Los indies del pueblo ya san escapau, riau riau

Anoche tocaba echar un vistazo a ciudades cercanas en el Dock Of The Bay. “Pamplona Sound” recogía en su corto metraje las cosas que pasaron en el pop/rock independiente de Iruña a principios de 1990. La etiqueta, como se ha cansado de repetir la directora, no busca responder ni agrupar sino preguntarse, de manera fílmica, si existieron puntos en común en los grupos de aquellos años.

La película empieza, casualidad, como el famoso libro de Nando Cruz sobre el indie patrio, poniendo el foco en Josetxo Ezponda, autentica espoleta en cualquier ciudad de provincias. Y tiene una columna central muy bien puesta: Jaime Cristobal, musicólogo, guitarrista y la persona con más gusto de la capital navarra. De su mano, acompañada de otras opiniones musiqueras, se pasea por los primeros 90 y se llega a la época Half Foot Outside de mediados de dicho decenio.

Grabado de forma muy casera, sin más ambición que sacar una foto del momento, “Sonido Pamplona” se apoya en decorados sencillos (sofás, pasillos, gatos, un radiador sin estrenar, estudios caseros de grabación, terrazas, una habitación digna del “Happiness” de Todd Solondz) para recoger las palabras de gente sencilla que hacía cosas por pura diversión y que ahora parece sorprendida ante la idea de hacer una película. Juan De Pablos pone su tono calmado a la narrativa, mientras Julio Ruiz le insufla relevancia al momento.

Faltan grupos y otros aparecen sin vivir aquellos años. Pero, como indican los títulos de crédito, “no son todos los que están, ni están todos los que son”.