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Mes: diciembre 2023

Ruper Ordorika: refinado adiós

Intérpretes: Ruper Ordorika (voz, guitarra), Arkaitz Miner (guitarra, mandolina, violín), Fernando “Lutxo” Neira (bajo), Hasier Oleaga (batería). Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 30-12-2023. Asistencia: lleno

El Victoria Eugenia despedía su 2023 con otro ‘clásico’ de estas fechas, la actuación de Ruper Ordorika. Autor que también decía adiós, por un tiempo, a la formación que trajo a la capital guipuzcoana – su próximo disco ‘Bakarka bi’ y la gira correspondiente serán en solitario-.

Una noche que comenzó con el recuerdo a otra despedida, ésta demasiado temprana. ‘37 galdera’ era la canción que más le pedía al oñatiarra su hermano – y técnico de sonido habitual- Jonan, fallecido este año. Fue la puerta de entrada a una velada delicada, acogedora y elegante. El sitio ideal para las largas narrativas de Ruper.

El cuarteto montó una especie de cápsula aislante del bullicio callejero con visitas a la americana (‘Kontserba fabrikaren aurrean’) tomada en el sentido más amplio, la que va desde el desierto hasta La Gran Manzana. Disfrutando de los espacios entre notas (la preciosa ‘Route barrée’), brillando en los estribillos (‘Nirekin geratu’), despachando éxitos (‘Martin Larralde’) y ofreciendo ejemplos de las progresiones más clásicas del guipuzcoano (‘Haizea garizumakoa’).

La lista se enrabietó un poco, una pizca, en la zona final con ‘Hamar Negu’ y su fabulosa mezcla de electricidad y finura mientras ‘Ttikiegi’ tomaba tierra con bríos neoyorquinos y ‘Nor da?’ se elevaba en energías impecables.

Morgan: finura rock

Primer doblete de Morgan -hoy repiten- en esta costumbre tan suya de cerrar el año tocando en Donostia. La banda empezó fuerte con un trío de piezas entre las que destacó ‘Attempting’ en una noche en la que el sonido y las luces fueron impolutas.

Después, con mezclas que desprendieron finura, pasearon por los estilos de raíz negra que tanto les gustan. Sin quedarse quietos en ninguno, caminando suaves y acabando rabiosos. Ácidos como en los años 70 (‘Paranoid’) o abrazando el blues (‘Roar’). Adorando el soul (‘Flying Peacefully’) y guiñándole al jazz-funk (‘Thank You’).

Nina de Juan desplegaba todo su poderío rompiendo la voz (‘Blue Eyes’), acolchando las baladas (‘Home’) o lanzando a la banda desenchufada (‘Marry You’). La auténtica reina de la noche, contó, una vez más, con unos caballeros sonoros impecables, ofreciendo ellos y ella una atractiva velada.

Saharari Kantari: recuerdo solidario

Nutrida presencia del artisteo vasco en el concierto “Saharari kantari”, presentación del disco homónimo realizado para apoyar al pueblo saharaui y recaudar fondos para la protección de su patrimonio cultural.

La veintena de autores locales ofertaron atractivos minutos: Eñaut Elorrieta, sin micrófono y a capela, regaló una emocionante versión de un ‘Gernika’ que tuvo un recuerdo para Gaza. El mismo autor cerraría el concierto, en compañía de Idoia y un coro infantil vasco-saharaui, interpretando el contagioso “Izar Polisariar bat”.

El escenario, decorado con aires de jaima, también acogió a Mikel Urdangarin y Esti Markez entonando el jaleado “Errefuxiatuena’. Markez, Iker Lauroba y Fariba Sheikhan acercaron el conocido ‘Sahara’ y Jon Maia declamó un aplaudido texto. Oreka Tx se unió a la fiesta con su arte txalapartero mientras Postal Kolekzionistak y ‘Physis versus Nomos’ proponían formas poperas vascas más clásicas.

Pero los verdaderos protagonistas fueron los cuatro artistas saharauis invitados. Ofreciendo percusiones en distintas piezas, cantando coros en otras e interpretando dos canciones como protagonistas: ‘Una estrella polisaria’ y ‘La istikrar wala salam’. Fue un emotivo concierto, realizado con fines benéficos, que contó con una buena respuesta del público en taquilla.

Mikel Erentxun: enérgico retorno

Sus viejas formas pop-rockeras se lo impedirían, pero Mikel Erentxun podría tocar en el Victoria Eugenia en pijama y zapatillas de casa. El donostiarra ha grabado discos en directo y tocado en media docena de ocasiones en el edificio neorenancentista guipuzcoano. Ayer tocaba nueva visita al ‘teatro amigo’, como lo definió el autor en una entrevista a este medio, para presentar su último trabajo titulado ‘Septiembre’.

Llegó acompañado de una banda de postín en un escenario repleto de instrumentos, amplificadores y unos focos blancos muy empleados durante la función. Tras la entrada con ‘La Nuite Americaine’ de Georges Delerue sonando de fondo le guiñaron a George Harrison en ‘Flores y café’ dando paso a un concierto eléctrico, con innumerables guitarras dobladas (‘Los días que vivimos’). ‘Tren a Marte’ y ‘Ladridos en el pecho’ fueron los minutos más vigorosos del encuentro, con un blues tajante y la sicodelia campando libre.

‘Cartas de amor’ brotó acelerada brillando en su caos mientras ‘El hombre que hay en mí’ nos acercó la voz filtrada del cantante. De esta parte más contundente destacaremos ‘Si no es por ti’ (la pieza que mejor sonó de toda la noche), ‘El mejor de mis días’ y sobre todo ‘Cuando éramos ayer’. Para esta última el guitarrista Joseba Irazoki se unió a la fiesta tocando de puntillas, con todo lo que eso significa.

Siempre sin despistar el pop, que para algo Erentxun ama a The Beatles como bien se puede atisbar en sus composiciones, la cita permitió que gozáramos del góspel (‘A la luz de las farolas’) y esa mezcla entre Wilco y el soul que fue la emocionante ‘Pensando en ti’ dedicada a Pau Donés. No fue la única dedicatoria. La conmovedora ‘Veneno’ de Rafael Berrio se ejecutó en formato dylaniano, con guitarra y armónica. ‘Tú y yo’ se mostró radiante a nuestros oídos en lo que fue otro de los aciertos, con la voz femenina de Marina Iñesta confirmando sus virtudes.

No podía faltar el repaso a sus clásicos. La apoteosis final de ‘La casa azul’ y ‘En algún lugar’ – manda narices que aún nos tengan que seguir diciendo que nos podemos levantar del asiento para bailar, hombre- , la bella ‘Quién se acuerda de ti’ y las fieles ‘Rozando la eternidad’, ‘A un minuto de ti’ y ‘Mañana’. En total, 22 canciones para un público encantado con los nuevos giros poderosos y las antiguas revisiones de Mikel Erentxun.

DIEGO VASALLO: renacer Rock

Arrancaba la nueva gira de Diego Vasallo con fórmula mejorada. El ahora cuarteto se lanzó al rock hundiendo sus botas en el desierto (‘Mi historia’), adorando el blues (‘La vida mata’) y abrazando la Americana (‘Mapas en el hielo’) en pétreos minutajes (‘Quiero lo que no se puede…’).

Hubo momentos casi optimistas (‘Perlas falsas’), bellos homenajes (‘Aquellas calles tuyas’) y momentos de elegante tensión (‘Invierno’) que no despistaron el estribillo (‘Nuestro infinito’). Con pasajes calmados (‘Que todo se pare’) en los que apreciamos mejor la poesía de Vasallo, llena de imágenes de nítida oscuridad.

Vanesa Martín: Pop adorado

Lo que parecía un gran neón con el título del último trabajo de Vanesa Martín, ‘Placeres y pecados’, recibió a sus seguidores en el escenario. Admiradores que pasaron por el puesto de venta de recuerdos y se hicieron con gorras e imanes de frigorífico. No, de los discos de la autora no tuvimos noticias.

