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Alejo Alberdi: «Soy el clásico pinchadiscos, no hago virguerías»

El guitarrista de Derribos Arias vuelve a Donostia para presentarse como pinchadiscos en el bar Ondarra de Gros. Buena música para el sábado noche…

Se presenta con esos ojos despistados, grandes, espaciando las respuestas pero terriblemente centrado en sus dardos. Hablar con
Alejo Alberdi es un placer, siempre que no tengas que teclear la entrevista grabada en el cassette.

Alejo fue guitarrista de Derribos Arias, aquella refrescante banda de germen donostiarra y realización capitalina. Capitaneados por la inquieta mente del también koxkero Poch, DD.AA. formó parte de la explosión libertino-creativa del Madrid de los 80. Alejo ha vuelto a la ciudad que le vio nacer. De veraneo, claro. Y aprovecha para presentarse como pinchadiscos mañana sábado 28 en el bar Ondarra/16 Bis.

Como entrante, un extracto de la definición del grupo recogida en la web oficial (www.derribosarias.com): «DD.AA: Mito construido alrededor de un excéntrico de San Sebastián, Ignacio Poch Gasca, y una música tan delirante que alucinó al público en 1981-82 gracias a temas extravagantes e insólitos como Branquias bajo el agua, Vírgenes sangrantes en el matadero o Tupés en crecimiento».

¿Qué te parece la definición?
Patricia Godes, su autora, siempre me ha gustado mucho, aunque es muy veleta en sus comentarios. Esta opinión la hizo dentro de la Enciclopedia del Rock que publicó el País, a finales de los 80. Un momento en el que no había perspectiva para juzgar lo que se había producido o se estaba produciendo.

¿Tan geniales fueron los 80?
Hay una imagen idílica y otra que yo llamo ‘Álvarez del Manzano’, la que dice que no ha quedado nada, que aquello fue una juerga de drogatas y maricones que supieron venderse. Yo creo que estuvo muy bien vivir esa época y lo que queda de ella. Porque siempre quedan las canciones.

¿Aquella ‘movida’ fue una gran explosión de creatividad o la última vez que el rock español supo venderse bien?
Yo creo que lo segundo. Eran días en los que Gabinete Caligari, Radio Futura, Alaska o Loquillo vendían 300.000 discos. En esa época se hizo un dineral, del que desgraciadamente no participamos.

En breve habrá serie de TV y película con temática madrileña ochentera… ¿Sonará Derribos Arias?
Espero que no. El problema es que se vuelve una y otra vez sobre los grandes nombres o los medianos, pero nadie ha hecho un esfuerzo por rescatar grupos menores que tenían buenísimas canciones, como Los Zoquillos o El Coyote.

¿Cómo era la Donostia de entonces?

El rock era algo totalmente marginal, los gustos musicales iban por el rollo de los cantautores. Entre mis amigos, yo era de los pocos que escuchaba rock. Y teníamos unas peleas enormes porque yo insistía en poner Yes y ellos se empeñaban en Victor Jara y Labordeta, el precursor de Bunbury, con esa voz recia aragonesa.

Bueno, el rock sigue siendo bastante secundario.
El problema es la difusión. Nosotros tuvimos la suerte de vivir un momento en el que se difundían un montón de propuestas diferentes. Por eso los 80 fueron una época anómala, donde un grupo como nosotros podía tener cierta repercusión. Derribos Arias éramos un grupo de culto, expresión con la que se consuelan los grupos que no han conseguido forrarse durante una temporada.

Ya que hablas de Derribos… Parte del éxito del grupo la tuvo la personalidad de Poch.
Sí, sin duda, una grandísima parte. Poch era un personaje excepcional, un tío de una inteligencia brutal. Aunque lo que más ha trascendido ha sido su parte histriónica, anecdótica. La gente se ha quedado con lo de ‘tipo excéntrico’. Lo que no saben era que Poch era
el empollón de la clase en el colegio. Era una de las personas más fascinantes que he conocido nunca.

Lastima de la enfermedad crónica degenerativa, sino hubiéramos tenido Poch para rato…

El mal se empezó a manifestar en DD.AA., pero quedaba algo encubierto por su forma de ser. Lamento que haya quedado tan poco material grabado. Porque él estaba continuamente componiendo, incluso al final, cuando apenas podía tocar la guitarra.Temas como Pobre ballena azul o Soy un etarra. Seguía teniendo pasión por hacer
música.

¿Cómo ves ahora los discos de Derribos?

Creo que adolecen de un sonido infame en general. Aunque no me importa que alguien se los baje de Internet. Yo también suelo utilizarlo para escuchar cosas.

¿Como sería aquella banda si surgiera ahora?
Seríamos como Grimorio o Detergente. Un grupo que conocerían cuatro gatos y con un puñado de fieles seguidores, principalmente novias y amigos íntimos.

Ahora harás de DJ en el Ondarra donostiarra
Yo soy el clásico pinchadiscos, no hago virguerías. Viajo con poco bulto, con unos pocos CDs en los que meto canciones que ya tengo en vinilo.

¿Lo hiciste con anterioridad o es tu primera vez?
Sí, estuve en el Astin de Barcelona hace un par de años. Y una temporada después en Madrid : El Templo del Gato, la Vaca Austera, la Vía Láctea… Si me llaman voy, pero no tengo una tarjeta que vaya ofreciendo mis servicios.

¿Qué tipo de música sonará en la fiesta del sábado?
He optado por poner la música con la que más cómodo me siento: canciones de los 70 y 80, terreno en el que me muevo con total tranquilidad. Desde Lío hasta Can, pasando por Wire, Buzzcocks, Magazine, XTC… Pienso que es lo más apropiado para una noche de sábado.

Publicado enEntrevistas

4 comentarios

    • Juan Luis Etxeberria

      Permitame usted que le responda que «ni idea», que pasaron muchas lunas ya desde aquel día y hora. Pero no suelo ser de los que inventan . No mucho, vamos 😀

      Mis disculpas si así fue.

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