Cuando se habla de «Everything Harmony» de The Lemon Twigs enseguida salen los grandes nombres, como en los mercados de fichajes: Big Star – y sobre todo Chris Bell- en “What You Were Doing”. También, claro, Brian Wilson y Teenage Fanclub. A nada que alguien mime las melodías más que una urraca esos nombres que brotan solos.
Pero lo que hay en “Everything Harmony” es soft rock aquí y allá (“Any Time Of the Day”, “I Don´t Belong to me”). De forma bella, llena de amor e irrebatible. Elaborado de una manera tan concisa y acertada que puede y debe gustar hasta a los dubitativos. Todos p´adentro, que las tiendas de chuches melódicas no se llenan solas.
A veces con un impresionante envoltorio power-pop (“Ghost Run Free”) y algunos guitarrazos que no quieren desprenderse del pop chicloso (“What Happens to a Heart”) que fliparían hasta a los Carpenters. Diluyendo los arreglos hasta hacerte pensar que esos, y no otros, son los únicos que podrían sonar ahí y así.
Con puntazos beatle-italianos (“Born To Be Lonely”) y joyas acústicas como un “Every Day is The Worst Day Of My Life” digno de Elliot Smith y que sirve de precioso contrapunto al hit de Bright Eyes que acaba en un océano de voces del que no se puede salir. Fosas que siempre nos han flipado y que siguen moviendo nuestra barca con elegancia (“Still Is Not Enough”)
Escucharás el disco, el disco del año si llega a salir en octubre, porque debes hacerlo, y te saldrán otros nombres, otras pistas, otros flipes. Pero coincidiremos en una cosa: Vaya, lo hemos vuelto a poner. Y de nuevo. Y de nuevo. ¿Acaso hay mejor piropo que ese?
1 comentario en «Un mundo de limones en armonía pop»
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