Saltar al contenido

Concurso Pop Rock Ciudad de San Sebastián: Una final muy rockera

La XVI edición del concurso Pop Rock Ciudad de San Sebastián celebró su final en el Peine del Viento con asistencia de numeroso público.

Pocas horas después del cañonazo que daba inicio a las fiestas de la Semana Grande tenía lugar la final del concurso musical que busca echar un pequeño cable a las formaciones de la provincia sin contrato discográfico.

El grosor de dicho cable va variando desde la grabación de un pequeño disco y 500 copias promocionales para los ganadores hasta los 1.500 euros que se lleva el segundo o los jugosos 900 que van al zurrón del tercero. Este año, como novedad, los ganadores cuentan también con un vale para la compra de material musical.

Y como ya habrán intuido tras ver el reparto de premios, tres eran las bandas que se plantaban con sus composiciones en el bello paraje donostiarra que sirve de cierre a la bahía de La Concha. Espacio que sustituía al escenario de años anteriores, ubicado en Reyes Católicos, ahora ocupado por otros sonidos más primigenios: la algarabía ruidosa de las ferias infantiles.

Así, con la luz del sol aún presente y rodeados de comepipas y paseantes que se mezclaban con los asistentes, subieron al escenario los miembros de Lolas Club. El cuarteto donostiarra sonó impoluto, con unas referencias tan clásicas como disfrutables: M-Clan, Black Crowes, Rolling Stones. Ya lo decían en uno de sus temas, «es sólo rock and roll pero me gusta». Con un cantante vivaracho e inquieto, centraron su repertorio en los guitarrazos melódicos y la apuesta les salió redonda. Café, copa y puro de vencedores de la edición 2007.

Y si hubiera un premio en este certamen para la banda que más seguidores mueve, ese iría sin ninguna duda a los zarauztarras-azkoitiarras de Vostok. Sus fans fabricaron en esta ocasión una pancarta que ocupó la zona central en cuanto los músicos se subieron al elevado escenario que los próximos días seguirá mostrando algunas de las propuestas más juveniles e inquietas del programa de fiestas, con las actuaciones de la sugerente Vanexxa, los bailarines Telephunken o el radiofónico DJ Makala, el rapero sevillano Tote King o el triki-tekno de Gose.

Vostok tocó por debajo del nivel mostrado en las semifinales. Parece que tuvieron algunos problemas técnicos, lo que hizo que el volumen de los instrumentos volara muy bajo (o esa voz del Eddie Veder vasco sonase demasiado alta, según se vea). Tampoco pareció favorecer el cambio de repertorio o el tocar a cielo abierto.

El sexteto guipuzcoano optó por un arranque más contundente, casi heavy, dejando para la zona final el bello romanticismo grunge de sus largas composiciones. Tan largas fueron que se pasaron casi un cuarto de hora de los 25 minutos de actuación que cada una de las formaciones tenía. Para ellos fueron los 900 euros del tercer premio.

El cierre de la final más contundente de los últimos años lo pusieron los hernaniarras Iam Raros. Su apuesta opta por el rock urbano en la onda de Los Suaves, con letras canallas de lenguaje explícito que más de una congregación religiosa calificaría de hereje. Esperemos que no dilapiden los 1500 euros que se ganaron en los usos temáticos borrachines y pendencieros que defienden en sus canciones.

Publicado enCríticas de conciertos

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *