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Etiqueta: Sky Beats

Especial navidad: un fin de año musicalmente espectacular

Los amantes de los conciertos cuentan con innumerables opciones los últimos días del año en Donostia.

“Vuelve, a casa vuelve, por Navidad”, el eslogan de aquel anuncio turronero, parece también contar con otras consecuencias culturales. Mirar la agenda donostiarra de estas jornadas, construida también para llenar el ocio de quienes vuelven a su ciudad en estas fiestas, es pegarse un fantástico atracón de actividades. Abundan los solapamientos en los dietarios gracias a un menú jugoso y diverso que incluye pop, rock, música electrónica y folk moderno.

La parranda comienza hoy mismo. Atom Rhumba (ver entrevista en la página adyacente) y Jorge Drexler aterrizan en la capital guipuzcoana. El argentino actuará en el Kursaal con su espectáculo “Salvavidas de hielo”, título de ese último disco en el que todo, todito, todo ha sido grabado con la guitarra y sus distintos componentes: Las cuerdas, la caja de madera, la piel de un banjo, el metal de un dobro… El resultado, experimental y muy rítmico, es un trabajo lleno de melodías atractivas. Y haya calma, irredentos, que el concierto se anuncia bajo formatos y sonidos más habituales. La tercera pata del asiento de eventos de la jornada se completa con la actuación de los guipuzcoanos White Towels Blues Band en Tabakalera.

Mañana sábado será el tiempo de la electrónica, con la explosíón creativa de la vizcaína Rrucculla. Una joven autora que ya ha tenido tiempo de llevarse tres premios en el prestigioso certamen Villa de Bilbao y tocar en sitios tan relevantes como el Primavera Sound o el cercano BBK Live. Y a quien le gusten ese hecho tan donostiarra de “ir de picoteo”, la gente de Katapulta ha montado su segunda muestra interdisciplinar de creadores vascos. Una fiesta diurna en Tabakalera en la que además de actuaciones musicales habrá películas, danza, ilustración y teatro.

Tras los días familiares de opíparas comidas y llegadas de Olentzero la agenda vuelve a llenase de interesantes actividades. La banda zarauztarra Lou Topet cerrará la gira de su disco “Pete Seeger gogoan” el 27 de este mes. La segunda de sus muescas sobre canciones ajenas pasadas al euskera con la ayuda de Harkaitz Cano, una colección inaugurada con la elegante colección “Abesti Bat Gutxiago”, se centra en la interesante carrera musical del cantautor Pete Seeger. Ese mismo miércoles India Martinez acercará su “tour secreto” al Kursaal. Su pop de inspiración intimista y aires aflamencados hará las delicias de los amantes de la música radioformulera más sensible.

El Día de los Santos Inocentes no es ninguna broma si nos referimos a los conciertos que se celebran en San Sebastián. Por una parte los donostiarras Amateur presentarán su disco “¡Debut!” en una fiesta con infinidad de invitados del pasado y el presente de aquello que se llamó “Donosti Sound”. Los antiguos componentes del grupo La Buena Vida echan mano de algunos compadres para aderezar sus canciones: Diego Vasallo, Rafael Berrio, Joserra Senperena y Jaime Stinus, entre otros, se subirán al escenario del Victoria Eugenia.

El calendario actuante del jueves se completa con Maria Arnal y Marcel Bages. La pareja es una de las irrupciones más potentes y fascinantes de la escena pop nacional. Ahí está su inclusión en las listas de lo mejor del 2017 de las revistas más modernas. Su música es una feliz colisión de sonidos que van del folclore, el fado o la vanguardia al pop independiente y el traqueteo con los loops. Les acompañará Amorante, otro culo de mal asiento en este mundo de bucles sonoros y el folk en su acepción más aperturista.

