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Juan Luis Etxeberria Entradas

The Pains Of Being Pure At Heart: «The Pains Of Being Pure At Heart»

The Pains Of Being Pure At Heart
The Pains Of Being Pure At Heart
Fortuna pop

Internet lleva tiempo en plena ciclogénesis explosiva de elogios con el debut de estos neoyorquinos. Y con razón.

Los My Bloody Valentine de Sunny Sunday Smile («Come Saturday»), la dejadez de Field Mice («This love is fucking right») o la brillantez sonora de The Sundays se unen en esta colección de canciones de estructuras pasadas y frescura actual. Nada nuevo, pero todo bueno.

Little Joy: «Little Joy»

Little Joy
«Little Joy»
Rough Trade

Fabrizio Moretti, The Strokes taldeko bateria gizonak, muturreko ederra eman dio bere kideei disko honekin.

Rodrigo Amarante (Brasilgo Los Hermanos taldekoa) eta Binki Shapiro alboan, indie-rock eta bossanova bat egiten duen pop informala («brand new start») eta gertukoa («Unattainable», «Don´t watch me dancing») egiten dute. Piknik egunetan zurekin eman beharreko diskoa.

Elurretan: «Momo eta beste izaki batzu»

Elurretan
«Momo eta beste izaki batzu»
http://www.elurretan.com/

El disco del año. Aquí y en un txiki park. Este dúo guipuzcoano entrega un CD tan extenso como sobresaliente, que da sopas con honda a quienes se atreven de hablar de letras costumbristas.

Su pop cantado en euskera y castellano es de inspiración brit, sencillo, jovial, directo y muy contagioso. Una obra maestra. ¡Y la regalan en su web!

Discípulos de Dionisos : Sucio y rápido

El cuarteto donostiarra presenta su cuarto disco, un trabajo de porno explícito y acelerado con refrescantes novedades.

“Grupos como nosotros sólo hay uno, y cuando desaparezcamos no habrá ninguno”. Ese es el eslogan de los Discípulos de Dionisos.

Una frase cierta e irreprochable que define a la banda que menos sutilezas expresa en sus temas. “Los enigmas de la conducta humana”, su nuevo CD tras tres años de secano grabador, no hace sino ahondar en la idea de que si un vídeo de los guipuzcoanos se colara en la televisión no ibamos a entender dos frases seguidas, dado que iba a haber más pitidos censuradores que en un clip de hip hop gansta norteamericano.

Juan Jolmes.G (guitarra y voz), Berto Siffredi (guitarra), Spartakus (bajo) y Ion Stagliano (batería) confirman que sus temas de cabecera no han variado con el paso de los años. Lo suyo es el sexo, elaborado desde un punto de vista masculino que no machista y cuanto más clarito mejor.

Así ha sido desde el aclaratorio debut ’Adictos al porno guarro’. Los posteriores ‘Con pelos en la lengua’ y ’Como una droga’ no hacían sino ahondar en la vida de excesos líricos de posturitas carnales y libertinajes nocturnos. “No hemos evolucionado una mierda, eso no va con nosotros. Pasamos de etapas oscuras y experimentales. Eso es para perdedores“.

Like Honey: «Leaves»

Like Honey
«Leaves»
[Hybris]

¿Recuerdas la inmediatez de Echobelly?¿Y la suavidad de Club 8? Estos suecos siguen por la senda de la sencillez del pop, tomando su nombre de los Jesus and Mary Chain (a los que nombran en «Old boy») y ofreciendo pasajes indies clásicos y ensoñadores para ñoños recalcitrantes, celestiales o guitarreros, que tan sólo se quieren dejar llevar sin modas ni gurús. Bonito primer paso.

Emily Jane White, Antonia Font: Alegrías y penas

Intérpretes: Emily Jane White (guitarra, teclados, voz), Carey Lamprecht (violín). Por parte de Antonia Font tocaron Joan Miquel Oliver (guitarra), Pau Debon (voz), Pere Manel Debon (batería), Joan Roca (bajo), Jaume Manresa (teclados). Día: 14 Noviembre 2008. Lugar: Teatro Victoria Eugenia. Asistencia: unas 300 personas.

Curiosa, y atractiva por motivos bien diferentes, la velada doble del pasado viernes en el Victoria Eugenia. Por una parte la emoción intimista de la norteamericana Emily Jane White y por otra la siempre sorprendente actuación de los mallorquines Antonia Font. Contrastes de emociones que se saldaron con dos buenas y aplaudidas actuaciones.

