos la mención a las jugosas referencias locales. El dúo gazteiztarra Viva Bazooka atronará mañana Gasteszena con unas bofetadas melódicas cortas, directas y energizantes. Desde Hondarribi llegan Las Sfinters, grupo femenino que hará las delicias de los seguidores de los sonidos cochambrosos, los ritmos cavernícolas y las sintonías de series antiguas de terror. En la cita de mañana en el Bukowski estarán acompañados por los locales Banda Crucero, formación que acerca al surf canciones bien alejadas de dicho estilo. Que se agiten las tumbas. Llega Lurrazpiko Festa.

Libros de Kirlian: “Menta y Agua”, el libro Homenaje a La Buena Vida

La pequeña empresa catalana edita un libro de homenaje a La Buena Vida y lo publica el 20 de enero. Más donostiarra imposible.

Así que la globalidad era esto. Que grupos de tu ciudad nunca suenen en los bares de la misma pero editen discos de relativa popularidad, aparezcan con grandes letras en los carteles de algunos macrofestivales e inspiren a la gente corriente a montar grupos o, como es el caso, editar libros coquetos y personales. Es lo que ha hecho Oscar Fernández, el promotor de Discos de Kirlian/Libros de Kirlian, con el desaparecido grupo guipuzcoano La Buena Vida.

“Menta y agua” toma el título de una de las canciones del quinteto donostiarra, y recoge opiniones de grandes amantes de la música independiente. Mas no busquen en él nombres ilustres o personajes de relumbrón. El libro lo firman jefes de sellos discográficos minúsculos, periodistas, diseñadores, blogeros e interneteros conocidos en sus casas a la hora de tuitear.

Su relación con nuestra urbe no acaba ahí. Hasta el 30 de enero se puede visitar en la Casa de Cultura de Intxaurrondo la exposición “El Underground ilustrado”, dedicada a la primera referencia de Libros de Kirlian. 22 retratos sobre otras tantas bandas del underground nacional. Emilio José, Los Punsetes, Wild Honey, Triangulo de Amor de Bizarro, Doble Pletina, Kokoshca, Pegasvs o Joe Crepúsculo son pasto de los trazos personales del diseñador Javier Castro.

Y para seguir con los amores, Fernández anuncia un CD homenaje de Aventuras de Kirlian, grupo que ha marcado a nuestro entrevistado hasta utilizar parte del nombre de aquella banda para los usos de su compañía editora. Si hubiera un Tambor de Oro Indie, Oscar Fernandez debería al menos estar entre los nominados.

“San Sebastián tiene cosas que no tiene el mundo entero”.

Es la ciudad marítima que más me gusta. Preciosa se mire por dónde se mire. Y da la casualidad que ha sido la cuna de algunos de mis grupos favoritos: La Dama se Esconde, Derribos Arias, Aventuras de Kirlian, Le Mans, Family o La Buena Vida.

¿Qué tenía aquel quinteto respecto al resto de bandas poperas?

La Buena Vida es el ejemplo perfecto del grupo de amigos apasionados por la música que un día deciden hacer canciones para pasar buenos momentos y compartir una experiencia más dentro de la amistad. Lo suyo era un pop sencillo, sin pretensión alguna. Eso me cautivó. Y esa idea creo que se puede hacer extrapolable a los otros grupos de su generación, aquello que se llamó Donosti Sound.

¿Cómo nació aquel estreno de libros de kirlian, el que ahora se expone en Donostia?
Libros de Kirlian es la editorial hija de Discos de Kirlian, mi sello discográfico. A Javier Castro lo conocí a través de internet. Hacía dibujos de grupos del nuevo subsuelo musical nacional y se me encendió la luz: Unamos sus líneas con un poco de información y discografía de cada uno de ellos. Así nació “Ilustrando el Underground”.

Y ahora llega este “Menta y Agua”
Pocos días antes de mandar a imprenta aquel primer volumen me vino a la mente el dedicarle un libro a La Buena Vida y plantearlo como un merecido homenaje de los fans, que no fuera una biografía al uso. La idea se ha hecho realidad 15 meses después.

Castro repite como dibujante
Sí, ha diseñado las cubiertas y el interior del libro, además de colaborar en el mismo con sus dibujos.

