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Mes: noviembre 2012

Mujeres: Canciones sin pantalones

Se hacen llamar Mujeres y son una formación bien paseada y que funciona: 150 conciertos en apenas 3 años de vida creativa pública. Como nos cuenta su bajista Pol Rodellar, vuelven a tocar cada fin de semana tras un pequeño parón. «Hemos estado en Bélgica. Y toca recorrer la península, con planes para ir a EEUU y Europa«.

Norteamerica no les es extraña. Tocaron en el afamado festival “South By Southwest” de este año, estirando sus paradas hasta Canadá. ‘La música allí se vive de forma distinta. El SXSW tiene una parte terrible, las marcas y la mercantilización de la música. Pero está hecho con estilo y criterio. Los sellos montan eventos increibles con muchísimos grupos. Todo el mundo colabora y el ambiente es insuperable. Y tocas con las bandas que admiras‘.

Milkyway: “Up, Up and Away”

Las recopilaciones suelen ser una buena entrada a los hasta entonces desconocidos mundos de un grupo. Pero en el caso de este proyecto paralelo de Guille Milkyway (La Casa Azul) es una invitación a disfrutar del pop clásico y optimista.

Radiante, cantado en inglés, con una producción más artesanal y manga ancha en las partituras, el genial compositor ya apuntaba buenas maneras en estas maquetas que grabó en los años 90.

BMX Bandits: “In Space”

Nuestro “niño grande” favorito va atinando sus referencias para el sello madrileño Elefant Records. Duglas T. Stewart tiene un universo particular de entonación pura e ingenua, todo bien retratado en la película “Serious Drugs”. Y unos referentes a los que adora. The Beach Boys flotan en la mayoría de sus aciertos (“Listen To Some Music”, “And It´s You”, “Fireworks”), para marearse luego en otras atracciones para mayores.

Ty Segall: El concierto del año

[El texto publicado fue algo más breve debido a cuestiones de espacio. Aquí va la crónica completa]

A veces ocurre. Uno se olvida de tomar notas para luego recrearlas aquí. Se queda ojiplático, sorprendido, ante la maravilla que aturde sus sentidos. Y se dejar llevar. No suele ocurrir muy a menudo, pero cuando pasa, es el gozo absoluto. La última vez – y la primera en mucho tiempo, el titular no es exagerado- ocurrió el pasado jueves, en el concierto que Ty Segall y sus secuaces ofrecieron en la donostiarra sala Gasteszena. Cita que estuvimos a punto de perdernos con motivo del fallecimiento ese mismo día del padre del cantante y guitarrista principal.

No exteriorizó sus sentimientos el autor. Así, asistimos a un evento a banda completa, un programa mayúsculo en nervio y originalidad. Término complicado cuando se notan, se mastican y se palpan las músicas que influyen en este norteamericano. Garaje, sicodelia, fiereza guitarrera evocando a The Stooges, sonidos dignos de Smashing Pumpkins y los Cramps, cabreo “grunge” a lo Mudhoney, progresiones que recuerdan a los Pixies, melodías tremendas y voces bien filtradas de efectos. Todo efectivo, y nada efectista (salvo el bis, una especie de cachondeo hacia ese heavy clásico que en el fondo tiene cierto peso en sus composiciones). Como sucede con la película “Holy Motors”, es algo que por mucho que intentemos explicar no llegaremos a abarcar en toda su deliciosa amplitud. Uno de esos momentos que más tarde se evocarán al escuchar el vinilo o el casete que compraste en el poblado puesto de merchandising.

Con la veintena de años aún fresca, Segall tiene más referencias que toda la discografía de Mocedades junta. Empieza a aparecer en las más primerizas listas de lo mejor del año en ciernes con su última muesca, “Twins”. Irrumpe con fuerza y justicia. Porque pocas veces gozamos de este rock tan asentado y a la vez original. Impactante, recio, directo y a la vez muy asequible para todo tipo de oídos. Si, parece algo contradictorio, pero no fui el único boquiabierto en la sala. No descarten –en ocasiones hay que dejarse llevar por la emoción- que acabe convirtiéndose en algo tan popular como White Stripes.

Y como Jack y Megan White, con la única compañía de una batería y una guitarra, se presentaron los corajudos teloneros. Mushroom Caffeine llegaban de Hondarribia para demostrar, una vez más, que en el Bidasoa se orquesta la mejor música de Euskadi. Formado por antiguos miembros de bandas de referencia (The Illusions), el dúo se basta y se sobra para ofrecer el enésimo soplo excitante de nuestra música. Si no ficharon aún por el sello Bidehuts debe de ser porque el bolígrafo se quedó sin tinta.

