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Categoría: Reportajes

Jazzaldia 2018: arranca la parranda playera

La fiesta inaugural de las terrazas del Kursaal volvió a ofrecer un sabroso picoteo melódico a cielo abierto

En Pamplona tienen el chupinazo. Nuestra Semana Grande se honra de tener un cañonazo. Y el Jazzaldia, para seguir con los “-azos” festivos, inicia sus celebraciones musicales con un pelotazo sonoro de entrada gratuíta en el que abunda la pluralidad creativa. Ellos lo llaman de manera oficial “Jazz Band Ball”, se celebra en la trasera del Kursaal y empieza a media tarde. Pero la gente de la calle lo conoce como el comienzo de las “senas de pikoteou” sonoro, que diría el quesero francés de aquel anuncio televisivo ambientado en París.

El festival también se asienta en los terrados, como el holgazán francés ese de las cenas. Pero tenemos otra clase, otro “savoir-faire”. En el Jazzaldia todo lo que se ofrece es fresco, hecho al momento, recién salido del horno, tocado e improvisado, jazzero y salsero en todas sus acepciones. Ahí estaba Rubén Blades como estrella del día inaugural para demostrar la amplitud de esa etiqueta. Y nada de echarse pintxos al plato y contar los palillos, “mon Dieu”. Aquí paseamos de garito en garito, del Escenario Frigo al Heineken pasando por el Verde o el Coca Cola, parando un rato si la ocasión lo merece.

Un tinglado que gusta

Así obraba el hernaniarra Pedro Gómez cuando le dimos el alto frente al concierto de Bruce Barth y sus colegas. “Acabamos de llegar de la playa y nos vamos a perder un poco por esta zona. Me encanta el tinglado que montan aquí. Tengo muchas ganas de ver a Rubén Blades, pero a ver si estos me dejan, que se hace un poco tarde para ellos”. Sus “estos/ellos” respondían al nombre de Ibai y Marta, niños que no tenían pinta de parar ni para tomar impulso.

Miedo me dio preguntar a estos infantes su opinión sobre el show del Bruce Barth Trio, quienes presentaban en el espacio Frigo su revisión de las composiciones del grupo psicodélico norteamericano The Grateful Dead. El concierto arrancó de forma estupenda, pero verles aún enfrascados en la etapa ”cantajuegos” nos frenó en la acometida.

Movimos el micro hasta la posición de Ana Epelde, una donostiarra rodeada de amigos y amigas a la que casi molestamos con nuestro saludo inicial, atenta como estaba a lo que sucedía sobre el tablado. “Conocía algunas canciones de los californianos. Pero este trío las hace irreconocibles. ¡Me está encantando!”. Lo dijo con tanto énfasis que deberíamos haber puesto la oración en mayúsculas.

Su ímpetu se contagió al resto de asistentes, que llenaron las sillas desde el primer minuto y gozaron de las composiciones del trío. Temas plagados de solos que aplaudieron a rabiar. Melodías de gran elegancia que conformaron lo que probablemente fue el momento más exquisito de esta primera tanda. El jefe de la banda, el señor Barth, salió con una camisa que ni Chicote en sus pesadillas cocineras. Fue lo de menos, porque la velada discurrió tersa y elegante. Suave como la noche que comenzaba a caer.

Energías juveniles

En la Terraza Heineken asistimos el despliegue del tremebundo Tom Ibarra mientras la zona iba aumentando el número de visitantes. El joven guitarrista francés (¡18 años!) actuaba en formato quinteto, con una formación en la que abundaba la muchachada. Lejos de pillarse el foco principal en solitario, el de Bergerac dejó mucho espacio a sus compañeros, quedando el saxofonista como teórico director de escena. Unos y otros discurrieron por pasajes tendentes a la balada en los que no faltaron los brincos funk. Una energía esperada y deseada, demonios, que son zagales antes que virtuosos.

En Donostia el compositor Ibarra le echó “piparras” a sus rasgados, dejando ojipláticos a los allá presentes con sus acordes imposibles. Un trabajo que destacó por su elegancia y finura más que por la rapidez en los pulsos. Seguro que el festival ya le ha echado el ojo a Jazzindia, proyecto paralelo en el que Tom fusiona el jazz y la música clásica indostánica.