White, blanquecina y con pintas de estudiante aplicada, se presentó en el escenario en compañía de una violinista. Solas se bastaron y se sobraron para hacernos gozar mientras nos revolcábamos en el barro de la melancolía, la tristeza otoñal y la emoción, tomando forma en el asiento que nuestras nalgas han dejado sobre la moqueta de tanto mirar la lluvia desde nuestra ventana.

Emily hacía lo mismo que nosotros, ponerse discos tristones para disfrutar de esos momentos taciturnos, hasta que se puso a cantar. Y le salió una voz folk muy sentida, árida y cercana, a lo Cat Power o Joan As Police Woman, acompañada de arpegios de guitarra y largas estructuras que al piano sonaban casi a Anthony & The Johnsons. Eso sí, alegrías las justas. Parece que entre bambalinas se repartieron las euforias y el lado optimista y contagioso cayó del lado de sus compañeros Antonia Font.

Los mallorquines llevan una buena tacada de discos asomando el hocico desde los mundos alternativos a empresas de mayor calado, buscando romper las barreras de su zona idiomática. En ocasiones lo consiguen (su “coser i cantar”, fue el mejor álbum de pop de los Premios de la Academia de la Música 2008). Y mira que su mundo melódico es particular, como bien quedó demostrado en su cita donostiarra.

Una noche que consiguió reunir a un numeroso número de catalanoparlantes en las butacas. Afortunados ellos, que pueden gozar en plenitud de los retrueques líricos que la banda formula en sus canciones: Textos irónicos y traviesos, tan ingenuos como surrealistas, casi sicodélicos, isleños en su inspiración.

La música corre igual de libre, aunque los matices del disco sean más gozosos y locuelos aún. Tonos que transitan por el desvarío controlado, parando sobre todo en la melodía pop (preciosa “Armando Rampas” y la otra media docena de dulzuras) y dejándose complementar con mil y un ropajes diversos.

Puede tirar hacía Brasil, hacerse rapera en los cantares, intuir aires de vieja boite decadente, ser juguetona hasta convertirse en B.S.O. de un jardín de infancia, dejarse acompañar por el sonido de dos ositos de juguete, o empezar melosa para acabar como un hit de Rage Against The Machine.

Con una personalidad tan marcada como alejada de la cerrazón estilística, los chicos de Joan Miquel Oliver demostraron que el suyo es un soplo de aire fresco en nuestra monotona discografía diaria.

Belle and Sebastian: «BBC Sessions»

Belle and Sebastian: «BBC Sessions»
[BBC Radio]

Las viejas canciones, ahora grabadas para la BBC, de esta banda escocesa siguen siendo preciosas, y más desnudas y emocionantes aún si cabe en este lanzamiento de la radio británica.

Con cuatro temas inéditos y un CD con concierto live, los maliciosos pensarán que cualquier tiempo pasado fue mejor y los acérrimos que este es un buen entretenimiento antes del próximo álbum oficial.

Enrique Bunbury: El hombre delgado no flaquea

En lucha contra crisis económicas y agendas repletas de actos interesantes, Enrique Bunbury estuvo a puntito de llenar el Velódromo en la presentación de su último trabajo Hellville de Luxe.

Con el escenario dispuesto a lo ancho y no a lo largo de la cuerda, en lo que vendría a ser un par de kursaales de asistencia, el maño encandiló a los presentes con un gran concierto en el que, como era de esperar, todos los focos le iluminaron a él.

Expresivo hasta el disloque casi raphaeliano, descarnado y torciendo su cuerpo hasta elaborar tumbadas dignas del motero Jorge Lorenzo, con pases toreros, puñetazos al aire, paseos sobre el escenario, saludos al sol y poses a lo Jagger, Bunbury sigue tan gesticulante y teatrero como siempre. Lo cual no tiene porque ser malo. La suya es una de las mejores estampas sobre un tablado nacional, con una voz juguetona, grave y personal en plena forma.

Aunque a la gira actual, al menos en la capital guipuzcoana, hay que ponerle un pero y un aplauso muy grande. La crítica se dirige al excesivo volumen ofertado y lo agudo de muchos punteos de guitarra, cercanos a alguna técnica de tortura defenestrada años ha. La felicitación, inmensa, al diseñador del escenario y las luces.

Pocas veces se verá un trabajo, empezando por la especie de cama redonda roja que lo centraba, en el que los numerosos complementos visuales se adapten de manera tan bella y concisa a lo cantado, sin cegadores fogonazos gratuitos.