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Vanesa Martín: Pop adorado

Lo que parecía un gran neón con el título del último trabajo de Vanesa Martín, ‘Placeres y pecados’, recibió a sus seguidores en el escenario. Admiradores que pasaron por el puesto de venta de recuerdos y se hicieron con gorras e imanes de frigorífico. No, de los discos de la autora no tuvimos noticias.

Martín llego algunos minutos tarde a su cita, pero tampoco importaba. La gente estaba entregada a su ídolo femenino. Baste un ejemplo: en un momento tranquilo de la noche la cantante pidió al público alguna canción preferida. No menos de 100 voces le transmitieron la suya.

Ella a lo suyo, buscando la cercanía, con ese entonar que tan cómodo se siente por arriba. Comprimiendo el sonido de los músicos para que su tono volara libre. Con un atracón de temas pop-rock de aires flamencos – había más de 20 líneas en la lista de canciones- que agradecieron los espacios más acústicos y la compañía del piano. Solapando y combinando piezas que enaltecían aún más al respetable.

Bajo un impactante juego de luces ella le cantó al amor, al desamor y a todo lo que hay por el camino. A veces más enérgica, otras más baladista. Buscando el romanticismo y el amor por uno mismo. Siempre jaleada por la gente que llenó el auditorio en el concierto que despedía la gira. La malagueña se emocionó. Su público no se quedó atrás.

Publicado enCríticas de conciertos

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