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Nueva épica

Intérpretes: Eñaut Elorrieta (voz), Beñat Serna (guitarra eléctrica), Ruber Caballero (guitarra eléctrica) Igor Artzanegi (bajo), Jon Fresko (batería), Iñaki Zabaleta (piano). Lugar: Teatro Victora Eugenia (Donostia). Día: 14 de enero del 2016. Asistencia: Lleno, unas 900 personas

Después de llenar dos días el bilbaíno Teatro Arriaga los vizcaínos Ken Zazpi llegaban con una apuesta aún más alta: dejar sin billetes tres pases en nuestro Victoria Eugenia. Prueba conseguida. Nosotros asistimos a la primera pasada, la del jueves. Y trataremos de informarles de lo sucedido sin soltar muchos “spoilers”.

No revelamos ninguna confidencia si afirmamos que entre los presentes había gente de todas las edades: Unas niñas que parecían estrenarse en esto de los teatros poperos, unas chiquillas que se sacaban fotos aprovechando los lujosos pasillos, parejas canosas,… La mejor de todas, la señora que asistió con gafas de sol para evitar los ocasionales fogonazos de luz desde el escenario. Fue la envidia de varios presentes.

Los de Gernika venían a presentar su último CD “Phoenicoperus” (traducible como “Ave Fénix”). Unas canciones que protagonizaron la primera parte del set. Tonos que les alejaban un poco de sus formas más conocidas y que les emparentaban con otros totems populares como Izal (“Big Bang”). Salvando las distancias líricas, por supuesto. A estos vascos les arropan las letras de Harkaiz Cano, Maialen Lujambio -precioso el tema “Eta azkenak hasera”- o Amets Arzallus entre otros.

Como también supondrán, sonaron muchas de las tonadas más conocidas del grupo: “Haizea” e “Ilargia” (a dos guitarras) lo hicieron en un momento inesperado. Y, por supuesto, hubo épica para dar y tomar. El estilo que más fama ha dado a Ken Zazpi sigue muy presente en la lista. La selección de temas pareció contentar a todos. Así lo demostró el abundante coro popular presente.

La banda dedicó canciones a los asistentes a la manifestación del pasado sábado en Bilbo (“Hemen gaude”), a la gente distinta (“Zuhaitz adarlotuak”) y a los desplazados por las guerras (“Oihu loreak”, una de las mejores composiciones de la noche). Y tras un par de horas de show los músicos se perdieron por el fondo del escenario austero y efectivo. Hoy, la segunda cita.

Publicado enCríticas de conciertos

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