Pero hay más invitados
Hasta un total de 27 colaboraciones en forma de textos, dibujos o fotografías. La mayor parte de ellos son gente anónima, seguidores del grupo desde los principios o que los fue conociendo a lo largo de su carrera. A muchos de ellos los conozco personalmente y si hay algo que les une y define es su pasión por la música.

Algún nombre famoso se ha colado, caso de Miqui Puig.
En ningún momento busqué colaboradores resultones para el libro, más bien lo contrario. El criterio era que le gustase el grupo y le apeteciera escribir algún relato, recuerdo o vivencia. Que con la suma de todos ellos el lector se hiciera un idea de cómo era el grupo y su importancia artística. El hecho que fueran famosos o no era lo de menos.

¿Cómo sería tu relato sobre LBV?
Empecé a escribir mi historia pero me di cuenta que lo mejor era dejar hablar a los demás. Mi borrador hablaba de la desesperación ante la imposibilidad de poder ver al grupo en concierto viviendo en un pueblo alejado de las grandes ciudades. Y de lo grande y mágico que es un disco como Soidemersol.

¿Cuál es tu pasaje, recorte o extracto preferido del libro?
No puedo quedarme con un fragmento concreto, hay muchos momentos especiales. Me gusta especialmente el relato que habla de una boda. Y estoy muy contento de haber contando con la participación de Jorge Royo y Jesús Sáez, responsables de la primera página web del grupo donostiarra en la prehistoria de internet.

Una publicación que se cierra con aportaciones interneteras.
Cierto. Se me ocurrió como guinda final y participativa en estos tiempos de redes sociales lanzar un hashtag (#mifrasedelbv) y que la gente tuiteara su frase favorita, su momento preferido de las canciones del grupo. Todas las aportaciones salen recopiladas al final del libro.

Lo sacas el 20 de enero, día grande de nuestra ciudad
Es una casualidad. A principios de diciembre marqué en rojo ese lunes en calendario y en una comida de Navidad alguien me comentó que ese día se celebra la tamborrada, la festividad más importante de Donostia. Por cierto, ese lunes también es el llamado “Blue Monday”. El día más triste del año, que se corresponde con el tercer lunes del primer mes del año. Y el título de un tema histórico de la banda británica New Order

¿Qué tirada va a tener “Menta y Agua”?
150 ejemplares. Todo en Libros de Kirlian es pequeño y vive fuera del circuito, pero habrá distribución en tiendas de discos de Barcelona y Madrid y esperemos que Donosti. La forma más cómoda conseguirlo es entrando en la tienda online del sello: discosdekirlian.tictail.com

Y pronto nuevo guiño a nuestra capital, con un homenaje a Aventuras de Kirlian.
Será un disco dónde once grupos versionean el único disco que nos dejaron los donostiarras. Participan grupos como Doble Pletina, Parade, Apenino, Los Bonsáis o Bassmatti & Vidaur. Sigue sin fecha definida de lanzamiento. Pero puedo avanzar que quizás sea la última referencia de Discos de Kirlian. Todo tiene un final. Y ese sería un buen cierre.

¿Más referencias libreras o musicales desde Kirlian?
Después de “Menta y Agua” entro en la vorágine de editar varios vinilos en 7”: Merylstreep, Fred i Son, Las Desnortadas y Barbacoa. En cuanto a libros, prepararé un cómic con historias del dibujante Ferran Esteve que saldrá a lo largo de este año y más adelante publicaré un libro dedicado al grupo escocés The Pastels escrito por Antonio Navarro.

Cooper: El activista del pop

El grupo de Alejandro Díez actuará mañana en Donostia en la fiesta final del festival de cine musical Dock Of The Bay

Fue alma mater de Los Flechazos, grupo mod de referencia en los años 90 españoles. Tras su disolución se acercó a sonidos más powerpoperos con la banda Cooper. Con ellos (y los Parrots de teloneros) el señor Alejandro Díez Garín se presenta esta noche en la capitalina Casa de Cultura de Intxaurrondo. Una ciudad en la que el entrevistado se siente ‘como en casa. Pasé mi infancia en San Sebastián y vuelvo siempre que puedo’.