Por último, pero no menos importante, atendimos al Espacio Coca Cola, “txoko” escorado y con arbolillos situado en el propio paseo de la playa. Los conocidos miembros del combo Trizak (el saxosofonista Julen Izarra, Jon Piris al contrabajo y Hasier Oleaga a la batería) desplegaban sus pasos jazzeros con dulzura y cierta ternura nocturna, muy acorde con las nubes que comenzaban a poblar la zona. La brisa que llegaba del mar se mezclaba con las frases de la gente. En el aire flotaban las palabras “Blades” y “GoGo Penguin” como los nombres más relevantes de un turno nocturno que escapaba a nuestros escritos.

Jazzaldia 2018: Músicas para todos los gustos

Decenas de conciertos conforman la rica oferta gratuita de las terrazas del Kursaal

El Jazzaldia que hoy comienza siempre se ha caracterizado por ofertar música de gran calidad sin tener que pagar una entrada para disfrutarla. Con las terrazas del Kursaal como centro relevante de actividades, el certamen mantiene una vertiente popular y social que cuida con esmero. Un capítulo en el que hay jazz, por supuesto, pero también músicas de otros colores. O sonidos de “amplio espectro”, que diría el Doctor House sobre sus medicinas.

Mientras el Escenario Verde acogerá estrellas de relumbrón como Rubén Blades, fiestorros de donostiarrismo popero (Amateur y Mikel Erentxun), apuestas de futuro que le pegan un buen bocado al presente (Izaro) y potentes autoras foráneas (Anna Calvi), la vida se extenderá más allá de las actuaciones que veremos y escucharemos con los pies metidos en la arena.

La variedad está asegurada en los tres escenarios de las terrazas situadas en la parte trasera del Kursaal. Si les tira el rollete juvenil este domingo tienen a Nerabe arreándole a post-punk hedonista. A los amantes del pop experimental de raíces les recomendamos ir a Beñat eta Julen Achiary & Joseba Irazoki y su espectáculo “Bashoan” el próximo sábado. Sin salir del euskera como idioma cantor los chicos folk-poperos de Oso Fan actuarán en la Terraza Heineken el domingo. Y fusionando pasado y futuro verán esta noche al combo GoGo Penguin. Un trío británico al que le chifla Aphex Twin, John Cage, Debussy y Massive Attack. Menudas cuatro patas para un banco sonoro…

Baño jazzero

Si lo suyo es el jazz el baño que se van a pegar será de los que dejan arrugas en los dedos. Por destacar algunos eventos gratuitos nos quedaremos con el “Endangered Blood” (jueves y viernes en el Espacio Coca Cola), el niño prodigio Tom Ibarra (hoy en la Terraza Heineken) o el momentazo de Bruce Barth y sus colegas deconstruyendo las ácidas tonadas del grupo Grateful Dead (esta noche, en el espacio Frigo). La fiebre -jazzera- del sábado noche podrá satisfacerse con el estiloso pianista galo Hervé Sellin y su trío en la Terraza Heineken.

Y hay nombres que, más allá de su calidad y firmeza, no dejan de ser una invitación: ¿Acaso ustedes se perderían un concierto protagonizado por la banda “The Machetazo” (domingo)? ¿Y un bolo con dos baterías (Double Drums Quartet, este viernes) ¿Acaso evitarían un vistazo a quienes el 29 de este mes se presentarán bajo la etiqueta de “Furia Txistulari” sin tocar ni por asomo el mencionado instrumento tradicional vasco? Anden tranquilos con las denominaciones. Más allá del innegable gancho nominal unos y otros se arropan en el jazz.

La Donostia orquestal

Y habrá grandes orquestas, claro, evidentemente, cómo no. El formato que tan bien ha calado siempre entre los espectadores de estas explanadas tiene un par de muescas en esta edición. La Reunion Big Band (viernes, Espacio Frigo) y la agrupación de la Escuela de Música y Danza de Donostia (el sábado en idéntico emplazamiento) harán las delicias de los seguidores de estas composiciones antiguas de porte tan distinguido. Se augura una pelea de sillas en estos eventos, dado que otros años estas sonatas se desplegaban frente al más espacioso Escenario Frigo. ¡Qué seria de un acto donostiarra sin estas pequeñas mini polémicas!