El 29 de diciembre chocarán dos pesos pesados del pop nacional. Por una parte nuestro Mikel Erentxun desplegará las canciones de su álbum “El hombre sin sombra” en el Victoria Eugenia tras haber visitado Sudamérica a comienzos de este mes. El autor local anuncia “canciones escondidas e invitados inéditos” en lo que seguro es otro gozoso repaso a su amplia discografía pasada y presente. También el viernes Angel Stanich lanzará su arsenal melódico en la capital guipuzcoana. Su fama va pareja al crecimiento de la barba que se gasta en las fotos promocionales, y ya es un habitual de los festivales veraniegos, repitiendo presencia en la ciudad justo un año después de su última parada también navideña. A medio camino entre el pop, el rock y el indie, las canciones de este santanderino remiten a Pereza o Quique González y remarcan el lado más festivo y canalla de estas citas nocturnas.

Entre los guitarrazos de uno y otro se colará la actuación de la formación Naica en la sala Kutxa Kultur de Tabakalera. Los de Hondarribia son el mejor ejemplo de estos retornos vacacionales navideños (su bajista vive en Londres), y aprovecharán la fecha para presentar su escurridizo disco “Rara avis”, un bello paseo por el pop melancólico que en esta ocasión llegará acompañado de instrumentos de cuerda.

Los fastos musiqueros del 2017 se cierran el 30 de diciembre. Ese día la vitalista agrupación guipuzcoana Sky Beats unirá fuerzas con el teclista Paul San Martín para interpretar las canciones de sus dos álbumes y presentar algunas de las nuevas composiciones. Y como remate sabatino, la cita con las nuevas promesas del pop independiente personificada en la actuación de los grupos pamploneses Ex-Novios y Melenas. Los primeros acaban de editar su primer disco, un fantástico homenaje al pop británico y la sicodélia pasada de reverberación. Característica esta última que comparten con la otra banda del cartel, las cuatro chicas del combo Melenas, mucho más garajeras que sus convecinos.

La copiosa actividad no para con el cambio de calendario de pared. Para las primeras semanas del 2018 se anuncian reseñables homenajes a Tom Petty, a Delorean deconstruyendo las canciones de Mikel Laboa, el jolgorio del London Afrobeat Collective o el ciclo de cine documental musical Dock Of The Bay, con sus sesiones de DJ y veladas musicales (Kokoshca). ¡Felices fiestas y prospero concierto nuevo!

Jazzaldia 2017: ampliando la fiesta gratuita.

El certamen inaugura nuevos escenarios en la capital y extiende su oferta a Orio y Villabona.

Que el Jazzaldia es una muestra “salsera” lo vemos cada año en su menú musical, un firme paseo entre lo asentado y lo rupturista. Una apuesta que también se refleja en unos eventos gratuitos que este año alcanzan una cantidad realmente reseñable: 65 conciertos y 12 sesiones de DJs. A repartirse entre emplazamientos conocidos y otros nuevos que irrumpen en la lista oficial.

La mayor apuesta novedosa de este Jazzaldia “de balde” se llevará a cabo en los jardines de Alderdi Eder, frente al Ayuntamiento de la ciudad. Sede habitual de cañonazos festivos y tamborradas infantiles, la explanada del Consistorio recupera su antiguo esplendor jazzero con ese Espacio Skoda colocado de espaldas al mar. Una localización que ya jugó un papel importante en la reactivación del festival allá por los años 90, con las actuaciones de los Blues Brothers y John Mayall.

La propuesta para esta edición es bien atractiva. A partir de mañana se podrá disfrutar del refrescante Ray Gelato, el clasicismo de Donny McCaslin, las festivas versiones de Lucky Chops y la pegada hip-hop de Sir The Baptist, autor que esta noche cerrará el escenario Heineken de la playa.

Para rematar el cartel la organización recluta a dos de las bandas donostiarras con mayor proyección (Luma, Grande Days), presentando además la única actuación nacional de la británica Anna Meredith. Su disco “Warmints” es un maravilloso compendio de música electrónica e instrumentos orquestales con gusto por la concreción pop. Los comentarios más efusivos de internet hablan de sus similitudes con The New Pornographers, con frases tipo “Young Marble Giants meets Nirvana”. Casi nada. Huele a delicatessen oculta del festival.