Martín llego algunos minutos tarde a su cita, pero tampoco importaba. La gente estaba entregada a su ídolo femenino. Baste un ejemplo: en un momento tranquilo de la noche la cantante pidió al público alguna canción preferida. No menos de 100 voces le transmitieron la suya.

Ella a lo suyo, buscando la cercanía, con ese entonar que tan cómodo se siente por arriba. Comprimiendo el sonido de los músicos para que su tono volara libre. Con un atracón de temas pop-rock de aires flamencos – había más de 20 líneas en la lista de canciones- que agradecieron los espacios más acústicos y la compañía del piano. Solapando y combinando piezas que enaltecían aún más al respetable.

Bajo un impactante juego de luces ella le cantó al amor, al desamor y a todo lo que hay por el camino. A veces más enérgica, otras más baladista. Buscando el romanticismo y el amor por uno mismo. Siempre jaleada por la gente que llenó el auditorio en el concierto que despedía la gira. La malagueña se emocionó. Su público no se quedó atrás.

Durangoko Azoka: Los pasillos de la cultura musical

La cita anual sigue contando con un espacio dedicado a la música vasca cada vez más importante. Discos y conciertos de bandas asentadas y primerizas conforman la oferta principal.

950 novedades, 689 libros, 179 álbumes… La gran Feria de Durango siempre asusta en sus cómputos generales. Y si bajamos al detalle, si nos metemos en harina sonora, se confirman decenas de puestos de venta de chucherías culturales (260 este año), infinidad de conciertos, un chaparrón de primicias discográficas y muchísimos espacios en los que descubrir los estrenos de las bandas noveles… Nos hemos adentrado en la selva de acordeones, autotunes, vinilos, albokas y guitarras para elaborar esta guía que busca reunir algunas de las paradas más interesantes de la cita cultural vasca.

Comenzamos con trompetas y violines. A lomos filarmónicos llega la primera gran referencia del sello Elkar. Ken Zazpi y la Orquesta Sinfónica de Bilbao unen fuerzas para editar en doble vinilo aquella colaboración realizada hace una década. A la lista original de canciones se añaden ahora cuatro piezas de estreno (‘Noizbait’, ‘Oinutsik’, ‘Ilargia’, ‘Zapalduen Olerkia’) que funcionarán como gancho completista.

La Feria servirá para confirmar que no todos los refranes son certeros. Porque en ocasiones segundas partes sí son buenas. El archiconocido y muy paseado disco-libro “Kantu Bat Gara” de Jon Maia Soria ya tiene continuación y se llama ‘Kantu berri bat gara’. Entre sus variadas contribuciones destacan la posibilidad de escuchar a Silvio Rodríguez entonar en euskera (‘Nostalgia’) y la remodelación del tema de Negu Gorriak ‘Ez dezagun sal’ con el compadreo del bajista Mikel “Anestesia” Kazalis.

Ahotsenea, el grito en el cielo

En lo musical este año 17 grupos – Akaleia, Eire, Karma, Lilo, Muare,Txopet,…- presentarán su primer álbum en Plateruena, el escenario de la Feria de Durango. El resto de formaciones (49) son más conocidas: Leihotikan el punk-rock de ‘Etorkizunaren Ginenean’. Amorante acercará las chiribitas de ‘Harri Herri Har’, Ibil Bedi confirmará su trayectoria ascendente y Nøgen expondrá el reciente “Åben Cirkel’.

Habrá sitio para el pop clásico (Esanezin) con tintes rockeros (Marlik), festivaleros (Modus Operandi) y vaporosos (Sara Zozaya, Intza). Sin olvidar el folk (Xabi San Sebastián, Miren eta Roberto Etxebarria), el vodevil (Yogurinha Borova), el rock juguetòn (Konpost), la new wave (Feline) y la sempiterna contundecia vasca (Muzak). Los conciertos se emitirán en streaming en www.durangokoazoka.eus