Resumiendo: acudan, picoteen, alucinen, prueben, bailen, gocen y si encuentran algo mejor en otro tablado de estas zonas gratuitas, vayan a él con respeto y sin mayores vergüenzas. Estos escenarios ofrecen un arcoíris de melodías en el que más pronto que tarde podrán toparse con algo de su color favorito.

Publicado en El Diario Vasco

Musikagela Fest: Tórrida fiesta de fin de curso

La idea de montar actividades en los parques siempre es un acierto. El plan de unir música, suelo mullido y reuniones de amigos no suele fallar nunca. El Jardín de la Memoria situado en Riberas de Loiola fue el escenario de la primera edición de este Musikagela Fest coordinado por la propuesta municipal Musikagela. Un servicio público que apoya a los grupos de la ciudad con locales de ensayo, conciertos y cursos especializados.

El evento comenzó sobre las once de la mañana con una clase práctica de “beatboxing”, la recreación de patrones rítmicos y sonidos musicales usando sólo la boca, los labios y las cuerdas vocales. Los niños y sus padres atendieron encantados las explicaciones de Orodreth, un “beatboxer” de Barakaldo. La clase acabó con un divertido juego en el que los más pequeños fueron añadiendo y solapando sonidos de animales realizados por ellos mismos.

Cerca, bajo unas sombrillas, se arremolinaban otros nenes en un taller de dibujo de inspiración rockera. A su vera los mayores buscaban un quitasol. El parque no se caracteriza por ser un lugar frondoso y el día había amanecido tórrido a rabiar.

El cántabro Rulo actúa hoy en una terraza hostelera donostiarra

Los fans del rock patrio tienen una cita ineludible esta noche en el Convent Garden donostiarra. El cantante Raúl Gutiérrez «Rulo» pisa el mirador del establecimiento de la calle Easo para ofrecer la versión acústica de sus temas más famosos gracias a la propuesta “Live The Roof”. Un ciclo veraniego de conciertos que se celebra en terrazas de trece ciudades españolas buscando crear una atmósfera íntima entre los artistas y el público. En palabras de los promotores, la idea defiende “rememorar aquel mítico concierto de los Beatles sobre una azotea. Un momento que muchos artistas del planeta han querido homenajear”.

Rulo y su banda, llamada “La Contrabanda”, han cosechado un gran éxito con la publicación del disco “El doble de tu mitad”. Un CD lanzado en el 2016 que ha llegado al número uno en las listas más relevantes. Un hecho que le ha permitido realizar innumerables conciertos a lo largo y ancho del mundo latino. Su última gira “Objetos Perdidos”, con músicos entre los que destacaba el batería tolosarra Karlos Aranzegi, ha sido un paseo triunfal que ha agotado el taquillaje en 21 localidades antes de finalizar hace unas semanas en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid.

Aparcados los grandes escenarios, las cortinas de los teatros y los focos cenitales, Rulo aligera el equipaje para subirse a los tejados y reinterpretar sus melodías más conocidas en un formato más íntimo, aprovechando la cercanía de sus seguidores para ofrecer algunas sorpresas. La cita guipuzcoana ha agotado el papel, sumándose así a la moda “rulista” de vender todos los tickets por adelantado. El ciclo “Live The Roof” se completa en nuestra capital con las actuaciones de los sevillanos Full (7 de septiembre) y el indie clásico de La Habitación Roja (22 de septiembre).

Día de la Música: conciertos a la sombra del solsticio

El Día de la Música finalizó ayer sus celebraciones en Donostia con una fiesta en el centro de la ciudad.

“¡Pero si todos los días son los Días de La Música en la capital guipuzcoana! ¿Has visto la cantidad de recitales que hay en la agenda diaria?”, decía una muchacha a nuestro lado en el festival que ayer se celebró en la donostiarra Calle Loiola. No le faltaba razón. Pero este festejo toma una fecha, la del solsticio de verano – 21 de junio-, para festejar de manera internacional los parabienes de este arte.

En San Sebastián, capital en la que hacemos que las Quincenas Musicales duren un mes, la data se ha convertido en toda una semana de festividades. Durante estos días la Escuela Municipal de Música y Danza ha sacado a sus alumnos a pasear por las distintas plazas, quioscos, casas de cultura o residencias. Otro que no ha fallado a esta cita los últimos ocho años ha sido la tienda FNAC. En colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad y la promotora Ginmusica organiza un certamen el sábado más cercano al Día de la Música (el 23 de junio este año) con grupos noveles y afamados ocupando el escenario situado en este importante ramal comercial de la ciudad.

Las actuaciones comenzaron al mediodía con las tranquilas melodías de la autora Raitx mientras el público buscaba la sombra de las cornisas. Cascaba de lo lindo cuando el bilbaíno Sabin y su banda se subieron al escenario. Tras ellos llegaron las alegres músicas de Dr. Mahas’s Miracle Tonic. Un combo que animó el “vermuteo” con sonidos repletos de swing. Músicas de “perreo viejuno”, como afirmó el cantante de la formación.

Las ediciones diurnas de estos eventos potencian el picoteo sonoro. Por la zona se pudo ver a algunos acólitos que habían ido a escuchar a su ídolo, a gente que venía o iba a la playa atendiendo durante una o dos canciones y a niños que corrían por la zona como si aquello fuera la planta baja de Tabakalera. Hasta observamos un par de despedidas de soltero atendiendo a los acordes.

El turno de tarde arrancó con el accidentando último concierto de la banda Nothing Box. A continuación la gente de Nerabe desplegó todo su arsenal de energía juvenil. Que fuera sábado e hiciera buen tiempo después de tantas lluvias no pareció ayudar a que el espacio alcanzara su tope. Aunque los promotores estaban contentos. “Seguro que superamos los 5000 asistentes de la edición del año pasado, la más exitosa hasta la hoy”, comentaba Nerea Kortabitarte, la responsable de comunicación de la FNAC.

Con la soberbia actuación de Travellin´ Brothers el espacio comenzó a llenarse. El fantástico “Rhythm and Blues” de los vizcaínos, con más de un millar de bolos a sus espaldas, contó con el apoyo del teclista Mikel Azpiroz. El cartel se cerraba con Rural Zombies y su música “indie” oscura y enérgica.

El concierto de Stephen´s Shore cambia de ubicación

La actuación de los suecos Stephen´s Shore y los navarros Nuevos Hobbies, prevista para esta noche en la sala Dabadaba de Donostia, finalmente tendrá lugar en la fábrica de cerveza Gross Brewery situada en la Calle Pilotegi número 8. La cita dará comienzo a las 19,30 horas y la entrada es gratuita

La banda escandinava, que toma su nombre del famoso fotógrafo norteamericano, viene por primera vez de gira a la península con todos los deberes hechos. Su visita, que también pisará Zaragoza y Madrid, nos permitirá disfrutar de la formación al completo: 5 músicos con tres guitarras, alguna de ellas de 12 cuerdas los cual le dará un brillo especial a las composiciones.

Han vendido la primera tirada de su debút “September Love”, grabado en un granero y editado por la empresa madrileña Meritorio Records. La discográfica anuncia que dispondrá de una reedición en CD de esa primera perla de pop tranquilo y preciosista en los conciertos de esta gira. Su música se ha comparado acertadamente con el brillo añejo de The Byrds o la sencilla felicidad de Real Estate, ampliando con sus creaciones la buena fama que Estocolmo tiene en el mundo del pop independiente.

La agrupación Nuevos Hobbies hará las veces de telonero. El cuarteto de Pamplona, que grabó en la empresa donostiarra Muir Estudios este segundo álbum que ahora presenta, cuida las melodías con mucho mimo. Les han emparentado musicalmente con Los Brincos, The Smiths y Luna, mientras en sus letras flota el desamor entre otras tonadas de divertido costumbrismo.

Música griega y de autor en escenarios pequeños

El cantautor Morau y la banda Dirdira Dardar actúan esta tarde en Donostia.