Pero no todo el ágape se desarrolla en los jardines de palacio. En la zona de Sagüés se instalará un nuevo espacio en el que actuarán los inquebrantables Sky Beats (hoy y mañana) y una suerte de “hall of fame” local (con JM Dorronsoro y Mikel Makala, entre otros) que homenajeará a Dizzy Gillespie el 24 de julio.
Este año el Jazzaldia se expande a Villabona (22 de julio) y Orio (23 de julio). Poblaciones que disfrutarán de la actuación “El Quinteto de Deborah Carter: 100 años del nacimiento de Ella Fitzgerald”, donde la excelente vocalista – y profesora de Musikene- recordará el repertorio de la que se conoce como Gran Dama de la Canción.

Nuestro paseo de primicias finaliza el 24 de julio en la terraza de La Perla, en la playa de La Concha. Allí el barítono Kevin Mahogany y la Hervé Sellin Quartet seguirán mostrándose como paladín para recién llegados -por algo repiten en Txikijazz, las actividades que el Jazzaldia ofrece para los más pequeños- y resto de amantes de las estructuras menos turbadoras.

Jazzaldia 2017: la fiesta del calzado cómodo

Tras un prólogo de película, el festival arranca con su tradicional fiesta Jazz Band Ball plena de atractivo y diversidad

Seremos altos o bajos. Modernos o de jersey al hombro. Rubios o morenos, de costa o interior. Jóvenes o con aspiraciones de entrar aún en una talla M. Pero a todos nos gusta una parranda más que comer con los dedos. Por eso en nuestra agenda anual aparece, con un círculo como los que dejan las bebidas al apoyarse en los posavasos, el guateque con el que el Jazzaldia donostiarra suele arrancar su programación sonora en la playa Zurriola.

Muchos de los presentes no querrán perderse uno de los platos fuertes de la tarde, cuando no de todo el festival: la actuación de The Pretenders. La formación capitaneada por Chrissie Hynde siempre ha sido un dechado de elegancia pop y aciertos New Wave. Por eso se le da espacio propio en este suplemento.

En el mismo Escenario Heineken, el principal de esta zona festiva, actuará hoy “Sir The Baptist” – seudónimo del cantante William James Stokes- , quien parece haberse contagiado de los pases del Zinemaldia actuando hasta en tres ubicaciones distintas durante estos días.

Arribado en una formación de cuarteto y claramente dirigido al espectro más juvenil de la audiencia, las melodías de espabilado hijo de un pastor baptista -eran 22 churumbeles en casa, ustedes me dirán- parten del Gospel para acabar en territorios más actuales. Su primer disco “Saint or Sinner” aún tiene los plásticos calientes (se publicó en mayo de este año), y es una fiesta de hip-hop y “R´n´B” moderno y protestón, lleno de misiles de carga social.

Otra perla de esta celebración sin ticket de entrada será la que ofrezca Uri Cane y su trío en el Espacio Frigo. Poco que añadir de Caine, quien ya la lió parda en este certamen con aquellas siete propuestas diferentes que componían la integral de su obra. Que si solo, que con DJs, que con el Coro Easo… Ahora viene más comedido pero igual de excelso a presentarnos “Calibrated Thickness”, su última obra. Atentos los fans del CD “Blue Wail”, que éste trae 15 cortes agresivos y explosivos.

Y para entusiasmos, los del ya conocido Ray Gelato y sus The Enforcers, banda italoestadounidense que ha encandilado a los presentes cada vez que ha actuado en el Jazzaldia. Tan marchosos como elegantes, el saxofonista Ray y sus colegas ofrecerán un show con toda la energía del mejor jazz clásico y ese toque “entertainer” tan agradecido en estas reuniones a cielo abierto.

Seguimos en el mundo saxofonista con el versatil tenor Houston Person, quien acude a la fiesta con su proyecto “Houston Person Quartet featuring Dena DeRose”. DeRose es, por si no la conocen, una excelente cantante y pianista que comparte giras con Person los últimos años. Juntos ofrecerán uno de los más puristas acercamientos a los clásicos en este festejo inicial. La cita donostiarra del cuarteto promete también soul y swing, para disfrute de acólitos y paracaidistas, quienes también podrán degustar el toque estándar del estadounidense Kevin Mahogany – amante del jazz moderno, blues y baladas- y la Hervé Sellin Quartet en el Escenario Coca Cola.

