
Las emociones importan. Tu equipo de futbol jugará fatal y perderá muchos partidos pero son tus queridos perdedores – by Ana Malagon-. Los grandes títulos de los equipos multinacionales te importan poco o nada. Esa es otra liga, no es la tuya.
La tuya es la del barro, la del frío, la de la exaltación, la de intentar conseguir un vinilo de alguna web que no entiendes bien o hacerte cientos de kilómetros para ver a tu equipo de mozalbetes, a tu “young team”. No sé, tio, eres fan. Y lo eres hasta el final. Porque la aventura lo merece y te sigue fascinando.
FIB & JAM
Por eso todos somos Katgollock y su vídeo de Twitter en “If The Stars Had A Sound”, el documental musical sobre Mogwai. Organizada de aquella manera, con capítulos sueltos pillados aquí y allá, alrededor de la pelea por conseguir el número 1 de las lista de ventas en UK, la película completa las pasiones de los fans con retazos relevantes, conmovedores, nostálgicos, palpitantes y emocionantes. Cada uno de los seguidores /espectadores tiene el suyo particular. Yo tengo dos: «Like Herod» en la carpa del FIB y «My Father My King» – gracias por todo el minutaje dedicado al tema, director del film- en la sala Jam de Bergara.
Y tiene que ser Ian Ratkin quién defina en este metraje a la perfección el grupo, la ciudad y la región (y el mundo en general). Una zona la norteña a la que algunos adoramos con los pies en el suelo (no vamos a amar a Wet Wet Wet porque sean escoceses, hombre).
Padres forzosos de un sonido propio
“If The Stars Had A Sound” deja imágenes increíbles como la de ver a Stuart Braithwaite con un pelazo digno de la teleserie “Padres forzosos”. Flipando cuando les regalan discos de ACDC. Pudiendo disfrutar de la banda tocando en sitios en los que se cae el techo. O con los cascos pegados con cinta aislante grabando en el local de ensayo o un estudio cutrísimo. Nos adentra en templos ya derruidos como el estudio CAVA de Glasgow. Acerca la lente y el micro a ídolos como Tony Doogan (¿o es Kevin Shields?) o Dave Fridmann (¡Zaireeka!).
Entre grabaciones, creaciones, directos y vídeos personales algunos nos emocionamos mucho viendo el paseo del Prince Of Glasgow o eso tan británico de esponsorizar camisetas de futbol a equipos infantiles necesitados – y ver a Stuart tocando en un concierto con esa camiseta puesta-. Nunca es solo música.
La Quimica Underground
Mas es en el cierre donde se aprecia su mayor grandeza. Cómo esta música difícil, en teoría pequeña, underground como el nombre de su sello inicial (el de The Delgados) es un apoyo para la gente en momentos dificiles. No imagino esa sensación en un docu de U2, Bustamante o los putos Coldplay. Lleno de gente demasiado feliz para ser real.
No esperen una wikipedia con imágenes ni un hilo conductor. Es normal. Porque con Mogwai la misma progresión pone a unos en trance, otros se lanzan a bailar y los hay que lloran. Creo que la del cuarteto escocés, más allá del choque inicial, es una música bellísima que tiene toda su profundidad, o buena parte de ella, también en la ausencia de palabras. Uno mismo va llenando de contenido los acordes y puñetazos. ¿No habría sido precioso que el Docu no tuviera ni una opinión del grupo preferentemente instrumental? Yo pienso que sí
epilogo
– bueno, ¿y al final consiguieron el número uno de las listas o qué, brasas Malsonando?
– Nunca lo ha perdido en nuestros corazones y nuestros oídos