Kafe Aleak: Cientos de discos para ser leídos

Primero fue Kafea Eta Galletak, esa preciosa iniciativa consistente en escuchar un disco, charlar sobre él y asistir a un concierto en el que, efectivamente, no faltaban ni el café ni las galletas. Más tarde editaron CDs de esos conciertos que organizaban en Gernika. Y ahora se lanzan al papel.

Ibon Rodríguez García y Leire Lopez Ziluaga, quienes responden a nuestras preguntas como una sola voz, han gastado buena parte de sus últimos meses en coordinar “Kafe Aleak”. Un libro que contiene las opiniones personales de 121 aficionados a la música sobre sus publicaciones discográficas más queridas.

En las firmas hay periodistas, jefes, responsables discográficos, informáticos, empleados, asistentes a conciertos peleones y otros ilustres del mal vivir cultural. Eligen para su personal revisita obras de lo más diversas: desde Wagner hasta los Smiths, pasando por Bikini Kill, Chavela Vargas, Benito Lertxundi, Lole y Manuel, Dut, Janis Joplin, Pantxoa Eta Peio o Ruido de Rabia.

La publicación ha sido un pequeño éxito de ventas, quien sabe si por no haber ningún músico entre los seleccionados –era una de las condiciones de partida-. Fue best seller en librerías pequeñas pero matonas. Por lo que, agotada la primera tirada, editarán nuevos ejemplares en breve.

¿Qué os han hecho los músicos para que no les deis oportunidad de opinar?

Ellos tienen su oportunidad en las sesiones de K&G, cuando eligen un álbum antes de su actuación y elaboran un texto relacionado con él. Además, las personas “no músicas” ofrecen un punto de vista diferente a la hora de acercarse a la música de una forma escrita.

¿Cómo contactasteis con los elegidos?

Internet ha sido la vía principal. Queríamos que el público de Kafea eta Galletak y la gente que conocemos de otros conciertos tuvieran su espacio. Y también nos hacía ilusión que escribieran personas con la que tenemos alguna sintonía o feedback. El nexo de todos ellos es la afición a la música.

Con libertad estilística.

Hay muchos tipos de textos: autobiográficos, críticas musicales, poemas, dibujos, tesis políticas, anécdotas, ficción. La selección es lo de menos. No es una lista de los mejores discos de la historia.

St Etienne: Pasarela Pop

Interpretes: The Cabriolets, St Etienne. Lugar: Museo Balenciaga (Getaria). Día: 17 noviembre 2012. Asistencia: unas 800 personas.

En una nueva cita musical en el Museo Balenciaga, una obra de arte en sí mismo, las bandas Saint Etienne y The Cabriolets llenaron el aforo con sus distintos puntos de vista del patronaje melódico.

Empecemos por los teloneros, The Cabriolets. Capitaneados por Bimba Bosé, sobrina de Miguel y artista poliédrica, defendió su pasión a los micros mostrando menos fortuna – o más desenfado, según se mire- a la hora de elegir ropajes. Su arriesgada combinación, una atrevida versión del vestido que Ana de Armas presentaba en el suplemento ‘Hoy Corazón’ y una invitación a que Balenciaga se removiera ligeramente en su tumba, hizo las delicias de los seguidores de las tendencias más atrevidas.

En lo musical la oferta sonó similar a la defendida por la actriz Juliette Lewis. Una colección de puntadas rockeras que se deja escuchar y anima el cotarro, pero por ahora no parece asegurarse un lugar en nuestro reproductor musical.

Un espacio sonoro hogareño en el que no suelen faltar las colecciones sonoras de Saint Etienne. Grupo elegante por varias razones. Sarah Cracknell, su cantante, es una de las más estilosas personas que pueden pisar un escenario en el Balenciaga (la otra sería la donostiarra Teresa Iturrioz, del grupo Single, formación que actuó en este museo el pasado verano). Sin olvidar a Bob Stanley, uno de los dos chicos encargados de los sonidos pregrabados de esta formación británica. Cada recomendación suya – y en internet abundan- es una oda al buen gusto.

Como la banda no da puntada sin hilo, en la cita guipuzcoana sonaron algunos (pocos) temas de su último disco ‘Words and Music’ y, sobre todo, canciones geniales que, lejos de la difusión industrial, han encontrado acomodo en nuestros armarios ‘indies’. Es el caso de ‘He´s On The Phone’ o ‘Nothing Can Stop Us’. Una pena que la brillante ‘You´re In A Bad Way’ se cayera de la lista.

A nivel sonoro despistaron los toques clásicos y distinguidos de sus temas para ofrecer una actuación enfocada a la pista de baile. Bombos ligeramente más altos y ese toque sintético que se suele desprender de los sonidos grabados fueron el fondo en el que se apoyaron la bella voz de Sarah Cracknell y la de la corista Debsey Wykes (cantante de Dolly Mixture y Birdie). Tras una hora de concierto, la formación paseó por el museo de Getaria sacándose fotos con todo aquel que deseara inmortalizar la visita.