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Comer, beber y bailar en la isla.

Uno de los planes más novedosos de la Aste Nagusia 2010 se celebra cada noche en la Isla Santa Clara. La cerveza Amstel, el patrocinador más musiquero de todos los que apoyan las fiestas donostiarras, ha montado un pequeño oasis con bebida gratuita, picoteo y música excelente al que se accede por invitación o sorteo. Nosotros nos acercamos el pasado domingo, y esto fue lo que vimos, bebimos y bailamos.

La cita arrancó en el puerto donostiarra. A las 21.30 horas accedimos a uno de los barcos que realizar los desplazamientos entre la capital y su isla, contratado para la ocasión por la empresa organizadora. Tras un breve paseo marítimo, los 50 elegidos llegamos a destino bajo una lluvia de pompas de jabón sobre sones imperiales: Los tonos de La Guerra de las Galaxias, pinchados por el discjockey de la noche, el inconmensurable Guille Milkyway. Dj Amable y él, dos figuras del rejoneo melódico, son los encargados de poner canciones en estas fiestas.

Nos trasladamos al acotado situado al final del bar. Allí hay dispuestas mesas especiales con cervezas incorporadas. Y comienza el pase de modelitos (de nueva cocina vasca). El catering ofrecido fue tan completo como exquisito, cerrado con una porción de chuleta asada al momento y postres que harían saltar cualquier medidor de diabetes. La música, ese pequeño olvidado cuando el deporte central es estirar el brazo para adquirir alimentos, completó la velada con composiciones ambientales de elegancia supina: Easy listening nada convencional, canciones de cubeta de discos llenas de polvo, temas de Indian Vibes…

Melodías que se debieron cortar en el momento de los fuegos artificiales. Desde el novedoso emplazamiento, con la bahía al frente, el donostiarra exige (sí, exige) silencio total para el instante cumbre de sus fiestas. Lástima que el pasado domingo, día de la empresa austriaca, la colección no acompañara lo más mínimo.

Acabada la traca visual y alimentaria, la gente fue acercándose pasito a pasito hacia la pista de baile, un espacio rematado con una bola de discoteca suspendida de una grúa. Algunos de los presentes, tras saciar su apetito, decidieron perderse el broche de la velada, montando en la barca que partió rumbo a tierra a las once de la noche. El resto de invitados (y espontáneos. Hasta 4 barcos atracaron en la isla) se entregó a una colección de canciones preciosas.

Milkyway, el hombre detrás del grupo La Casa Azul, es un comediscos que puede ofrecer rebuscadas melodías afrancesadas y gemas del pop japonés más optimista. Pero también sabe adaptarse a las explanada físicas y mentales con una selección más popular. De entre las cosas que pillamos al vuelo, recordamos haber bailado con Morrissey, el tema central de la teleserie “Vacaciones en el Mar”, Housemartins, ABBA, los Beach Boys, The Cure, Pulp, el “Soy una punk” de Aerolíneas Federales y muchas otras perlas del pop patrio que no desvelaremos para no hipotecar el gozo de futuros asistentes.

La cita se cerró con Elvis Presley en los altavoces y la gente accediendo al bote que les llevaría de regreso a tierra a la una de la madrugada. Por cierto, si quieren asistir a estas fiestas, aún pueden hacerlo. Finalizada la promoción que se realizaba en bares y supermercados, sólo queda abierta la opción de los “Sorteos Express” que la marca cervecera ha dispuesto en “Amstel Nagusia”,su página de Facebook.

Publicado enReportajes

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