Más allá de auditorios, casas de cultura y salas de conciertos, Donostia acoge de manera puntual actuaciones en espacios más recogidos. Establecimientos que ceden sus esquinas o pequeños tablados para conciertos en los que destacan la cercanía con el autor y la intimidad del momento. Esta misma tarde hay previstos dos de estos momentos especiales, con la presencia del cantautor Morau en el Euskaltegi AEK del Antiguo y el show de la banda vasco-griega Dirdida Dardar en la librería Kaxilda del centro de la ciudad.

El hernaniarra Andoni Tolosa “Morau” acercará sus creaciones al centro educativo de la calle Escolta Real en un evento titulado “»Erakusketa Musikatua; Musika Irudikatua» (“Exposición musicada, música dibujada”), una mezcla de láminas y canciones alrededor de su nuevo disco “Egunsentiak Alferrentzat”.

El álbum, que saldrá a la venta el mes que viene, es la obra más personal del autor. Sus doce composiciones retratan la vida de este guipuzcoano alrededor de la enfermedad de su madre, aquejada de Alzheimer. Un paseo triste y azaroso en el que Tolosa quiere destacar con ingenio las particularidades del día a día. A la espalda de sus melodías se podrán observar las ilustraciones realizadas por el dibujante Iñaki Martiarena Otxotorena “Mattin” al respecto, en una exposición que se extenderá, acabado el concierto, hasta el 26 de Enero. La cita de hoy es a las 19 horas.

A esa misma hora, en la librería situada frente al antiguo frontón de la Calle Arroka, la ciudad acogerá el estreno de la banda Dirdira Dar-dar, agrupación compuesta por cuatro músicos vascos que cantan en griego. El bouzouki, el acordeón, el baglama, el daf, el darbouka, la guitarra y sus cuatro voces (entre las que destaca la presencia de Rafa Rodrigo, antiguo miembro de los grupos Skunk y Willis Drummond) nos sumergirán en el universo del Rebético. Este estilo musical nacido en el Pireo a comienzos del siglo XX es comparado con el tango, el fado o el blues por su origen marginal y su temática, generalmente relacionada con amores trágicos. Y para que al evento no le falte de nada, tras alimentar el oído los organizadores prometen saciar el paladar con un picoteo de deliciosos aperitivos griegos para seguir evocando los olores, sonidos y sabores de este pueblo mediterráneo.

Especial navidad: un fin de año musicalmente espectacular

Los amantes de los conciertos cuentan con innumerables opciones los últimos días del año en Donostia.

“Vuelve, a casa vuelve, por Navidad”, el eslogan de aquel anuncio turronero, parece también contar con otras consecuencias culturales. Mirar la agenda donostiarra de estas jornadas, construida también para llenar el ocio de quienes vuelven a su ciudad en estas fiestas, es pegarse un fantástico atracón de actividades. Abundan los solapamientos en los dietarios gracias a un menú jugoso y diverso que incluye pop, rock, música electrónica y folk moderno.

La parranda comienza hoy mismo. Atom Rhumba (ver entrevista en la página adyacente) y Jorge Drexler aterrizan en la capital guipuzcoana. El argentino actuará en el Kursaal con su espectáculo “Salvavidas de hielo”, título de ese último disco en el que todo, todito, todo ha sido grabado con la guitarra y sus distintos componentes: Las cuerdas, la caja de madera, la piel de un banjo, el metal de un dobro… El resultado, experimental y muy rítmico, es un trabajo lleno de melodías atractivas. Y haya calma, irredentos, que el concierto se anuncia bajo formatos y sonidos más habituales. La tercera pata del asiento de eventos de la jornada se completa con la actuación de los guipuzcoanos White Towels Blues Band en Tabakalera.

Mañana sábado será el tiempo de la electrónica, con la explosíón creativa de la vizcaína Rrucculla. Una joven autora que ya ha tenido tiempo de llevarse tres premios en el prestigioso certamen Villa de Bilbao y tocar en sitios tan relevantes como el Primavera Sound o el cercano BBK Live. Y a quien le gusten ese hecho tan donostiarra de “ir de picoteo”, la gente de Katapulta ha montado su segunda muestra interdisciplinar de creadores vascos. Una fiesta diurna en Tabakalera en la que además de actuaciones musicales habrá películas, danza, ilustración y teatro.

