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Mikel Erentxun: enérgico retorno

Sus viejas formas pop-rockeras se lo impedirían, pero Mikel Erentxun podría tocar en el Victoria Eugenia en pijama y zapatillas de casa. El donostiarra ha grabado discos en directo y tocado en media docena de ocasiones en el edificio neorenancentista guipuzcoano. Ayer tocaba nueva visita al ‘teatro amigo’, como lo definió el autor en una entrevista a este medio, para presentar su último trabajo titulado ‘Septiembre’.

Llegó acompañado de una banda de postín en un escenario repleto de instrumentos, amplificadores y unos focos blancos muy empleados durante la función. Tras la entrada con ‘La Nuite Americaine’ de Georges Delerue sonando de fondo le guiñaron a George Harrison en ‘Flores y café’ dando paso a un concierto eléctrico, con innumerables guitarras dobladas (‘Los días que vivimos’). ‘Tren a Marte’ y ‘Ladridos en el pecho’ fueron los minutos más vigorosos del encuentro, con un blues tajante y la sicodelia campando libre.

‘Cartas de amor’ brotó acelerada brillando en su caos mientras ‘El hombre que hay en mí’ nos acercó la voz filtrada del cantante. De esta parte más contundente destacaremos ‘Si no es por ti’ (la pieza que mejor sonó de toda la noche), ‘El mejor de mis días’ y sobre todo ‘Cuando éramos ayer’. Para esta última el guitarrista Joseba Irazoki se unió a la fiesta tocando de puntillas, con todo lo que eso significa.

Siempre sin despistar el pop, que para algo Erentxun ama a The Beatles como bien se puede atisbar en sus composiciones, la cita permitió que gozáramos del góspel (‘A la luz de las farolas’) y esa mezcla entre Wilco y el soul que fue la emocionante ‘Pensando en ti’ dedicada a Pau Donés. No fue la única dedicatoria. La conmovedora ‘Veneno’ de Rafael Berrio se ejecutó en formato dylaniano, con guitarra y armónica. ‘Tú y yo’ se mostró radiante a nuestros oídos en lo que fue otro de los aciertos, con la voz femenina de Marina Iñesta confirmando sus virtudes.

No podía faltar el repaso a sus clásicos. La apoteosis final de ‘La casa azul’ y ‘En algún lugar’ – manda narices que aún nos tengan que seguir diciendo que nos podemos levantar del asiento para bailar, hombre- , la bella ‘Quién se acuerda de ti’ y las fieles ‘Rozando la eternidad’, ‘A un minuto de ti’ y ‘Mañana’. En total, 22 canciones para un público encantado con los nuevos giros poderosos y las antiguas revisiones de Mikel Erentxun.

Publicado enCríticas de conciertos

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