Saltar al contenido

Etiqueta: Moby Dick

Amaral: La noche de los coristas

Y a la segunda fue la vencida. Amaral pudo por fin actuar en Zarauz tras tener que suspender a última hora su visita programada para la semana pasada por un virus estomacal que afectó a su cantante. Al segundo “round” de la cita pareció repetir todo el mundo, aunque la villa costera tuviera más actos musicales previstos para la noche del viernes. Unas 3000 personas – con unas vejigas dignas de los cabezudos, dado que apenas encontramos 3 baños portátiles en un recinto por lo demás muy bien dispuesto – se acercaron a la explanada zarauztarra para disfrutar de las canciones del dúo maño y su bien engrasada banda.

Pero vayamos por partes, que el artista invitado también tuvo su miga. El getxotarra MobyDick, ganador de un certamen celebrado en Facebook para ocupar este espacio actuante, fue el encargado de calentar el ambiente durante los primeros sesenta minutos de la noche. El, su guitarra acústica y su habitual vozarrón, esa potencia digna de Eddie Vedder (Pearl Jam) o Mark Lanegan, sonaron excelentes. Como siempre, vamos. Empezó suave y pausado para, con el paso de los chupitos de pacharán que se iba tomando, ir elevando sus composiciones hasta maravillar a los presentes. Demostrando que en los escenarios grandes su oferta es igual de magnífica que cuando le vemos en la cercanía de los garitos taberneros.

La buena música es impermeable

Aplausos. Todos los del mundo, y uno más. Para los organizadores, por tener que lidiar con los jarros de agua que caen del cielo. Para los actuantes, por intentar superar la tristeza de que tu cita cuente con una foto tan calada. Pero sobre todo para los asistentes a las actuaciones que el Jazzaldia había dispuesto en sus últimas jornadas festivas. Gentes que al mal tiempo le pusieron buena cara y abrigo impermeable.

Hay que tener mucha vitalidad para no dejarse amedrentar por nuestra ya famosa lluvia horizontal. Chaparrones que unidos a la ventisca costera hacen que el agua te pegue por todas partes y tus paraguas acaben siendo obras deconstruidas de algún happening modernista.

Como bien supondrán, esta desagradable situación alteró el programa de actos. Los escenarios gratuitos más expuestos al litoral sufrieron una cascada de suspensiones, recortando su listado de manera drástica. Del domingo noche, por ejemplo, solo quedó a flote la visita de los franceses Odezenne. Lo suyo tiene gran raigambre en el país vecino. Voces hiphoperas sobre bases programadas en un ordenador, con rasgados de vinilos, algo de danza y guitarrazos que despiertan las conciencias.

Sonidos underground

Los aguaceros también trastocaron la plantilla de ayer lunes. Se suspendieron los conciertos programados en las terrazas del Náutico y Kursaal. Algunos cambiaron de ubicación. Mursego y MobyDick pudieron trasladar sus músicas a la coqueta y, sobre todo, resguardada Sala Club del Teatro Victoria Eugenia.Fue una alegría que alguna de las más interesantes propuestas unipersonales de nuestro panorama pop-rockero pudiera presentarse ante los ojos y los oídos de gentes que no suelen bucear en mundos underground.