Y de Norteamérica pegamos un salto hasta África, cuna de estas tonadas etiquetadas como “música negra”. En aquella “masa madre” sonora se encuentra la música “taarab” de Zanzíbar, presente en esta celebración de la mano de la agrupación Rajab Suleiman & Kithara. Bien rodeados de instrumentos con nombres tan extraños como atractivos (dunbak, kidumbak, qanun, rika), los africanos completarán sus percusivas composiciones con las sugerentes melodías de Saada Nassor, una auténtica diva de este estilo.

Y también de la cuna de la humanidad, pero formada en parte en Donostia, llega esa populosa formación llamada Gabacho Maroc que ya se ha paseado por más de cien festivales musicales del mundo con su fiesta de ritmos jazzeros y árabes. En el Jazzaldia presentarán, en un único pase, su álbum “Tawassol” (traducible como “Conexión”, la que los autores afirman tener con los espectadores). Un trabajo que homenajea a Marruecos y que se publicará a finales de este año.

No queremos ni debemos olvidar otros satélites de este primer día: Sky Beats haciendo de las suyas en el nuevo escenario de Sagües, Sara Mansilla (cantora folk-blues seleccionada en la residencia artística de Kutxa Kultur) actuando en la carpa FNAC. Y la zona de Nauticool del puerto de la ciudad, que volverá a reunir a los amantes de la música pinchada. En su oferta de hoy sobresale Miqui Puig, uno de los iconos de la música pop actual y campeón mundial en eso de comunicar, agitar y mezclar con estilo. Bienvenidos a la fiesta del calzado cómodo.

Jazzaldia 2016: Chaparrón de melodías

Nos pillaba el sábado con el chubasquero en el capazo. Fue imposible no coger un paraguas, un impermeable o una bolsa de la compra por si la lluvia nos visitaba con intensidad, como sucedió durante toda la mañana.

Con las bajas borrascas aún azuzando al personal iniciamos el paseo sabatino en la zona del Náutico, en el llamado Nauticool, donde los DJs animan el lugar con sus selecciones musicales. En nuestra visita el jefe se llamaba Mr. Patxi “Crazy Legs”, uno de los mayores responsables de que en nuestra Donostia haya calado – hasta los verbos nos brotan lluviosos hoy- la cultura del swing, un estilo de jazz que se originó en Estados Unidos hacia finales de 1920. Casi un siglo después estas tonadas se siguen bailando por sus acólitos, como bien vimos en este txoko. Ayer se contoneaban unas veinte parejas, con otras tantas personas sacando fotos del momento en la abarrotada terraza con vistas al mar. Una gozada para quienes nos movemos como robots estropeados.

Paseamos por el Boulevard, un recorrido que ni con el cielo cubierto pierde su capacidad de atracción para los visitantes. Buena prueba de ello es la concurrida oficina de turismo. Y las tiendas que vendían resguardos frente a los chaparrones. ¿Sabían que existen unas fundas impermeables llamadas “Festival Feet” que se emplean para ir siempre con los pies secos?

Llegamos a la zona playera, en la que vimos un ejemplo del método empleado por el Jazzaldia para calcular el número de asistentes. Un gran marco-portería rectangular, colocado en las dos entradas a estas terrazas, afina la pericia de los encargados de contabilizar los espectadores.

Una energía casi invisible nos dirigió hacia el show de Grupo Fantasma. Un fantástico conjunto de músicos latinos afincados en Austin (Texas), en la que destacaba una percusión mandona, reinante, ejecutada por hasta tres músicos a la vez. Y unos sopladores que dotaban de vida al conjunto. Su mezcla de sones latinos y fronterizos gustó a la creciente asistencia. Los “Fantasmas” repiten cita hoy, esta vez en el importante Escenario Principal de la playa. Un buen momento para volver a practicar aquellos bailes latinos que aprendíeron ustedes allá por los años 90.

