Bankay

Mira que el nombre me suena de algo, pero no sé de qué…¿Será la nueva denominación del CAI, recién ascendido a la Liga de las estrellas del baloncesto? No, porque sería con I latina al final… Igual tiene algo que ver con el toque latino, alguna empresa que se haya montado Compay Segundo….Bankay Segundo, algún … Leer más

Dicen que la ley es igual para todos

Que bella es la compasión, ese “sentimiento de lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias”. Por fortuna, ningún ser humano queda libre de ella. Un bello pececito secándose en la orilla, un animalito cojo, una señora que no puede pasar la calle, un niño al final de un pozo, algún bebe herido en alguna guerra.

Todos ellos dan como resultado una lagrimilla interna resbalando por la mejilla interna. Pero hay que andarse con ojo en su aplicación, dado que es una sensación que no afecta igual a zurdos que a diestros.

La propia Real Academia, en un intento globalizador y normativo, le puso la definición que veían entrecomillada en el primer párrafo. Algo ante lo que todos estaremos de acuerdo, dado que al ser tan general no entra en detalles. A algunos les repatean los palestinos y a otros los israelíes, por poner un ejemplo conflictivo. Y la elección del bando influirá en los sentimientos emotivos personales, claro está.

La RAE se lo hizo bien. Le puso normas cerradas y genéricas a un sentimiento, buscando que todo el mundo se identificase con él de manera directa y certera. Un ejemplo a seguir.

Pero hay que tener mucho ojo cuando se pone uno a dictar reglas de obligado uso general. Hay que ser pulcro, general y no discriminatorio. Mujeres y hombres iguales. Qué decir de los niños, con esos doble cuidado. Acojamos a los que vienen de fuera. Cuidemos nuestros mayores. Claro que hay veces que se nos cuelan los sentimientos que nos hacen humanos y no máquinas. Y su defensa o deseo de puesta en práctica, como ya afirmábamos, va por barrios.

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