Tras los días familiares de opíparas comidas y llegadas de Olentzero la agenda vuelve a llenase de interesantes actividades. La banda zarauztarra Lou Topet cerrará la gira de su disco “Pete Seeger gogoan” el 27 de este mes. La segunda de sus muescas sobre canciones ajenas pasadas al euskera con la ayuda de Harkaitz Cano, una colección inaugurada con la elegante colección “Abesti Bat Gutxiago”, se centra en la interesante carrera musical del cantautor Pete Seeger. Ese mismo miércoles India Martinez acercará su “tour secreto” al Kursaal. Su pop de inspiración intimista y aires aflamencados hará las delicias de los amantes de la música radioformulera más sensible.

El Día de los Santos Inocentes no es ninguna broma si nos referimos a los conciertos que se celebran en San Sebastián. Por una parte los donostiarras Amateur presentarán su disco “¡Debut!” en una fiesta con infinidad de invitados del pasado y el presente de aquello que se llamó “Donosti Sound”. Los antiguos componentes del grupo La Buena Vida echan mano de algunos compadres para aderezar sus canciones: Diego Vasallo, Rafael Berrio, Joserra Senperena y Jaime Stinus, entre otros, se subirán al escenario del Victoria Eugenia.

El calendario actuante del jueves se completa con Maria Arnal y Marcel Bages. La pareja es una de las irrupciones más potentes y fascinantes de la escena pop nacional. Ahí está su inclusión en las listas de lo mejor del 2017 de las revistas más modernas. Su música es una feliz colisión de sonidos que van del folclore, el fado o la vanguardia al pop independiente y el traqueteo con los loops. Les acompañará Amorante, otro culo de mal asiento en este mundo de bucles sonoros y el folk en su acepción más aperturista.

El 29 de diciembre chocarán dos pesos pesados del pop nacional. Por una parte nuestro Mikel Erentxun desplegará las canciones de su álbum “El hombre sin sombra” en el Victoria Eugenia tras haber visitado Sudamérica a comienzos de este mes. El autor local anuncia “canciones escondidas e invitados inéditos” en lo que seguro es otro gozoso repaso a su amplia discografía pasada y presente. También el viernes Angel Stanich lanzará su arsenal melódico en la capital guipuzcoana. Su fama va pareja al crecimiento de la barba que se gasta en las fotos promocionales, y ya es un habitual de los festivales veraniegos, repitiendo presencia en la ciudad justo un año después de su última parada también navideña. A medio camino entre el pop, el rock y el indie, las canciones de este santanderino remiten a Pereza o Quique González y remarcan el lado más festivo y canalla de estas citas nocturnas.

Entre los guitarrazos de uno y otro se colará la actuación de la formación Naica en la sala Kutxa Kultur de Tabakalera. Los de Hondarribia son el mejor ejemplo de estos retornos vacacionales navideños (su bajista vive en Londres), y aprovecharán la fecha para presentar su escurridizo disco “Rara avis”, un bello paseo por el pop melancólico que en esta ocasión llegará acompañado de instrumentos de cuerda.

Los fastos musiqueros del 2017 se cierran el 30 de diciembre. Ese día la vitalista agrupación guipuzcoana Sky Beats unirá fuerzas con el teclista Paul San Martín para interpretar las canciones de sus dos álbumes y presentar algunas de las nuevas composiciones. Y como remate sabatino, la cita con las nuevas promesas del pop independiente personificada en la actuación de los grupos pamploneses Ex-Novios y Melenas. Los primeros acaban de editar su primer disco, un fantástico homenaje al pop británico y la sicodélia pasada de reverberación. Característica esta última que comparten con la otra banda del cartel, las cuatro chicas del combo Melenas, mucho más garajeras que sus convecinos.

La copiosa actividad no para con el cambio de calendario de pared. Para las primeras semanas del 2018 se anuncian reseñables homenajes a Tom Petty, a Delorean deconstruyendo las canciones de Mikel Laboa, el jolgorio del London Afrobeat Collective o el ciclo de cine documental musical Dock Of The Bay, con sus sesiones de DJ y veladas musicales (Kokoshca). ¡Felices fiestas y prospero concierto nuevo!