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Etiqueta: Alejo Alberdi

Los Punsetes: Arsenal de aciertos

Su nuevo álbum acaba de salir a la calle esta misma semana y ya está causando el revuelo habitual. Porque “LPIV”, el flamante cuatro trabajo de Los Punsetes, no solo rescata su antigua norma de definir sus discos con números romanos. También recupera la inmediatez de sus dos primeros discos y lo remata con una producción de alta factura a cargo, una vez más, de El Guincho. Aunque en este campo haya diferencias notables respecto a anteriores entregas: Las canciones nunca habían sido tan directas e impactantes. Es como si una banda indie nacional se hubiera maquillado con afamados tonos norteamericanos. Algo que muchos ponen en su nota de prensa y muy pocos consiguen en los archivos de audio. “A nivel de producción es sin duda el disco más ambicioso y planeado”, nos cuenta Jorge, el guitarrista de la banda. “Teníamos la idea de que pasaran muchas cosas distintas en las canciones, que la escucha fuese divertida y sorprendente. Buscando que cada sonido tuviese gancho e interés”.

Y las letras. Demonios. Lo han vuelto a hacer. Imposible no caer rendido ante el primer lanzamiento de este volumen, el titulado “Me gusta que me pegues”, toda una oda mordaz contra la violencia de género. “Por ahora no tuvimos problemas con esta canción, sólo alguna idiotez de algún periodista”. Y qué decir de “Arsenal de excusas”, lo que puede ser su tema más redondo hasta hoy, con esa sinceridad que asusta y un desasosiego vital demasiado común. Sin olvidar “Opinión de mierda”, todo un repaso a los excesos comunicativos del internet de nuestros días que también puede ser utilizado como armazón ante las posibles críticas negativas que reciba este CD. Un tema puede guardar cierto parecido con un pasaje anterior titulado “De arte” y que versaba sobre los egos artísticos que se inflan solos. El grupo no ve tan claro ese parentesco. “Tienen un aire, pero tampoco tienen tanto que ver”.

También podemos intuir cierta inspiración madrileña, algo habitual en las escrituras punsetianas, en “Los últimos días de Sodoma”. En opinión del guitarrista lo más bonito de esta lírica es “que muchas personas distintas pueden apropiársela y hacerla suya. La gente puede sentir que su entorno sale reflejado en ella. Lo que tampoco habla muy bien de lo que nos rodea, la verdad”. Solo nos queda confirmar mañana todos estos parabienes compositivos sobre el escenario del Dabadaba donostiarra, con los prometedores No Fucks como socios de esta celebración del segundo aniversario de la promotora Ayo Silver. Parranda que acabará con el insigne Alejo Alberdi (Derribos Arias) a los platos.

Alejo Alberdi: «Soy el clásico pinchadiscos, no hago virguerías»

El guitarrista de Derribos Arias vuelve a Donostia para presentarse como pinchadiscos en el bar Ondarra de Gros. Buena música para el sábado noche…

Se presenta con esos ojos despistados, grandes, espaciando las respuestas pero terriblemente centrado en sus dardos. Hablar con
Alejo Alberdi es un placer, siempre que no tengas que teclear la entrevista grabada en el cassette.

Alejo fue guitarrista de Derribos Arias, aquella refrescante banda de germen donostiarra y realización capitalina. Capitaneados por la inquieta mente del también koxkero Poch, DD.AA. formó parte de la explosión libertino-creativa del Madrid de los 80. Alejo ha vuelto a la ciudad que le vio nacer. De veraneo, claro. Y aprovecha para presentarse como pinchadiscos mañana sábado 28 en el bar Ondarra/16 Bis.

Como entrante, un extracto de la definición del grupo recogida en la web oficial (www.derribosarias.com): «DD.AA: Mito construido alrededor de un excéntrico de San Sebastián, Ignacio Poch Gasca, y una música tan delirante que alucinó al público en 1981-82 gracias a temas extravagantes e insólitos como Branquias bajo el agua, Vírgenes sangrantes en el matadero o Tupés en crecimiento».

¿Qué te parece la definición?
Patricia Godes, su autora, siempre me ha gustado mucho, aunque es muy veleta en sus comentarios. Esta opinión la hizo dentro de la Enciclopedia del Rock que publicó el País, a finales de los 80. Un momento en el que no había perspectiva para juzgar lo que se había producido o se estaba produciendo.