Claro que suelen ser visitas urgentes. Llegar, probar sonido, tocar, marchar. Eso le impide disfrutar de la programación de películas del Dock Of The Bay. ‘Además de las dedicadas a Beatles y Rolling Stones me encantaría ver las de Cápsula, The National y ese “Last Shop Standing” que versa sobre las tiendas de discos’, nos cuenta el cantante leonés, que apunta algunas razones para este boom musiquero en pantalla grande. ‘Tenemos un montón de creadores audiovisuales que pueden funcionar con un planteamiento de autogestión. Ya no necesitas presupuestos millonarios para grabar, montar o editar’.

El propio Alex se ha lanzado a estos mundos autofinanciados y ha montado Ediciones Chelsea. “Dejé mi trabajo, tenía tiempo libre y aproveché para escribir un libro sobre los 60 titulado “Club 45”. Como salió muy bien me tomé más en serio el tema. Cooper sigue siendo mi juguete favorito, pero yo siempre he sido más un activista que un músico en el sentido estricto del término. Los Flechazos fueron una buena idea, el Purple Weekend también. Y la colección de libros lleva camino de convertirse en algo muy chulo”.

Francisco Nixon, Deluxe o Fernando Neira acaban de publicar sus volúmenes en Chelsea. ‘Me he centrado en las generaciones posteriores a la Movida, los que han sido ignorados por unos y maltratados por los otros, la gente que ha consagrado su vida a la música’. Para el futuro quedan los debuts de Adolfo Díaz (Airbag), Jonathan Vidal (Suzy & los Quattro) y Patrizia Escoin (Lula/Romeos).

Los libros también tienen su hueco en el Dock Of The Bay. La misma Casa de Cultura de Intxaurrondo que acoge mañana el concierto de Cooper presenta hasta fin de mes la muestra “Ilustrando el Underground”. Letras y garabatos que conformaron el libro de idéntico nombre publicado por la editorial indie Discos de Kirlian. Una lista de 22 artistas independientes que van desde el local Giorgio Bassmatti hasta los cercanos Kokoshca, pasando por Triángulo De Amor Bizarro, Emilio José o Joe Crespúsculo.

Pero para ocasos, el de este Dock que este fin de semana cierra su sección oficial. El programa de hoy se inicia con una obra sobre música chip (“Europe in 8 Bits”), prosigue con la ya mencionada obra sobre las tiendas de discos británicas y se cierra con “160 metros: una historia del rock en Bizkaia”, una aproximación social y cultural a dos formas de ver la vida tomando la Ría del Nervión como eje.

El sábado las emisiones comenzarán con “Los Wild Ones”, un resumen de la vida de los hispanos roqueros del sello Wild Records. A continuación llegará el turno de “Good ol Freda”, historia de una adolescente de Liverpool que comienza a currar para una prometedora banda de los 60 llamada The Beatles. La noche acabará con el visionado de “Nitsa 94/96: el giro electrónico”, un homenaje al club Nitsa de Barcelona. Para el domingo quedan la desbocada revisión de la carrera de los Stone Roses, el homenaje al inventor del heavy metal, el señor Ginger Baker. Y “Charlie Is My Darling”, una rareza de los Rolling Stones.

Todas las películas mencionadas han podido llegar a nuestra capital gracias al éxito de la campaña de crowdfunding que los organizadores del Dock han realizado para sacar adelante el presupuesto de este año. Un sistema que gusta a Alex Cooper. ‘Me ha parecido una buena opción y lo he apoyado, a pesar de que creo que el festival no se merece pasar por estos apuros. Ojalá la repercusión sea tal que no sea necesario recurrir a este sistema en 2015’.

El músico anuncia que los nuevos temas de Cooper no tendrán que esperar tanto. ‘En Donostia no vamos a estrenar nada, aunque estamos preparando algunas canciones con vistas a grabar algo este año. Los tiros van en la misma dirección. A veces me gusta que digan que somos un grupo de powerpop o de beat, pero creo que esas definiciones se quedan cortas porque somos muchísimo menos retro de lo que la gente puede esperar. Deben de ser mis pintas, que confunden a los críticos…’.