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Jon Maia: La fórmula mejorada

Intérpretes: Jon Maia (voz), Gorka Hermosa (acordeón), Pello Ramirez (chelo), Nacho Soto (piano, sintetizador) y Nerea Quincoces (percusión, voz) e invitados. Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 09-02-2024. Asistencia: lleno, unas 900 personas.

Segundas partes siempre fueron peores. Es el sambenito del cine. Jon Maia volvía a ese Victoria Eugenia que ya ha llenado dos veces para presentar ‘Kantu berri bat gara’, la continuación natural de su lujoso estreno. ¿Confirmó su nueva visita el enfoque cinéfilo o, por el contrario, esta ‘fórmula mejorada’, como afirman en los anuncios de detergentes, sacó mejor nota aún que su predecesor? Veamos…

Los números impactan. 150 minutos de duración. Con un señor que habla la mitad del tiempo, a veces entre las canciones y otras dentro de ellas en eso que los ingleses llaman ‘spoken word’. Uno no sabe si asiste a un show o a un mitín. Pero Maia es un maestro y consigue atraerte a su bello mundo. Su concierto-experiencia ahonda en las bondades de la cultura vasca, su identidad, la belleza y la diversidad. En muchas ocasiones con un fondo profundo y otras dibujando una sonrisa. Para más inri, parafraseando a Van Gaal, el muchacho es “siempre positiffo”.

El autor guipuzcoano se mostró encantado de que las nuevas generaciones usen el euskera para crear. Por eso entre los invitados abundó la juventud. Muchos y muchas estaban en el Zaria Korua de Rentería que impresionó en el arranque de ‘Lurpeko ederra’ y, sobre todo, en la pieza de inspiración post-rock ‘Kantu hau kantatu’. O los bailarines de Oinkari Dantza Taldea, que no llegaban a la veintena frente a la asistencia “middle age”. Olaia Inziarte, socia en ‘Ta Orain’, fue sin duda la mejor voz que ayer pisó el teatro.

Hubo presencias emocionantes, como la de Martxelo Otamendi repasando su vida en canciones y dejando espacio para recordar varias de de las injusticias actuales. Y los aplausos que se llevó Itziar Ituño eran, sin duda, para algo que vivía más allá de su certera interpretación vocal en la afrancesada ‘Gizon txikia negarrez dago’.

El de Zumaia y su banda han refinado sus músicas. Ahora llegan más sutiles, acústicas, con mayor finura. Viajando desde la sabrosura latina hasta el folk celta pasando por el pop más puro de ‘San Telmoko Aldean’ o el emocionante preciosismo de ‘Non geratzen den denbora’. La mejor de la noche por mil razones y colores fue ‘Euskal Herria B’. Hubo momentos para la ensoñación y la mezcla (‘Hotel Torrontegi’) defendiendo siempre la libertad, la unión y el pasado como bases para el futuro. Si la cultura te traslada a otros mundos espero que en ese espacio exterior Jon Maia tenga un espacio relevante. Se lo merece.

Publicado enCríticas de conciertos

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