13 de abril del 2012: Concierto en Pamplona con Thee Brandy Hips

Otro titular es posible: No comas txistorra en Iruña si tienes que cantar

La caída en el cartel inicial de Ornamento y Delito y mi teóricamente pequeña densidad corporal hizo que los Brandy Hips me invitaran a ir a tocar con ellos a Iruña, ciudad virgen en mi agenda actuante.

Cómo negarme ante tamaña oferta, que incluía cargar y descargar instrumentos gigantes que no eran míos, escuchar Radio Marca durante todo el viaje y obtener beneficios que darían para mantener alguna de mis casas de muñecas (literal, no metafórico).

Llegamos a la sala, moderna y bien equipada, con técnicos diligentes y serios. El garito es de los auténticos, con Excels gigantes en la entrada en la que detallan las distintas opciones de tragos que te puedes calzar. La oferta de lugar, las copas a 3 euros. El licor tenía un nombre de diseñador eslavo. Es bien.

Probar en un periquete y darse cuenta que los BH van a sonar de rechupete, como luego sucedió. Saludos a Javi Patrullero y Javi Kokotxas, que tiene la hipnótica habilidad de convencerme, con esa sonrisa tan suya, de que el bocata de txistorra que pensaba pedir para cenar no repite. Sabéis la respuesta igual que yo.

Hacemos el calentamiento previo habitual 😉 y subimos. Sorteando escaleras. Y canciones. La lista queda en 11 temas. Afortunadamente, no los rasgué todos. Hubo versión de We´re Not Deep de Housemartins, arrancamos con El Mejor Amigo De La Mujer. Siguiendo la línea estilística que nos habíamos marcado para esa noche: Solo canciones alegres.

Y luego vino lo que más ilusión me hizo: Tocar los dos temas que Asier BH y yo hemos hecho para nuestro grupo Québec. Apunte: recordarle a Asier que no guarde las letras a Verdana 8 porque luego no se leen en directo.

No sé, bajar y que Patrullero te diga, con los pelos del brazo aún en punta, que el tema que cantó Asier conmigo le revolvió por dentro es algo que satisface y alegra la hostia (perdón, no sé como expresarlo mejor).

Después, lo dicho. Los Brandys tocaron de rechupete, yo les grité chorradas y pegué botes. Lo de siempre, vamos. Luego demostré que, por mucho que digan, Iruña nunca será Euskadi –varias féminas hablaron conmigo sin amenazas por delante-, y tras echar unos tragos y dormirme en el coche de vuelta a casa, tocó retirada Bassma que no Hips.

Acerca del autor

Giorgio Bassmatti