¿Tan geniales fueron los 80?
Hay una imagen idílica y otra que yo llamo ‘Álvarez del Manzano’, la que dice que no ha quedado nada, que aquello fue una juerga de drogatas y maricones que supieron venderse. Yo creo que estuvo muy bien vivir esa época y lo que queda de ella. Porque siempre quedan las canciones.

¿Aquella ‘movida’ fue una gran explosión de creatividad o la última vez que el rock español supo venderse bien?
Yo creo que lo segundo. Eran días en los que Gabinete Caligari, Radio Futura, Alaska o Loquillo vendían 300.000 discos. En esa época se hizo un dineral, del que desgraciadamente no participamos.

En breve habrá serie de TV y película con temática madrileña ochentera… ¿Sonará Derribos Arias?
Espero que no. El problema es que se vuelve una y otra vez sobre los grandes nombres o los medianos, pero nadie ha hecho un esfuerzo por rescatar grupos menores que tenían buenísimas canciones, como Los Zoquillos o El Coyote.

¿Cómo era la Donostia de entonces?

El rock era algo totalmente marginal, los gustos musicales iban por el rollo de los cantautores. Entre mis amigos, yo era de los pocos que escuchaba rock. Y teníamos unas peleas enormes porque yo insistía en poner Yes y ellos se empeñaban en Victor Jara y Labordeta, el precursor de Bunbury, con esa voz recia aragonesa.

Bueno, el rock sigue siendo bastante secundario.
El problema es la difusión. Nosotros tuvimos la suerte de vivir un momento en el que se difundían un montón de propuestas diferentes. Por eso los 80 fueron una época anómala, donde un grupo como nosotros podía tener cierta repercusión. Derribos Arias éramos un grupo de culto, expresión con la que se consuelan los grupos que no han conseguido forrarse durante una temporada.

Ya que hablas de Derribos… Parte del éxito del grupo la tuvo la personalidad de Poch.
Sí, sin duda, una grandísima parte. Poch era un personaje excepcional, un tío de una inteligencia brutal. Aunque lo que más ha trascendido ha sido su parte histriónica, anecdótica. La gente se ha quedado con lo de ‘tipo excéntrico’. Lo que no saben era que Poch era
el empollón de la clase en el colegio. Era una de las personas más fascinantes que he conocido nunca.

Lastima de la enfermedad crónica degenerativa, sino hubiéramos tenido Poch para rato…

El mal se empezó a manifestar en DD.AA., pero quedaba algo encubierto por su forma de ser. Lamento que haya quedado tan poco material grabado. Porque él estaba continuamente componiendo, incluso al final, cuando apenas podía tocar la guitarra.Temas como Pobre ballena azul o Soy un etarra. Seguía teniendo pasión por hacer
música.

¿Cómo ves ahora los discos de Derribos?

Creo que adolecen de un sonido infame en general. Aunque no me importa que alguien se los baje de Internet. Yo también suelo utilizarlo para escuchar cosas.

¿Como sería aquella banda si surgiera ahora?
Seríamos como Grimorio o Detergente. Un grupo que conocerían cuatro gatos y con un puñado de fieles seguidores, principalmente novias y amigos íntimos.

Ahora harás de DJ en el Ondarra donostiarra
Yo soy el clásico pinchadiscos, no hago virguerías. Viajo con poco bulto, con unos pocos CDs en los que meto canciones que ya tengo en vinilo.

¿Lo hiciste con anterioridad o es tu primera vez?
Sí, estuve en el Astin de Barcelona hace un par de años. Y una temporada después en Madrid : El Templo del Gato, la Vaca Austera, la Vía Láctea… Si me llaman voy, pero no tengo una tarjeta que vaya ofreciendo mis servicios.

¿Qué tipo de música sonará en la fiesta del sábado?
He optado por poner la música con la que más cómodo me siento: canciones de los 70 y 80, terreno en el que me muevo con total tranquilidad. Desde Lío hasta Can, pasando por Wire, Buzzcocks, Magazine, XTC… Pienso que es lo más apropiado para una noche de sábado.