Interesante a rabiar la propuesta de Igelaren Banda. No solo por sus integrantes, claro, aunque también dan lustre: Bixente Martinez estuvo en Oskorri, Amaiur Karajabile se foguea con Benito Lertxundi. Y la tercera pata, el baterista Oleaga, poca presentación necesita en este certamen. Juntos se apoyan en nuestra música tradicional para idear versiones instrumentales con ricos añadidos. Porque para eso están las tradiciones. Para moldearlas, voltearlas, reconstruirlas y darles otra vida. La receta funciona. El de estas “ranas” un buen modelo en eso de las renovaciones sonoras locales.

Jazzaldia 2015: hechos de otra pasta

A uno se le hincha un poco el pecho cuando bandas como Bullet Proof Lovers son los encargados de empezar a cerrar el escenario principal gratuito de nuestro festival más callejero. Pocas bandas locales tienen el honor, la calidad y la oportunidad de tocar en semejante espacio a una hora tan relevante. Y ésta, con dos donostiarras y otros tantos de las cercanías, es además un icono de cómo hacer las cosas. Llevan media vida girando por salas bajo otros nombres, peleando para que la música en esas ciudades siga viva lejos de las comercialidades, pegada a ese “underground” que tanto nos gusta.

Pero no somos tan tontos como para no desearles los mayores éxitos, porque el aplauso también se dirige a los garitos peleones que les programan y a esos asistentes que no se pierden una sea gratis o de pago, martes o jueves, marzo o septiembre. Y por todo eso nos alegramos cuando el orgullo del rock tuvo por fin una visualización muy relevante. Aunque estuvieron a punto de no tocar. ¿Sabían que uno de sus miembros tuvo un cólico el pasado jueves? Y ya los vieron, corriendo de un sitio a otro sin parar de tocar, cantar o aporrear. Esta gente está hecha de otra pasta, demonios.

La banda la capitanea un vivaracho Kurt Baker. El norteamericano, cuyas canciones suenen sonar día sí y día también en el programa de radio de Steven Van Zandt, se dejó hipnotizar hace un par de años por nuestro tapeo (defendido el pasado sábado con nombres y apellidos) y nuestra forma de vida, y echó raíces entre nuestros instrumentistas. Juntos han unido inquietudes. Baker le ha puesto sabor “powerpopero” a las melodías. El resto las ha endurecido un poco, viniendo como vienen del punk y el rock contundente. Y en una crepuscular playa aquello fue una buena parranda guitarrera, extendida luego por los bares más musiqueros de la parte vieja. Las formaciones capitalinas de este nivel siempre serán bienvenidas en estos espacios destacados.

El principal escenario playero se cerró con la maravillosa actuación de Lee Fields y sus Expressions. Menuda juerga soul a cargo de este heredero de James Brown. Hasta repite sus arranques, con la banda pegándole fuerte un par de temas antes de que el autor principal salga a escena. Quizás el ojo, la historia y la costumbre nos pedía una formación que compartiera color de piel con el cantante, mas todos ellos eran caucásicos a más no poder.

Poco importó en el resultado final, lleno de energía y vitalidad. La única pega fue la escueta sección de viento y la falta de coristas. Pero los presentes cumplieron con creces el rol de elevar los cantos, gritos y movimientos del cantor de Carolina del Norte y nos permitieron disfrutar de un fin de fiesta glorioso, casi épico. Una forma inmejorable de decir adiós a este espacio principal.

Pero no solo hubo rock y soul en la zona de terrazas. En el coqueto escenario Coca Cola los guipuzcoanos Sky Beats ofrecían una lista de canciones de marcado carácter festivo, con el pop y el funky más agradable como columna vertebral. En la zona superior Elkano Browning Cream volvían a ofrecer un show memorable, quizás el mejor de los que les hemos visto en este certamen. La nocturnidad de la cita les sentó de maravilla, sonando sus melodías aún más vivas.

El Escenario Frigo se clausuró con otro buen momento protagonizado por alumnos de Musikene, agrupados en esta ocasión bajo el nombre de “Iguana”. Potentes camaleones que tan pronto se apuntaban al jazz más potente y enérgico como defendían las ventajas de ese “swingaldia” que tanto cala en el respetable local. Aquí, allí y más allá las zonas estaban a reventar de gente, como era de esperar. Disfrutando todos de los conciertos propuestos y la bonanza climática.